El discurso, la realidad y los hechos. Unos silencios para justificar dubitaciones, mentiras e ironías, frente a hechos y situaciones evidentes. Muchos adjetivos calificativos de autoelogio, mucho cinismo para orillar lo sustantivo. Justificar faltas contra las buenas costumbres, la ética, los derechos humanos en una intervención al finalizar el juicio, lo ha llevado a mentir sin recato. ¿qué se podía esperar si su pasado lo condena? No se trata de quién salvó al Perú, sino de quién destruyó la democracia e instituyó la “interpretación auténtica” de todo aquello que fuera contra su voluntad personal y política.
La memoria en el país es frágil. No nos detengamos sólo en la sentencia y nos complazcamos en que ha sido declarado culpable el inculpado Fujimori. Es necesario recordar de qué canteras venía aquel personaje que ofreció en su campaña como lema: Honradez, Tecnología y Trabajo…
Dos hechos que es bueno recordar de este señor de doble nacionalidad, que lo presentan como un personaje sin escrúpulos, más allá del trabajo por limpiar su imagen que hoy hacen las antes llamadas geishas (periodistas comprados para tal fin): la intoxicación por comer bacalao y la evasión de impuestos de propiedades que vendió. La intoxicación, todos lo pudieron apreciar por los medios de comunicación, cómo cuando los periodistas le preguntaban por su Plan de Gobierno, se disculpaba, pues estaba “haciendo reajustes”. Cuando llegó el día que lo debía presentar a los periodistas, no se presentó. Su esposa de entonces anunció que estaba indispuesto pues había comido bacalao. Era Semana Santa. El segundo caso, la evasión de impuestos: el presidente condenado las vísperas de ser electo, fue denunciado por dicha evasión. Es el momento que recurre a un abogado, recomendado por un asesor, para que le proveyese de todo lo referido a desactivar el proceso legal que estaba en el juzgado. Y así se hizo. Quien logró esa medida fue quien luego fuera su asesor principal, la persona por quien ponía las manos al fuego: el ex capitán (expulsado) del ejército Vladimiro Montesinos. Este nefasto personaje había sido dado de baja por la venta de secretos militares a un país con el cual el Perú se encontraba en litigio. Ambos hechos, ya históricos, son más importantes que la imagen de Fujimori como profesor de matemáticas, dueño de una academia, profesor universitario, rector de una universidad y presidente de la Asamblea Nacional de Rectores. No siempre en la historia de personajes importantes de un país, guarda relación con la historia de vida y cultura de la persona. Y eso ocurrió con este personaje.
La última intervención del acusado Fujimori, ejemplo negado de lo que no debería ser un presidente del Perú, que ingresó a la política aparentando el chinito sencillo, buena gente, que luego en el poder y durante el ejercicio de su función mintió y luego de conocerse la forma cómo su asesor manejaba los recursos del Estado al evidenciarse en un video la compra de voluntades para obtener mayoría en el Congreso por intermedio de Montesinos, y lo que significó el montaje de una búsqueda y persecución por todo Lima sin lograr encontrarlo. Su viaje a Brunei a la reunión del APEC y desde ese país, viéndose descubierto, presentó renuncia a la Presidencia de la República por fax. Pero antes de salir del país, atropellando toda norma judicial presentando un falso fiscal, ingresó a casa de la esposa de Montesinos a llevarse los videos comprometedores que guardaba este asesor. Poco después se supo que había negociado entregarle a Montesinos 15 millones de dólares como liquidación por su tiempo de servicios. Con ello contravino toda norma y por esa razón más de un funcionario purgó y purga cárcel. El 11 de mayo por esta razón se le abrirá un nuevo juicio.
El juicio que acaba en la sentencia condenatoria de 25 años y que ha sido titular de primera plana en todos los diarios nacionales, ha sido por un cargo mayor: matanza de ciudadanos y un niño en lo que se conoce como la matanza de Barrios Altos (a pocas cuadras de palacio de gobierno) y el asesinato y quemado de nueve estudiantes y un catedrático de la Universidad de Educación Enrique Guzmán y Valle “La Cantuta”, llamado Crimen de la Cantuta. Además de dos secuestros agravados, el del periodista Gustavo Gorriti y del empresario Samuel Dyer. No admitió culpa, lo dijo en su último alegato, pues estaba muy ocupado en temas como la Paz de Itamaratí entre otros. Con ello demostró que la vida humana no estaba en sus consideraciones sino su obsesión por “pacificar” el país a su manera. Sabríamos después que esas obsesiones respondían a otros intereses, metas y prioridades personales. Pero hacía creer a su entorno que era otro su afán.
Arrogancia y cinismo. Mendacidad y sarcasmo. Eso es lo que todo el país ha visto por la televisión y escuchado por la radio. El rictus de su cara y la rectitud de los dedos de la mano indicaban el grado de tensión y de rencor que sentía. Pidió que los libros de Historia cuando se refieran a estos hechos lo deban recordar como el presidente que libró al país del terror, que recuperó la economía y que el avance en que nos encontramos se debe a su gestión. El psiquiatra Galli expresó luego de ver al acusado en su última intervención: “veo en este discurso a un egocéntrico, que se vanagloria como político, que cree ser perfecto, que no pide disculpas y que no tiene remordimientos. Es un hombre endiosado que se autoelogia constantemente, que dice haber gobernado desde el infierno y que se presenta como un fanático con rasgos histriónicos. No es para nada autocrítico”. (El Comercio.02.04.09)
Sin duda algunas citas del repertorio de su alegato confirman lo que el psiquiatra expresó y que es necesario que quienes no conocen en su fuero cotidiano al inculpado hoy traten de compadecerse y traten de salir con la grita de inocente. “Soy un hombre de retos y siempre supe que, al momento de tomar la decisión de retornar de mi exilio, tendría que pasar momentos difíciles” ¿Retornó o lo extraditaron después del intento provocador de viajar a Santiago de Chile? Refiriéndose a los casos por los que se le juzga, miente cuando dice: “Fueron años en los que tenía las manos demasiado llenas de problemas como para dar importancia a un memorando administrativo”. En todo momento Fujimori se involucra en todo el proceso de combate al terrorismo que luego en el juicio negó. Por qué dijo entonces si no sabía “Me enorgullezco de haberle devuelto la paz (…) a 26 millones de peruanos que fueron los testigos directos de mi trabajo por esa paz y de no encabezar ninguna organización criminal”. Dejó afuera a Montesinos y su séquito de militares escogidos con su anuencia para el “aparato pacificador”.
La manera cómo conceptúa la democracia y cómo cree que el pueblo la entiende queda retratada en la siguiente frase infeliz: “Nunca di conferencias o discursos sobre democracia […]. Para ellos [los ciudadanos] la democracia no había sido en la práctica sino un dedo manchado de tinta cada 4 o 5 años”. Cinismo y autoritarismo puro, en un ciudadano que llegó al poder por los dedos manchados de tinta de los ciudadanos. Quiso dar la imagen que fue el primer presidente que trabajó por los más necesitados ignorando a sus antecesores que a su manera se identificaron con las necesidades de su pueblo. “Por primera vez, un presidente convivía y trabajaba, hombro a hombro, con los más olvidados”. Se daba ese lujo entendiendo que existía un “aparato” de su confianza (organizado por Montesinos): Por ello cuando estaba en los pueblos olvidados de la selva pescando con su hijo, no se informó de la captura del cabecilla de Sendero Luminoso e hizo malabares para irrogarse este hecho. Así como esto existen muchas otros sucesos. Finalmente cuando dice “Aquí estoy, jamás se me cruzó por la cabeza desvincularme del Perú, por eso tomé la decisión de volver” Miente nuevamente. Se fue y retornó en un costoso viaje (¿financiado por quién?) y osó pasar desapercibido en Santiago de Chile.
Por si no se recuerda, Fujimori fue extraditado de Chile tomando como fundamento un tratado de extradición firmado entre ambos países en 1932. De los 10 casos de corrupción presentados inicialmente por el Estado peruano, sólo cinco fueron aceptados y en votación dividida. Sin embargo, los dos de violaciones de derechos humanos por las masacres de la universidad La Cantuta y Barrios Altos, donde murieron 25 personas, fueron aceptados por unanimidad. El fallo es definitivo e inapelable. La defensa de Fujimori respetó la decisión de la justicia chilena y no presentó ningún recurso para dilatar el cumplimiento del fallo.
Esta apretada síntesis espero que perfile bien quién era este personaje, que decía combatir el terror, pero a la menor noticia de sublevación corría a la embajada del Japón, “muerto de miedo”; que refresque cuáles fueron los cargos por los que fue extraditado.
La cobardía encarnada en la persona sin escrúpulos porque sabe que tiene un socio de su misma calaña quien le dio la aparente seguridad. Ésta cayó como un castillo de naipes el día en que empezaron a conocerse los videos de compra de voluntades, de compra de líneas editoriales de diarios y canales de televisión.
No se trata hoy de “apiadarse” por quien no tuvo el desparpajo de servirse de la investidura para colmar sus ambiciones. La reacción ante la sentencia y el llamado a marchar por las calles e incluso pedir en un mitin la liberación del inculpado hablan claro de que quienes lo rodean miran la situación solamente desde una óptica. Todo ello mezclado con un debate legal, tratando de levantar una nueva estratagema, dicen a las claras qué se persigue. Los días y los meses nos irán anunciando qué de ciertas son las amenazas y qué tanto hemos crecido en ciudadanía para seguir permitiendo que se siga engañando al pueblo.
Desde la perspectiva educativa es necesario que se aborde la reflexión sobre esta situación. No escamotearla ni hacer lo del avestruz como se hizo con el Informe de la Comisión de la Verdad y Reconciliación.
Ya en el país se ha escrito sobre el tema y es bueno reconocer el esfuerzo desde el campo no oficial. Encontramos un documento del profesor Eduardo León (Por una Perspectiva de Educación Ciudadana. Enfoque General y Curricular. Propuesta para la Educación Secundaria. TAREA. Lima, 2001). Este documento tiene lo que llamaríamos ideas básicas para compartirlas, debatirlas con otros docentes y con los alumnos en el aula. No puede abordarse el tema como la condena de Fujimori si previamente no tenemos los contenidos informativos del hecho. Es importante y necesario ir a las fuentes para que después los eternos cuentistas no cuenten el cuento. Señalar los hechos centrales y analizarlos conceptual y políticamente. Por considerarlo importante transcribimos algunos acápites del documento mencionado. Existe dice León diversas maneras de definir, comprender y vivir la ciudadanía. Pero a nosotros nos debe interesar ubicarnos en la idea de una ciudadanía democrática., que se define por el ejercicio de participación política en el espacio público y el respecto irrestricto de los derechos cívicos.
Nos interesa centrar la reflexión fundamental en estos términos, porque sabemos que nuestro país está atravesado por desigualdades profundas y un sistema democrático débil, en donde no todas las personas nos sentimos ciudadanas a pesar de contar con un estatus legal dado por el DNI. La ciudadanía está asociada a la dimensión política de las personas. La política está ligada a una convivencia y a la organización común de un colectivo, a una forma de entender el bien común y a una forma de entender el espacio público y el ejercicio del poder. En otras palabras, nos dice León, la política nos vincula como comunidad.
La ciudadanía implica ejercicio de derechos, pero también desarrollo de capacidades y responsabilidades. Capacidades para entender, dialogar con, disentir de, criticar a, desmontar y construir el poder desde el espacio público. La ciudadanía nos otorga un poder. Un poder que construimos, afirmamos y ampliamos cuando ejercemos nuestros derechos y nuestras responsabilidades. Por ello pertenecer a una comunidad implica responsabilizarnos por él y actuar con él. Este ejercicio de derechos y responsabilidades alcanza su mejor expresión en el espacio público, que es el espacio de diálogo, negociación y definición de aquellas cuestiones que afectan al bien común, aquello que nos compete a todos. Sin el espacio público no hay ciudadanía. Sin diálogo y participación no hay ciudadanía. Sin información veraz y un Estado de derecho no hay ciudadanía democrática. La ciudadanía es activa, crítica, comprometida.
León nos advierte que las condiciones de vida limitan la capacidad de participación ciudadana debido a que deben invertirse el máximo de energías en la sobrevivencia. Además de ello la pobreza crea condiciones favorables para que el Estado se convierta en el ente todopoderoso y salvador que brinda una serie de programas asistencialistas a cambio de lealtades y compromisos que atentan contra la debida autonomía de la ciudadanía. Sin embargo existen discursos que ganan muchas veces voluntades delisgetimando la política y nos hemos cansado a la manipulación política y la postergación de la solución de problemas.
Es importante escuchar y analizar lo que ocurre a nuestro alrededor. Estar atentos a las palabras, a las decisiones, a la opinión pública. Debemos preguntarnos ¿somos tomados en cuenta los ciudadanos para la toma de decisiones que afectan nuestros intereses? ¿Son los logros del país atribuidos a las capacidades omnipotentes de un mandatario o al esfuerzo de toda la ciudadanía? ¿Qué valor se le asigna a la opinión de las personas expertas, a las voces y experiencias de los ciudadanos?
De igual manera reflexionar sobre la democracia que es el horizonte político y cultural de la mayoría de las naciones. La democracia se fundamenta en tres principios: la soberanía de los individuos; la limitación del poder; la garantía de los derechos fundamentales de la persona. Fundamentada en estos principios es que se define la democracia como sistema político: elección libre y universal; equilibrio autónomo de poderes del Estado, y control y fiscalización ciudadana. La crisis en la que nos encontramos interpela a la democracia y nos permite abrir espacios para refundarla. No queremos una democracia de buenas formas que no solucione los problemas; tampoco un sistema político que justificándose en la solución de problemas ponga a un lado la participación ciudadana. Urge reconstruir el sentido de la democracia dándole nuevos contenidos y profundizarla. Esto significa que los ciudadanos tengamos el lugar que nos corresponde con participación en los asuntos públicos; que los problemas de las mayorías sean prioritarios en la agenda política; que las personas especialistas en diversos campos brinden salidas técnicas a los problemas que se planteen, pero respetando las decisiones de los ciudadanos; en donde los derechos sociales sean tan importantes como los derechos civiles y los políticos; que se promueva, garantice y proteja los derechos y las libertades; en que se fiscalice a los gobernantes y sus representantes y que rindan cuentas; que no genere clientelaje sino autonomía en la gente.
En este marco referencial enriquecido por los enfoques individuales habría que reflexionar sobre el hecho que acabamos de espectar y sentir, es importante para niños y jóvenes de nuestras escuelas. Pero ello significa que como docentes debemos dejar de lado nuestros sesgos político-partidarios y abordar el hecho y enjuiciarlos en los términos del mensaje para nuestra ciudadanía y democracia. Dejar pasar esta oportunidad es hacer cera y pabilo de un derecho ciudadano y de una democracia que debemos fortalecer desde el aula.
(11.04.09)
Etiquetas: ética, democracia, derechos humanos, educación ciudadana, memoria
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