MAESTRO PERUANO, QUE NADIE SEPA TU SUFRIR

Esta semana iniciada con la conmemoración del día del maestro (06.07) estuvo tapizada con diversidad de jornadas de protesta y un pliego de reclamos que oscila entre la demanda de cambiar al gobierno, aumento de sueldos y salarios, cambio de la política económica, no a la ley de hidrocarburos, no a los proyectos hidroenergéticos, derogatoria de la ley de carrera pública magisterial, reforma educativa, mayor presupuesto para la Educación, asamblea constituyente entre otros. Esto es síntoma de que el gobierno no llega a comprender la situación integral del país y por otro lado los cubileteos políticos que jaquean a una democracia nacional débil, sin nuevos líderes.

La credibilidad de unos y otros (Estado, Centrales y Sindicatos) debe ser revisada así como un estudio de sus roles, una modernización de su gestión institucional, en suma un cambio en su estructura y en la manera de hacer política en este nuevo siglo, sin renunciar a principios y valores. Todo ello es un sentir de muchos docentes que vemos cómo el día a día se hace lo contrario del discurso, en los hechos.

Por ello, en este escenario en donde existe un clima para revalorar al maestro, llama la atención un “aviso” (pues comunicado, ni pronunciamiento, ni advertencia, es) del Ministerio de Educación. Este “aviso” se titulaba: “MAGISTERIO DILE NO AL PARO POLÍTICO DE PATRIA ROJA” (sic) (Varios diarios). En la introducción del “aviso” se le reconoce al maestro “su decidido y firme compromiso de continuar en su camino para mejorar la calidad de la educación de los niños y niñas del Perú”. Prosigue el “aviso” expresando que en este sentido “no será interrumpido por sectores radicales y oportunistas representados por la dirigencia del SUTEP, quienes hoy con argumentos carentes de todos (sic) sustento y fáciles de rebatir buscan, utilizando medidas de fuerza, obstruir la política educativa del Estado y detener los avances de la mejora educativa de los sectores que cuentan con menos recursos en el Perú.”

¿Por qué la autoridad de educación del gobierno actual, centra la política educativa del Estado a nivel de enfrentamiento político ideológico? Nuevamente en lugar de establecer un marco educativo tal como lo plantea el PEN, es decir, el planteamiento de ideas, lo reduce a un enfrentamiento entre el gobierno y Patria Roja? Quien tiene la representación del gobierno para desarrollar una política de Estado, no debe caer en el facilismo de encubrir su incapacidad para abordar los temas y problemas educativos, con señalar y echarle la culpa a otro fracaso y no asumir autocráticamente que en educación hemos avanzado poco cualitativamente.

No puede reducirse la incapacidad de asumir y resolver los problemas educativos nacionales, denigrando a la institución insignia en lo gremial de los docentes, quiéralo o no el gobierno. Es decir un sindicato de los maestros no es obstáculo para el desarrollo de una política educativa nacional que garantice realmente lo que la Constitución de la República y la Ley general de Educación expresan referente a la educación, que es un derecho de los niños y los jóvenes peruanos tener una educación gratuita y de calidad; garantizarles igualdad de oportunidades para todos. ¿Puede el Ministerio de Educación presentar resultados sobre este mandato constitucional? ¿Existe una real cobertura en costa, sierra y selva? ¿Se consultó el parecer de los maestros de aula sobre el nuevo diseño curricular? ¿Se consultó a las municipalidades y a los docentes involucrados sobre la idoneidad de la municipalización de la educación? ¿Se tuvo el criterio técnico desde el gobierno para realizar una reforma estructural en organización y funciones del ministerio de Educación antes de realizar los cambios que estaban previstos? ¿No se tenía acaso la experiencia y los resultados negativos de que a la par de los cambios en la política educativa debía renovarse a fondo la estructura del ministerio que cobija por décadas usos, vicios y costumbres retardatarias? ¿Por qué recién se empieza a diseñar y “consultar” la LOF (Ley de Organización y Funciones del Ministerio de Educación), luego de casi 3 años de gestión? ¿Se olvidaron? ¿No fue prioridad? ¿Qué sucedió con el PEAR (Proyecto Educativo para Áreas Rurales? ¿Por qué se “canceló” sin dar a conocer sus resultados y el por qué dejó de funcionar? Cuidado que no se debe tirar piedras cuando se tiene el techo de vidrio. El juego de señalar culpables fácilmente cada vez que existe algún problema y guardar silencio cómplice cuando existen preguntas incómodas y comprometedoras que siguen esperando respuesta, es un recurso político muy recurrente. ¿Saben las autoridades de Educación de aquel dicho que dice “entre gitanos, no se pueden adivinar la suerte?

Sin duda la Ley de Carrera Pública Magisterial busca una revaloración social, cultural, económica y profesional del docente como dice el “aviso” referido. Sobre ello y demás afirmaciones del párrafo (evaluaciones técnicas y transparentes, reconocimiento del trabajo y actualización), hay mucho que decir y preguntar pues no es tan evidente el “milagro” viniendo de quien viene y lo afirma. ¿Pondrían la mano al fuego por todo lo que dicen y afirman? ¿Por qué no escucharon cuando el sindicato hizo sus observaciones? ¿Qué se ha discutido en la mesa de negociaciones? ¿Qué puntos se vieron? ¿En qué quedó el cuestionamiento a la Derrama Magisterial? ¿Por qué se callaron las denuncias? Hay silencios que acusan, pero desde el poder se puede ser demócrata o se puede ser déspota. Y lo que pidió el sindicato fue acompañado por peticiones de académicos, consultores, investigadores ¿dónde quedó la amplitud de criterio y la transparencia? Existen procedimientos de quienes tienen el deber de informar a la sociedad y a los interesados que no es posible quedarse callados frente a distractores de coyuntura.

El hecho de que el gremio docente en concordancia con una instancia superior de su organización, la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP), asuma una paralización de un día, ha motivado la reacción del Ministerio que se expresa en el “aviso”: “Frente a estos hechos, el Ministerio de Educación considera que la paralización anunciada por el SUTEP, controlado por la agrupación política Patria Roja, no tiene ninguna justificación y sólo responde a un interés político partidario que pretende aprovechar la coyuntura que vive nuestro país. NO PERMITAS QUE TE UTILICEN PERSONAS AJENAS A LOS INTERESES DEL MAGISTERIO (sic) que sólo buscan desestabilizar la democracia y la institucionalidad del país.”

El maestro antes que nada es un ciudadano con deberes y derechos. Como profesional tiene una ética, un compromiso con su desarrollo profesional. Como tal tiene el derecho de sindicalizarse y participar en su gremio de acuerdo a la tendencia política que opte. La hegemonía política que existe no es sinónimo de desastibilización en el magisterio. Sin duda Patria Roja como partido político tiene sus procedimientos y su agenda programática, pero quienes conocen al SUTEP pueden decir que es un frente y como tal se ha desarrollado desde su fundación en el año 1971. Que la hegemonía la tenga desde entonces el Partido Patria Roja, entendemos que no lo puede hacer cómplice de sus decisiones políticas. Las coincidencias con las demandas del docente son muy parecidas a las que antes del SUTEP las tuvo la APRA con sus sindicatos que entonces pertenecieron a la Confederación de Trabajadores del Perú (CTP).

Nos parece por ello un despropósito y falta de civismo y cultura democrática, querer negar derechos a los docentes, denunciar el paro y mezclar lo que es un reclamo gremial con lo que es el desarrollo de una política de Estado. Lamentablemente en lugar de abordar los temas y problemas educativos con liderazgo se opta como en décadas del siglo pasado a mezclar ideología con política del Estado, incapacidad para encontrar puntos coincidentes. ¿Quién atenta contra el maestro como profesional cuando se le denigra por pertenecer a un partido político?

Recordar en el “aviso” el “descuento de ley” a los maestros “que abandonen a sus alumnos,…” “y advirtiéndoles… que serán responsables de cualquier hecho que atente contra la salud e integridad física de los escolares” son advertencias punitivas que en lugar de acercar, separan. ¿Puede el maestro peruano confiar en autoridades que no tienen otra palabra que la censura, el denigrar una noble profesión por el derecho de pertenecer a su Sindicato? ¿Qué puede esperar el docente de quienes sembraron si no enfrentamientos, satanizaciones y destrucción de su autoestima? Parece que las autoridades del Ministerio de Educación olvidaron que los derechos sindicales son universales, inalienables y les pertenecen a todos los trabajadores y empleados.

El saludo al maestro que salió en otro aviso del mismo Ministerio de Educación titulado “FELIZ DÍA MAESTRO DEL PERÚ”, al costado del otro (El Comercio,06.07.09) l Publicarlos los dos al mismo tiempo indica que algo sucede en un lugar en donde los valores deben estar claros y no utilizarlos devaluándolos según sean los intereses. Si el maestro es “eje y el pilar fundamental para el desarrollo de un país tan diverso como es el nuestro” ¿por qué se le maltrata y se le niega derechos? ¿Por no ser del partido del gobierno? ¿Dónde queda la tolerancia, la equidad, la inclusión de la que tanto alarde hacen las autoridades nacionales? Parodiando la letra de la salsa Periódico de Ayer, el discurso y el aviso quedan como es “un periódico de ayer, Que nadie más procura ya leer/ Sensacional cuando salio en la madrugada/ A medio día ya noticia confirmada /Y en la tarde materia olvidada”…

Pero los maestros que leyeron el “aviso – saludo” sintieron falso lo que se expresa en el párrafo segundo “…después de muchos años un Gobierno se ha preocupado en revalorar al magisterio, colocando al maestro en el lugar que le corresponde en la sociedad, reconociendo la difícil tarea y la responsabilidad que tiene cada uno de ellos en la formación del nuevo ciudadano.” Palabras, palabras, palabras, sin el contenido en los hechos que las respalde, todo lo contrario.

En el tercer párrafo se agradece “…la responsabilidad con la que han acompañado cada acción emprendida por el Gobierno, con el objetivo de mejorar la calidad de la educación, entendiéndose que esta meta la alcanzaremos sólo si la escuela pública cuenta con los mejores docentes.” Creo que es maniqueo el párrafo: la responsabilidad es del maestro, si se fracasa a él le caen con todo. ¿Y las autoridades? ¿Acaso no es de ella la principal responsabilidad? ¿Quién toma las decisiones?

En el párrafo penúltimo se habla de los padres de familia que le entregan al maestro la responsabilidad de la educación de sus hijos. ¿En qué época estamos? ¿Quién redactó el mensaje? ¿Dónde queda la corresponsabilidad, dónde la participación de la comunidad educativa? En nuestro país intercultural e inequitativo no podemos hablar angelicalmente de mística, entrega y pasión del maestro. Poco faltó para que en el aviso se hablase del apostolado del maestro. El maestro lo es por convicción y compromiso con sus principios y valores.

El agradecimiento del párrafo final “por creer en los objetivos del gobierno en materia educativa. Sabemos que el camino es difícil pero que hay que continuar trabajando con entusiasmo y optimismo, pensando que una forma de construir un país, es apostando decididamente por la educación.”. ¿Cómo creer en los principios del gobierno si se sabe que no todos son del partido que gobierna el país? ¿No es esta una provocación y un desconocimiento de la realidad del docente?

Ni una palabra sobre la reafirmación de que la Educación es un bien público social, un derecho humano y universal y un deber del Estado. ¿Es mucho pedir que piensen así las autoridades de mayor jerarquía del sector Educación? Ellos desarrollan una política de Estado y no de gobierno.

Necesitamos hoy autoridades educativas y maestros que conduzcan la educación nacional, que no se conformen con enseñar a aprender, sino a interactuar con las demandas del siglo actual, que requiere estudiantes y futuros profesionales para actuar, como dice Tedesco, en una economía competitiva, no basada en depredar recursos naturales, que no pague bajos salarios, una competitividad fundamentada en los progresos técnicos, en el valor agregado a la producción, que exija una enseñanza los conocimientos para lograrlo.(Juan Carlos Tedesco, en UNESCO-París, 08.07.09). Hoy también nuestra patria requiere una auténtica justicia, una democracia fuerte, no caudillesca, ciudadanos formados con conciencia crítica, con valores éticos de respeto a los derechos humanos, a la diversidad étnica, lingüística y al fortalecimiento de instituciones educativas para que respondan a estos retos y la formación de futuros docentes con una visión diferente del mundo, enriquecido por la Filosofía y las Ciencias de la Educación.

Nos hubiera gustado que el Ministerio de Educación hubiera dado este mensaje y no aquellos dos avisos pagados. Nos hubiera gustado escuchar un mensaje constructivo, pero hemos tenido dos, uno lleno de lugares comunes y otro en donde se vilipendia al docente. Sépalo el país, así valoran el ser docente en el Perú. Una pena. El maestro no debe callar ante este escenario. Que haya un discurso político partidario, no niega que se debe plantear un discurso del nivel que la profesión lo exige. Ahí está la diferencia.
(11.07.09)

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