Entrevista a Fco. Javier Pericacho, por Zaira Ollé Sesé
- El Doctor Francisco Javier Pericacho acerca al lector al mundo educativo y a la inminente necesidad de adecuarlo al siglo XXI a través de unas viñetas repletas de experiencia.
Con mucho sentido del humor y fina ironía decide presentar un libro que invita a un serio diálogo, claro y crítico en torno a los aspectos a mejorar en el sector educativo español.
La obra de Pericacho transmite y denuncia desde dentro, las prácticas educativas erróneas que impiden al estudiante alcanzar el techo de su potencial formativo. Tras más de quince años de experiencia en el mundo de la educación, actualmente en activo y habiendo sido profesor invitado de universidades tan prestigiosas como la londinense Regent’sUniversity y la ilustre Universidad de Coimbra, en Portugal, este joven profesor habla claramente, sin tapujos de lo que docentes y gobiernos pueden mejorar para alcanzar la excelencia educativa.
En el prólogo de su libro refiere que el presente modelo pedagógico, «no siempre promueve un desarrollo integral del alumno ni una educación con mayúsculas», ¿ha llegado quizá el momento de una renovación del sistema pedagógico actual, o de ciertas puntualizaciones del mismo?
Necesitamos una educación del Siglo XXI, despierta, viva y que provoque intelectualmente a los alumnos.
La viñeta crítica se utilizó durante la Segunda República, como forma de denuncia del caciquismo, por poner un ejemplo. Sin embargo la gente que no esté tan inmersa en el mundo político-histórico aunque recibirá esta presentación como una forma atractiva y fácil de entender, a la vez pudiera parecerles extraño usar este medio gráfico para la denuncia de sistemas pedagógicos obsoletos ¿por qué decide hablar de un tema tan serio como la educación a través de viñetas?
Precisamente porque quería hacer un libro que tratase esto de lo que estamos hablando ahora, temas muy serios en educación pero con humor, desde dentro, críticamente, pero sin recetas educativas.

Si no hay recetas educativas, ¿no nos da respuestas para mejorar el sistema?
No hay respuestas, no (sonríe) solo preguntas, dudas y reflexiones abiertas. Por lo tanto se está invitando al diálogo.
Habla en el libro de involucrar a los propios alumnos en su aprendizaje, rechazando el aprender memorizando como medio absoluto y abogando por un método participativo-operacional, ¿estamos frente a un libro empírico, es decir basado en la observación y en la experiencia?
Sí, tenga en cuenta que trabajé a lo largo de casi 15 años en todo tipo de instituciones y proyectos de educación formal y no formal. Muchos de los interrogantes que me fueron asaltando se plasman en el libro, pero no sólo en España, la educación es algo global, y estos datos y conclusiones los extraje también trabajando de coordinador, técnico y educador en distintos en diferentes países, europeos, centro americanos, etc.
La segunda parte del título de su libro «…Viñetas para una época», induce precisamente a pensar en un período determinado educativo, ¿refiere esta crítica al sistema educativo sólo de nuestra era?
No, para nada, estas viñetas exponen todo tipo de temas educativos de antes y de ahora, así como también diferentes ámbitos educativos.
Usted ha sido invitado a varias universidades europeas, entre ellas la londinense Regent’s University para exponer su didáctica y plasmar su trayectoria profesional, fue profesor en el Departamento de Didáctica y Teoría de la Educación en la Universidad Autónoma, ejerce la docencia universitaria actualmente en la Universidad Antonio de Nebrija. En este libro ¿extiende la visión crítica a todo tipo de instituciones educativas o está más dirigido al ámbito de mejora universitario?
Para nada, el libro se extiende a casi todas las áreas educacionales, para que me entienda, el libro y la temática de las viñetas abarcan actividades extraescolares, formación inicial, formación permanente docente, temas de currículum, educación social, innovación, deberes, y también al ámbito universitario.
Muchas de las viñetas crean una empatía instantánea con el lector, se cumple aquí la máxima de que es mejor aprender con una sonrisa, o aprender jugando tal y cómo muestra en una de sus viñetas. Usted es un referente en el sector educativo, pero ¿quién es el referente para usted, en el mundo educativo?
Mi pensamiento pedagógico está muy influido por todo tipo de grandes pensadores y lecturas académicas, pero también me siento en deuda con las viñetas de Frato, Quino, El Roto, Gallego y Rey, etc. Creo que las viñetas tiene un poder enorme para generar debate e interrogantes, es más visual, atractivo y directo.
Recojo de unas declaraciones suyas que: «Lo que demos a los alumnos será lo que los alumnos darán a la sociedad en el futuro» y en torno a esta y otras premisas habla de una necesidad de renovación sociocultural y educativa profunda dónde el modelo tradicional no responde con acierto a los a retos actuales, ¿de ahí este segundo libro sobre educación y renovación pedagógica?
Exactamente de ahí este libro, viene a colación de lo que comentábamos antes en cuánto a que este segundo libro recoge parte de mi experiencia, investigación y reflexión. A lo largo de mi vivencia laboral en el mundo educativo, he podido vivir en primera persona las nefastas consecuencias de una visión reducida, acrítica y estancada de la educación, y es aquí dónde pongo en valor estas situaciones vividas en primera persona.
Tras quince años de experiencia, más de 20 trabajos de investigación publicados, diversos ámbitos de creación y dos libros habla de construir un sistema educativo que permita ejercer la palabra y no los condene al silencio. Sin embargo no siempre es fácil ser docente en según que países y centros educativos, ¿cómo entiende usted desde su experiencia, una relación educativa sana?
La relación educativa es mucho más que una relación académica, es una relación profunda y sincera entre personas con capacidad de transformar su biografía y el mundo. El libro pretende ser un sincero homenaje y la reivindicación entusiasta, cómplice y crítica de uno de los trabajos más difíciles, importantes y apasionantes que alguien puede ejercer: trabajar en educación.
¿Qué impacto cree que va a tener esta obra divulgativo-científica en el mundo educativo?
Positivo, este tipo de publicaciones divulgativas tienen más llegada y por tanto, más posibilidad de generar debate y reflexión. Estoy en varios grupos de investigación actualmente y lamentablemente las publicaciones académicas tienen una repercusión muy reducida, no suelen llegar o a tener repercusión práctica en la cotidianidad educativa.
Usted tienen una larga trayectoria en el sector educativo, además de Dr. en pedagogía es uno de los máximos exponentes actuales en renovación pedagógica en nuestro país, está claro que algo de renovación educativa se necesita en España cuando nos alzamos con la segunda tasa de abandono escolar más altas de la U.E, tasada en un 18,98%, ¿cuál podría ser uno ser uno de los retos de las instituciones educativas actuales?
Apremia re-definir el sentido de la educación y la finalidad de los centros escolares, desde infantil hasta la universidad. Ya no se concibe una relación bulímica y acrítica de la escuela con la realidad, nos aleja de poder responder con acierto los desafíos del presente.
Actualmente es profesor en la Universidad Nebrija de «Educación, Sociedad y Política educativa,» en torno a la política educativa vigente declara en un artículo de opinión para el País que «Necesitamos un pacto lejos de las innovaciones huecas», ¿sabrá que su libro «Educación y crítica, viñetas para una sociedad» puede generar en el momento actual educativo, bastante debate social?
Generar un debate social sobre la renovación educativa siempre es algo positivo. Y claro que ahora que se está construyendo el Pacto Educativo, puede ocurrir este debate.
Las sociedades se modernizan, el siglo XXI llega cargado de innovación, tecnología y apertura de mentes, sin embargo en muchos colegios se sigue impartiendo el viejo sistema tradicional del siglo pasado, la clase magistral, como decía usted mismo al principio necesitamos «una educación despierta, viva y que provoque intelectualmente a los alumnos», mi última pregunta es ¿vivimos de rentas en el aspecto educativo?
En este aspecto considero que las instituciones educativas deberían de ir por delante o al menos paralelas al ritmo de las sociedades. Algunas viñetas tienen más contenido que libros enteros, ya sabemos que a veces menos es más. La apuesta por las viñetas creo que va a permitir que más población se acerque al libro y se interese por estos temas. Las viñetas tratan sobre estos temas, son una invitación al diálogo y la reflexión para la mejora de la educación.
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