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EL DISCURSO EDUCATIVO: ¿IDEAL COMPARTIDO O PALABRA VACÍA? (V)

10 abril 2014

Esteban Barrantes Clavijo

Investigador, Sociedad Colombiana de Pedagogía

PRETEXTOS PEDAGÓGICOS REVISTA DE LA SOCIEDAD COLOMBIANA DE PEDAGOGÍA

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 Estructura Del Discurso Educativo

 Tenemos, entonces, que una exposición que tenga en cuenta los lugares señalados en la estructura, puede ofrecer una apariencia coherente, enunciando simplemente los mínimos requeridos para parecer completa.

Así, podemos encontrar, por ejemplo, una propuesta educativa,

“Fundamentada en la formación integral de los estudiantes, y orientada por una metodología constructivista; que reconozca y valore la autonomía, el ritmo propio del estudiante, lo mismo que sus intereses y expect ativas, lo cual contribuye a generar un ambiente agradable y propicio para una educación en valores (los que se juzguen más perdidos o prioritarios), en la convivencia pacífica y, la participación democrática.

En términos académicos, es preciso decir que la investigación es el elemento central, a tal punto que, basados en criterios interdisciplinarios, la enseñanza de las diferentes asignaturas está precedida por la elaboración de mapas conceptuales, los cuales favorecen el desarrollo de habilidades necesarias para enfrentar los retos del siglo XXI: el pensamiento significativo, la lectura inferencial, el aprendizaje significativo o comprensivo y el desarrollo de la creatividad, produciendo así, sujetos con sentido de pertenencia, identificados con las demandas sociales, es decir, potenciales líderes, competitivos socialmente.

No sobra decir que para llevar a buen término esta propuesta, se requiere del apropiamiento de las últimas tecnologías (computador por estudiante, multimedia, Internet, T.V. satelital, ayudas audiovisuales, biblioteca virtual e interactiva, software didácticos, y otros artefactos que estén de moda, no importa que no ubiquemos para que puedan ser útiles)”.

En resumen, no necesitamos tener en cuenta a los sujetos (docentes ni epígonos), basta con plantear un IDEAL, que responda a las exigencias del momento, o sea, al CONTEXTO y, especificar la manera como pueden obtenerse resultados satisfactorios, es decir, los PROCEDIMIENTOS adecuados. Finalmente, un quehacer orientado en nombre de estos vocablos, se puede decir que es una INNOVACIÓN. No importa el perfil, ni los detalles, solamente cuenta “aquello” que se dice REALIZAR, pues la experiencia es lo que se expone en público, lo que adquiere un valor y se legitima socialmente.

EL DISCURSO EDUCATIVO: ¿IDEAL COMPARTIDO O PALABRA VACÍA? (IV)

9 abril 2014

Esteban Barrantes Clavijo

Investigador, Sociedad Colombiana de Pedagogía

PRETEXTOS PEDAGÓGICOS REVISTA DE LA SOCIEDAD COLOMBIANA DE PEDAGOGÍA

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Lugares constitutivos del discurso

Lugares, espacios o posiciones, que podrían identificarse como constituyentes del discurso:

Lugar del contexto, en el que se ubican los enunciados que “enmarcan” el ambiente social, político y cultural en que se inscribe lo que se enuncia. En este punto, para el caso del discurso educativo, se describen las condiciones a las cuales deben responder los planteamientos. Actualmente, el discurso circulante ocupa este lugar con el concepto de competitividad (que implica las nociones de eficiencia, eficacia, impacto, cobertura, desempeño, etc.), que conduce el quehacer escolar a instalarse en la esfera del mercado de “servicios”. Por tanto, sujeto a la ley de la oferta y la demanda.

  • Lugar del ideal o del deseo social, aquel al que corresponden los enunciados que se orientan teleológicamente, bien sean del orden general (social), o particular (en la educación, las metas institucionales). Así, los propósitos perseguidos desde los llamados “fines de la educación”, calidad, cambio, formación integral, constituyen el aforo de esta posición en el ámbito social, mientras que el acento marcado en los PEI: formación tecnológica, científica, artística, en valores, lúdica, en convivencia, democracia y derechos humanos, señalan el deseo institucional. Es preciso aclarar que la explicitación de los deseos no significa tener éxito (para estar en consonancia con la competitividad), ya que muchas instituciones reiteran enunciados pertenecientes a este lugar, pero desconocen las posiciones que lo complementan, por lo que resultan escasamente altruistas.
  • Lugar de los mecanismos, procedimientos y acciones que articulan las posiciones anteriores (los enunciados no aparecen puros), permitiendo una relación diferencial tanto del sujeto como de la institución, en tanto conduzcan a un grado mayor o menor de satisfacción de los requerimientos mencionados en las anteriores posiciones. En el discurso educativo el vocablo privilegiado actualmente, en este lugar, es el de investigación, como operación formadora y generadora de mejoramiento de las didácticas, metodologías, y demás acciones que conduzcan a elevar o disminuir la valoración del quehacer escolar.
  • Lugar de la verificación o de la realización simbólica (parcial)16. Posición que completa la estructura. Aquí confluyen los enunciados de toda la estructura, y se observa el resultado: la coherencia, organización y articulación mutua, es decir, el sentido del discurso. Las expresiones que pertenecen a este lugar aparecen articuladas, aunque no necesariamente en equilibrio, ya que pueden enfatizar un lugar más que a otro. Tales enunciados son quienes demuestran el nivel logrado por la experiencia y la “reflexión” que la generó, por cuanto exhiben el grado de elaboración. Aquí, la “moda”, exhorta a hablar de innovación, la cual es estimada como un lugar más alto de realización que la educación llamada “tradicional”.

Este último lugar de realización del discurso constituye la explicitación de la manera como se articula en la propuesta el acontecer institucional y su relación con las demandas sociales (la sistematización de las experiencias, sean nombradas como Innovación o de corte “tradicional”, pertenecen a esta posición).

De acuerdo con lo anterior: dado un contexto, definidos unos ideales que respondan al contexto, y propuestos unos procedimientos que conduzcan a hacer efectivo el discurso, tendrá lugar la realización, es decir, la demostración de que la práctica obedece a un discurso.

Para hacer más gráfica la presente propuesta, podemos considerar la estructura del discurso de manera análoga a un Ventilador de cuatro aspas, donde cada una de éstas equivale a un lugar constitutivo de la estructura; El motor correspondería al discurso, el cual puede aumentar o disminuir su velocidad de acuerdo con la cantidad de enunciados y la manera como se relacionen; el centro, o sea, el rotor, sería los sujetos responsables del acontecer interno (maestros y directivos), mientras que, la institución hace las veces de revestimiento y protección del centro; por último, la imagen visual de la escuela, estaría dada por la circunferencia trazada por el movimiento de las aspas.

Según esto, la imagen se forma y se mantiene gracias a la tensión ocurrida en el centro (institución y maestros): por efectos de la fuerza (centrífuga) emanada del movimiento de las aspas (competitividad l calidad, cambio y formación integral l investigación, metodologías y didácticas l innovación o tradición), el centro resiste la presión de acuerdo a la velocidad-fuerza con que éstas giren, y puede soportar en proporción a la naturaleza del material que lo cubre. Dicho material, lo constituye la nominación que designe a la institución (innovación = flexible – tradicional = rigidez), de modo que la tensión sobre los sujetos pertenecientes a una innovación es mayor en virtud de la flexibilidad de “aquello” que lo envuelve, en razón de la exigencia de defender el carácter de la institución; mientras que en una institución que sea señalada como tradicional, la tensión soportada por sus miembros es menor, debido a que sus actuaciones no están en función de responder por la institución, sino por sí mismo en un espacio que así lo permite.

Entonces, la imagen de la escuela (el círculo trazado por el giro de las aspas) resulta inmóvil a pesar del movimiento y la velocidad que la produce, de manera que la exterioridad de la escuela puede ser inmóvil para la sociedad, a pesar de que adentro «Todo» acontece vertiginosamente, afectando irremediablemente al sujeto que esté colocado a su interior.

Sin embargo, siguiendo con esta analogía, podríamos pensar que la imagen visible no es solamente la circunferencia, sino también el reflejo de su sombra y el viento que invade el espacio en que se instale, de acuerdo a la dirección en que este artefacto gire: institución, instancias de control y vigilancia, comunidad académica, entorno social, etc.). La imagen, entonces, cambia de acuerdo a quien se dirija el discurso, pues, el objeto del mismo es “refrescar” un ambiente, llámese éste Ministerio de Educación Nacional, comunidad educativa, gremio docente, discusión teórica, etc. De acuerdo con lo anterior, el discurso habla en nosotros, en términos de proporcionar lugares, que ocupamos discretamente y en donde los sujetos estamos abocados a llenarlos con palabras que reclaman ser pronunciadas, a fin de mantener la estructura que las engendró y en la cual sus inventores quedamos atrapados

EL DISCURSO EDUCATIVO: ¿IDEAL COMPARTIDO O PALABRA VACÍA? (III)

8 abril 2014

Esteban Barrantes Clavijo

Investigador, Sociedad Colombiana de Pedagogía

PRETEXTOS PEDAGÓGICOS REVISTA DE LA SOCIEDAD COLOMBIANA DE PEDAGOGÍA

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El Discurso Educativo Como Estructura

El sentido genérico y repetitivo de este discurso encrático (que prescinde del sujeto, pues, circula gobernado por una dinámica propia), no da lugar a la expresión de sentido individual de quien emite enunciados, en la medida que la atmósfera de sentido que se establece homogeniza la mirada. De esta manera, el sujeto cuando asume el acto de significar, a pesar de la ilusión de referencia y/o de autoría (Sercovich: 1977), no pone su huella, más bien, está siendo hablado por el discurso, y su palabra en realidad se torna vacía.

De hecho, no somos los dueños del lenguaje sino que él es señor del hombre (Heidegger: 1994), y nuestra aproximación al lenguaje se plantea en una relación de usuarios del gran tesoro de los significantes (Saussure: 1989), de modo que tomamos palabras prestadas de un repertorio limitado: el léxico disponible para nombrar eventos en un idioma determinado. De acuerdo con estos planteamientos, no existe una proliferación de discursos (en nuestro caso sobre la educación), sino que el discurso tomado como estructura es uno sólo, en términos de la necesidad de compartir formalmente unas reglas comunes.

La observación del discurso educativo exige tener en cuenta puntos de referencia que sirvan para enmarcar el contexto en que se inscriben los enunciados que lo integran, ya sea con el objeto de comprender el sentido y constitución del mismo y/o, para fundamentarlo, describirlo o interpelarlo. Máxime cuando la forma extendida del discurso es la del estereotipo definido como «la palabra repetida fuera de toda magia, de todo entusiasmo, como si fuese natural, como si por milagro esa palabra que se repite fuese adecuada en cada momento por razones diferentes, como si imitar pudiese no ser sentido como una imitación: palabra sin vergüenza que pretende la consistencia pero que ignora su propia insistencia. Nietzsche ha hecho notar que la “Verdad” no era más que la solidificación de antiguas metáforas. En ese sentido, el estereotipo es la vida actual de la “verdad”, el rasgo palpable que hace transitar el ornamento inventado hacia la forma canónica, constrictiva, del significado»15.

De acuerdo con lo anterior, y con el ánimo de ilustrar el atrapamiento del sujeto en la formalización del discurso, y el engranaje que opera en la acción comunicativa en lo referido al funcionamiento del estereotipo actual sobre la escuela, quiero proponer una estructura (tentativa y provisional) para leer el discurso educativo circulante. De manera que, todo lo expresado sobre la escuela, necesariamente, ocupe un lugar en esta estructura.

Estructura que le da consistencia al discurso, en tanto contempla situaciones que articuladas entre sí ofrecen una imagen completa, realizable, verosímil y, aún, progresiva del accionar comunicativo individual e institucional. El territorio por donde circula el discurso lo figuramos circular, concéntrico al sujeto y a la institución. Razón que origina que los sujetos se identifiquen con los roles asignados, en la medida que nombra lugares o posiciones que son ocupados por los enunciados referidos a la naturaleza de la escuela, pronunciados por diferentes instancias: las instituciones, por medio de los PEI; por los maestros, a través de los proyectos de aula y las propias opiniones; las políticas educativas; estudios sobre diferentes aspectos de la vida escolar o sus fundamentos, etc.

El sentido y validez, que legitiman y posicionan una oferta escolar, se alcanzan a través de la articulación explícita entre los asuntos reconocidos como prioritarios en la prestación del servicio educativo, de modo que se ocupen los espacios que integran el discurso. La ausencia de uno de estos “lugares”, es decir, el hecho de que no sea llenado con palabras, quitaría consistencia a cualquier pronunciamiento que pretenda ser coherente.

EL DISCURSO EDUCATIVO: ¿IDEAL COMPARTIDO O PALABRA VACÍA? (II)

7 abril 2014

Esteban Barrantes Clavijo

Investigador, Sociedad Colombiana de Pedagogía

PRETEXTOS PEDAGÓGICOS REVISTA DE LA SOCIEDAD COLOMBIANA DE PEDAGOGÍA

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 El Discurso Como Estereotipo

 A pesar de las múltiples posturas –heterogéneas– que se pronuncian socialmente sobre la escuela, se mantiene una tendencia homogenizante del discurso educativo, vertebrado por conceptos como: calidad, cambio, formación integral, innovación, investigación, competitividad, etc., los cuales delimitan la problemática y/o las situaciones que exhortan a emprender una mirada sobre la escuela. La diseminación de estas palabras -consideradas centrales-, con las que se otorga un sentido genérico «ideal compartido socialmente» a los enunciados que circulan en el discurso imperante, nos hablan de la existencia de un consenso en torno a una aspiración: la transformación de la escuela.

La idea de que hay que «mejorar la calidad de la educación» «es indiscutible», para todos los sectores, posiciones y roles sociales, lo mismo que la aceptación de las nociones tomadas como eje para concretar tal aspiración. El discurso, entonces, se hace homogéneo, se convierte en un discurso ideológico que se gobierna a sí mismo, en tanto se repiten sus enunciados, o sea, se convierte en un estereotipo.

En relación con este punto de vista, Roland Barthes considera que

«(…) nueve veces sobre diez lo nuevo no es más que el estereotipo de la novedad […] El lenguaje encrático (el que se produce y extiende bajo la protección del poder) es estatutariamente un lenguaje de repetición; todas las instituciones oficiales de lenguaje son máquinas repetidoras: las escuelas, el deporte, la publicidad, la obra masiva, la canción, la información, repiten siempre la misma estructura, el mismo sentido, a menudo las mismas palabras: el estereotipo es un hecho político, la figura mayor de la ideología. «11.

A pesar de esta condición, el sentido como son tomadas la nociones señaladas no es el mismo para cada instancia social y, puede resultar diversa su significación, aún, dentro de contextos específicos, como se puede evidenciar, por ejemplo en el caso de la noción de calidad de la educación, en algunos documentos oficiales12 donde la calidad debe ser realizada en atención a aspectos como: comunicación (reconocimiento de la participación de muchos tipos de códigos), investigación (contrastación empírica de predicciones, conjeturas y teorías), formación ciudadana (las vivencias reflexivas organizadas que se tienen en la escuela pueden permitir al estudiante darle sentido y comprensión a su comportamiento en la sociedad), respuesta a condiciones de contexto y niveles de realización (atender exigencias a nivel de aula, comunidad o entorno de la escuela, y de la sociedad en general).

Y más adelanta afirma el mismo documento, «Desde otra perspectiva, la calidad de la educación se puede entender como la relación que guarda la educación, no sólo con los indicadores y dimensiones de análisis propios de la dinámica interna del sistema, sino también con las realidades sociales históricas específicas «13.

Parece, finalmente, que el asunto de la calidad resulta siendo un conjunto de condiciones, que no se resuelven en la escuela ni dependen exclusivamente de ella, pues,

“La dinámica de las condiciones internas y del contexto determina los factores que inciden en la calidad de la educación de una institución educativa específica. […] Los factores asociables a niveles superiores de calidad, entonces, se pueden concebir como condiciones internas de la escuela y condiciones del contexto que afectan los logros que ella alcanza. Así, el mejoramiento cualitativo de la educación no es el resultado exclusivo de la vida en la escuela; más bien, éste puede verse como fruto de la dinámica de la institución entre condiciones internas y externas”14.

Dado que la actividad de la escuela está sujeta a múltiples determinaciones, en tanto que a su interior se expresan diferentes sujetos, intereses, tensiones, “verdades”, puntos de vista sobre la función social de la escuela, etc., es de suponer que el discurso adquiere connotaciones que reflejan una imagen deseable o visible para contextos singulares, de acuerdo a la situación y condiciones en que se pronuncian.

Pero, entonces, ¿por qué los conceptos que vertebran el discurso actual (calidad, competitividad, investigación, formación, innovación, etc.) se mantienen para las diferentes instancias –Oficiales, ONGs, investigadores, docentes– que hacen parte del sistema educativo? ¿Por qué su repetición ocurre en distintos escenarios y, aún, para expresar intereses disímiles?

En resumidas cuentas, cuando aparecen expresiones “de moda” en el contexto educativo, ¿quién se pronuncia? Y bien, estamos por pensar que nadie dice, que no hablamos de algo sino que algo habla en nosotros, por fuera de nosotros.

PALABRAS, MENSAJES E IDEOLOGÍA

20 julio 2013

1. Una costumbre perniciosa. En el discurso educativo desde un tiempo a esta parte se viene utilizando un lenguaje propio de otras especialidades y no nos damos cuenta que venimos respondiendo sin querer queriendo a códigos lingüísticos de un sistema neoliberal que invade la cotidianidad del país.

Quien no utiliza esos códigos no es comprendido, o no es entendido en su exposición o diálogo. ¡Hay que ponerse en onda profesor! dicen algunos docentes, señalando que para ser modernos en educación tenemos que adoptar un nuevo léxico y utilizarlo “a tontas y a locas”. Como si “gota a gota horadase la piedra” así el lenguaje va calando en nuestro pensamiento y sentimiento. En el colmo de esta “moda” se ha llegado a decir que lo pedagógico debe ser superado, reemplazado por otros enfoques y planteamientos y también expresiones de las nuevas corrientes en boga. ¿Cuáles? No lo precisan. Se asume sin querer una mentalidad mercantilista para una ciencia que se ocupa de la formación de la persona, de su desarrollo, de la formación en valores.

Lo pedagógico va quedando reducido a una mera técnica, cuando se trata de un conjunto de conceptos, proposiciones, enunciados, principios, que interrelacionados permiten explicar y comprender lo relacionado a la formación, la enseñanza, el aprendizaje, el currículo y la organización escolar.

La utilización de repertorios ajenos a la pedagogía va afectando a la educación y se va imponiendo una nueva lógica, propia de la empresa privada, sobre todo de su ámbito gerencial. La osadía ha llegado a decir que en lugar de directores deben nombrarse gerentes en cada escuela. Y muchos creen que con gerentes se arregla todo el problema educativo. Sin querer hemos asumido palabras como: privatización, competencias, medición de resultados, rendición de cuentas, competitividad, eficiencia, eficacia, estándares, acreditación, calidad, y otras que ligados a otros más generales como los de “sociedad del conocimiento” o “era de la información” conforman el nuevo repertorio lexicológico de la educación. Se han tornado en muletillas cuando no se domina la pedagogía. Son cantinelas tomadas del discurso neoliberal en todo el mundo. Esta retórica ha impregnado todos los niveles del sistema educativo. Y esto que sucede aquí y en otros países, viene también a debilitar lo que es la educación del sistema nacional.

2. Palabras, juego de roles, efectos. El discurso pedagógico se ha ido devaluando, utilizando contenidos y palabras que provienen de otras especialidades y que termina por introducirla en las lecciones, en clases, en exposiciones, para expresarse. Todo es aceptado y muchos admiten y acogen la lengua franca que se ha venido imponiendo, pues creen que todo ello forma parte de lo que se dice que es la calidad de la educación.

Pocos se dan cuenta de que nos hemos apropiado del léxico de la economía que es el reino del cálculo y el interés. Hemos dejado de lado el mundo de la educación que implica solidaridad, formación de niños y jóvenes, compartir, equidad, respeto por el otro, ternura, afecto, convivencia. Pocos han reparado que aceptamos la figura del empresario, que persigue rentabilidad, lucro, por la inversión que realiza y hemos aceptado pasar a segundo plano como maestros. Y empiezan las primeras diferencias si analizamos las palabras maestro y empresario. El maestro tiene como fundamento profesional la vocación, las actividades las hace por deber y no por interés. El empresario persigue fines egoístas, pero sólo comparte lo que le sobra. (Tenti Fanfani, en Presentación del libro de A.Morduchwicz. Discusiones de economía de la Educación. Ed.Losada, Bs.As. 2004).
Esto ocurre cuando utilizamos la palabra calidad en educación. Calidad es un término empresarial que guarda relación con lo material. Esta “moda” hizo que dicha palabra se extendiese en 1980 por adopción del modelo neoliberal a todo lo que tuviera que ver con “servicios públicos” y la educación desde entonces se la concibe como un servicio. Históricamente desde 1966 se encuentra por primera vez en la literatura especializada el uso de calidad educativa en el libro La calidad de la educación en los países en desarrollo, de Charles Beevy. Phillps Coom en su libro La crisis mundial de la educación, utiliza la misma noción de calidad de la educación. Posteriormente hacia 1983 Estados Unidos en el libro Una nación en riesgo, habla de manera explícita de un lineamiento de política de un Estado y le denomina calidad educativa y tenía los siguientes objetivos como nos recuerda Carlos Arturo Torres: evaluar la calidad de los procesos de enseñanza y aprendizaje en las escuelas, colleges y universidades; comparar esas escuelas y colleges con los de otras naciones industrializadas; “estudiar las vinculaciones existentes entre los requerimientos para la admisión de los estudiantes de ‘High School” y universidades y el desempeño académico de quienes se gradúan”; identificas aquellos programas educativos que hayan generado éxitos notorios en los colleges; evaluar la forma como los cambios sociales que se habían presentado en los Estados Unidos en los 25 años anteriores habían afectado el desempeño de los estudiantes; y definir con claridad los problemas a enfrentar y superarlos con decisión en busca de la excelencia educativa (“Nation at Risk”. La educación neoconservadora”, en Nueva Sociedad, No. 84, 1986, nota 6.)

Dócil y sumisamente aceptamos el concepto y su significado, que ningún pedagogo en la historia de la educación utilizó. Hoy vamos poco a poco dándole base a lo que es calidad en educación cuando acudimos a los llamados factores asociados y se elaboran planteamientos para explicar los problemas que se dan en el proceso educativo. Caemos poco a poco en que la motivación por la educación requiere de ciertos “soportes” para “llamar la atención” y la palabra motivación se fue al desván. Se ha renunciado a la palabra ambientación pedagógica y se la reemplaza por carteles, lemas, campañas. Los concursos de matemáticas, de percentil ortográfico, se han reemplazado por pruebas estandarizadas. Sin duda tienen su razón y fundamento. Pero no confundamos. ¿El aprendizaje de niños y jóvenes en un país diverso e intercultural puede medirse con las pruebas estandarizadas?

Una prueba de que no a todos cae bien la imposición de términos nos la da Hargreaves cuando en una entrevista dice “Los resultados de diversas investigaciones en las naciones angloamericanas, entre ellas la que he realizado, reflejan el descontento del campo profesional y del público en general por las limitaciones que estos modelos presentan a gran escala. Entre las limitaciones que básicamente se identifican es posible señalar el excesivo énfasis otorgado a la estandarización de contenidos básicos en lengua y matemática, la enseñanza para los exámenes –concentrada de modo cínico sólo en aquellos estudiantes que ofrecen la esperanza de alcanzar rápidamente las mejores puntuaciones–, los problemas de contratación y retención de los profesores y líderes educativos y la tendencia de que las mejoras iniciales en los resultados de las pruebas experimentan un amesetamiento con prontitud (Hargreaves, 2003; Day y Smethem, 2009).”

Hemos jugado muchos roles en educación y todos dirigidos a que el maestro aprenda técnicas –que son bienvenidas- pero que no son el meollo de lo educativo y de lo que debe tener como sustento teórico profesional. El maestro juega hoy el rol de facilitador en el proceso del aprendizaje. ¿Por qué no lo llamamos pedagogo? No sabemos, pero resulta más fácil tratarlo como facilitador en la escuela, así como al director se le quiere llamar gerente, gestor. La sociedad mercantilista quiere dejar su sello en todo el proceso del desarrollo de la persona, por ello la masifica y la vuelve propicia a todo y de todo, menos del cambio. El maestro se ha vuelto un todo terreno pues no sólo enseña, también hace de tutor, de nutricionista, de consejero de padres de familia, de líder de la comunidad, de diseñador de encuestas, de laboralista, promotor de emprendedores y de cuanto requerimiento tengan los alumnos, el aula, la escuela. ¿Existe una profesión tan dispersa a causa de la política educativa?

Asumimos y desarrollamos una reforma educativa enfatizando lo que “recomiendan” expertos de otras latitudes, pero no se responsabilizan de los resultados. Proporcionan recursos económicos -vía crédito que la nación debe honrar- pero también imponen el cartabón a desarrollar. Los resultados corren por cuenta del país. No existe una corresponsabilidad. Basta ver la suma de reformas realizadas y los magros resultados.

Hargreaves en una entrevista dice: “Muchos de estos elementos de la reforma fueron exportados a los Estados nacionales de América Latina y a otros lugares, a través del Banco Mundial y otras organizaciones similares promoviendo el desarrollo de estándares normativos, evaluaciones educativas estandarizadas, una creciente competencia entre los países y dentro de cada sistema público a través de la publicación de las posiciones de cada institución educativa en función de los resultados de las evaluaciones y el patrocinio de opciones por afuera del sistema público, a fin de aumentar la flexibilidad y reducir los costos fiscales.” (Espacios en Blanco – Serie indagaciones – Nº 19 – Junio 2009 (181-195) Esto ¿acaso no ha sido la semilla de la moda de las privatizaciones en educación, para demostrar que todo lo privado es mejor que lo estatal? Sin comentarios y a los hechos nos remitimos. ¿Cuántos recursos se han invertido? ¿Cuántas reformas en nombre de distintas denominaciones se les ha dado? Nos “vendieron” el concepto de calidad, pero desde perspectivas mercantilistas que no encajan en un país diverso, bilingüe. Intercultural. ¿Resultados? Hasta hoy se sigue bregando para que se acepte que somos culturalmente diferentes y que debemos pensar desde la perspectiva pedagógica qué es lo que se debe hacer. Tenemos un referente en el caso de la experiencia y propuesta del maestro Encinas, seguido por el maestro Portugal Catacora.

Se ha bebido de esas fuentes, pero muy poco se hizo para enriquecerla, recrearla. ¿Por qué? Sería bueno averiguar. ¿Más pudieron los compromisos firmados con los préstamos?

3. Rescatar conceptos y enfoques. En el actual enfoque del sistema educativo, debe cuidarse el uso del lenguaje pedagógico para no desnaturalizar el discurso educativo. Más si se tiene como marco el Proyecto Educativo Nacional que promueve una educación crítica e integral y no el llamado darwinismo pedagógico. Antonio Bolívar, citado por Renán Vega Cantor, expresa que “El discurso de la calidad en educación funciona como una ‘práctica discursiva’, al tiempo que contribuye a dar credibilidad y legitimación a las nuevas acciones que declaren retóricamente pretender incrementarla. ‘Calidad’ se convierte… en un término ‘fetiche’ que permite dar un ‘barniz’ de excelencia a las prácticas cobijadas. ‘Calidad’… tiene el don de la ubicuidad: la podemos colocar ante los más diversos objetos, acciones, o productos; al tiempo que entenderla de múltiples formas (resultados, innovación, valores intrínsecos, satisfacción del cliente, etc.)”. (La educación no es un mercado. Crítica de la “gestión de calidad total”, en Aula de la Innovación Educativa, Nos 83-84, julio-agosto de 1999, p.80).

En el discurso pedagógico debe empezarse a emplear otras palabras cuando nos referimos a la propuesta que contiene el PEN. Ellas deben guardar relación con la educación que se promueve y tiene que ver con el desarrollo humano, la solidaridad, el respeto al otro, la diversidad, la interculturalidad, que “debe interactuar con la sociedad de forma consciente y no como quien está llamado a concretar un legado natural” como expresa Gerardo Bianchetti. (Educación de calidad: uno de los dilemas fundamentales para las políticas educativas que se propongan demostrar, que “otro mundo es posible”, en http://www.foro-latino.org/flape/boletines/boletin_referencias/…/2.pdf)

Debemos tener claro que el discurso sobre la calidad de la educación tiene dos finalidades expresas como dice Vega Cantor: por una parte trata de ocultar los problemas centrales, estructurales de la educación (financiación por ejemplo) y cubrirlos con el velo ideológico representado por la eficacia y eficiencia del sistema educativo, como si ello dependiera de sí mismo; y de otro, tratando de individualizar los problemas generales de la educación, echándole la culpa al profesor y a la gestión de las escuelas del buen o mal funcionamiento de las mismas. Ahora el tema ya no es de lograr mejoras, sino de la manera cómo se consiguen más alumnos. Y por ello se ha empezado a hablar del “desbande” de la escuela pública, o de la migración de alumnos de la escuela pública a la privada. ( Antonio Bolívar, “La calidad en la educación. ¿Qué alternativas tiene la izquierda?”, en Revista Electrónica ESCUELA PÚBLICA, de la Asociación para la Mejora y Defensa de la Escuela Pública en la Región de Murcia, v. 1, No. 2. ) Y ya salieron como hace tres décadas los abogados y promotores de los vouchers como una suerte de “huachitos” de la suerte.

No creamos en el espejismo de la calidad, pues ese mensaje ha producido donde se la ha aplicado muy malos resultados y generado confusión académica.

El problema es ideológico y eso hace tiempo que no se quiere afrontar. Las palabras se gastan y hasta les cambian el significado con tal de alcanzar el objetivo mercantilista en aras de una educación para el empleo, para la competitividad, para la meritocracia, y demás calificativos. ¿Qué sociedad queremos? ¿la que el mercado impone o la que apuesta por el desarrollo humano? ¿Será que tiene más valor la consigna que se utiliza en los casinos para cautivar incautos? ¡Hagan juego señores!? La ideología que subyace viene imponiendo sus condiciones y viene generando una tendencia mundial que piensa que la educación es un servicio comercializable y no un derecho.

La Organización Mundial de Comercio (OMC) hoy empieza a querer regular el sector servicios en general y dentro de ellos convertir a la educación como un servicio y por ello se dice que se está empezando a intervenir la llamada “joyas de la corona”: la educación. Ella forma parte de la negociación y por ellos los alfiles en el mundo empezaron una cruzada. Ya el Acuerdo General sobre Comercio de Servicios va indicando el camino a seguir en el comercio de algo tan delicado y vital como la forma de entender la educación: como servicio social o como mero negocio lucrativo. Por ello como dice Guillermo López: «La voracidad del liberalismo, pone en la misma balanza conceptos tan complejo y cognitivos como el proceso de trabajo del ser humano o el contenido de la educación del individuo. Se pretende que ambos, se comporten como simple mercancía y obedezcan las leyes de la oferta y la demanda. De esta manera se ignora la naturaleza trascendente y peculiar de ambos conceptos: trabajo y cultura, dos instituciones básicas de la estructura social del hombre.» Cuidado con las palabras. No le hagamos el juego a quienes predican ingenuamente sobre calidad educativa y detrás está el afán de lucro. Lo estamos viendo en la educación superior y en algunas instituciones educativas con modelos y franquicias como si fueran marcas que debemos adquirir para estar a la moda. No queremos ese tipo de educación en un país pluricultural, bilingüe, diverso como el nuestro. (20.06.13)

La mitomanía, en lugar del Proyecto Educativo Nacional

13 junio 2010

En medio del viaje presidencial a USA para “saludar” al Presidente Obama, los ajetreos por la realización de la 40º Conferencia de la OEA, que se realizó en Lima y su reiterado discurso al no armamentismo, el Presidente de la República se ha dado tiempo para seguir inaugurando “colegios emblemáticos” y darnos a conocer otra faz de su discurso pedagógico en donde incluye “reflexiones” sobre tecnología y educación o viceversa, con motivo del anuncio de repartir más de 29 mil Laptop del programa “Una laptop por niño” a los colegios de primaria de Lima Metropolitana.

Llaman la atención desde lo educativo expresiones presidenciales que preocupan pues tiene una percepción muy personal de lo que debe ser una política educativa para nuestro país y que tratándose de sus últimos meses de gobierno las da a conocer con dos constantes: reparto de recursos (donde se incluye infraestructura y materiales) y discurso educativo sin ningún sustento pedagógico y menos de trascendencia política que no sea la de coyuntura. Trataremos de reseñar lo que ha expresado la semana que pasó.
Decir que “Perú se convirtió en país interactivo con el resto del mundo” (Andina, 08.06.10); es preocupante pues pareciera que vive otra realidad. Es tanta la egolatría que siempre quiere o aparenta dominio del tema, pero sus declaraciones no soportan el análisis de los entendidos en materia de TIC. ¿Cómo puede caer en generalizaciones sin antes estar bien informado? Decir que “Con la incorporación de tecnologías en la educación, mediante la entrega de laptops a las escuelas públicas, el Perú ha dejado de ser un país pasivo para convertirse en interactivo con el resto del mundo”. (Andina, 08.06.10), nos parece desconocer la realidad educativa nacional y que no por obra y gracia de esta tecnología daremos un salto cualitativo. ¿Conoce el debate que se tiene sobre la aplicación del Plan Ceibal en Uruguay? ¿No ha reflexionado sobre la experiencia brasilera? ¿Por qué se dejó el Plan Huascarán del gobierno anterior en donde se había avanzado en una reflexión pedagógica sobre el tema y al menos había una ruta hacia donde se quería llegar? ¿Qué ha sucedido con los docentes capacitados?
La oficina de Prensa de Palacio de Gobierno, informó que se instalarán 29 mil 414 laptops XO en 889 Instituciones Educativas, para que sean utilizadas por 455 mil 366 alumnos y 17 mil 936 docentes en Lima. El proyecto contempla entregar próximamente 230 mil 705 laptops XO, a fin de atender a un millón 718 mil 499 escolares y 85 mil 413 profesores de 16 mil 412 colegios, se supone que en todo el país. Todo ello en el marco de la tercera etapa del Programa Una Laptop un Niño. Preguntamos ¿cuál es el porcentaje de instituciones educativas que cubrirá este proyecto? ¿Es que a todos los alumnos de primaria de escuelas públicas en Lima se les dará una laptop? Basta visitar algunas escuelas del cercado y distritos aledaños para constatar que la realidad dista mucho de las intenciones y deseos…
Estamos esperando aún el informe sobre el total de laptop adquiridas y el grado de inversión realizado. ¿Sabe cuántos docentes están capacitados para poder emplear este instrumento y enseñarles a los niños cómo utilizarlos? ¿Cuál es el modelo educativo que promueve y desarrolla el Ministerio de Educación? ¿Es que la tecnología como varita mágica hará el milagro que niños, adolescentes y jóvenes tendrán el acceso a la educación? ¿De cuántas etapas consta el Programa “Una Laptop un Niño”? ¿Será solamente hasta que termine este gobierno?
En la nota publicada por la agencia oficial de noticias encontramos otras expresiones antológicas del soliloquio presidencial: “El Perú deja de sentirse un país pasivo, manejado por los efectos internacionales y pasa a ser un país interactivo. Estamos viendo una conciencia diferente impulsando al Perú, como en algún momento ocurrió en Corea, Singapur, donde hubo una revolución de la conciencia” (Andina, 08.06.10). Por si no está informado los países nombrados tomaron decisiones de cara al futuro y no de cara a una coyuntura política electoral. ¿No le han informado los técnicos de educación que fueron a dichos países, cómo es su sistema educativo, que la modernización en Corea empezó en 1945a? ¿Cuánto de su presupuesto nacional dedican a educación? Casi el 20 %. No se trata de regocijarse por la instalación de las 230 mil laptop, sino de responder ¿qué se ha hecho por mejorar siquiera el porcentaje del presupuesto que recomendó UNESCO y cumplir con lo que sugiere el Proyecto Educativo Nacional?
En medio de la euforia –pues no existe otra explicación- prosiguió afirmando el Presidente “…sería terrible” continuar pensando en alfabetizar a los peruanos, enseñándoles a leer y a escribir “con la mano”, mientras que en Europa, Japón, Estados Unidos y otros países desarrollados se alfabetiza digitalmente a los niños en edad escolar.” (Andina, 08.06.10) ¿Y para qué se sigue financiando el PRONAMA? ¿Por qué ignorar los millones de niños y adultos que aún no tienen acceso a la tecnología? ¿Qué sucede con los alumnos de las escuelas unidocentes de sierra y selva? Generalizar en un país diverso es peligroso y más si no se quiere conocer más allá del discurso lo que significa haber nacido en un país intercultural y bilingüe.
“Desde hace tres años se entregaron estas computadoras y hay que ver con orgullo y alegría cómo estos niños han desarrollado capacidades de búsqueda y construcción de conocimientos, que estaban en ellos, pero aún necesitaban un instrumento de desarrollo” (Andina, 08.06.10) No debe llamar la atención las capacidades y habilidades de los niños peruanos. Si tienen oportunidades y bien formados, con buenos maestros tienen excelente rendimiento. Y no sólo porque tengan laptop, sino buena infraestructura, materiales educativos entregados oportunamente, docentes no sólo capacitados en matemáticas y comunicación, sino actualizados de manera continua. ¿Por qué ignorar el auge de las cabinas de internet en donde los principales usuarios son los niños quienes navegan con destreza en los juegos? ¿Se ha preocupado el Ministerio de Educación por incorporar estas cabinas dentro de un proyecto más equitativo complementario a las Laptop? ¿La escuela aprovecha estas capacidades desarrolladas motu proprio por cada niño? ¿Se tiene un currículo actualizado? ¿Existe una reflexión pedagógica sobre la enseñanza con esta tecnología? El mismo énfasis que se pone en publicitar hasta el delirio el milagro de las Laptop, debería ponerse en estudiar en qué consiste la capacitación docente y ver si sintoniza con este deseo moderno impulsado por una megalomanía muy peligrosa cuando se trata de educación.
Confunden el Presidente y el Ministro de Educación a Lima y al resto del país al anunciar que todas las escuelas de Primaria tendrán su Centro de Recurso Tecnológico (CRT), elemento clave para introducir a más de tres millones de niños y niñas escolares, así como a miles de maestros, en el uso adecuado y pedagógico de la nuevas Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC). El Ministro expresó que esto se hace “En el marco de mejorar la calidad educativa de los hijos del pueblo, tenemos que acortar y eliminar la brecha digital existente entre la escuela pública y privada, entre el educando del campo con el de la ciudad”. (OFICINA DE PRENSA Y COMUNICACIONES 08 Jun. 10)) . Esto sería lo ideal; sin embargo, mientras siga habiendo inequidad, pobreza, poco respeto por la diversidad, los mensajes del mercado a través de las tecnologías seguirán ampliando las brechas en un país que no quiere reconocer desde sus gobernantes su identidad pluricultural y que ella demanda un nuevo enfoque en la formulación de la política educativa. Es lamentable que al término de su mandato este gobierno siga elaborando su política educativa con iniciativas personales y no respetando lo que se recomendó en la Consulta Nacional y lo que se propone en el Proyecto Educativo Nacional.

Pero el discurso presidencial siguió sorprendiendo al día siguiente al decir que “Con la incorporación de instrumentos tecnológicos, como laptops en los colegios, el Perú está dejando de ser una sociedad pasiva para convertirse en un país interactivo con capacidad de negociar e influir en el mundo” (EL PERUANO. Lima, 09 de junio de 2010-06-09). Así de fácil. Si tiene la solución para la educación nacional ¿por qué no formula la política educativa nacional en lugar de querer formular una que se asemeja a una colcha de retazos y de intenciones poco transparentes?
En su casi delirio “redondea” la frase anterior diciendo “Hay un fenómeno muy importante que está ocurriendo en nuestra patria, y es que el Perú deja de ser un país pasivo, manejado por los efectos internacionales, y está pasando a ser un país interactivo con el resto del mundo, que puede, aunque más pequeño, negociar de igual a igual con la China, con Europa, con Estados Unidos y otras potencias del mundo”. ¿Dónde está el Presidente? ¿Por qué no revisa la eficacia y eficiencia de la gestión del Ministerio que tanto quiere? ¿Podremos ser país interactivo mientras existan inequidades también en el campo de las nuevas tecnologías si no se cuenta con el fluido eléctrico? Esta semana estudiantes de Manzanayocc en Anco, Churcampa – Huancavelica, dijeron que tenían computadoras adquiridas mediante donaciones y no por parte del Estado, pero no las podían utilizar por falta de electricidad. (LA CALLE. Ayacucho.07.06.10) ¿Qué responden los funcionarios responsables? Y este es un ejemplo de tantas denuncias que existen y que no son escuchadas o se le ocultan al Presidente. ¿Las Laptop no han llegado a esas serranías? Aparentemente se vive en el mejor de los mundos pero si se levanta la alfombra habrá más de una sorpresa.
Esto que el Presidente llama “revolución educativa” no es sino la mitomanía encarnada en una persona que es el primer funcionario del país, que está a la caza de recuperar posiciones en encuestas, antes que en hacer cumplir verdaderamente los principios que quiere promover.
El país cuenta con un Proyecto Educativo Nacional divulgado ampliamente entre los docentes y la sociedad. Fue asumido por este gobierno en sus primeros meses de ejercicio reconociéndolo mediante una Resolución Suprema. Lamentablemente hoy todo se reduce a la iniciativa del Consejo Nacional de Educación. ¿Por qué no ha sido asumido en letra y espíritu por el Ministerio de Educación?
Se evidencia la imposición de quien tiene el poder y hace de uno de los sectores centrales para el desarrollo del país, lo que su pensamiento farisaico le recomienda. No es posible que la mitomanía vaya marchitando ilusiones que los niños y jóvenes tuvieron. Gestos populistas, discursos socarrones, pero a la medida del auditorio, calculador, con sonrisas desde el tabladillo, pero de espaldas a la realidad educativa concreta y sus principales actores: los alumnos, los docentes y los padres de familia.
En este escenario no es ético hacerles un llamado a los escolares para que persistan en la necesidad de disciplinarse en los estudios y puedan enfrentar los restos que demanda el desarrollo del país. ¿Y quién ha puesto los obstáculos para que se maten sueños? ¿Hasta cuándo el discurso y la política educativa pueden ser un querer y no poder hasta reducirla a un espejismo? ¡Vaya suerte la que nos ha tocado! (12.06.10)

¿Discurso de campaña o discurso sobre educación?

24 enero 2010

Hace unos días sorprendió el Presidente de la República al hacerse presente en el almacén del Ministerio de Educación donde se guardan los millones de libros de texto, materiales didácticos, computadoras y mobiliario. En la mesa principal aparecía el Presidente flanqueado por el Ministro de Educación, los viceministros y otro funcionario. Como telón de fondo había una gigantografía con la siguiente leyenda: TEXTOS, CUADERNOS Y MATERIALES DIDÁCTICOS, EQUIPOS TECNOLÓGICOS Y MOBILIARIO INVERSIÓN 489’252,921.

Al escuchar la noticia me vino a la memoria la letra del rock del buen Miki González: “Chicles, Cigarrillos, Caramelos…tofees, menta, fósforos, compre caserito por favor”… que recoge la diaria lucha para sobrevivir en una sociedad en donde el trabajo infantil es una afrenta y que debe erradicarse, sin proponer algo acorde con la dignidad de la persona, sino todo lo contrario. Algunos opinarán que es irreverente comparar estas palabras con una letra de un rock popular, pero sin irreverencias sumisas, creemos que estamos cansados de intervenciones insustanciales de prestidigitadores de la palabra en feria pueblerina (sin menospreciar lo popular y a los pueblos), vendedores irresponsables de ilusiones.

Queremos transcribir en esta oportunidad lo que dijo el Presidente (Lima,14.01.10), que “encarna” la “luz y guía” en lo educativo nacional a nivel de gobierno, y que no repara en aseverar que “el tema de la educación es un tema muy audaz, muy aventurado, muy difícil, de largo plazo, exige constancia, maduración y fundamentalmente amor por la educación y por cambiar el alma nacional.” Como verán ninguna alusión al Consejo Educativo Nacional y menos al Proyecto Eductivo Nacional, pues como dijo «… está dicho todo lo que me hubiera interesado decir…» Interés político y no convicción de querer cambiar las cosas en educación de una buena vez.

Hubiera sido interesante que esta exposición discurso tuviera más contenido. Todo es aparato, fuegos artificiales, cifras que podrán impactar. Pero el Informe de Educación para Todos en su versión Regional nos hace aterrizar cuando nos dice “En Bolivia, Ecuador, Haití, Honduras y Perú, el porcentaje de niños que padecen raquitismo moderado o grave se sitúa por encima del 20%” “La eficiencia interna de enseñanza primaria se puede mejorar aún más…las encuestas de hogares efectuadas en Colombia y Perú muestran que las posibilidades de supervivencia en primaria se reducen a la mitad en el caso de los niños que empiezan a cursar este ciclo de enseñanza dos años después de la edad establecida.” Y así podríamos seguir citando. Pero leamos lo que dijo el Presidente y que ningún medio reseñó salvo un artículo oficioso aparecido el 18 de enero que nos habla de Una reforma histórica (EL PERUANO. 18.01.10)-. Transcribo este “¿discurso?”, “palabras de circunstancia” “ de ocasión”, pero de ninguna manera podría considerársele política educativa. Es interesante e importante saber qué se piensa desde la más alta esfera del gobierno sobre la educación nacional. Lo que nos deja perplejos es que no hayan opinado especialistas. ¿Todos han dicho: amén?

“Señores periodistas. Todos estamos de acuerdo en el Perú que la educación es un instrumento fundamental de desarrollo, de justicia y de modernidad. Pero todos sabemos también… en otros campos es relativamente fácil proponerse hacer una carretera y cumplir este objetivo. En el tema de la educación son tantos los factores que intervienen, tantos los actores y personas involucrados, tantas las costumbres arraigadas, que un cambio en el sistema y en la forma de hacer educación, es tal vez lo más difícil que puede una sociedad intentar.

Estoy muy satisfecho del crecimiento económico y material del Perú. 53 mil millones de soles han sido ejecutados en obras terminadas o en trabajos a lo largo de todo el país en los últimos cuatro años. 53 mil millones de soles en puentes, en carreteras, en electrificación, en caminos departamentales y comarcales, en aulas, en postas médicas, en hospitales grandes y pequeños. Se ha invertido 53 mil millones de soles. Y están satisfechos porque nunca en la historia de nuestro país se había hecho un esfuerzo similar, que se ha logrado porque tenemos ejecutores en los municipios y en los gobiernos regionales que han hecho un esfuerzo por el aprendizaje y la ejecución y son responsables de la mayor parte de esa ejecución presupuestal.

Si yo comparo los últimos cuatro años en los que desde el año 2006, 2007, 2008 y 2009 se ha invertido 53 mil millones a lo largo de todo el país, con lo que se invertía hace 20 años, hace 10 años, inclusive hace 5 años. El Perú ha hecho un enorme esfuerzo por su crecimiento material. Por consiguiente ha podido dar trabajo a ciento de miles de peruanos al ejecutar estas obras por 53 mil millones de soles, pero 53 mil millones son más o menos 70 mil proyectos y obras ejecutadas, por los municipios, por los gobiernos regionales, por los ministerios, por las empresas públicas, por la seguridad social, ESSALUD, que ha logrado entregar ya 8 hospitales completamente nuevos y que se prepara a entregar los 10 hospitales sainetes en los próximos 15 meses.

Todo esto es obra material, inmensa. El problema es que la educación no es solamente obra material. Ha habido esfuerzos a lo largo de la historia por construir centros educativos de ladrillo y de cemento. Ha habido esfuerzos, a veces, también de incrementar nuevas técnicas o tecnologías educativas, pero lo que intentamos ahora es un cambio en el alma nacional. El alma nacional es la capacidad de aproximarse a la realidad, es la capacidad de comprender la realidad. Y la educación debe enseñar a comprender verdaderamente, a poder criticar la comprensión y el proceso de comprensión y a poder crear nuevas alternativas de interpretación. Esto significa un cambio en la conciencia, un cambio en el alma nacional. Y eso es lo más difícil. Por que aquí no se puede hacer una suma de obras terminadas. Hay que comenzar un proceso que sólo el tiempo, la constancia podrán validar. Construir una gran irrigación se puede hacer en dos años. Cambiar la educación es un larguísimo proceso en el que hay que cambiar primero a los que educan; que exige un paso previo cambiar a su vez a los que deben promover la capacitación y el cambio de los que educan. Es decir la sociedad, el parlamento, los ministerios, los críticos, los analistas, los pensadores. Los pueblos evolucionan a lo largo de siglos o decenios. Pero el gran estímulo parea esa evolución de conciencia es la educación que hay que comenzar. Por que tenemos un inmenso atraso en la educación. No solamente en los datos que tienen los niños que van al colegio. No solamente en su capacidad de comprender cosas, sino en su capacidad de utilizar los recursos intelectuales que poseen por ser seres humanos y que la educación no les enseña a utilizar.

Por eso nos propusimos hacer, primero un equipo de trabajo y en segundo lugar tener un plan, que de pronto no es el perfecto, pero es el que nos pareció el más acertado, utilizando trabajos anteriores, proyectos anteriores y los hemos puesto en marcha para este cambio del alma nacional a través de la educación.

Cambiar el alma nacional significa incorporar al alma del niño ya no argumentos de pesadumbre y de presión sino el vigor del entusiasmo creativo y de saberse en capacidad de afrontar al mundo y tener un sitio en igualdad de condiciones a todos los ciudadanos. Porque el objetivo último de nuestra educación, que todos seamos felices y satisfechos con lo que tenemos, que luchemos por el cambio de la sociedad, por el crecimiento material de la sociedad. Es verdad, pero sin la pena “íncita” sin la pena depresiva, sin la pena trágica, de quien se siente víctima permanente. Con la capacidad y alegría de quien se libera trabajando por otros y cambiando las cosas.

Me detengo en este tema porque es importante reflexionar al lado de tantos libros, 15, 16 millones de libros, millones de cuadernos. Todo eso es importante, pero ¿cuál es el objetivo? ¿Qué vamos a lograr aplicando esto si mantenemos constancia, permanencia, si no variamos el rumbo a la mitad del camino? Por eso para que este objetivo supremo que es el cambio en el alma y la devolución al peruano de su entusiasmo, de su alegría histórica como ser humano comenzamos planteando la imprescindible, inevitable y necesaria capacitación de nuestros maestros. Son más de 350 mil maestros a lo largo de todo el país. Lo que necesitamos es evaluar qué están enseñando, en qué nivel están enseñando, con qué capacidad y ciencia están enseñando. De lo contrario cualquier otro esfuerzo sería inútil Allí el Ministerio de Educación ha cumplido un papel histórico, acuérdense de mí más adelante se comprenderá que el Ministerio de Educación, este Ministerio ha cumplido un papel fundamental, de ruptura para crear un nuevo magisterio nacional. Un nuevo magisterio sustentado en el mérito, en la capacitación y en la evaluación. Un magisterio que no le tiene miedo a demostrar lo que sabe o a comprender lo que no sabe; que no es entonces un recurso de vida sino fundamentalmente una misión y una fe por la mayor capacidad que debe tener el maestro.

Tema uno, capacitación de maestros, evaluación de maestros e incorporación de los maestros a la nueva carrera pública magisterial. Eso a veces no se entiende. Pero es evidente que lo que se intenta es con los mismos maestros y no con otros generar una nueva carrera magisterial donde el mérito y el esfuerzo sean los que marquen el progreso, la atención, el salario de acuerdo a la capacidad y al tiempo que dediquen cada uno a estudiar. Más obligación tiene de estudiar permanentemente es el maestro justamente, porque el debe enseñar a estudiar a otros. En ese sentido, la piedra básica de esta reforma educativa es su nueva carrera pública magisterial. La formación de más de 200 mil maestros de las universidades; es la evaluación a la que finalmente concurrieron los maestros después de haber sido detenidos por conceptos sindicaleros y antiguos y políticos. Concurrieron y entonces estamos avanzando en ese camino. Y lo que nos demuestra la última evaluación es que ha habido un esfuerzo notable de los maestros que han comprendido que esto va en serio, esto no es bla, bla. Por lo menos mientras estemos en el gobierno esto será en serio. El quiera progresar y ganar más tendrá que estudiar más. Y gran parte de los maestros lo han hecho y hay que felicitarlos. Hace poco más de un año, en un examen, apenas un 4% de los maestros superó la nota de 14 en una prueba elaborada por universidades insospechables de gobiernismo. Un año después es el 40% de los maestros el que logra superar esa nota mínima del 14%. Eso significa que ha habido un esfuerzo en el curso de los años y de estos meses, de asistencia a las universidades, de creación de cooperativas de formación y esto es importante, los maestros de provincias alejadas donde no existe fácilmente una facultad universitaria donde ir a formarse, crearon una especie de cooperativa por grupos donde se tomaban asimismo exámenes, se imponían lecturas, y como consecuencia de esto pasamos de 4% a 40% de aprobados. Esto significa que los profesores comprendieron que esto va en serio, que se va a mantener. Pero esto es sólo el primer tema.

El segundo elemento es qué enseñar, qué contenidos dar. Sobre eso múltiples comisiones educativas. Yo recuerdo desde mi infancia y en la primaria de haber estudiado en un colegio experimental de educación Nº 1, que se supone que era el colegio en donde se iba a experimentar la nueva reforma educativa. Tiempos de Odría. Después tuvimos el intento de reforma educativa encabezado creo por el doctor Peñaloza, años después. Y todos se han propuesto reformas educativas. Buenos se trata de capacitar a los maestros pero en segundo lugar de saber cómo y en qué progresividad se enseña lo que debe aprender un alumno para ser dueño de su inteligencia. Ese es el objetivo. Para que pueda aprovechar los recursos intelectuales y sea conciente de tener recursos intelectuales. En ese sentido el trabajo de reelaboración de los contenidos que ha estado a cargo de las instituciones especializadas del Ministerio ha dado como consecuencia que cada uno de estos libros sea sustantivamente diferente al que podríamos haber tenido hace diez años para el mismo grado. Eso es importante. Cambio de contenidos.

Pero en tercer lugar, a través de qué llegan los contenidos y aquí están los textos. Pues el niño necesita tener un instrumento en sus manos y tenerlo permanentemente para poder escribir o llevar a nivel escrito, a nivel de lectoría lo que no debe ser solamente oralizado. Por eso es que este trabajo de los textos es un trabajo difícil por la constancia que exige. El año pasado se sustituyeron todos los libros de secundaria –millones- para todos los jóvenes-. Y son libros que deben durar 2 o 3 años. No es un libro que se entrega al niño para que terminado el año lo deje en el desván. Porque eso es un crimen. Es un libro que debe mantenerse, es parte del cuidado responsable en que participe el niño en la educación, para que al siguiente año, otro estudiante pueda utilizarlo. Es parte de la educación ¡guarda las cosas que el Estado te da, que la sociedad te da! Y si el año pasado fueron millones de libros de secundaria, hoy día casi 16 millones de textos, 15 millones novecientos mil y algo más de libros para todos los estudiantes de primaria pública de nuestra patria. En el curso de los próximos días las UGELES de todo el país recibirán cientos de miles de textos de acuerdo a la distribución y tendrán que entregarlos a los colegios que su vez los darán a los estudiantes a partir del mes de marzo. Entonces tendrá cada estudiante varios libros: de Ciencia y ambiente, de Comunicación, de Geografía e Historia… Social. Cada uno de ellos podrá utilizarlo y aprender la mayor parte de ellos en el curso del año y transmitirlos el próximo año. Por eso es que esta ceremonia es muy importante. No me ahoga el número, pero 16 millones de libros, creo que en pocas ocasiones se pueden entregar, que van a llegar a 5 o 6 millones de niños a lo largo de todo el país. También hay cuadernos de aprendizaje para los que están en la educación inicial, que no son los de primaria que reciben los textos. Cuadernos de aprendizaje que les permiten desde los 3 años de edad participar en este nuevo capítulo de la educación que en nuestro tiempo no existía y que ahora es fundamento –se dice- del comienzo de la buena educación y del cambio del alma que se propone por la educación. También hay textos complementarios, Cuadernos de Comprensión lectora para los estudiantes secundarios. Me parece que son un millón 440 mil cuadernos de comprensión lectora para los estudiantes secundarios que ya deben adentrarse en el aspecto crítico, creativo, interpretativo de textos más profundos.

Y adicionalmente, el Ministerio nos ofrece módulos de computación para los trabajos que deban hacerse en estas nuevas tecnologías avanzadas, audaces, pero que dan autoestima también. Ustedes saben en este aspecto, después de capacitación de maestros, contenidos, textos, el aspecto de la cibernética, de la computación, los aparatos de comunicación y de información, el Ministerio ha dado un salto que creo fundamental 450 mil computadoras y lo más importante y conmovedor es que esas computadoras no fueron a los grandes colegios del centro de Lima, fueron primero a los colegios unidocentes, a las escuelas unidocentes donde hay un solo profesor para varios grados, allá en medio de la selva, en la ribera de un río, donde sí hay electricidad, donde el niño puede abrir su computadora y por lo menos saber que tiene allí un tesoro de información que puede utilizar. Hace poco, y lo verifiqué personalmente, un niño a quien entregamos hace dos años una computadora y que veía en el aparato el aspecto lúdico en el primer momento, un año después un niñito que sabe utilizar su computadora, que sabe encontrar datos y que evidentemente ha dado un salto astronómico en su interpretación del mundo. Imagínese a ese niño, en su comunidad perdida sin esa cajita que contiene comunicaciones respecto al mundo.

Creo que este quinto tema que es la incorporación de tecnologías nuevas, será un mérito que este Ministerio y este ministro podrán atesorar a lo largo de los años. Y que además en su versión más profunda, más compleja, se van a instalar en todos los colegios emblemáticos.

Esto nos lleva a un sexto tema que es el aspecto de la infraestructura, porque aunque no es lo fundamental, un gobierno que ha construido colegios de concreto, muy bien pintados, ciertamente algunos se rajaron, pero tuvo un esfuerzo de construcción para decir aquí estoy, esta es mi firma. No se dan cuenta que eso es solamente concreto, son los pilares del templo, que pueden ser derruido en un día y reconstruido en tres. Hay que firmar en el alma de los niños un cambio, de afirmar en la conciencia de los niños algo que no se ve. Pero el que no comprende la educación cree que viéndose, ahí está la educación. Qué triste, – profesor Vexler-qué triste, qué equivocación, pues los que creen que levantando cuatro edificios ya está la educación. Cuando vemos el fracaso de países inmensos y riquísimos cuyo sistema educativo tiene pies de barro. No voy a referirme a ninguno para no ofender a ningún país amigo, pero ciertamente, hay países más pequeños y pobres que tienen mejor educación que la que tienen algunas potencias, llenas de edificios, de vidrios templados y hasta con ascensores, y simplemente una tumba sin alma. Entonces, en este tema de infraestructura se ha hecho un esfuerzo muy importante. Claro que al comienzo del gobierno, la tendencia natural de los ministros, era hay que construir grandes unidades escolares como hizo el de allá –hace cincuenta años-, hay que construir para que quede la huella. El ministro Chang decía el cemento del edificio no es lo importante, tenemos que romper el círculo vicioso que retroalimenta el facilismo y que retroalimenta la alianza para no capacitarse. Transmite al niño esos seudo valores: facilismo y escapismo. Y nos costó trabajo entender eso, que había que comenzar por lo que no se ve. Y ese fue, creo, uno de los grandes aportes de esta gestión ministerial con sus viceministros: comenzar por lo que no se ve. Lo que no deja huella visible, ni gran edificio, pero naturalmente también hacer algo por el edificio. Y en ese sentido ha habido un esfuerzo de descentralización democrática, profunda, cuando los recursos que pudieran haberse utilizado para construir trescientas escuelas se entregaron a los directores de escuelas existentes y a los padres de familia. Acá tiene usted una cantidad por cada aula que tiene y son 40 mil planteles y 180 mil aulas. Hay que tener siempre eso en el cerebro. Y cada aula necesita mejorar el piso de cemento que ya se rajó o necesita un pizarrón y necesita pintar sus paredes, o necesita poner vidrios, o necesita –en los lugares más humildes- techarse. Y si tiene todo eso, necesita servicios higiénicos adecuados. Y si tiene esos servicios higiénicos, necesita un sector deportivo que la escuela no tenía. Ese esfuerzo de entregarle a los 40 mil directores y jefes de padres de familia ha dado de los mejores resultados que nosotros hubiéramos esperado. Ha sido un gasto vigilado, descentralizado y eficaz que ha permitido rehabilitar y mantener las aulas en todo el país. Pero como no es sólo un año, sino que ha sido tres años, ya hay un efecto acumulativo porque no todo lo que se hizo el primer año con 280 millones entregados a miles de escuelas en todo el país. El próximo año se volvió a entregar si ya tiene pintadas las paredes, ya tiene pizarrón, mejore los servicios higiénicos, ponga los pisos, ponga los techos. Y al tercer año insista en los mismos temas y si no, ponga usted un área deportiva, cultural para los niños. Y han sido tres años en los que se ha enviado más de 700 millones de soles a estos 40 mil centros. Se han valorado muchísimo eso, porque han puesto la mano de obra en algunos casos, en otros casos han completado lo que hubiera faltado para hacer una obra más grande. Han sido tres años, y este año será el cuarto y el próximo será el quinto y entonces terminaremos enviándoles 1,200 millones o mil trescientos millones. Y al lado de eso el trabajo directo de construcción de OINFES, nombre cabalístico y prodigado. OINFES que construye, como ustedes pueden ver lo que hemos llamado los colegios emblemáticos.

Habrán 21 en Lima y 25 colegios emblemáticos en provincias. Tienen que renovar los colegios clásicos como la Independencia, como el San Juan, como el Alfonso Ugarte, etc, etc. a lo largo de todo el país, para que los jóvenes aspiren a entrar a esos colegios. Esas grandes Unidades Escolares que fueron, un esfuerzo diré constructivo, del Ministro Mendoza, Ministro del General Odría, hace 60 años. Esas grandes unidades escolares, a pesar de ser enormes, poco a poco fueron quedándose sin alumnos, que descentralizan sus viviendas. Entonces había que convertirlos en un foco de atracción del alto nivel educativo. En el mes de marzo y abril habremos culminado de entregar las 22 que hay en Lima y va ser un acto muy importante porque compromete decenas de miles de estudiantes.

Creo que el punto más alto y más importante es el llamado Colegio Mayor Secundario que va a funcionar como un estímulo a los mejores estudiantes de las mejores Unidades escolares y colegios secundarios del país. El sábado, ya que ustedes están aquí, los señores periodistas, los que tengan interés en educación, hay otros que tienen interés en el deporte, la política, el chisme de ayer, bueno esas cosas no cambian el alma de la sociedad; eso es anecdotario del día. El sábado en el Liceo naval me parece 5 mil jóvenes, los mejores del Perú, primero, segundo, tercer puesto. Comienzan un examen y aquellos 700 que obtengan las mejores notas en ese examen podrán estudiar en el Colegio Mayor Secundario que es una creación de este gobierno. ¿Por qué? Porque hay que darle estímulo a la educación. Si usted se esfuerza, si usted estudia por si sólo mucho más de lo que le dan en el colegio, preséntese al Colegio Mayor Secundario. Allí el estado le dará todo lo que requiere para vivir, para estar: alimentos, vestidos, residencia, educación de la más alta calidad para que estén allí. Y este es lo que llamaré experiencia piloto porque mi sueño es que después cada departamento no región –todavía no existen en el Perú- tenga su Colegio mayor, para haya a su turno competencia de todos los colegios secundarios y vayan los mejores. Y así vamos a ir descentralizando, democratizando y creando una, diré no una elite, sino un grupo de los que tienen más interés en capacitarse sin olvidar por cierto a todos los demás.

Creo que está dicho casi todo lo que me hubiera interesado decir para destacar que el tema de la educación es un tema muy audaz, muy aventurado, muy difícil, de largo plazo, exige constancia, maduración y fundamentalmente amor por la educación y por cambiar el alma nacional. (RTV Canal 7. 18.01.10/ 10pm).

Sin comentarios. (23.01.10)

La comunicación en educación: una brecha que profundiza la inequidad

19 marzo 2009

En el país, en materia de educación, deben ponerse las cosas en su sitio y de una buena vez terminar con el discurso inconsistente, difuso, que no apunta a la consecución de objetivos, sino a la expectativa de conseguir una presencia política partidaria, antes que un real cambio educativo que trascienda el período presidencial y se proyecte en prospectiva.

La educación peruana no puede seguir siendo manipulada e ir sin rumbo, mientras se tengan responsables que se preocupan de la rama y no de todo el árbol. Las soluciones “parche” que se dan no erradicarán los males que padece la educación nacional. Y los panegíricos que el vice ministro de gestión institucional pronuncia en cada intervención en los medios son más de lo mismo, sin la dinámica ni la fuerza que debe tener toda gestión comprometida con una realidad que demanda respuestas inmediatas, planificación y no el actuar al filo del cumplimiento de fechas.

Improvisación, recurrir a discursos de moda que no responden verdaderamente a la demanda y necesidades de la población escolar, denotan poca intuición del hecho educativo y menos de la política educativa. El país ya no es ingenuo y sabe lo que es una buena educación. Tal vez no llegue a entender lo que es calidad, pues lo asocian a lo material (tela, calzado, ropa, útiles, carpetas, herramientas, comida, utensilios, etc, así somos de concretos), pero sí saben lo que es una buena educación: (que sus hijos sepan leer, escribir, expresarse oralmente y por escrito, que comprendan y desarrollen lo que leen, que puedan manejar algo más de las cuatro operaciones, que puedan raciocinar para resolver problemas, que sepan distinguir lo beneficioso para su desarrollo personal, que conozcan sus deberes y sus derechos, que sepan hacer trabajos manuales, que sepan desarrollar su curiosidad y conocimientos, que hagan experimentos, que desarrollen sus talentos (hoy las llamamos capacidades y competencias) ¿Entienden los padres de familia estos términos?). Cosas simples, cotidianas, que el buen saber y entender de la gente sencilla las valore, las haga suyas, las defienda y se comprometa con ellas. ¿Se ha pensado en un discurso que contenga todo esto y mucho más?

El pueblo, el ciudadano de zonas urbanas y del campo no se complica tanto la vida con especulaciones y enfoques teóricos y fintas políticas, se contenta con ver los resultados de su inversión (para hablar con conceptos que gustan a la economía), con la forma cómo los hijos se “conectan” con los procesos que se vienen dando en los diversos campos de la sociedad. “Tanta palabra nueva, me marea profesor, no entiendo”, dice un señor campesino de las laderas del río Chillón – Lima. “Mucha moda incomoda en educación” dice un profesor de Pueblo Nuevo en Chincha. ¿”De qué sirve tanta palabreja, si lo que quiero es que mi hijo sea como el “Goyo” (se refiere a Goyo Martínez, novelista peruano famoso que tiene parientes en La Banda- ), nos dice un padre de familia de La Banda, caserío de Ica en la provincia de Nasca. La simplicidad y la sencillez de los padres de familia son un indicador de que algo está fallando en el sistema y eso es la comunicación. ¿Tiene en cuenta este detalle la autoridad que comunica en educación?

Un enfoque del discurso educativo desde las perspectivas y comprensión del pueblo permitirá el establecimiento de un diálogo más comprensible, fluido en la perspectiva que todos apunten a la bondad de una educación útil y beneficiosa para el aprendizaje y conocimiento de los educandos, que les permitan ser ciudadanos que desempeñen sus roles en la sociedad. Esto no quita de ninguna manera que la profundidad del planteamiento pedagógico tenga su marco teórico, objetivos, estrategias, mediciones y todo aquello que una planificación demanda.

Lamentablemente en el discurso educativo oficial existe la utilización de palabras que no comunican nada al pueblo, todo lo contrario, lo confunden. La brecha entre las autoridades y el común del pueblo es muy grande aún. Además en el discurso educativo poco se ha hecho por desarrollar la comunicación. Por ello cuanto más “profesional” sea el contenido, menos atención se prestará al mismo. Cuando se dice que los padres de familia tienen el derecho a demandar una educación de calidad no la entienden como tampoco el que un derecho lleva consigo una obligación. El discurso oficial en educación además de ser confuso no permite establecer el vínculo que debe haber entre los interlocutores. ¿Será por ello que los padres de familia no acompañan los justos reclamos por la no aplicación del Proyecto Educativo Nacional y menos la demanda por un mejor servicio educativo? ¿Será que el Proyecto Educativo Nacional no lo hacen suyo porque no lo entienden? ¿Será por ello que tampoco defendieron los resultados de la Consulta? ¿Será también que poco importó el discurso de la emergencia educativa?

Algo de lo dicho debe ocurrir y es bueno revisar la forma de comunicación que requiere la educación para las mayorías. ¿El discurso no es demasiado académico? ¿Se tiene en cuenta que los escuchas son diversos?

Una revisión del discurso, hacerlo más pedagógico, pensar en el público receptor y no en quedar bien con la autoridad. Los maestros más célebres de nuestra patria han sido sencillos y no soberbios.
La comunicación en educación es un tema que debe abordarse con urgencia. Existe una brecha entre el emisor del mensaje y el receptor. La comunicación incide en la apropiación y organización que el aprendiz hace del mundo; es a partir del contacto con el otro o con los otros que puede desplegar habilidades y conocimientos mediante los cuales se adquiere estatura humana, ya que «para ser hombre no basta con nacer, sino que hay también que aprender» (Savater, 1997, El valor de educar). Es bueno que admitamos que olvidamos, casi siempre, que en los escenarios pedagógicos se vive un proceso comunicativo, en tanto que los sujetos implicados poseen este tipo de competencia y la capacidad de interacción. ¿Por qué?
Los valores, hábitos, habilidades y contenido temático de los programas, entre otros factores, constituyen el marco en función del cual se crean y reproducen imágenes cargadas de significación que orientan los imaginarios sociales, entendidos estos últimos como esquemas construidos socialmente que permiten apreciar «algo» como real y explicarlo de acuerdo a la realidad del sistema social en que se encuentre (Pintos, 1994 Más allá de la ideología. La construcción de la plausibilidad a través de los imaginarios sociales)).
Puede constatarse que en los últimos años se ha dado mucha importancia a la relación: Educación—Comunicación, pero poco se ha profundizado a nivel pedagógico. Por ello se reduce la comunicación a una norma, a una directiva, a publicar un texto en el portal oficial del Ministerio de Educación, sin tener en cuenta que la educación, hoy, es construcción de significados que tienen como base la comunicación; entendida como el conjunto de recursos personales, psicológicos y pedagógicos que un profesor o profesora utiliza o puede utilizar en su relación con los estudiantes para establecer una buena comunicación cargada de sensibilidad y afectividad para ayudarles en su crecimiento personal; con conocimiento psicopedagógico de la práctica pedagógica diaria en donde la comunicación democrática surja libremente dentro de un clima de paz y de progreso.

Estamos asediados en toda nuestra vida por códigos tecnológicos y ello exige a los educadores y sobre todo a las autoridades responsable de la política educativa contribuir con su mensaje a la formación de docentes críticos, y creadores, capaces de asumir actitudes de reconfiguración, construcción y búsqueda del verdadero significado de las imágenes y símbolos en el que niños, jóvenes y adultos estamos inmersos para no permitir el conformismo y la alienación respecto a la realidad.

La aparición y el desarrollo de los medios de comunicación electrónica en el siglo XX han contribuido de forma muy significativa a la configuración de nuevas formas de estructura social y a la consiguiente redefinición de las formas en que los agentes sociales construyen su experiencia del mundo. ¿Se toma en cuenta esta situación? ¿Por qué mecánicamente se cree que existe un mejor rendimiento en las pruebas que rindieron los maestros? ¿Ha sido por la calidad de la capacitación o porque la estructura de la prueba fue menos rigurosa? ¿Por qué se dice que nuestros alumnos han avanzado en matemáticas y comunicación solamente, si la educación es integral? ¿Nos están vendiendo gato por liebre?
Es necesario que autoridades y docentes reflexionen sobre cómo se da el proceso de comunicación y la manera cómo lo articulan con sus propias expresiones, en interacción con los otros, incluyendo la informatica y los medios de comunicación en general.
Los especialistas en comunicación recomiendan que para que ésta se de, y para que la persona a quien se dirige el mensaje comprenda, es necesario utilizar signos. En la educación tradicional ha primado el modelo unidireccional de comunicación y pareciera que aún en este primer decenio del siglo XXI, seguimos cautivos de esta manera de comunicarnos cuando se tiene el poder y el gobierno. Esto “congela” el mensaje y hace que el mensaje educativo se cumpla y reproduzca fielmente, al pie de la letra. El docente y el pueblo en general no tienen oportunidad de interactivar. El mensaje no tiene retorno, no se nutre del parecer de los receptores, no hay respuestas, ni lo que se llama comunicación de doble vía.

Hoy se postula una sociedad democrática, participativa y equitativa donde el modelo de comunicación se denomina horizontal. En educación el uso pedagógico de las nuevas tecnologías demanda la interactividad (por teléfono, fax, Internet, correo electrónico, messeger, chat, blog). Cuando la autoridad educativa elabora un texto escrito, un texto a ser leído en telepronter, o un docente elabore material audiovisual deben pensar respectivamente en el público escucha, en sus colegas, en los padres de familia y en las mejores posibilidades para una mejor comprensión y con reflexión pedagógica. El mensaje debe sintonizarse alrededor de saberes establecidos y además en las posibilidades de formación. ¿Acaso eso viene ocurriendo?

Finalmente, cuando se dice que en el país en educación se produce una “revolución silenciosa”, hemos rescatado unas declaraciones de un educador de la Universidad nacional de Cuyo – Argentina, Daniel Prieto Castillo, que nos puede servir de reflexión, en este poner el énfasis en la comunicación educativa y el nulo esfuerzo que existe: “El primer pilar es la gente. No se puede refundar el sistema educativo en contra de los protagonistas del sistema educativo. Hay una enorme cantidad de experiencias que hay que rescatar, que hay que destacar, que reconocer. No se puede crear algo sobre la base de campo arrasado, diciendo que la gente está totalmente equivocada. Ya sabemos que nadie está totalmente equivocado. Este es un punto fundamental. Cuando digo la gente estoy hablando de los docentes, que son actores permanentes del sistema…”

“El día a día significa, digo ahora, un reconocimiento de la dignidad de nuestro trabajo, que incluye salarios porque nadie se construye como educador o educadora a base de limosnas, basada en un buen trato institucional y social. Hemos sido sometidos durante demasiado tiempo a un maltrato continuo que termina por minar la autoestima, el entusiasmo, las vocaciones. No se puede refundar nada sin seres felices con su tarea. El día a día representa el espacio de la mayor transformación a la que debería aspirarse para volver a colocar la educación en el centro de la sociedad. Tamaña empresa no se logra con tecnologías, ni con reformas desde la cúpula. Se logra en una relación entre seres humanos que sienten, y lo aprecian,…, que la sociedad toda, y de manera especial su clase política, han decidido tomarse en serio todo lo dicho en torno a la importancia de la educación. Pasa aquí a primer plano la comunicación en la educación: volver a tejer la trama comunicacional, la trama humana de nuestro sistema, no será tarea sencilla, pero la presencia de experiencias pedagógicas riquísimas en creación, en convivencia y en interaprendizaje muestran que en el mismo sistema está parte de la clave. No se puede refundar nada sin aprender de uno mismo, y ese “uno mismo” se expresa en las muchas experiencias pedagógicas decisivas (para la vida de los educadores y de los estudiantes) que existen en nuestro país.”

Sin duda un mensaje a tener en cuenta luego de la euforia oficial por los “logros” en educación. Para terminar ¿cómo hacer llegar el mensaje de la buena educación y que la comunidad lo haga suyo si obviamos el tema de la interculturalidad? No se apropiarán del discurso y planteamiento educativo sino lo dirigimos también para las zonas rurales, andinas y de la selva. Esa brecha comunicacional es también una señal de inequidad.
(13.03.09)