Posts Tagged ‘encuestas’

¿Qué educación queremos y defendemos?

29 octubre 2012

1. Todos tienen derecho a opinar. . Vivimos en un país democrático. Por ello las personas tenemos el derecho de que se nos informe con la verdad y no se manipule la información ajustándola a tendencias e intereses que
llevan a afirmar en un artículo aparecido en esta semana y a propósito de los resultados de la encuesta publicada el domingo 21.10 y en el mismo diario que encargó la encuesta a una empresa especializada, se diga “Si el objetivo es calidad y gratuidad, el mismo puede conseguirse fuera del ámbito público, subvencionando la demanda educativa y aprovechando el auge de la educación privada en las zonas de bajos ingresos (el ratio de colegios privados y públicos en Lima Norte ya es 4 a 1), donde la calidad supera a la educación pública, según múltiples estudios. Es hora de pensar “fuera de la caja”. (El Comercio.23.10.22).

Indudablemente las cifras que se comparten en esta encuesta son preocupantes. Pero lo más preocupante es que se presenten y utilicen luego de una huelga de docentes de cerca de 30 días unos y de más de dos meses otros. ¿Hay que seguir golpeando al maestro y a la educación que gestiona el Ministerio de Educación? ¿Qué impacto han tenido? En la información proporcionada se evidencian tendencias que inducen a aprovechar el “auge de la educación privada en las zonas de bajos ingresos”. ¿Qué porcentaje de la educación privada es de calidad? ¿Los padres de familia de zonas de bajos ingresos podrán pagar la pensión de enseñanza por sus hijos que por lo general son tres hermanos como mínimo?

Ya en el año 2007 Panorama Social de América Latina de la CEPAL nos decía “Existe acuerdo sobre la importancia y los beneficios de los logros en el ámbito educativo para el desarrollo humano, el desarrollo de la ciudadanía y la titularidad
de derechos, la mayor productividad de las economías y el consiguiente aumento de la competitividad, así como mayores y mejores niveles de participación y equidad social. Sin embargo, la evolución no ha sido igual en las distintas esferas de la educación y ha dejado al descubierto las insuficiencias en relación con la calidad de la enseñanza.” (Naciones Unidas – CEPAL Panorama social de América Latina).

Por eso nos extraña que no se tomen en cuenta los diversos problemas que guardan relación con la calidad y los problemas y trances de nuestro sistema educativo, que quiere abordar para hacer realidad la equidad social fundada en el derecho a educarse que tiene todo ciudadano. Nos llama la atención el mercado y sus ofertas educativas, los modelos extranjeros -hoy es Finlandia ayer fueron los Tigres asiáticos- ¿Qué aprendimos de ellos? ¿Cuántos funcionarios viajaron a esas latitudes y luego no supieron ni informar y menos replicar lo que conocieron en aquellas pasantías,? ¿Cuántas reformas se han desarrollado en nombre de la calidad de nuestra educación sin tener en cuenta que somos una sociedad intercultural? ¿Cuántas inversiones se hicieron en infraestructura, en materiales educativos, en formación docente? Algunos investigadores sin duda tratan o tratarán este tema a futuro. ¿Alguien en las reformas habló de la escuela pública, su fortalecimiento y defensa? Sin duda el mercado encontró un campo abonado, pero abandonado. La Constitución y las leyes reconocían la educación como derecho, pero nadie la respetada.

A pesar de todas estas inversiones, de deuda contraída en nombre de conseguir una educación de calidad, no se logró ni se logra contrarrestar en forma significativa el efecto de las grandes desigualdades de la realidad.

2. Cuentos y cuentas. ¿Por qué olvidar casi siempre lo que el Art. 26 de la Declaración de los Derechos Humanos expresa que la educación es un elemento fundamental para el desarrollo de todo ser humano? “1. Toda persona tiene derecho a la educación. La educación debe ser gratuita, al menos en lo concerniente a la instrucción elemental y fundamental. La instrucción elemental será obligatoria. La instrucción técnica y profesional habrá de ser generalizada; el acceso a los estudios superiores será igual para todos, en función de los méritos respectivos. 2. La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales; favorecerá la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y todos los grupos étnicos o religiosos, y promoverá el desarrollo de las actividades de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz. 3. Los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos.” (http://www.un.org/es/documents/udhr/index_print.shtml).

Es muy fácil establecer algunas conclusiones apodícticas sobre nuestro sistema educativo y cómo cuesta analizar objetivamente teniendo en cuenta el entorno de la realidad en que se desarrolla. Las cifras están ahí y nos indican que el 58% de los entrevistados cree que la educación escolar es mala, un 29% que es regular y solo a un 12% le parece buena. Se citan a continuación como la causa de ello la huelga de docentes y la pérdida de clases; las pruebas nacionales que no favorecen, los resultados que son deficientes; la formación de los docentes. (EL COMERCIO.21.10.12) ¿cada tema tiene el mismo peso? Creemos que no. Puede decirse que la responsabilidad es sólo de los profesores como expresa el ex vice ministro de gestión pedagógica Vexler cuando dice “Un elemento de peso en la opinión de la población es la radicalización en las manifestaciones de los profesores y la cantidad de horas de clase perdidas en las escuelas públicas, las cuales difícilmente serán recuperadas”. “Este ha sido un año crítico para el sector debido a las constantes paralizaciones del Sindicato Unitario de Trabajadores en la Educación del Perú (Sutep) y sus facciones derivadas tal como el Conare Sutep, organización vinculada a Sendero Luminoso”. “Faltó liderazgo político para lidiar con los docentes en huelga, así como para descontarles el sueldo por ausentarse de las aulas”. Expresar ello es desconocer una realidad de la cual se ha sido parte cuando se ejerció la función (11 años en el cargo). Un hecho reciente, coyuntural, no es muestra de que todo el sistema educativo tiene malos resultados. ¿Por qué cargar toda la culpa a los docentes?
Una opinión más ponderada es la expresada por la Jefa de la Oficina de Planificación Estratégica y Medición de la Calidad Educativa del Ministerio de Educación, que expresa “Existen elementos extraescolares como pobreza y desnutrición, el Perú no ha podido dar a todos las mismas oportunidades”.

La capacitación de los profesores es el principal problema de la educación en el Perú dice el 66% de encuestados; le sigue la falta de tecnología (35%), materiales y útiles para enseñar (33%), el contenido de los programas de estudios (31%), el ‘bulliyng’ (29%) y trato de los profesores a los alumnos (29%).

Otra opinión es la de una especialista de GRADE que formula “En un sistema competitivo de mercado siempre hay quienes se quedan fuera. Los padres con mayor capacidad adquisitiva y capital cultural escogen mejor las escuelas. La idea es que todas sean relativamente buenas, hay que promover la igualdad educativa y el Estado no debe eximirse de esta responsabilidad” ¿Pero qué hacer si el modelo de Estado y su economía no lo permiten? La agenda de lo pendiente lleva décadas. Nos enorgullecemos de la cantidad de reservas, del crecimiento del PBI, pero siguen las desigualdades, inequidades. ¿Por qué no se reestructura el Estado? ¿Por qué se dice que falta gestión en el sector educativo y no se denuncia los obstáculos que pone el sector economía?

Una encuesta dice mucho, pero también calla lo esencial según el interés que persiga o quién la manda hacer. Por ello nos quieren contar el mismo cuento pero con otras cuentas. ¿A estas alturas publicar una encuesta sobre nuestra educación cuando se salía de una huelga de docentes? ¿Qué finalidad tenía? Machacar sobre la pobreza de educación que tenemos, presentar una cronología de la huelga del SUTEP; decir que los principales problemas de la educación escolar son la capacitación de los profesores (66%), la falta de tecnología (35%) falta de materiales y útiles para enseñar (31%), el maltrato entre alumnos del colegio (bullying) (29%); trato de profesores a los alumnos (29%), falta de compromiso de los padres (27%), el estado de los salones, baños, patios y otras áreas (24%), los contenidos de los libros escolares (19%), talleres o actividades artísticas y deportivas (12%), presentar como la meta ansiada el ser igual a Finlandia; dar a conocer a una ONG como una institución privada y todo lo que puede hacer brindando un aprendizaje de calidad (¡?) a niños y jóvenes de las zonas más desfavorecidas de la capital.

Hubiera sido importante que quienes diseñaron la encuesta se hubieran informado del contenido del PEN; de las presentaciones de la Ministra y Viceministros desde que iniciaron la actual gestión actual.

¿Se trató de presentar a la educación privada como alternativa a la educación pública? No lo sabemos, pero quedó ese sabor al leer entre líneas el mensaje.

3. No hay que olvidar, que la educación en el Perú ha sido muy manipulada por tensiones y presiones de los políticos, de los que ejercen el poder económico.
No se llega a entender que la educación representa la piedra angular clave y transversal en las fases de desarrollo. Es la principal herramienta de que disponen los Estados para disociar los orígenes sociales de los individuos de sus logros en términos de bienestar a lo largo de la vida. (CEPAL Panorama Social 2010). Es lamentable que sabiéndolo no logremos que se transforme en un mecanismo potente de igualación de oportunidades para nuestro país intercultural, inequitativo. Hoy queremos estandarizar la política educativa para nuestro país que se debate entre la pobreza social y el crecimiento económico; entre los traumas del acceso a la educación, la cobertura, la estratificación de los aprendizajes y logros.

Siguen golpeando los atrasos en que nos encontramos y enrostrar ello no le hace bien a la educación pública, que es la de las mayorías. El discurso sobre la política educativa actual nos dice que los logros y aprendizajes en la educación formal son muy importantes para la participación plena en la economía, la sociedad y la política, también, y cada vez más, el pleno acceso y uso de las tecnologías de la información y las comunicaciones como condición necesaria para la inclusión social. ¿Pero qué hacemos con la brecha en conectividad que se tiene? ¿Por qué no se pregunta eso a los padres de familia? ¿Acaso esto no agudiza la brecha digital que a su vez exacerba las brechas en aprendizajes, comunicación ampliada, redes sociales, acceso a empleo productivo y voz pública. Se sabe que la convergencia digital ayuda claramente a revertirlas, pero eso se omite. ¿Intereses que favorecen a quién?

Existe un sinfín de temas y problemas que nos hacen ver que si bien la educación es la clave, aún existe disparidad en el desarrollo de capacidades y nos fijamos inquisidoramente sobre los logros, cuando se arrastra una desigualdad intergeneracional debido a que las brechas se refuerzan a lo largo de la vida y se reproducen de una generación a otra. Por ello la actual gestión ha decidido que el sistema educativo tenga un enfoque integral, descentralizado e intercultural. De eso no se dice ni se analiza aportando. Todo lo contrario. Acaso no es digno de analizar el esfuerzo por la extensión de la cobertura de enseñanza inicial; la extensión de la jornada escolar en el nivel de primaria. Esperamos jornadas extensas y no simples ensayos publicitados en la gestión anterior. Ello lleva a un cambio en la relación entre tiempo de trabajo y tiempo de descanso, y que aumente el trabajo pedagógico – no sólo talleres lúdicos o desarrollo de habilidades que son importantes y necesarios- para los alumnos en la escuela y reduzca el tiempo de las tareas domiciliarias. Esto es especialmente importante para los estudiantes que en el hogar no cuentan con un clima educativo y con espacios que estimulen y apoyen su formación de modo adecuado. Y así otras medidas que están previstas y enunciadas en el PEN y que se le obvia en los comentarios.

Para concluir comparto el guión de un video que realizaron los promotores educativos de una ONG (educacionviva.org) que apuesta por una educación integral y holística, por el desarrollo personal dentro de la enseñanza oficial: “¿Qué pasa si te digo que no creo en la enseñanza tradicional pero sí en la Educación? Que quiero seguir aprendiendo y que estoy dispuesto a mejorarlo con mi participación. / ¿Qué pasa si te digo que la Escuela debería cambiar algunas cosas y que entre todos podemos encontrar soluciones?/ Cada uno puede proponer alternativas. ¿Qué tipo de Educación crees que debería promoverse en la Escuela? La Escuela ha dado gran importancia a la acumulación de información, provocando en muchas ocasiones la creencia de que lo que viene dado es lo válido, o de no valorar la creatividad y la iniciativa propia y colectiva.
No nos enseñaron a crear un punto de vista personal y crítico, ni a comunicar o gestionar nuestras emociones. / ¿Qué pasa si te digo que saber no necesariamente es comprender? Que el conocimiento es importante, y que sólo absorber información no siempre soluciona los retos que debemos afrontar en nuestro día a día. / La comprensión es el cimiento desde el que crear, y el aprendizaje teórico puede darnos una estructura, un método, una referencia. / La Educación sirve para desarrollarnos y crecer; la Escuela no debería limitarse a fomentar aprobados en exámenes. / Aprender en libertad es poder elegir qué aprendo y descubrir cómo. La Escuela podría fomentar y entrenar el potencial innato de cada uno. / Aprender en libertad es descubrir la vida y conocerme junto a otros. Con mayor flexibilidad, la Escuela puede adaptarse a las demandas de los alumnos. / ¿Qué pasa si te digo que la Escuela puede ser mucho más que un proceso de selección y descarte? /En ocasiones parece que somos números que aprueban o repiten cursos, donde se desecha a quien no alcanza el promedio. Se les excluye, haciéndoles creer que son menos. Porque la enseñanza está diseñada para un grupo homogéneo y en masa, matando las diferencias, sueños y esperanzas. / La verdad es que todos somos genios de chiquitos, pero la Escuela asfixia a quienes no cumplen sus requisitos. / Educar es aprender juntos a ser humanos, colaborar y crear sinergias como hacen los hermanos.
Educar es verte al espejo y reconocerte vivo, mirar a los otros y encontrar lo mismo. / ¿Qué pasa si te digo que el eje de la Escuela es el “deber ser”? Mientras lo que guía a la Educación es crear y “poder ser”. / ¿Qué pasa si te digo que la Escuela nos enseñó a sobrevivir con miedo? En cambio, la Educación es realizarnos para ser plenos.” (27.10.12)

MENSAJES DE LA CAMPAÑA Y EDUCACIÓN: se olvidaron del civismo y de la ética. Un silencio que preocupa

29 mayo 2011

Vivimos días muy agitados políticamente en el país con motivo de las próximas elecciones presidenciales. Sin duda ninguno de los dos candidatos merece haber llegado a esta final, por diversos motivos.
Dada la situación expresada por los electores, desde la perspectiva de la educación en valores y de educación ciudadana, tenemos resultados alarmantes compatibles con los resultados de las pruebas de aprendizaje tan recurridas cuando debe valorarse lo poco que hemos avanzado. ¿Es que en educación sólo debe evaluarse los aprendizajes? ¿Y qué nos dicen las otras medidas que se aplican a la sociedad? ¿Por qué esa indiferencia?
No recurriremos a esas encuestas, a esos test aplicados por agencias internacionales, sino al día a día que nos topamos cuando estamos rumbo al trabajo, en el micro, la combi, el metropolitano. Cuando estamos en reuniones con otros ciudadanos, otros colegas, familiares. En dichos ambientes se siente, se palpa cuánto ha calado el mensaje educativo que como docentes debemos promover y cuánto de ello se vuelve convicción en el manejo diario de nuestro quehacer de ciudadanos, de alumnos, de hijos, de padres de familia, de trabajadores manuales, intelectuales.
La perplejidad es la que nos convoca a esta reflexión. A pocos les importa lo que sucede políticamente en el país, a quién se elija. Se evidencia un individualismo, un egoísmo en cada afirmación, en cada parecer y la defensa de una opción política se deja llevar no por derechos sino por oportunidades que se presentan. Por ello es interesante ver cómo se objetiva el dicho “el vivo vive del tonto y el tonto de su trabajo”, en el transcurrir cotidiano. No existen argumentos, no existen posiciones sino la conveniencia de tal o cual medida en tanto y en cuanto me favorezcan. Individualismo, egoísmo, personalismo le llaman.
La comunidad, la sociedad es un ente de referencia a la cual nos decimos pertenecer pero que a la hora de la hora la desconocemos, la ignoramos. Es desconcertante cómo pasar del discurso a la práctica aún cuesta, no existen convicciones. Es fácil soltar la palabra y luego olvidarla sin preocupación. Total no me incumben las cosas que pasan en el país, en la comunidad.
Existe sí un encono, una rabia contenida azuzada por motivaciones indirectas que produce reacciones de quienes detentan el poder en este caso empresarial, que expresándose en un medio, exacerba la provocación, el enfrentamiento, con tal de “defender” intereses particulares, de grupo, de clase. La siguiente frase extraída de un artículo publicado estos días, que a su vez se fundamenta en una cita de Marx sobre economía, denota hasta qué punto existe encono: “Dado el reciente y cobarde ataque físico y verbal al periodista Jaime de Althaus, comprobamos que las secreciones purulentas y hediondas de una teoría tanática e intolerable todavía están presentes en la política peruana. No permitamos que un anacrónico, tóxico e ineficiente sistema político vuelva a causar odio, destrucción, miseria y falta de libertad en el Perú.” (Diego De la Torre. Empresario. Terca purulencia ideológica. El Comercio.10.05.11). Sin duda nadie está de acuerdo con la agresión al periodista. Pero lo expresado en el párrafo citado es la síntesis de lo que muchos ciudadanos de su clase y estrato piensan. No pueden mirar más allá de lo que les pueda afectar, ni echar un vistazo sobre lo que se debe hacer en el país. Triste resultado de una educación para fortalecer el individualismo, el egoísmo. Pero estamos en democracia y debemos ser tolerantes. Esta palabra nunca estará en el repertorio de quienes dicen ser los salvadores de la patria y se arropan en el concepto democracia sin saber qué significa y que compromete. Democracia boba la llamé anteriormente.
Sin duda nos quedamos perplejos al pasar revista de algunos mensajes que quienes tienen una opción diferente lanzan al aire en el calor de un mitin, de una reunión o al paso de un micrófono. Sin duda nuestros niños y jóvenes van viendo y asimilando los mensajes. Frente a ello ¿vale la pena seguir manteniendo el silencio, la sumisión, frente a personas que no tienen ni la menor idea de lo que es ética, pero sí la reclaman para sí? ¿Quién se esmera por establecer la diferencia?
La indiferencia frente a una historia de la corrupción desde el gobierno causa alarma. ¿Es que la educación que se ha impartido en las instituciones educativas no ha sido asumida como responsabilidad? ¿Por qué nos rasgamos las vestiduras por el enfrentamiento de jóvenes al punto que la vida de uno estuvo en peligro? El Ministerio de Educación de inmediato ha tratado de solucionar un conflicto que es comportamiento histórico entre los jóvenes de un colegio y otro. ¿Quién promovió la rivalidad? ¿La competencia deportiva? ¿La competencia cívica en fiestas patrias? La solución consideramos es un paño de agua fría, pero no se ataca el problema en su raíz. No es cambiando el horario de salida del colegio que se morigerarán los enfrentamientos, tampoco la solemnidad de celebraciones. El problema tiene que enfrentarse de otra manera, desde lo que significa la política educativa a desarrollar en cada institución centrada en el reconocimiento y respeto al otro.
Este es un hecho. Pero existen otros que claman intervención de los que se erigen personas/instituciones tutelares de la educación del país. Los mensajes expresados en la prensa escrita y en los programas televisivos que atentan contra la ética, la moral y las buenas costumbres, arropados por el manto de hechos históricos y que fueron otros momentos en que había que luchar contra el terrorismo, no lo justifican. Pero ante ello que es tan o más pernicioso que el hecho de los estudiantes contrincantes, no se ha dicho nada. Se miran los hechos, sucesos, como algo natural. La mentira es presentada de manera sofisticada para dejar de serlo; se financian programas televisivos y se justifican bajo el escudo de la libertad de prensa, de expresión. El todo vale es permitido. ¿Por qué? ¿Por qué las autoridades educativas no dicen una sola palabra? Es cierto no pueden participar en política, pero intervienen cuando ciertas iniciativas peligran por ejemplo la CPM. Enseguida intervienen y advierten. ¿Por qué ese doble juego? ¿Quién pone el límite entre lo expresado en un discurso y una medida asumida desde el estado? Mensajes poco claros, ambiguos que se dan a quienes como miembros de la comunidad, se nos exigen deberes, pero su ponen reparos al ejercicio de derechos.
¿Por qué no saber distinguir entre lo que es verdad y el miedo? ¿Por qué creerles a los encantadores de serpientes y no a quienes se identifican con las mayorías desde sus carencias, desde su clamor de justicia, desde su demanda de equidad, desde sus solicitudes de solidaridad?
Escuchar discursos autoritarios recomendando que debe educarse a la juventud que está descarriada (siempre hablando de la juventud de los que menos tienen y no de los hijitos de papá que lo tienen todo) haciéndola cumplir con el servicio militar obligatorio (parece que la ignorancia siempre recurre al garrote cuando no existen razones), haciendo tabla rasa de derechos de las personas. ¿No es esto recurrir al facilismo sin que cueste mucho trabajo?
¿Cómo creer en la forma como se “acomodan” al poder personajes que generaron corrientes de opinión en los 90 y hasta hace poco y ahora sabe Dios por qué han cambiado de opción, pues sus raciocinios, fundamentos y predicamentos no convencen? Todo lo contrario. Triste papel que encarna el dicho: de joven incendiario y de viejo bombero. O de joven revolucionario y de viejo reaccionario. La historia ya está escrita. Y lo escrito, escrito está, ya lo dijo Pilatos hace una punta de años y delante de un personaje que luchó y entregó su vida por los que tienen menos.
Existe cierto conformismo, aceptación de situaciones en jóvenes y adultos donde se percibe el poco desarrollo de una cultura ética, de una educación en valores que forman parte de la educación ciudadana.
¿Por qué aceptar que así fueron las cosas de un régimen que maltrató, atropelló a la gran mayoría de los peruanos y empobreció al país generando y ahondando la cultura de la corrupción? ¿Por qué se acepta de forma complaciente que nos vengan a contar cuentos que en lugar de beneficiar a los pobres, favorecen a los grandes capitales?
¿Por qué quedarse inertes frente a la manipulación de los medios de comunicación que bajo el escudo de libertad de prensa “invierten en el apoyo a determinado candidato que es la negación de los valores y propuestas para mejorar el país y acortar la brecha de la pobreza, ser más equitativos? Hemos visto a la secuela seguida a la “agresión” a un periodista que favorecía a una candidata. Sanción, expulsión. ¿Y qué con los que ahora aparecen como gonfalonieros de la actual candidata? ¿Son inmaculados? Un esclarecedor artículo escrito por Francisco Durand titulado “Gran prensa y fujimorismo: juntos otra vez (LA REPÚBLICA. Domingo. 08.05.11), recuerda cómo y quién está detrás de estos medios y los grupos de poder. Nombres y apellidos después de más de una década aparecen inmaculados por quienes se creen dueños del bien y el mal. ¿Qué mensaje de equidad, de ética se da a la sociedad? Ellos se irrogan la capacidad de sancionar y arremeten con todo, creen que el pueblo debe –como antaño- acatar. Pero estamos en otra época y mal les pese existe juventud que está clara de sus derechos.
¿Por qué se piensa que el voto de los humildes se compra con regalos de bolsas de alimentos, cocinas, ollas y otros menesteres? Todo ello debe rendirles para una semana. ¿Y después? La vida sigue igual. Pero ya obtuvieron el convencimiento de asegurar un voto. Ya regresarán pues pusieron su marca para recordarles quién les hizo la “donación”. Ante evidencias (fotos, volantes) decir que no es política hacer esas donaciones ¿qué decir?
Podríamos seguir compartiendo ejemplos de mensajes nebulosos que se vienen dando. Ilusiones que se ofertan. Sueños que no serán para la gran mayoría, pero sí intereses convertidos en rentabilidad para pocos.
Muchos olvidan lo sucedido en estos últimos quince años y quienes los vivieron unos lo reprochan con el argumento de que había que derrotar al terrorismo y otros que es bueno rescatar la memoria y la dignidad. Al respecto ¿por qué nuestros estudiantes de los últimos años de secundaria no estudian estos hechos?
El reconocido periodista César Hildebrandt escribió en estos días un artículo titulado ¿Qué les diremos?, (HILDEBRANTEN SUS TRECE. 06.05.11) refiriéndose a los jóvenes cuando revisemos este evento electoral. Sin duda el diálogo que contiene el artículo es muy aleccionador pero muchos de los que tienen el poder ni siquiera lo habrán leído y si lo hicieron no lo quisieron entender. Para ellos todo está bien. No ha sucedido nada.
Mensajes de esta campaña que venden una imagen política del país, que no es. Mensajes que se exasperan al filo de una elección, pero sus secuelas para los niños y jóvenes tienen un significado. ¿Qué es la democracia? ¿Esto que practican los mayores? No la quiero. Quiero seguridad. Quiero alcanzar mis metas. ¿Qué ciudadanos hemos formado y estamos educando? Alguien nos tomará cuentas y debemos rendirlas, pues no hemos sido capaces de ser consecuentes con el discurso. Es otra de las razones por las cuales debemos revisar la calidad de la educación que se oferta y por qué sus resultados son frágiles. No basta denunciar el bajo aprendizaje de nuestros niños y jóvenes, también debe preocuparnos la vacilante formación ciudadana que brinda el sistema educativo nacional.
Quiero cerrar este artículo prestándome las palabras del sacerdote jesuita Vicente Santuc, infeliz y recientemente desaparecido, extraídas de su libro “Ëtica y Política ¿Qué nos pasa?” (CEDEP- Escuela Superior de Pedagogía, Filosofía y Letras Antonio Ruíz de Montoya. Lima, 1999). “No podemos eludir interesarnos por lo que pasa en la historia y eso nos sitúa a todos en lo político en donde nos esperan deberes morales. Pero sólo el individuo que se ha moralizado-controlando sus pasiones y su arbitrariedad- podrá actuar moralmente en política; es decir, conducirse de acuerdo a una voluntad y a metas razonables. Ese no se dejará paralizar ni atrapar –para eludir todo juicio y toda búsqueda- por lo que los miembros de su grupo llaman “la realidad”. Quien quiere ser moral sabe que no es moral aquello que hace posible la vida moral de los demás y de uno. El hombre moral sabe reconocer el robo, el asesinato, la mentira y la corrupción allí donde los demás sólo ven acciones imperfectas, pero excusables o permitidas. El discierne la injusticia allí donde otros invocan la legitimidad o necesidad de la acción, en razón de las circunstancias; incluso el hombre moral sabe descubrir la vanidad y la mentira en cierta voluntad de santidad.” Qué bien calzan aquellas palabras en este momento. Quien tenga oídos para oír que oiga; quien tenga ojos para ver, que vea. (14.05.11)