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Educación neoliberal y quiebre educativo

22 julio 2013

Adriana Puiggrós: Doctora en Pedagogía de la Universidad Nacional Autónoma de México; profesora titular de Historia de la Educación Argentina y Latinoamericana de la Universidad de Buenos Aires e investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas – Conicet.
Publicada en Nueva Sociedad Nro. 146 Noviembre-Diciembre 1996, pp. 90-101
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Resumen: Hasta mediados de la década de los 80, los sistemas educativos de la región estaban atravesados por la crisis general de la sociedad latinoamericana y presentaban serias disfunciones; pero existían también experiencias y conocimientos aptos para mejorarlos. Las reformas neoliberales ahondaron los viejos problemas, produciendo un quiebre de las estructuras educacionales. Con el objetivo de disminuir la inversión y reducir las estructuras estatales, se pusieron en marcha medidas que profundizaron la inequidad y la piramidalización educativas. Es urgente que los sectores progresistas y democráticos generen alternativas que permitan recuperar la educación como un espacio fundamental para la transmisión de los saberes públicos y la recuperación de la trama social.

El argumento central que sostiene a las políticas educativas neoliberales es que los grandes sistemas escolares son ineficientes, inequitativos y sus productos de baja calidad. De tal afirmación se deduce que la educación pública ha fracasado y se justifican políticas de reducción de la responsabilidad del Estado en la educación, presentadas como la única reforma posible.

En relación con el diagnóstico de ineficiencia de la inversión que se realiza en la educación pública, las soluciones propuestas no tienden a mejorarla sino a reducir paulatinamente la inversión, cuando no a eliminarla. Un conjunto de medidas que tienen ese objetivo, son presentadas al público como un discurso pedagógico cargado de atributos técnicos y de un lenguaje organizacional. Las más importantes de aquellas medidas son la descentralización y privatización de los sistemas, la flexibilización de la contratación, la piramidalización y la reducción de la planta docente y un fuerte control por parte de los gobiernos nacionales mediante la imposición de contenidos y evaluaciones comunes .

Esas medidas fueron acompañadas de una gran operación discursiva que presentó a las mencionadas reformas como una modernización educacional indispensable y, sobre todo, la única posible.

Dos factores han facilitado que la reforma neoliberal se convirtiera en un mito. El primero consistió en encontrar un terreno fértil, pues efectivamente los viejos sistemas escolares requerían modificaciones; el segundo ha sido la insuficiencia de las propuestas de reforma realizadas desde posiciones liberal-democráticas y de una izquierda actualizada. El resultado derivó en que, existiendo problemas educativos viejos, nuevos y futuros, el neoliberalismo difundió su propuesta con inéditos bríos y sin encontrar más oposición que la de algunas críticas demasiado reactivas y carentes de alternativas consistentes. Pudo presentar su opción como necesaria y absolutamente determinada por las circunstancias.

Esa situación, lejos de sorprender, es otro efecto de las insuficiencias que caracterizan a los sectores progresistas en este fin de siglo. Pero, avanzando todavía más, el neoliberalismo se apoyó en la generalizada sensación de derrota del campo progresista para descalificar el conjunto de las estrategias educacionales liberal-democráticas, consignar como acabado el sistema educativo tradicional y borrar de la memoria las innumerables experiencias educacionales alternativas (públicas, de ONGs y cogestionarias) acumuladas en los veinte años que transcurrieron entre comienzos de los años 60 y mediados de los 80.

Antes de creer a pie juntillas en la inevitabilidad de reducir los sistemas, limitar el ingreso, despedir docentes, es necesario hacerse una pregunta: ¿cuál era el estado y la perspectiva de la educación latinoamericana antes de las reformas neoliberales? Sospechamos que las modificaciones que esas políticas han generado se confunden muchas veces con la situación previa y alteran las relaciones entre causas y efectos.

La educación latinoamericana en su centenario
Durante la segunda mitad del siglo XIX la educación de los países latinoamericanos fue organizada sobre el eje de los sistemas escolares. Las escuelas, colegios y universidades fueron significados como espacios privilegiados para la enseñanza, el aprendizaje y la producción de los saberes públicos. El desarrollo de cada sistema educativo nacional fue relativamente consonante con el del Estado y las instituciones de la sociedad civil. Una buena y sintética forma de describir su evolución es la categoría «desarrollo desigual y combinado» (descargada de sus raíces economicistas) que, aunque esté devaluada por el discurso neoliberal, encierra aún una buena definición sobre la modalidad de aquellos procesos.

Hacia la década de 1980 los sistemas escolares y las universidades de la región tenían un funcionamiento relativamente estable. Sus ritmos de desarrollo eran insuficientes pero permanentes. Los problemas que los análisis funcionalistas habían caracterizado correctamente como «disfunciones», tenían también cierto grado de estabilidad, lo cual volvía posible su diagnóstico y probables sus soluciones. Se había demostrado que los mayores problemas educativos latinoamericanos tenían solución: el analfabetismo estaba disminuyendo en términos porcentuales y se habían experimentado varias soluciones exitosas, entre las cuales se destacaban opciones tan distintas como las campañas de alfabetización de Cuba y Nicaragua, las experiencias de Paulo Freire, las múltiples acciones llevadas a cabo por organizaciones no gubernamentales y programas de alfabetización funcional de los organismos internacionales.

Tomando cuatro países de desigual desarrollo, encontramos que la tasa de alfabetización estaba evolucionando de la siguiente manera entre 1970 y 1990

Taza de Alfabetización
1970 1990
HONDURAS Mujeres 50 71
Hombres 55 75
ARGENTINA Mujeres 92 95
Hombres 94 95
CUBA Mujeres 87 93
Hombres 86 95
MÉXICO Mujeres 69 85
Hombres 78 90
Fuente: UNICEF. Ob.cit.
UNICEF: Estado Mundial de la Infancia 1994, UNICEF, 1994, pp. 73-74

En cuanto a la tasa de escolarización primaria (bruta), estaba evolucionando como indica el siguiente cuadro:

Tasa de escolarización primaria (bruta) 1960-1986/91
1960 1986-91

BOLIVIA Mujeres 43 78
Hombres 70 87
NICARAGUA Mujeres 59 101
Hombres 57 94
ECUADOR Mujeres 82 118
Hombres 75 117
Fuente UNICEF. Op.Cit.

Como puede verse, las tasas mencionadas, en particular las de escolarización, abarcan un periodo que incluye las últimas dictaduras militares instaladas en varios de nuestros países. Puede observarse que pese a la represión de la cultura y la restricción de la educación pública que llevaron adelante algunos gobiernos, la disminución de los efectos disfuncionales de los sistemas siguió un ritmo constante, probablemente impulsado aún por políticas anteriores y recibiendo un renovado empuje cuando accedieron al poder los nuevos gobiernos constitucionales.

Por lo menos hasta fines de los recientes años 80 ninguna catástrofe se había producido en la educación latinoamericana y todo hacía prever que, al menos parcialmente, se cumplirían las prospectivas optimistas de los organismos internacionales referidas a la educación regional para fines de siglo. Críticos de los modelos educativos del capitalismo señalaban por entonces que los sistemas seguían produciendo deserción escolar y distribuyendo a los alumnos en circuitos relativamente coincidentes con la clase y sector social de origen; debido a lo cual los sistemas adquirían una forma piramidal. Criticaban también la excesiva centralización y burocratización de las maquinarias escolares, la lentitud de sus cambios curriculares, organizacionales y tecnológicos y la excesiva rigidez de los rituales
.
Las innumerables experiencias alternativas llevadas a cabo aportaban conocimientos suficientes como para proponer soluciones múltiples a los problemas descriptos, sin necesidad de tirar al bote de basura las enormes conquistas alcanzadas por la instrucción pública. Los sistemas escolares y las universidades públicos tenían aún mucho para dar y al mismo tiempo las alternativas desarrolladas no proponían ningún sujeto capaz de sustituir al Estado en su rol educador público y garante de la calidad de la educación privada.

El dislocamiento

Entretanto en los años 80, dentro del proceso educativo ya ocurrían otras cosas que es indispensable destacar. La principal de ellas fue el deterioro de los lazos tradicionales de la relación entre adultos y chicos y entre profesores y alumnos. Los rituales y las normas reproducidas durante más de cien años perdían rápidamente su carácter imaginariamente necesario y de cumplimiento automático. Los saberes programados para su enseñanza carecían ya de interés para docentes y alumnos; los currícula se desprestigiaban. La crítica a la enseñanza tradicional había cobrado fuerza entre los pedagogos, pero sin llegar a desarmar las categorías didácticas en cuestión ni construir otras nuevas. Esas críticas se ocuparon más de los contenidos que de los rituales; las normativas político-institucionales sufrieron muy pocos cambios en escuelas, colegios y universidades, por lo cual crecieron tensiones preocupantes.

Discontinuidad entre los currícula y las nuevas trayectorias de la ciencia y de la técnica; inoperancia de las creencias que sostenían las normas disciplinarias y reglamentos; caducidad de los rituales estructurantes de las posiciones de educador y educando; tales circunstancias constituyen parte de la serie de cambios. Los sujetos implicados en la educación se desdibujaron y comenzaron a formarse nuevos antagonismos. Las respuestas por parte de las fuerzas políticas y educacionales democráticas fueron decididamente escasas, al no conseguir rebasar el paradigma del mero rechazo.

La nueva situación requería –y requiere– respuestas consistentes. Importantes fracturas cruzan el espacio educacional y los dispositivos tradicionales han comenzado a dejar de transmitir la cultura. Síntoma de ello es el deterioro de los saberes con los cuales se gradúan los estudiantes en los distintos niveles de los sistemas escolares, la pérdida de confianza de los docentes en sus propios conocimientos y en su capacidad para enseñarlos, y el desgaste de la legitimidad de los adultos como educadores.

Sin embargo, el vacío que se produjo requería de propuestas y fue inmediatamente llenado por una de las más agresivas expresiones del conservadurismo educacional. Un estudio realizado por la fundación Getulio Vargas, basado en datos del Banco Mundial y del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística muestra ya los resultados: la alfabetización de adultos descendió de 1,7 millones de matriculados a finales de los 80 a 1,5 millones en los 90. Según el autor del informe, ese deterioro se debe a la disminución y uso inadecuado de los recursos públicos en Brasil, donde en 1991 el 12% de los niños quedó fuera de la escuela.

De los problemas enunciados más arriba no se deduce necesariamente que deba caducar la educación pública. Por el contrario, la situación puede ser base del argumento contrario, dado que las sociedades modernas requieren de un equilibrio entre lo público y lo privado, y la educación pública es un espacio fundamental para la reproducción y producción de la comunidad.

La fuerza del neoliberalismo pedagógico
La condición necesaria para que una política educacional, un proyecto curricular o una experiencia educativa tengan viabilidad, es que los sujetos implicados crean en su necesidad o al menos se resignen a que se trata de la única solución existente. El consenso es indispensable para educar y educarse. El neoliberalismo pedagógico se ubicó exactamente en el lugar discursivo donde se sienten las fracturas del sistema educativo tradicional, para las cuales se carece aún de otras respuestas.

En muchos países latinoamericanos, entre los cuales Argentina constituye un caso ejemplar, el neoliberalismo pedagógico ha sido posible porque fue asumido como estrategia por gobiernos que contaron con el amplio voto popular. Esos gobiernos sumaron a sus filas técnicos formados en el funcionalismo de los organismos internacionales y en la izquierda, y formaron equipos de traductores de las políticas recomendadas por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. Es cierto que esas políticas se dirigen en primer término a achicar los gastos del Estado para derivar los ingresos hacia el pago de la deuda externa, pero tan remanida afirmación no alcanza ni para explicar sus modelos educativos, ni, convertida en eslogan, para oponer alternativas democráticas.

Focalizando más específicamente el problema, llama la atención la vinculación directa que han establecido organismos destinados a actividades financieras, como el FMI y el BM, con los programas educacionales de América Latina, trayendo como consecuencia la intervención directa de los ministerios de economía en el área pedagógica estatal y privada . Sus imposiciones económicas determinan desde los salarios docentes hasta cambios de estructura de los sistemas y reformas de contenidos. Algunos sectores como los sindicatos docentes, las organizaciones de padres y alumnos y partidos políticos reclamaron el lugar que les correspondía, pero la nueva conducción de la educación latinoamericana estaba ya definida; los sujetos determinantes de la política académica y curricular eran directamente las fuerzas económicas,
que en la mayoría de los países sólo sumaron del espectro social a la palabra de los representantes conservadores de la Iglesia Católica.

Esa carencia de mediaciones entre el poder económico y los espacios de producción de cultura es síntoma del empobrecimiento cultural, de la profundización de la dependencia de las naciones latinoamericanas y del deterioro sufrido por sus sociedades civiles desde las dictaduras militares.

Lo es también tanto del ocaso de los nacionalismos populares como de los déficits producidos por ese modelo sobre la autonomía de las sociedades civiles y su capacidad para educar.

Las estrategias neoliberales dirigidas a la educación imprimen a los discursos pedagógicos la tónica de su lógica económica. El efecto es un deterioro profundo de los enunciados dirigidos a enseñar y aprender. La educación no es una esfera desconectada del resto de la sociedad sino una modalidad de la vida social, un registro específico de los discursos sociales. Pero sus propios ritmos, tiempos, rituales y metas son triturados, cuando se los fuerza para volverlos coextensivos a los económicos o políticos. La pedagogía se nutre de las interpelaciones provenientes de la sociedad civil y del Estado pero su tarea es traducirlas, resignificarlas, en términos necesarios para producir enseñanzas y aprendizajes dirigidos no solamente a lo inmediato sino con vistas al mediano y largo plazo.

Es precisamente aquella función de la educación la que altera el neoliberalismo cuando construye el discurso escolar, universitario, pedagógico gubernamental o masmediático, postulando el fin de las dimensiones histórica e ideológica (y por lo tanto imaginaria) y aplicando directamente la ecuación costo-beneficio económico. En términos de esa ecuación, se altera tanto la definición de la educación como la categoría calidad, que ocupa un lugar destacado en el discurso neoliberal.

El neoliberalismo utiliza indicadores de calidad ajenos a la lógica educacional y reduce el análisis a las articulaciones de la educación con la economía. Son ejemplos, la forma como considera indicadores de calidad el número de graduados que consigue empleo o las tasas de retención/deserción de los establecimientos educativos. El vaciamiento del mercado de trabajo producido por las políticas económicas neoliberales es una determinación de magnitud mucho mayor que la competitividad otorgada por la formación recibida, excepto en el interior de grupos muy delimitados de demandantes de empleo que provienen de orígenes sociales e instituciones educacionales semejantes. Por lo tanto, el primero de aquellos indicadores es parcial y conduce a una conclusión bizarra. El segundo indicador señala a la escuela como causante de la deserción, sin tener en cuenta el conjunto de factores sociales y económicos que determinan el abandono de la escolaridad. Un argumento contundente es que la deserción tendió a disminuir en los últimos años en los establecimientos donde se provee de alimentación a los niños
.
La categoría calidad es usada por el discurso neoliberal como un instrumento de legitimación para la aplicación de premios y castigos en la tarea de disciplinar a la comunidad educativa para que acepte la reforma. Pruebas nacionales de evaluación están comenzando a servir para seleccionar y disminuir los alumnos que pasan de un nivel del sistema a otro y especialmente para limitar el ingreso a las universidades, para justificar la disminución de la planta docente y para sostener la caducidad de la formación de los educadores haciéndolos responsables de las consecuencias nefastas de la propia reforma. La evaluación negativa de la tarea educacional realizada por los técnicos neoliberales no desemboca en una mayor inversión de recursos económicos y humanos, en un llamamiento a la población para que reasuma conjuntamente con sus gobiernos la tarea de transmitir la cultura, en una asunción de la responsabilidad que cabe a quienes dictan las políticas respecto de las futuras generaciones. Por el contrario, lo que sigue es la reducción del servicio educacional.

Cabría preguntarse la razón por la cual las sociedades soportan que el deterioro de sus actuales condiciones de vida se vea acompañado de obstáculos ya puestos al futuro de sus hijos. De acuerdo a la información recogida en varias investigaciones, puede plantearse la hipótesis de que las grandes mayorías siguen creyendo en los beneficios de la educación, y en particular de la educación pública
.
Durante algún tiempo, sobre gran parte de ellos ha sido efectiva la propaganda educativa neoliberal que insistió en los beneficios de su reforma. La agenda organizada por los gobiernos incluyó problemas de larga data que en un primer momento mucha gente reconoció como propios: la excesiva centralización del sistema, el deterioro de la calidad, la antigüedad de los contenidos; en fin, aquellos que hemos enunciado más arriba. Cuando en algunos países, como es el caso de Argentina y de Brasil, la comunidad educativa y los universitarios tomaron conciencia de las soluciones propuestas por la reforma estaban destruyendo las instituciones educativas, el proceso estaba demasiado avanzado.

2.María de Ibarrola: «El sistema educativo mexicano» en J. Puryear y J. J. Brunner: Educación, equidad y competitividad económica en las Américas: un proyecto del diálogo interamericano, OEA, Washington, Vol. II, 1995.
3. UNICEF: Estado Mundial de la Infancia 1994, UNICEF, 1994, pp. 73-74.
4. G. González Rivera y C.A. Torres (comps.): Sociología de la Educación, CEE, México, 1981.
5. Carlos Franco: «Maioria nao chega a oitava serie» en Jornal do Brasil, 1/9/95
6. Banco Mundial: El financiamiento de la educación en los países en desarrollo, Washington, D.C., 1995; Prioridades y estrategias para la educación, Banco Mundial, 1995; CEPAL-UNESCO: Educación y conocimiento: eje de la Transformación Productiva con Equidad, Centro Nacional de Información Educativa, Santiago, 1992.
7 Angel Díaz Barriga: «Empleadores de universitarios. Un estudio de sus opiniones», CESU, UNAM, México, 1995; Ministerio de Economía: Guía Laboral. Buenos Aires, 1994.
8. APPEAL: «Información sobre la crisis» en Archivo CIAPPEAL , Facultad de Filosofía y Letras, UBA, Buenos Aires, 1996.

DESCENTRALIZACIÓN, AUTONOMÍA ESCOLAR Y EL PROYECTO EDUCATIVO INSTITUCIONAL

21 junio 2013

Por: Piedad Caballero Prieto. Directora del Área de Educación Instituto SER de Investigación. Directora del Programa de Promoción de la Reforma Educativa en América Latina y el Caribe, Preal, en Colombia.

INTRODUCCIÓN
En América Latina la descentralización es una de las estrategias que han despertado gran interés para el cambio de los sistemas educativos frente a la crisis registrada en la región. Crisis que, como comenta Viola Espínola (1994), se configuró en la década de los noventa, como consecuencia de la reducción del gasto público en educación, la caída de los indicadores de calidad de los sistemas educativos y la pérdida de la credibilidad en la educación como vehículo de desarrollo. Lo anterior mostró en la descentralización educativa una opción para mejorar los servicios y la calidad de la educación, la posibilidad de compartir el poder con los ciudadanos y de acelerar el ritmo del desarrollo nacional transfiriendo poder a los niveles de administración local y regional a través de la toma de decisiones educativas y la responsabilidad por sus decisiones.

He ahí el interés en el presente artículo por el tema de la descentralización, cuyas reflexiones y análisis están basados en resultados de investigaciones que hemos adelantado en el Instituto SER de Investigación 1, en las cuales se ha abordado el tema, observando su desarrollo a nivel del departamento, del municipio y de la institución escolar, enfocados hacia el propósito de conocer los efectos de esta política educativa en dichos ámbitos.

El análisis se enmarca en el contexto regional y se concluye señalando lecciones aprendidas y algunas recomendaciones.

1. EL CONTEXTO REGIONAL
La descentralización educativa en América Latina significa un cambio de paradigma que busca responder a los requerimientos y demandas de finales de siglo, relacionados con el vínculo entre desarrollo económico y la capacidad del recurso humano. De igual manera, se relacionan con la necesidad de promover nuevas formas de participación ciudadana en el marco de la existencia de mercados abiertos, que configuran, como lo expresa Viola Espínola (1995:3), un nuevo patrón de demandas sociales, políticas y económicas, que canalizan hacia la educación expectativas muy ambiciosas.

La descentralización está intrínsecamente relacionada con la democracia, dadas las expectativas de participación y control social que genera, dimensiones, a su vez, percibidas como la fuente de
mayor eficacia, mayor eficiencia, mejor calidad y mayores recursos para la educación.

Significa crear las condiciones educacionales, de capacitación, de gestión e incorporación del progreso científicotecnológico que hagan posible la transformación de las estructuras productivas de la región, en un marco de progresiva equidad social, como lo plantea la Cepal-
Unesco en 1992 . Lo anterior, en términos educativos, significa asegurar la prestación de un servicio educativo de calidad para que todos los estudiantes reciban una formación que los prepare para desempeñarse activa y eficientemente; que haya una distribución más homogénea de los saberes que circulan en la escuela, a fin de acortar la brecha que esto genera entre ricos y pobres, y para que desde el sector se promueva y oriente el cambio, ambiciosamente planteado en el documento de la Cepal- Unesco. Lo anterior supone la existencia de sistemas educativos abiertos y flexibles, propios de un contexto descentralizado.

Estos desafíos, infortunadamente, son enfrentados en condiciones poco favorables por las circunstancias económicas en que se encuentran los países de la región. La demanda por la educación se da en un momento en que éstos tienen grandes compromisos internos y con la deuda externa, lo que genera una lucha entre los sectores por acceder a los recursos. Pelea frente a la cual la educación se encuentra mal posicionada. De otro lado, las medidas que se han establecido delegan responsabilidades hacia las localidades y las familias, pero no han sido acompañadas de instrumentos necesarios para comprender y atender las diferencias entre capital cultural y económico, que la descentralización tiende a acrecentar. Finalmente, los contenidos
educativos, en varios de los países, aún no han sido modificados para dar una educación adecuada a la diversidad de la población, ni han incorporado los avances tecnológicos que el nuevo modelo de desarrollo exige.

La lógica de la descentralización
Otro tema que a nivel regional ha generado interés frente al proceso ha sido el detectar las lógicas existentes detrás de los argumentos de la descentralización. Según J. Casassus (1995),
Los sectores ligados a medios internacionales y agendas de crédito tienden a enfatizar la racionalidad económica detrás de las medidas de descentralización, los expertos latinoamericanos tienden a sobreinterpretar
el interés de los gobiernos por los procesos de democratización y por facilitar la participación e integración de las bases sociales a los procesos educativos .

V. Espínola, señala cuatro racionalidades que vale la pena examinar en cada una de las experiencias nacionales. Estas son: la económica, la instrumental, la educativa y la política. La económica está regida por la necesidad de reducir el gasto público. En este contexto resultaban muy atractivas las alternativas de transferir parte de las responsabilidades financieras a los gobiernos locales, a las familias, al sector privado e incluso a agencias donantes internacionales. Por su parte, el argumento de la instrumental se centra en mejorar la eficiencia en el uso de los recursos disponibles en la provisión de un servicio educativo, para tratar de resolver el problema relacionado con el deterioro de los indicadores de calidad y de efectividad. La educativa tiene el objetivo de mejorar la calidad de la educación, vinculada fuertemente a los procesos pedagógicos internos, como preocupación no sólo frente a la caída de los indicadores de calidad, sino a la creciente diferencia entre regiones, localidades, escuelas y la diversidad cultural en todas estas instancias; aspectos que no estaban siendo contemplados en los procesos y metodologías pedagógicos. La política se encuentra dentro de una lógica de la participación que, a diferencia de la lógica de la calidad educativa, aparece en forma explícita en las políticas de descentralización en la mayoría de los países de la región. Este enfoque significa, para algunos, un fuerte impulso para mejorar los niveles de calidad de vida, las expectativas de movilidad social y para diferenciar las identidades locales.

La descentralización y la democratización de las sociedades se observan muy relacionadas en estos países, e inspiran muchas de las reformas de los Estados que incluyen la del sistema educativo.

Creación de Preal
Este ámbito de reflexión dio inicio al Programa de Promoción de la Reforma Educativa en América Latina, Preal, bajo la coordinación del «Diálogo Interamericano», en Washington, y la «Corporación de Investigaciones para el Desarrollo», Cinde, cuyo propósito central es promover el diálogo público y abierto entre diferentes actores (partidos políticos, la Iglesia, los medios de comunicación, los sindicatos y los empresarios) que tradicionalmente no han participado en el debate sobre los temas educativos y menos en los relacionados con la política educacional y la reforma del sector. El diálogo busca contribuir a mejorar la calidad y equidad de la educación a través de varias alternativas , y poner especial atención a los temas estratégicos para avanzar exitosamente en la reforma, entre ellos la descentralización y la autonomía escolar, recomendados en el informe «El futuro está en juego», de la «Comisión Internacional sobre Educación, Equidad, Competitividad» (1998).

Estudios regionales
En el estudio regional «La transformación de los procesos de gestión en el marco de la descentralización», realizado en Argentina, Brasil, Chile y Colombia, se observó que existen distintos grados de descentralización que obedecen a períodos históricos diferentes, reflejados
en procesos de transferencia y delegación de funciones desde los niveles centrales hacia instancias del nivel local y de sectores de la sociedad, tales como centros académicos, ONG, grupos religiosos, empresas y familias. Las características de los países federales, como Argentina y Brasil, y los unitarios, como Chile y Colombia, marcan la diferencia en las modalidades de implementación de las políticas y en las formas a través de las cuales los gobiernos locales y la sociedad civil asumen las nuevas responsabilidades delegadas. Pero, independientemente de las diferencias, que radican básicamente en las capacidades previas para asumir las nuevas funciones, en la estructura específica de los sistemas, en las condiciones normativas propias y en la apropiación cultural de procesos de gestión más participativos,
se encontró que este proceso ha promovido una mayor inequidad debida a la forma como se focalizan y asignan los recursos. La anterior conclusión se convirtió en hipótesis de trabajo en estudios posteriores, tal como el «Programa de Investigación sobre Reformas Sociales en Educación y Salud en América Latina y el Caribe», en el cual el tema de la inequidad continúa siendo una gran preocupación en la región, pese a los avances observados en los campos pedagógico, administrativo y financiero, pues no se observa una propuesta real que resuelva
este problema, asociado íntimamente con la pobreza.

2. LA DESCENTRALIZACIÓN Y LA GESTIÓN EDUCATIVA EN COLOMBIA

Hacia 1995 se adelantaron en el país dos estudios sobre el tema, uno del Banco mundial y el Departamento Nacional de Planeación sobre «La capacidad de los gobiernos locales: más allá de la asistencia técnica», cuyos objetivos fueron determinar el nivel de desarrollo de la capacidad requerida para el buen desempeño de las nuevas competencias asignadas a los municipios desde 1988, e identificar la manera mediante la cual los municipios han desarrollado su capacidad de desempeño. El segundo estudio
del Instituto SER de Investigación, «Transformación de los procesos de gestión en el marco de la descentralización», fue realizado como parte del proyecto regional ya mencionado, cuyo propósito fue identificar modelos de gestión descentralizada en educación y analizar las articulaciones existentes entre el Estado y la sociedad civil, como alternativas para la solución solidaria de los problemas de la educación y como opción para diseñar nuevas formas de gestión educativa.

De los hallazgos del estudio realizado en el Instituto SER de Investigación vale la pena resaltar la idea de que la descentralización, más que un marco normativo, es un proceso cultural, social, político y económico, y que sus resultados deben verse de manera integral en una perspectiva más de mediano y largo plazo.

Esta perspectiva demanda, en su implementación, poner atención, además de los aspectos técnicos y operativos propios del desarrollo de la norma, a la promoción y estímulo de procesos de orden cultural que contribuyan a modificar las actitudes, a superar la renuencia al cambio, la indiferencia a participar activamente en la toma de decisiones y la burocratización de la administración; a tener una mayor precisión en las normas y superar las contradicciones jurídicas; a aceptar que las nuevas reglas de juego modifican las relaciones de poder, lo que implica acciones y decisiones en beneficio del bien común en las cuales se reconozcan los intereses de las comunidades, en donde primen la cooperación y una ética civil que permitan ampliar la solidaridad y desarrollar una mayor capacidad técnica y de gestión por parte de las entidades territoriales y del nivel central.

La descentralización, como todo proceso de cambio, tiene sus propios tiempos, dinámica y complejidad. Se construye paso a paso y el papel de las normas es abrir camino e inducir el proceso. Una vez en marcha, lo que entra en juego son las iniciativas y potencialidades locales que enriquecen el proceso y le imprimen su propio carácter. Es natural que se presenten dificultades, las cuales, en lugar de perjudicar, enriquecen. Lo que no pueden es convertirse en obstáculos, sino que deben verse como
una oportunidad para estimular el desarrollo de iniciativas innovadoras y creativas que muestren los talentos y las habilidades locales.

Ventajas y desventajas de la descentralización
Ventajas
A la descentralización, en general, se le reconocen más ventajas que desventajas. Entre las primeras, desde el nivel territorial, se destacan algunos aspectos relacionados con lo financiero, lo administrativo y lo político; a nivel de la institución escolar, la autonomía, la calidad, la cobertura, la participación y el liderazgo.

A nivel de las entidades territoriales, en lo financiero, se mencionan la mayor disponibilidad de recursos a través de la utilización de los mecanismos de la cofinanciación, la posibilidad de realizar convenios con el sector privado y la obligatoriedad de utilizar un mayor porcentaje de los recursos transferidos a inversión.

En lo administrativo, el mejoramiento, más a nivel del municipio que del departamento, de la capacidad de gestión, el incremento en los mecanismos de control, la disminución de los trámites y la agilización en los procesos de contratación; consecuencia del uso de criterios más técnicos y menos políticos, los cuales permiten el desarrollo de acciones orientadas a mejorar la calidad de la educación, mayor cobertura, mejor prestación del servicio educativo y promoción de las actividades de planeación.

En lo político, se reconoce que permite un acercamiento del Estado a la comunidad, lo que posibilita un mayor conocimiento de la problemática local, aumenta el nivel de compromiso de las autoridades locales y genera conciencia sobre el papel protagónico que deben desempeñar en conjunto autoridades y comunidad en la solución de los problemas que los afectan. Otras ventajas son el fomento de la participación, el desarrollo de la autonomía y el incremento del bienestar personal (por ejemplo, la garantía de una estabilidad laboral y el desarrollo de actividades permanentes de capacitación).

Las ventajas que los actores consultados perciben del proceso podrían indicar la legitimidad, la aceptación y el conocimiento que se tiene sobre las posibilidades que brinda el promover el cambio y la transformación del nivel local a través de la descentralización.

En las instituciones, como aspectos positivos se destacan:
• Mayor autonomía de la institución en la medida en que se delega la competencia para definir políticas internas, orientar y desarrollar acciones a partir del Proyecto Educativo Institucional, reorientar el currículo y, por ende, las metodologías en torno de prácticas docentes que permiten una participación más activa de los alumnos en su proceso de aprendizaje, en su experiencia escolar, en la toma de decisiones y en la resolución de los conflictos.

Mejoramiento de la calidad, en la medida en que hay una mayor conciencia sobre la necesidad de dar respuesta a las necesidades de los alumnos y de la comunidad, al tener en cuenta el entorno socioeconómico y cultural para mejorar la calidad de vida de las personas, al promover la innovación para el logro de mejores procesos de aprendizaje y al orientar nuevas formas de capacitación de los docentes.

Ampliación de la cobertura, vía mejoramiento de la calidad y de la capacidad de ampliar la oferta a quienes por una u otra razón no acceden o están fuera del sistema, como respuesta a la necesidad de organizar la educación básica obligatoria de nueve años, lo que genera nuevas demandas.

Mayor participación de los diferentes estamentos en la vida institucional, no sólo en el ámbito de los mecanismos creados para ella como el Gobierno Escolar, el personero estudiantil y las diferentes asociaciones, sino en la construcción del PEÍ y en las acciones para su desarrollo, tales como la articulación con otras instituciones u organizaciones, sin afectar su autonomía institucional.

Liderazgo en muchas ocasiones del director, en la perspectiva de mejorar los procesos de gestión escolar. Éste se refleja en la capacidad de resolver problemas y promover los mecanismos de participación orientados a la toma de decisiones y es ejercido dentro y fuera de la institución educativa. Internamente, ayuda a mejorar el clima organizacional a través de la forma como se toman las decisiones y se desarrollan procedimientos para implementar los programas, para solucionar conflictos y superar obstáculos en el proceso. Externamente, se establecen contactos con otras organizaciones o autoridades municipales para conseguir apoyo financiero, pedagógico y técnico y para recibir asesoría y orientación, a fin de mejorar los procesos institucionales.

• Se destaca el hecho de que se ha facilitado la adquisición de recursos físicos, se ha permitido la ampliación de la planta de personal cuando se requiere, y se ha mejorado la planta física. Se valora la posibilidad de buscar solución a los problemas en una instancia más cercana, como lo es el municipio.

Desventajas
En el ámbito territorial, como desventajas, se señalan:

• El desfase entre el monto de los recursos asignados y las responsabilidades cedidas; el incumplimiento en el envío de las transferencias por parte de la nación; el hecho de que
sólo los municipios mayores de 100.000 habitantes puedan gestionar directamente los recursos del situado fiscal y que los municipios no puedan utilizar los recursos de transferencia de los ingresos corrientes de la nación para el cubrimiento de gastos de funcionamiento , ya que un alto porcentaje de municipios históricamente ha dependido del nivel central para ello.

Se señalan otros obstáculos relacionados con nombramientos clientelistas; la falta de asesoría, de asistencia técnica y de capacitación para entender las lógicas de la descentralización educativa; el hecho de que se entreguen responsabilidades sin que existan las condiciones requeridas para asumirlas, pues reconocen la falta de capacidad técnica para responder adecuadamente a las nuevas demandas. Falta de precisión en las responsabilidades asignadas a la nación, al departamento y al municipio, lo cual genera confusión en las relaciones entre los niveles; interferencia del departamento en el manejo de asuntos propios del municipio y la problemática creada frente a la administración del personal docente, por la existencia de criterios y regímenes distintos entre docentes nacionales, nacionalizados y municipales; carencia de procesos evaluativos, en parte por la ausencia de planes de desarrollo y por la costumbre de no rendir cuentas ante nadie. En los establecimientos educativos, como desventajas, se expresan:

• El no beneficiarse de manera directa con la asignación de los recursos previstos para el sector a nivel local, producto final de las transferencias de recursos del nivel central al departamental, de éste al municipal, y del municipio a la institución escolar. Se cuestiona la asignación de responsabilidades, sin recursos y sin apoyos técnicos y pedagógicos, lo que lleva a que el proceso se perciba como una estrategia financiera frente a la incapacidad del Estado para resolver estos problemas.

• La falta de infraestructura para atender la demanda y ampliar la cobertura de la educación básica; la escasa capacitación y asesoría frente a las implicaciones de la ley.

• Los docentes consideran que es una mayor exigencia laboral con la misma retribución salarial y poco estímulo a la investigación. Se destaca la resistencia a los procesos evaluativos en general y la escasa participación de la comunidad educativa en ellos.

• Sin embargo, ven la descentralización como un proceso que va en camino y opinan que hay mucho por recorrer, sobre todo desde el punto de vista financiero y presupuestal. Los alcaldes, por su parte, plantean estrategias orientadas a beneficiar la gestión, tales como la reducción del gasto y el incremento de los ingresos municipales a través de acciones, como reducir la nómina y los gastos de funcionamiento, mejorar la planeación, racionalizar el gasto, capacitar a los funcionarios municipales e introducir prácticas de gerencia moderna, a fin de lograr un manejo
más eficiente de los recursos. Dentro de las opciones para incrementar los ingresos contemplan el adoptar medidas administrativas y financieras, tales como mejorar el recaudo de impuestos, crear conciencia en la población sobre la importancia de pagarlos, sistematizar el área de las finanzas, ordenar y programar los ingresos, reajustar tarifas de servicios públicos, actualizar el catastro, disminuir la transferencia de los recursos al Concejo Municipal, crear sistemas de fiducia, hacer uso de los mecanismos de cofinanciación, pensar en estrategias, como reubicación de docentes y promoción de la veeduría ciudadana.

3. LOGROS EN EL PROCESO DE DESCENTRALIZACIÓN
Los diferentes actores consultados perciben logros tanto en aspectos administrativos como pedagógicos.

Logros administrativos
En lo administrativo, destacan aspectos relacionados con la planeación y la participación de la comunidad en la elaboración de los planes de desarrollo educativo. Los planes se basan en diagnósticos que buscan dar respuesta y solución a los problemas, lo que apunta a la toma de decisiones por iniciativa de la comunidad.

Casi todos los municipios reportaron haber formulado planes de desarrollo para el sector educativo. A través de la planeación se ha reconocido la problemática local, pero para la implementación de los proyectos consideran que aún existe exceso de trabas y de burocracia
en los organismos que definen la asignación de los recursos. Según los directores de los núcleos educativos, se organizan actividades a través de los planes y se establecen cronogramas de
trabajo elaborados por diferentes comités.

En los establecimientos educativos, según los rectores, se realizan labores de planeación, diseño de políticas internas y planeación de los aspectos pedagógicos, con participación de la comunidad en algunos casos.

Se podría decir que a nivel local se está construyendo una nueva cultura de la planeación y de la participación. Esto podría indicar que con el proceso de descentralización se ha iniciado el desarrollo de la autonomía local, se ha incentivado la creatividad y la iniciativa de los municipios y se está superando el modelo de planeación rígida y orientada por el nivel central, la cual no respondía a las necesidades locales. Sin embargo, el proceso es afectado por la carencia de información; la poca que existe presenta vacíos e inconsistencias que impiden el
análisis confiable y la toma de decisiones acertadas.

El aspecto más positivo en relación con la administración de la educación es el hecho de que los mandatarios municipales están dando mayor relevancia a la educación. Para muchos de ellos, ésta se ha constituido como una prioridad dentro de su plan de gobierno.

Logros pedagógicos
En lo pedagógico, los logros destacados por los diferentes actores son:

Según los rectores, la apertura a la democratización de las instituciones educativas por la participación de la comunidad en la toma de decisiones y la vinculación de los padres de familia
en diversas actividades escolares. Asimismo, la búsqueda del mejoramiento de la calidad del servicio y de la educación, gracias a la posibilidad de ampliar la intensidad horaria, una mayor permanencia de los estudiantes en el plantel, la profesionalización docente, el aumento de cobertura en preescolar y en básica secundaria, la humanización de la educación a través del cambio de relaciones entre los maestros, los alumnos y los padres de familia y la preocupación
de la institución por dar respuesta a las necesidades de la comunidad; el impacto positivo en la
gestión administrativa, reflejado en la búsqueda de recursos para el mejoramiento de las instalaciones educativas, la adquisición de textos, materiales y equipos. La Ley General de
Educación es considerada como una invitación al cambio y un reto para las autoridades municipales y para la comunidad, en general. Para los docentes, significa un cambio de actitud y una mayor comprensión frente a las situaciones educativas y de aprendizaje de los alumnos, el desarrollo de iniciativas pedagógicas, algunas de las cuales se venían adelantando con anterioridad a la Ley General, entre las que se destacan la orientación de los procesos de aprendizaje, la organización del tiempo en el aula, la aplicación de enfoques constructivistas, los cambios en las prácticas pedagógicas, el desarrollo de metodologías participativas, el fomento
a la investigación, el trabajo por proyectos, el desarrollo de proyectos comunitarios y de aula, las salidas pedagógicas, la integración de materias y la semestralización de áreas como matemáticas y español, y el apoyo a las iniciativas de orden nacional como la educación ambiental, la educación sexual, la implementación de la informática, la enseñanza de una lengua extranjera y los cambios en la evaluación del alumno.

4. LA AUTONOMÍA ESCOLAR Y EL PROYECTO EDUCATIVO INSTITUCIONAL EN EL MARCO DE LA DESCENTRALIZACIÓN
La autonomía escolar es eje de la descentralización y de la reforma educativa, abordada de diferentes formas y sus avances han dependido de los desarrollos de cada una de las instituciones.

Frente al concepto y práctica de la autonomía existe una gran diversidad de percepciones. En algunos casos, el énfasis recae en una autonomía financiera interpretada en el hecho de que las instituciones asuman la responsabilidad de su subsistencia. Otra más es de orden político, representada en la búsqueda de la redistribución del poder, a fin de generar ambientes más democráticos para superar la verticalidad y burocratización del sistema; una administrativa, visión desde la cual sólo se ve la posibilidad de la reorganización interna y, finalmente, en el ámbito de lo pedagógico, la que invita a modificar la cultura institucional en aras de mejorar y cualificar los procesos escolares y formativos para transformar la educación, la escuela,
la enseñanza y el aprendizaje, perspectiva en la que se ubica Colombia. De ahí que el foco de atención en el estudio «Autonomía escolar en el marco de la descentralización» se centrara en la institución escolar y produjera las reflexiones que se describen para el caso colombiano.

El caso colombiano
En el caso colombiano, pensar en los Proyectos Educativos Institucionales, PEÍ, es pensar la autonomía escolar, en la medida en que está relacionada con procesos de autorregulación y auto organización para construir el PEÍ. Por esta razón, la preocupación consistió en indagar sobre lo relacionado con la construcción del PEI, ejercicio a través del cual se repiensa la institución escolar y el sentido de la escuela para redefinir su razón de ser, su campo de acción y ejercer la autonomía.

Los hallazgos del estudio permiten señalar que cuando en una institución se dan las condiciones como las encontradas en las experiencias estudiadas, los procesos y los resultados pueden ser similares. De éstos vale la pena destacar algunos aspectos específicos que ilustran el proceso adelantado en el país y el avance de la comunidad educativa en esta línea, en particular.

El PEI según los diferentes actores
El PEI es considerado, según la conceptualización hecha por los diferentes actores, como la oportunidad para mejorar la educación, la institución y los procesos pedagógicos y organizacionales; como promotor del cambio, de la participación, la reflexión y la acción, a partir de la definición de necesidades concretas detectadas en el análisis sobre los problemas existentes en la institución; como un proceso abierto a la comunidad que mejora las relaciones entre sus miembros, promueve la convivencia, los valores y proyecta la institución con visión de futuro. En síntesis: como la carta de navegación de la institución.

Efectos del PEI
Hay una coincidencia en el reconocimiento entre directivos, docentes, alumnos y padres de familia, especialmente los de aquellas instituciones donde el PEI es un proceso, que los efectos más relevantes son: la participación, el cambio de actitud y el mejoramiento en el clima organizacional, en la calidad de la educación y en el rendimiento académico.
(Gráfica).

Factores asociados con el rendimiento académico
Los diferentes actores relacionan con el mejoramiento del rendimiento académico los aspectos que se mencionan a continuación, aunque no son coincidentes con los que técnicamente se denominan «factores asociados al logro». En algunos aspectos, existen concordancias entre directivos, maestros, alumnos y padres; en otros, sólo se presentan en algunos de los actores y hay otros que únicamente son mencionados por cada uno de los estamentos, que al parecer indican su preocupación central y específica y podrían reflejar lo que cada uno esperaría de manera especial.

Para directivos, maestros, alumnos y padres de familia, entre los factores se destacan: participación, nivel académico y actualización de los docentes. Para directivos, alumnos y padres: cambio de actitud y métodos de enseñanza más activos e innovadores. Para maestros, alumnos y padres: ambientes propicios para el aprendizaje. Para alumnos y padres: motivación, valores, confianza, disciplina, buen trato, respeto, comprensión. Para maestros y alumnos: responsabilidad. Para los directivos: nivel educativo de los padres, procesos de planeación, discusiones pedagógicas entre docentes, consejos y órganos de poder. Para los maestros: desarrollo del pensamiento, actitud positiva frente al estudio. Alumnos: esfuerzo personal, maestros especializados en las áreas, maestros con mentalidad abierta y flexible, conciencia de los efectos de un buen rendimiento, tener visión de futuro y promover la investigación. Padres: buenas relaciones, comunicación fluida, explorar y valorar las ideas de los alumnos, compromiso y colaboración de la comunidad educativa, exigencia frente al estudio, conciencia sobre la importancia de la vida.

El PEI proceso
El PEÍ proceso es descrito por los diferentes actores

como algo no concluido, desbordado por una realidad cambiante. Permanentemente actualizado de acuerdo con las necesidades del entorno. Con objetivos, propósitos y metas a largo plazo que se van evaluando e implican retroalimentación. Da cuenta de las problemáticas planteadas en el diagnóstico y atiende los problemas según prioridades. En su desarrollo se produce un saber que transforma la realidad. Es dinámico e inacabado; implica cambios orientados al mejoramiento de la calidad de la educación, busca la integración de la comunidad alrededor de unos propósitos comunes, es un proceso investigativo que forma y promueve la participación y organiza el quehacer educativo. De acuerdo con el desarrollo, se realizan ajustes, modificaciones y adaptaciones que terminan siendo más relevantes que las metas previstas. Dinamiza las acciones internas, es una construcción permanente de sentidos alrededor de las necesidades de la comunidad. Se desarrolla paso a paso. No es una fórmula, ni un planeamiento que desconoce las necesidades y realidades de la institución. Es un proceso de reflexión, debate, análisis e investigación.

5. LECCIONES APRENDIDAS
En relación con la descentralización educativa, quizás las más significativas son las asociadas con el hecho de que deben cambiarse las prácticas tradicionales frente a la dirección, organización y gestión en la educación y aceptar las nuevas reglas de juego que modifican las relaciones de poder. Entender que, más que un marco normativo, la descentralización es un proceso cultural que debe desarrollarse de manera integral para apreciar resultados.

En el proceso de descentralización, lo más importante no es el modelo, sino el conocimiento de la realidad y el aprovechamiento de las condiciones y capacidades existentes como el deseo de cambio para que el proceso sea valorado y avance eficiente y eficazmente.

Los instrumentos y mecanismos diseñados para llevar a cabo la descentralización deben reconocer la diversidad y los varios niveles de desarrollo de las entidades territoriales. Es necesario conocer la realidad del sector y hacer que el país tome conciencia sobre la responsabilidad del Estado, de la sociedad y de la familia frente a la educación.

Entre las lecciones relacionadas con el PEÍ y la autonomía escolar se destacan:

• La importancia de la participación considerada motor para modificar la cultura escolar hacia la democratización, como un dispositivo para mejorar los procesos de organización, gestión, planificación y construcción del sentido de identidad y pertenencia frente a la institución y a la comunidad. Es una fuente de concientización
sobre la realidad, que promueve un cambio en la forma de pensar y de actuar de los diferentes actores, y fomenta una actitud abierta y un de seo manifiesto de intervenir en los asuntos del plantel y el proceso formativo.

• El PEÍ proceso es una opción pedagógica para transformar las prácticas culturales, pedagógicas e institucionales y para construir un saber pedagógico sobre la escuela. Es evidente, en la experiencia colombiana, que el aspecto económico no ha sido el punto de partida en la propuesta del PEÍ. SÍ es, en cambio, una consecuencia frente a la necesidad de realizar una mejor gestión y materializar los sueños y propuestas. El PEÍ proceso genera una dinámica de observación interna, externa y en relación con el contexto; promueve la creatividad, la curiosidad y la innovación, y entusiasma a los actores a representar su papel a cabalidad. Despierta un deseo de búsqueda colectiva por mejorar las condiciones personales e institucionales. Se supera la forma tradicional de ver la escuela como un establecimiento que cumple unas funciones y sigue las normas de manera aerifica, sin sentido social ni productivo en lo personal y colectivo, supeditado a órdenes externas, en ocasiones contradictorias con su naturaleza.

• Existe conciencia sobre la importancia de la planeación para poder identificar los problemas, detectar las necesidades, priorizar las acciones y proyectar programas a corto, media no y largo plazo para obtener resultados no coyunturales, sino en la perspectiva de cambios y transformaciones.

• Las instituciones han generado procesos internos muy valiosos, producto más del aprovechamiento de la apertura ofrecida por las nuevas normas que por la existencia de procesos de capacitación. Se hace evidente el riesgo de un desgaste institucional ocasionado por la falta de horizontes conceptuales y metodológicos más claros, y/o por el desánimo que ocasiona la falta de respuesta estatal a los compromisos adquiridos.

• La única diferencia entre instituciones que presentan un alto grado de avance en los logros del PEÍ e instituciones que muestran un estado muy incipiente de realización de esos lo gros estriba en la capacidad de gestión para materializar los objetivos.

• Se reclama mayor autonomía por parte de los municipios y de las instituciones y mayor articulación y coordinación entre los diferentes niveles y subniveles del sistema. Las instituciones se sienten progresivamente con mayor capacidad y competencia para administrar y optimizar el manejo y uso de los recursos económicos.

No parece que exista una relación directa entre la calidad del PEÍ y el contexto socioeconómico de la institución educativa, de acuerdo con los casos estudiados. Parecen importar más las características propias de cada establecimiento y la forma como el PEÍ es asumido por los diferentes actores.

Dado que el PEÍ es un instrumento de cambio, su impacto ha llegado no solamente a la institución, sino que comienza a desbordarla para afectar y comprometer a la comunidad frente a la educación. Se considera que la autonomía es débil, porque persiste el choque entre los intereses institucionales y las normas.

Las instituciones están afectadas no sólo por la carencia de recursos económicos y humanos, sino por la falta de apropiación crítica de normas y políticas por parte de las autoridades responsables de la educación, de la asesoría a las instituciones escolares y, de igual manera, por la falta de herramientas para ejercer un control más directo sobre los docentes y la calidad de la educación. Además, porque el gobierno limita la ejecución de los proyectos, al no atender sus necesidades, al no apoyar las decisiones tomadas en la institución y al seleccionar personal de acuerdo con sus propios criterios y no con los de la institución.

CONSIDERACIONES FINALES
La participación de los padres de familia es un elemento nuevo en la cultura escolar. Se consideran actores clave en el proceso formativo y en el desarrollo de la educación, pero aún participan poco, pues no se les tiene en cuenta y no existen mecanismos de convocatoria motivantes o estimulantes. Carecen de información sobre el proceso de la
reforma, lo que se convierte en un problema crítico, dado el papel protagónico y central que representan en la perspectiva de generar nuevas demandas en la educación y la enseñanza.

Es evidente que las normas no son suficientes para transformar la realidad, pero son instrumentos orientadores del cambio; de ahí la importancia de que sean coherentes y clarificadoras, lo que implica una comprensión clara por parte de los agentes educativos, para que sus interpretaciones y supervisión no se conviertan en obstáculos en la comprensión, apropiación y aplicación por parte de la comunidad educativa.

El éxito del proceso, a nivel de la institución escolar, obedece a que muchas de las situaciones planteadas en la Ley General se venían generando desde antes en la institución, pero que con la elaboración del PEÍ se convirtieron en objeto de reflexión y se hicieron explícitas.

Se ha mejorado la calidad de la educación, aumentado la cobertura, disminuido las tasas de repitencia y deserción e incrementado la inversión en educación.

Estos cambios podrían ser atribuidos a la existencia de otras variables socioeconómicas y organizacionales. Pero las instituciones aún no perciben un beneficio directo, dado que estas acciones aún están mediadas por vicios clientelistas y decisiones que no consultan las necesidades reales de éstas ni responden a criterios de equidad.

El PEÍ ha llevado a centrar la atención en lo organizativo, gerencial y operativo en la institución escolar, pero se ha descuidado lo académico y pedagógico, aspectos a los que se debe poner especial atención, si se pretende mejorar la educación, la enseñanza y el aprendizaje.

El PEÍ ha contribuido a valorar la importancia de la planeación y gestión entre los actores institucionales. No ha sucedido lo mismo en las administraciones territorial ni local, hecho que se constituye en un obstáculo y frustra los esfuerzos de las instituciones.

El proceso de la descentralización educativa podría verse afectado si la preocupación del Estado continúa girando exclusivamente alrededor de la lógica instrumental y de lo fiscal y se abandona la preocupación, motivación y promoción de los aspectos culturales, políticos y pedagógicos del proceso. La preocupación inicial en la nueva etapa de la descentralización, iniciada con la Constitución de 1991 y consolidada con la Ley 60 de 1993, se orientó a la observación de la puesta en marcha del proceso y la valoración de las capacidades y condiciones de las entidades territoriales.

Actualmente ésta ha sido desplazada y reducida al tema de la fórmula para la asignación de recursos y los criterios de focalización de los mismos. No se puede ignorar lo relevante del tema para resolver los problemas de la inequidad.

Pero la búsqueda de la igualdad de oportunidades tiene que ver con el conocimiento real sobre las condiciones y capacidades instaladas y posibles. Las exigencias frente a los resultados tienen que contemplar las condiciones de entrada al proceso y no solamente los resultados. Se podría continuar avanzando, sin resolver el problema de la inequidad,
con el consecuente incremento en la pobreza y la desigualdad entre las regiones. No se puede olvidar que el éxito de la reforma educativa depende más de consideraciones políticas que técnicas; que los acuerdos de poder compartido entre los niveles son más eficaces cuando las condiciones de la transferencia se negocian en lugar de ser impuestas; y que la descentralización requiere líderes fuertes y capacitados con estabilidad laboral para llevar a cabo el plan diseñado.

BIBLIOGRAFÍA
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Con textos en su lengua se educan los niños Yukpas, comunidad indígena de Cesar

21 febrero 2013

NOTA: Esta artículo de CATALINA OQUENDO B. ENVIADA ESPECIAL El Tiempo de Bogotá a
LAGUNA (CESAR) queire mostrar cómo los textos en su lengua educan a los niños de la etnia Yukpas, de la República de Colombia. Este esfuerzo también se viene realizando en el país, pero a nadie se le ocurre escribir sobre la experiencia. Compartimos este artículo escrito el 18 de mayo de 2008.

Mochilas, flechas y casas indígenas hacen parte de los íconos de las cartillas con que se educan los niños yukpas. Los abuelos de la comunidad dieron su visto bueno.
En las cartillas ya no van a aprender a sumar contando aviones o edificios que muchos de ellos no conocen, sino flechas, maíz, mochilas y casas indígenas.
Por ejemplo, en uno de los textos se puede leer: «Jorge 4 jpaj kap. Awujpat 5 paj kanap . Otashe nt kojakj mayesha nupajkta» (Jorge recoge cuatro mazorcas. Yo recogí 5 mazorcas. ¿Cuántas mazorcas recogimos entre los dos?).

Ese es uno de los problemas del libro de matemáticas de primero de primaria y les habla de la fiesta del maíz, una de las más importantes para los yukpas.
Los niños del resguardo La Laguna y otros como Caño Padilla, El Koso, Rosario, Bellavista y Yukatán recibieron de manos de sus ancianos o yuwatpus, de sus maestros, y de los profesores de la Normal Superior de Manaure los libros de preescolar, y español y matemáticas de primero y segundo con los que aprenderán a escribir. Aunque se comunican en esta lengua, es la primera vez que la tienen escrita.
Los niños, unos con mochilas típicas y otros con maletas de la muñequita Pucca, estaban sentados en el pequeño salón donde reciben clases todos juntos. Detrás de ellos se encontraban los abuelos parados con sus arcos y flechas como símbolo de protección de los niños y de la lengua
Uno de los más soprendidos es Yeiner, quien fija sus ojos negros de niño en las manos de Miguel, un abuelo indígena yukpa que cuenta la historia de este pueblo guerrero mientras sostiene sus flechas y va cayendo la tarde en la Serranía del Perijá, en Cesar.
Unas horas antes el niño indígena, que cursa preescolar en la escuela del resguardo La Laguna, vio esas mismas flechas y esas mismas historias escritas en su propia lengua, esa que hablan seis comunidades del caribe Colombiano y de Venezuela.
Que la lengua no desaparezca es el objetivo
«Hace cinco años nos dimos cuenta de que si no nos poníamos las pilas nos tocaría buscar la lengua en otra parte, que la estábamos perdiendo y por eso empezamos este proceso de escribirla», explica Julio Vence, uno de los maestros de La Laguna.
Lo primero que hicieron fue el contacto con la Normal Superior de Manaure, que con un equipo de ocho personas de antropólogos, maestros y lingüistas, liderados por la hermana Maritza Mantilla, comenzaron a escuchar las historias de los abuelos y le propusieron el proyecto al Ministerio de Educación.
Carmen Rosa López fue una de las mujeres de la comunidad que les contó las historias y se alegró al ver su foto en uno de los libros. Escuchándola a ella y a los otros abuelos se dieron cuenta de que cada yukpa tenía una historia y que para ellos la palabra atrae espíritus.
«No todas las historias se pueden contar en la escuela, hay unas para la casa, hay otras que solo conocemos algunos», decía en un español machacado el abuelo Miguel, con la ayuda del lingüista Wilson Largo, que vivió con ellos cuatro años para editar los libros.
La mochila amarilla que teje la señora Carmen y otras que la cargan, igual que los hombres y sus flechas, es la muestra de que el proceso para llegar a estos libros se hizo puntada a puntada.
Y cuando el pequeño Yeiner crezca y el anciano Miguel no esté para contar las historias, el niño podrá leerlas en uno de estos libros.
Porque como lo ha dicho doña Carmen, en varias oportunidades, ya se puede morir tranquila porque, dice ella, «los yukpas ya somos eternos».
Su alfabeto tiene apenas 16 letras
Los abuelos de la comunidad indígena participaron en jornadas largas de escritura y revisión con los expertos, porque la lengua de los yukpas tiene 16 letras y una vocal adicional llamada U no redondeada, mientras el alfabeto occidental tiene 32.
No solo los niños están aprendiendo a leer yukpa. El proceso es igual para los viejos y hasta los maestros. «Si yo no supiera escribir en yukpa, en siete años mis hijas no sabrían una sola palabra», dice un profesor.

FUEGO CRUZADO CONTRA LA EDUCACIÓN Y ESCUELA PÚBLICA

20 enero 2013

1. Paradojas que matan sin disparar. Es verano en el Perú. ¡Qué duda cabe!. Las noticias sobre educación se reducen a las gestiones que hacen los docentes ante las UGEL, las DRE, el Ministerio de Educación, EsSalud, Derrama Magisterial. Diversas gestiones de rutina posiblemente, pero para un maestro son vitales. Lima sigue siendo la capital del Perú y aquí se solucionan los problemas.

En estos días encontramos en un suplemento dominical para Emprendedores (así se llama) que tiene como tema central “La otra educación” y que trata de “vender” la forma cómo se emprende una escuela moderna. Pareciera que la palabreja emprendimiento es la moda como el año pasado lo fue empoderarse. La oferta se centra en que para lograr un emprendimiento es necesario educar de forma eficiente a los alumnos.

Recurriendo a un estudio de la estadística, nos dice el informe basado en una investigación de la Universidad del Pacífico que 37,000 colegios en el Perú necesitan ser reconvertidos por completo para elevar el desempeño de sus estudiantes. Luego nos narran experiencias varias que se vienen realizando en el país tratando de responder a las necesidades educativas que se requiere. Así nos da cuenta que en Puno una pareja de esposos el año 2009, debiendo buscar un colegio dónde matricular a sus hijos “no encontraron una opción adecuada y, con el conocimiento que les daba haber estado en universidades de primer nivel y haber conocido sistemas educativos del extranjero, crearon un colegio alternativo llamado Pukara.” (EL COMERCIO. Suplemento Dominical para Emprendedores. MI EMPRESA. Lima, 06 de enero de 2013)

Presenta la nota periodística otras reseñas de experiencias como Inspírate Perú; también la Casa Amarilla, experiencia de una educadora de Educación Inicial, que a partir de que el sistema educativo en el Perú no era eficiente y no correspondía a las competencias que tenían los niños, buscó otras experiencias encontrando una en Italia que se llama Regio Emilia. Por ello viajó a Regio Emilia para conocer la metodología. Sin duda algo que presenta un enfoque innovador y que nos habla de algo que todo sistema educativo debe promover: orientar, guiar, cultivar el potencial intelectual, emocional, social y moral del niño. Esta experiencia se lleva a cabo en un ambiente agradable, saludable y lleno de amor. La función del docente es observar, escuchar, al niño, le permite desarrollar su iniciativa y lo guía de manera productiva. (http://educacionalternativa.edublogs.org/articulos/metodologia-reggio-emilia/)

El artículo presenta estos ejemplos y recurre a mostrar cómo las autoras de “La trampa educativa del Perú” – Alice Beltrán y Janice Seinfeld- cambian “los indicadores de un colegio promedio por uno con estándares de excelencia, donde hay mayor exigencia a los docentes, buena infraestructura, tiempo efectivo de enseñanza, entre otros aspectos y encontraron que en zonas urbanas el rendimiento de los alumnos en comprensión de textos mejoraba en un 50% y en lógico matemáticas casi en 100%. Un salto enorme.” (EL COMERCIO. Suplemento Dominical para Emprendedores. MI EMPRESA. Lima, 06 de enero de 2013)

Los modelos planteados y en realización en el país, sin duda están reportando resultados por encima de lo que el Estado viene logrando desde la escuela pública y el sistema educativo que se desarrolla.

2. Desde la realidad diversa. La nota que reseñamos es provocadora e invita a reflexionar desde la orilla en donde el sistema educativo nacional sin duda es muy complejo, pero consideramos que no merece el calificativo de que tiene el “…peor desempeño del mundo.” Una cosa es no estar de acuerdo con la educación que se brinda, pero de allí a utilizar ese calificativo indica la poco autoestima que tenemos, pues nosotros somos producto de este sistema y con esfuerzo hemos llegado a alcanzar niveles educativos que no han sido dádivas.

Expresarse de manera despectiva de un sistema que nos permitió educarnos, dice muy poco de quienes emiten esos juicios. Si se tiene esa percepción del sistema educativo, qué percepción tendremos del resto del país que nos cobija y de sus habitantes.

La historia educativa de nuestro país encierra muchos aportes desde la realidad diversa y concreta. Qué difícil es diseñar y estructurar un sistema educativo para nuestro país intercultural. Estamos empezando a remontar una gran brecha. Lo demás responde a un proceso que tiene muchos autores y cómplices al no saber separar la educación pública de la tutela de la iglesia católica y de la influencia política partidaria. Fue un bien necesario en los albores de nuestra independencia cuando el Estado daba golpes de ciego para abordar la responsabilidad de la educación, pero hoy condiciona determinaciones poniendo como escudo la pertenencia a determinado credo religioso y cuando no político. Estamos remontando el primer decenio del siglo XXI y continuamos pensando como en el siglo XIX.

La educación y la escuela pública reciben hoy un fuego cruzado por su falta de idoneidad, la falta de docentes capacitados o actualizados, la gestión burocrática y otras características. Tiene una herencia pesada de la cual no se puede sacudir. Estilos, formas, modelos constituyen una red en donde se dan tensiones y presiones políticas, sociales, económicas y casi nunca pedagógicas. Todos concurren en su afán de “venderle” a la educación y a la escuela modelos, experiencias, formas de organizar y gestionar la institución educativa, pero nadie dice con qué y cómo. Los recursos económicos del Estado no alcanzan, pero tampoco son administrados eficientemente. El con qué posiblemente está en vías de solución, pero el cómo es aún muy complejo. Desde la Reforma Educativa de 1970 hasta nuestros días poco se ha aportado a la renovación del sistema educativo. Por el contrario ha sido presa fácil de los senadores y diputados de antaño y congresistas de hogaño para desvirtuar propuestas consensuadas que nutren y fortalecen al sistema educativo. Los resultados los tenemos a la vista. Un sistema educativo mediatizado por intereses ajenos a la educación nacional y a la escuela pública.

En estos últimos dos años empezamos un nuevo intento de renovar y fortalecer nuestro sistema educativo y promover que la escuela pública empiece a desarrollarse. Los aportes en el campo del pensamiento educativo deben servir de elementos disparadores de innovaciones, transformaciones pedagógicas, metodológicas. Las propuestas deben ceñirse a nuestra realidad diversa e intercultural. No puede el modelo económico ser el que rija las decisiones pedagógicas de la educación nacional. Hemos elegido que el eje debe priorizar el desarrollo humano, la revalorización de nuestra cultura, fuente de nuestra riqueza. Hoy no podemos seguir concibiendo el desarrollo como un camino único, uniforme, lineal, pues ello es contrario a nuestra diversidad y nuestra cultura. Desconocerlo sería limitar “la capacidad creativa de la humanidad con su valioso pasado y un futuro impredecible. (Informe de la Comisión Mundial de Cultura y Desarrollo: Nuestra Diversidad Creativa. PNUD Comisión Mundial de Cultura y desarrollo. París, 1996. Prólogo Javier Pérez de Cuellar). El cambio de pensamiento fruto de la emancipación política, reclama el derecho a forjar versiones diferentes de la modernización. Ello lleva a una reconceptualización del desarrollo incorporando perspectivas culturales en sus estrategias, la formulación de nuevas preguntas y el replanteamiento de las antiguas. ¿Lo estamos haciendo? ¿Acaso no hemos sido receptores de opciones y experiencias externas sin darnos el trabajo de replantearlas? Es bueno acogerlas, pero transformarlas de cara a nuestra cultura y realidad.

Nuestra educación y escuela pública de manera inclemente son saeteadas por quienes dicen tener como paradigmas aquellos que vienen allende los mares, sin valorar los aportes que vamos construyendo. Nuestro sistema educativo se enriquecería y alcanzaría mejores rendimientos.

Bienvenidas las interesantes experiencias, pero una pregunta previa: ¿cuánto cuesta el desarrollo de la experiencia en cada proyecto? ¿cuál es el capital invertido en infraestructura, equipamiento, mobiliario escolar? ¿cuál es la remuneración de los docentes? ¿a cuánto ascienden las pensiones por alumno? ¿cuánto se invierte en la capacitación de los docentes? Y otras preguntas que surgen conforme se profundiza en cada proyecto.

¿Por qué no se hace una simulación de costos y presupuestos así como se ha hecho en la investigación de Beltrán y Seinfeld con los indicadores de un colegio promedio?

3. Entre el servicio y el derecho. No se trata de brindar un servicio educativo, se trata de concebir la educación como un derecho y a partir de ello estructurar un sistema educativo para todos desde una perspectiva intercultural. Aquí está el quid de la cuestión. Una sociedad fragmentada económicamente y un estado atado a viejos temores y relaciones no puede operar de manera equitativa. No se trata de contar con emprendedores, sino con pedagogos que ven la educación como el derecho que tienen las personas de desarrollar aprendizajes de alto nivel y que los niños y jóvenes tienen el derecho de desarrollar sus capacidades y competencias. Jugar con el % de PISA y rasgarse las vestiduras por el rendimiento, no es serio. ¿Cuánto venimos haciendo y aportando para que la educación y la escuela pública se fortalezcan y respondan a nuestra cultura diversa, a los conocimientos contemporáneos, al rescate de valores no sólo occidentales sino aquellos que fortalecieron nuestras culturas aborígenes?

Vivimos momentos de tensiones y oportunidades. La gestión que se viene desarrollando en el Ministerio de Educación, trata de innovar el sistema educativo teniendo en cuenta a la mayoría de niños y jóvenes del país. Por ello se nos repica cotidianamente “Cambiemos la educación, cambiemos todos”. Parece que a algunos aún les cuesta. (19.01.13)

Leer mucho, la clave para rendir bien en la escuela

22 abril 2012

NOTA: comparto una nota aparecida en el diaio La Capital de Rosario Argentina, con motivo de celebrarse la semana de la lectura. En nuestro país desde hace año se impuls el Plan Lector y sin embargo pocas son las experiencias que se comparten y menos los resultados. ¿Nuestros niños/as leen por oblligación, por deleite, por recreación? ¿Cuántas veces nos hemos dialogado con ellos sobre sus lecturas, sobre sus intereses? A continuaciòn esta crónica que nos llega de lejos y que invita reflexionar. LMSC

Para los chicos de 4º grado de la Escuela Nº 156, disfrutar de la lectura es una práctica cotidiana, donde las historias se comparten. (Foto: S. Suárez Meccia)
Para que a los chicos les vaya bien en la escuela tienen que leer mucho. Con esta premisa el subsecretario de Calidad Educativa del Ministerio de Educación de la Nación, Eduardo Aragundi, explica en qué consiste la política de Intensificación de la Enseñanza de la Lectura en la Escuela Primaria «Leer con todo», que se presentó esta semana y también se aplicará en la provincia.
La iniciativa nace de los resultados que arrojaron los distintos Operativos de Nacionales de Evaluación (ONE), en especial de 2007 y 2010, donde a los alumnos no les fue tan bien como se esperaba. Por eso se pensó en fortalecer esta enseñanza, poniendo el acento en los 3º y 6º grados de la primaria. De acuerdo a lo que señala Aragundi, «se hace en estos grados por ser los que indican el fin de una etapa». El 3º es el final del primer ciclo y el 6º es para algunas provincias la culminación de la primaria y para otras, como Santa Fe, el anteúltimo. Aquí la idea «es unificar la propuesta para todo el país».
Las últimas evaluaciones nacionales muestran que muchas de las dificultades lectoras de los alumnos pasan por los textos más extensos y que demandan cierto análisis crítico. Algo clave para avanzar en el estudio y acceso al conocimiento de cualquier disciplina. «Por eso decidimos trabajar más sobre la enseñanza de esos textos, con ejercicios didácticos diferentes», añade el funcionario.
45 millones. Desde 2003, el Minisetrio de Educación de la Nación encara un Plan de Lectura con distintas acciones hacia la escuela, y a través del cual se han distribuido hasta el momento 45 millones de libros. «Hemos avanzado con estas iniciativas, ahora queremos potenciarlas, revitalizar la lectura en voz alta, los formatos como los de las abuelas que leen cuentos, los libros en los hogares, entre otras», anticipa Aragundi.
Para el subsecretario esta decisión se fundamenta también en datos que aporta el ONE. Fundamentalmente aquel que indica que los chicos que más libros tienen en sus hogares tienen mejores rendimientos escolares. «Por lo tanto si estos libros no están disponibles en las familias, deberían estarlo en la escuela», concluye.
Sin embargo, es un secreto a viva voz que muchos libros que desembarcan en las escuelas quedan encerrados bajo llave por miedo a que «se rompan», «se pierdan», también por pereza o desidia.
«Efectivamente —dice Aragundi— eso es una realidad. Algunos libros llegan y quedan a «resguardo» de la biblioteca. No se usan. Y eso evidencia de alguna manera dificultades para trabajar con los textos». Señala entonces que una de las características de este plan «Leer con todos» es que aporta «herramientas didácticas y pedagógicas para trabajar con estos textos».
Una punta clave para que este proyecto de intensificación de la lectura funcione es la coordinación entre las acciones de Nación y jurisdicciones. Al respecto, Aragundi dice que «se está trabajando con las autoridades provinciales» para garantizar su implementación.
Colecciones. Por otra parte, adelanta a LaCapital que se trabaja en una nueva estrategia y es que los chicos puedan contar con sus propias bibliotecas. Esto con la entrega de libros en forma directa, para que vayan «construyendo sus bibliotecas personales».
«Esta idea —se explaya el funcionario de Educación— es también para que los papás lean con los chicos. No sólo la lectura, sino la narración oral de una historia familiar, por ejemplo, incentiva el mundo de los pibes en lo educativo, y esto no es privativo de una clase social».
«A veces _continúa el funcionario_ es verdad que el libro no está o son los papás que no saben leer. Por eso es tan importante acercar los textos como invitar a que se lea en familia».
Decisivo. ¿Por qué es importante que los chicos lean, en la casa y en la escuela? «La lectura no sólo los ayuda en el rendimiento en el área de lengua como suele suponerse sino también en otros conocimientos», define el subsecretario de Nación.
Pero suma un dato bien significativo: «Nuestros estudios evaluativos y otros internacionales revelan que la lectura, y sobre todo desde los primeros grados, está directamente asociada con el éxito futuro de la trayectoria escolar de los chicos». O dicho de una manera más directa —indica— «que los chicos puedan tener mayores posibilidades de completar la educación obligatoria está fuertemente vinculado a que lean en la escuela primaria».
Presentación. Esta política nacional de Intensificación de la Enseñanza de la Lectura en la Escuela Primaria la presentó el martes pasado el ministro de Educación, Alberto Sileoni. «Leer con todo» surge de un acuerdo del año pasado del Consejo Federal de Educación. Fue cuando los ministros del área de todo el país se comprometieron —a partir de los resultados y el diagnóstico del último ONE— «a generar políticas que promuevan la intensificación de la enseñanza».
El plan tiene distintas líneas de acción, entre ellas «el armado de propuestas trimestrales a desarrollar en todas las escuelas del país, que se enviarán a los ministerios provinciales para que las trabajen con los supervisores, directores y docentes de sus jurisdicciones».
Estas iniciativas para los 3º y 6º grados contarán —además de lo que ya tenga cada escuela— «con cuadernillos, CDs, en la página web del Ministerio y del portal educ.ar». También habrá cuatro encuentros a distancia para supervisores, directores y profesores de todo el país.
Por su parte, en la presentación de este plan, el ministro Sileoni indicó: «Desde 2003 la lectura es una política de Estado. Tenemos un Consejo Nacional, un Plan Nacional y una Encuesta Nacional, cuyos resultados se conocerán a la brevedad, que se suman a esta política nacional de intensificación de la enseñanza de la lectura en las escuelas primarias».
El ministro recordó además: «Alentamos esta acción en un sentido amplio: este es un gobierno que ha tomado decisiones como la sanción de la ley de servicios de comunicación audiovisual y la puesta en el aire de las señales televisivas Encuentro y Pakapaka, que proponen otros caminos para la formación de lectores críticos».
Tan ameno como el recreo
La biblioteca de la Escuela Nº 156 Provincia de San Luis está en la planta alta. Es luminosa, hay libros a mano, mapas y armarios que parecen felizmente siempre abiertos. También es testigo de una rica experiencia donde la lectura es una práctica cotidiana. Allí espera el grupo de 4º grado, con sus maestras Margarita Gaeta y Carla Vidal. La puerta se abre y la primera impresión es que los textos tienen un gran protagonismo en ese grupo de pequeños que rondan los 9 años.
Y es así. Pasan apenas unos segundos de charla para que narraciones y autores se confundan en una conversación que se percibe habitual para este grupo. Catriel está apurado para contar que los libros que más les gustan son «los de animales de todo tipo». Su amigo de grado, Alejo, que lo conoce muy bien le recuerda que «sobre todo los de dinosaurios», demostrando que leer para ellos es además de un acto privado un disfrute colectivo.
Atrás, tres o cuatro nenas levantan sus manos casi con desesperación. «A nosotros nos gustan los cuentos de princesas, de amor», dicen. Alanis muestra entonces el libro que acaba de leer: «Historia del dragón y la princesa», de Gustavo Roldán, un autor exquisito que hace poquito dejó esta vida pero sigue empeñado en hacer crecer la imaginación de los más pequeños (y grandes también).
«Me gustó porque es muy gracioso, lo recomendaría, lo mejor que tiene es lo distinto, porque aquí la atrapada no es la princesa sino el dragón», regala la nena su breve crítica literaria.
Selene está en la misma mesa fascinada con la historia de un «hombrecito que lleva una valija cargada de respuestas, hasta que un día se les vuelan» (de Graciela Sverdlick). «Me gustó tanto que lo llevé a mi casa y lo compartí con mi hermano, mi mamá y mi papá», confiesa.
Y siguen las recomendaciones. Alejo lee por estos días «Las aventuras del sapo Ruperto», del uruguayo Roy Berocay; Micaela está atrapada por «El increíble Kamil», de Andrea Ferrari, y en general el grupo se enganchó con «Había una vez un libro», de Adela Basch. Nicole se inclina por las historietas «pero no las de Gaturro, sino las más reales». Aracelli dice que aprendió a compartir los cuentos con su hermano más grande: «Hasta un día que no había luz en mi casa leímos uno de fantasmas con la puerta abierta para poder ver».
Agustín y Juan Pablo descubrieron leyendo que lo que lo suyo pasa por «ilustrar», y así se definen como «los dibujantes» del grado.
Nada casual. Que la literatura y la lectura en general sean tan amenas como los recreos para estos chicos de zona norte (la escuela está en Zelaya al 2300) no es casual. Antes que las propias maestras, Tomás y Franco se apuran a contar que fue en tercero cuando su seño Margarita llegó al grado y los invitó a tener este encuentro diario con los libros.
«Nuestra biblioteca se llama «La alfombra mágica». Tenemos un grupo en internet (Facebook), y nos llevamos libros a nuestras casas. También la seño nos lee en voz alta», resumen los dos mostrando un improvisado carné que acredita su pertenencia a la biblioteca del aula.
La experiencia se inició en tercer grado cuando Margarita Gaeta tomó el grupo y comenzó a armar la biblioteca del aula, con libros propios y más tarde con los que llegaron del Plan Lectura de Nación. «Son libros hermosos, de distintos autores, con buenas ilustraciones y en cantidad», no deja de festejar la maestra que enseguida los puso a circular.
Pero además, «por lo menos tres veces a la semana» —dice— les lee en voz alta textos que eligen sus alumnos o que ella sugiere. Eso se completa con actividades de escritura y comentarios que generan un ida y vuelta contagioso.
Este año, en 4º, las clases son por área. A Carla le toca enseñar matemática y ciencias. «Comparto esta tarea, porque queremos que tengan herramientas para acceder a distintas lecturas», dice y cuenta que en sus clases de números y problemas, cuando alguien termina antes la ejercitación, puede acudir a la biblioteca del aula y elegir qué leer.
«Es mentira que los chicos no leen», afirma la maestra Margarita que desde un tiempo está empecinada por aggionarse también a las nuevas tecnologías. Trabaja con la certeza de que «libros hay, sólo falta animarse a que no queden guardados», desafía.
Según reflexiona, «la literatura es fundamental: los chicos pueden encontrarse con el pasado, con el presente, proyectar al futuro y construir su propia ficción».Agrega que «sólo hay que tener disposición y leer con ellos. Puedo asegurar que a nosotras también nos enriquece».
«Palabras al viento»
La provincia llevará adelante el plan de Nación para intensificar la lectura en la escuela primaria. Según la responsable del Programa provincial de lectura «Palabras al viento», Mabel Zimmermann, se sumará a las propuestas que se vienen desarrollando.
«Los ejes de este plan de Nación están encuadrados en lo que nosotros proponemos como Palabras», dice y detalla que se lo piensa «encuadrar en esta metodología de trabajo que tenemos en la escuela, como plan integral y para que no haya muchas líneas en simultáneo». Agrega, que «la provincia viene trabajando con la palabra como estructuradora del pensamiento, con distintos proyectos como son «Rondas de palabras» y específicamente «Palabras al viento», que está más integrado a lo que es la literatura para niños con su implicancia en el trabajo con la lengua».
Posturas. Sobre la propuesta de trabajo de Nación, Zimmermann aclara que aquí «hay dos posturas claras»: «O partimos de una sistematización obligada por horas o partimos como lo hace «Palabras al viento» de contagiar el deseo de, de ver a la lectura y a la literatura como un espacio de subjetivación y de contacto con el otro».
Considera que «si bien son dos puntos de partida diferente, se quiere llegar al mismo objetivo de desarrollo de la lectura y la escritura».
Explica luego que lo que llagará de esta política nacional está destinado a supervisores y directivos, para que luego lleguen a las escuelas. «Se buscará amalgamar este plan con lo que venimos haciendo en la provincia», insiste sobre cómo se piensa en aplicar la iniciativa.Según explica, una de las metas del programa provincial que representa es «despegar al trabajo docente del especialista, para que se sienta capacitado para los criterios de selección de libros y actividades que sugiere».

Compartiendo experiencias: La lectura

14 mayo 2010

El siguiiente es un artículo que describe la forma cómo se puede promover la lectura siendo creativos y preparando ambiente para ello, más allá de las directivas y normas que agobian el desempeño docente.

REVISTA ENLACE. Proyecto del Centro de Intercambio Cultural y Técnico
Libros para Niños. Para soñar un futuro diferente.

Enlace No. 83 – Nicaragua
Yo, cuando leo, voy a lugares bien lejos. Mi vida es como la de la Gallinita Roja. Yo lavo mi ropa, le ayudo a mi abuelita a barrer y a mi mamá a cocinar, ya puedo hacer de todo, freir arroz, cocinar unos frijoles. En la noche hago como que duermo, pero a la vez yo me imagino mi vida cuando ya sea grande, me imagino sólo cosas bonitas.

Así contaba Miriam Ruiz a sus 10 años, cuando estaba en cuarto grado. Ella pertenece a un club de lectura del proyecto Libros para Niños en el municipio El Rosario en Carazo.
Miriam dice, ¿cuál es el cuento de mi vida? “Había una vez… una muchacha pobrecita, que estudió ingeniería industrial, ahí se encontró a un muchacho, se enamoraron y se casaron, tuvieron dos hijos que eran muy educados, que no decían malas palabras.
La muchacha y el muchacho trabajaban y vivieron felices y los hijos hallaron un amor y los hicieron abuelitos…
Y colorín colorado, este cuento ha terminado”.
Eduardo Báez, presidente de la Fundación Libros para Niños en Nicaragua, explica el trabajo que la fundación desarrolla desde 1993. “La pobreza es una historia que se repite de padres a hijos y acaba con las esperanzas de hoy y las del mañana. La Fundación Libros para Niños tiene como misión ayudar a los niños a conocer, a través de la lectura, un mundo que la pobreza no les permite ni imaginar. La lectura les ayuda a ser creativos, imaginativos, soñadores y a ampliar su horizonte en la vida.
La lectura es necesaria para conocer lo que dicen los libros, para estudiar y desarrollarse.

La pobreza impide que niños y niñas tengan libros en sus casas y en las comunidades, a veces ni en las escuelas tienen libros, aparte de los libros para estudiar, y aún cuando los niños aprenden a leer no tienen en qué leer. Para formar lectores hay que tener muchos libros, que les gusten a los niños y a las niñas.
La Fundación Libros para Niños consigue todo tipo de libros, de cuentos tradicionales, de hadas, libros de poemas, de aventura, de misterio; libros de distintos lugares del mundo, para que los niños y las niñas viajen a través de la lectura.
Los niños se identifican con los personajes de los cuentos, en la ciudad los niños trabajadores se identifican con los cuentos donde se pasan dificultades pero que tienen finales felices, en el campo se identifican más con las historias relacionadas con la naturaleza”.
Despierta el amor por la lectura
“Libros para Niños forma lectores, con la esperanza de que algún día seamos un país de lectores, respetuosos de las ideas de los demás. Si los nicas fuéramos así, nos iría distinto como país. Libros para Niños consigue libros para las escuelas del campo, los preescolares comunitarios y las comunidades donde se desarrollan distintos programas.
Para despertar el amor por los libros y la lectura, en cada lugar se crean espacios agradables donde las niñas y los niños tocan los libros, los hojean, los miran o los leen.
Dame de leer Es un programa para los preescolares, es el primer acercamiento a los libros de niños y niñas de tres a seis años. Se prepara a las educadoras para entretener y divertir a niños y niñas con juegos de palabras, canciones, se trabaja con cariño la palabra a través del juego.
Este programa se empezó en 25 preescolares de Nueva Segovia, ahora se trabaja a través de la Comisión de Apoyo a Preescolares Comunitarios, que atiende 175 preescolares. Este programa funciona en Estelí, en ocho municipios de Carazo, en Corinto y a partir de este año en los barrios orientales de Managua. Biblioteca Aula Es para que las niñas y niños de las escuelas, tengan un momento de lectura. En cada escuela tienen un librero que se traslada de una aula a otra, los días de lectura.Este programa se realiza coordinado con el MECD.

La “Biblioteca Aula” es el programa que más éxito ha tenido, el MECD ha creado con el mismo propósito mil 100 “Bibliotecas Aula” con colecciones de 75 libros. Rincón de Cuentos. Es el programa que se realiza en las comunidades, donde se acondiciona una sala de lectura para que las niñas y los niños llegan a leer, a escuchar cuentos, a reír, a jugar y encontrarse con otros niños. No se hacen tareas, ni investigaciones escolares.
Ahí los niños llegan voluntariamente y los más lectores pertenecen a un club, que les da privilegios para prestar libros y llevarlos por más tiempo a su casa, también ayudan en mantener arreglado y limpio el “Rincón de Cuentos”.El Rincon de Cuentos funciona cuando las escuelas están cerradas, para que niños y niñas puedan asistir”.
Libros para Niños se desarrolla en otros países, en Centro América está en Honduras y en El Salvador. En Nicaragua su sede está en Jinotepe, donde puede llamar al teléfono: 041-21196 o escribir al correo electrónico: lpninos@ibw.com.ni

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