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Proyecto: «Piedra libre a los cuentos y las poesías»

3 enero 2014

Viviana Schlafman
Bahia Blanca – Buenos Aires – Argentina

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Justificación

Este proyecto propone revalorizar la biblioteca del jardín, e iniciar a los niños en el ejercicio práctico del uso cotidiano de la biblioteca de la sala y el jardín, partiendo de crear un clima agradable, confortable y significativo. Poner al niño en contacto directo con los libros favorecerá el ir convirtiéndose gradualmente en lectores competentes, sensibles y críticos.

 

Fundamentación

La lectura frecuente de cuentos contribuye en el desarrollo del vocabulario, en la adquisición de conocimientos sobre el libro y su manejo y sobre la orientación de la escritura, potenciando el interés y placer por la lectura, además de incentivar la escucha comprensiva.

 Promueve el reconocimiento de palabras escritas y el desarrollo del esquema narrativo, el cual facilita la comprensión y producción de relatos expresivos. Esto proporciona al niño la oportunidad de descubrir la potencialidad del lenguaje para conocer y explorar mundos.

 

Narrar y leer

Estrategias diferentes para que el acercamiento del niño a la lectura sea placentero.

 Entre el vínculo del niño pequeño y el texto literario hay siempre un adulto mediador y en las buenas experiencias de iniciación a la lectura hay siempre registrado un matiz de afecto. De ahí la importancia de los espacios de lectura placentera que se construyan.

 Alguien que narra, que «dramatiza» los rasgos más notables de un personaje, que representa un conflicto, propicia la escucha atenta y la identificación. Alguien que lee, se muestra como modelo lector fluido, expresivo, que disfruta al compartir con otros las lecturas que prefieren.

 Enfatizar los conceptos claves del texto de la literatura escrita (cuentos, poesías, leyendas) pone a los niños en contacto con modelos de lengua escrita.

 La Biblioteca debe estar en la mente infantil como un recurso, una herramienta para su despertar imaginativo, “una caja de tesoros”, de donde no sólo pueda sustraer sino sumar, lo cual implica participación y protagonismo.

 Objetivos

  • Disfrutar de la lectura y narración de cuentos.
    • Familiarizar al niño con el libro a través de la Biblioteca y    del momento literario.
    • Enriquecer el lenguaje hablado y la imaginación a través de la literatura.
    • Incorporar hábitos fundamentales para la utilización y manejo de la Biblioteca y los libros.
    • Fomentar la participación de las Familias de manera comprometida en las diferentes actividades literarias propuestas.
    • Promover el cumplimiento de los acuerdos establecidos en el uso de la biblioteca.

 

Propósitos

  • Seleccionar para leer y narrar textos literarios de calidad para que los niños disfruten de las manifestaciones literarias y las aprecien, convirtiéndose gradualmente en lectores competentes, sensibles y críticos.

 

Contenidos

 

Formación personal y social

  • Creación y/o aceptación de normas, pautas y límites.
  • Escuchar narraciones y lecturas de textos narrativos.
    • Conversar con los compañeros y con el docente sobre el efecto que un texto literario produce.
    • Comentar con otros lo que se ha escuchado leer: intercambiar opiniones acerca de la historia contada, sobre las actitudes o las características de los personajes de un cuento o una novela y su modo de accionar, sobre un fragmento favorito de un cuento o una novela, sobre el desenlace de la historia.
    • Recuperar el hilo argumental del último capítulo leído al continuar la lectura de una novela.
    • Elegir un libro en la biblioteca de la sala –o en una visita de la sala a la librería– de acuerdo con los propios gustos e intereses.
    • Tomar en cuenta las ilustraciones, el título, la tapa y la colección para elegir un libro.
    • Tomar en cuenta el autor para elegir un libro.
    • Pedir sugerencias acerca de obras literarias expresando sus intereses, sus gustos.
    • Iniciarse en la recomendación de obras literarias fundamentando, aunque sea en forma parcial, la opinión.

Literatura

 

Las prácticas del lenguaje

  • Pedir al docente un cuento.
  • Responder a una pregunta de un par o de un adulto
  • Seguir la lectura de quien lee en voz alta, por tiempos cada vez más prolongados.22
  • Comentar con los pares y maestro lo que se ha escuchado leer, intercambiando opiniones.
  • Elegir un texto teniendo en cuenta el autor, el género, la colección, el título, las ilustraciones

 

Duración

Durante todo el ciclo lectivo

 

Agentes responsables

Preceptoras y auxiliares administrativos de ambos turnos.

 Participantes

Comunidad educativa.

 Actividades

  • Se informará a los padres sobre el proyecto y se enviará una Nota informativa acerca de la importancia de la lectura.
  • Se confeccionará una lista de posibles recomendaciones de libros, autores para niños.
  • Se ordenarán los libros, teniendo en cuenta su contenido (Poesías- Rimas-Cuentos-Informativos-etc.)
  • Los niños observarán y manipularán distintos tipos de libros: enciclopedias, de cuentos, etc.
  • Se les solicitará a las familias la confección de pequeñas alfombras que serán usadas en la hora del cuento.
  • Se les contará los niños brevemente la vida de algunos autores.
  • Anticiparán el contenido del libro según su titulo e ilustración de la tapa
  • Se leerán y narrarán cuentos.
  • Se leerán novelas en capítulos, debiendo recuperar el hilo argumental, para continuar con la lectura.
  • Se abrirán espacios de conversación posterior a la escucha de un texto narrativo para propiciar en los niños la interpretación de textos.
  • Se invitará a los niños a elegir un libro según sus intereses: autor, trama, personaje preferido, libro que desea volver a leer, etc.
  • Se escribirán o grabarán recomendaciones.
  • Se invitará a familiares para que vengan a contar cuentos al jardín.
  • Se invitará a abuelos y abuelas a contar cuentos a los niños y niñas dentro de la actividad «los abuelos y abuelas también cuentan».
  • Se creará una carpeta de cuentos que recorrerá los hogares: cada familia deberá anexar a la carpeta un cuento copiado o inventado.
  • Se implementará la Jornada literaria: El primer día de cada mes se llevará a cabo una jornada literaria en la que se realizaran diversas actividades relacionadas a la literatura infantil, por ej. puesta en escena de cuentos tradicionales, obras de títeres, creación de cuentos sonorizados, creación de cuentos a partir de imágenes de personajes conocidos etc.
  • Participará el jardín de la Maratón de Lectura.
  • Se realizarán actividades en cada una de las salas, acordes a las edades y los grupos.
  • A fin de año se armará la “Antología de Cuentos de Los Abuelos del Jardín”, con los cuentos narrados y contados por los mismos en el jardín durante el año.
  •  «Los abuelos y abuelas también nos cuentan».

 Recursos humanos y materiales

Familia, alumnos, docentes, profesionales invitados en relación con el Proyecto.

Biblioteca, diferentes portadores de textos, ficheros, bolsas, Material audiovisual.

 Evaluación del proyecto

La evaluación se realizara a través del seguimiento individual de cada alumno, y de las actividades que se desarrollen dentro del proyecto, como fuera de él. La participación de los padres en los talleres para padres y en las actividades que del proyecto surjan también serán evaluadas para determinar una continuidad en los planes de trabajo.

 Al finalizar el proyecto se hará la evaluación sumativa para comprobar el logro de los objetivos previstos con los siguientes instrumentos: Cuestionario abierto con indicadores para evaluar a los niños y Encuesta para que los padres evalué el proyecto.

 Aspectos a evaluar

  • Las actitudes que asumen al escuchar narrar o leer textos narrativos, poemas.
  • Los comentarios que realizan acerca de lo escuchado (emociones, opiniones, fragmentos favoritos, etcétera).
  • El intercambio de ideas y opiniones.
  • La elección de libros de acuerdo con los propios gustos e intereses (teniendo en cuenta al autor, las ilustraciones, el título, la tapa y la colección para elegir un libro).
  • La anticipación y la construcción de sentido tomando en cuenta diferentes indicadores (formato, portador, ilustraciones, colección del que forma parte, etcétera).

 Material de apoyo

 Diseño Curricular para la Educación Inicial. Dirección General de Cultura y Educación.2008-

El docente como generador de mundos imaginarios

29 agosto 2013

Por Graciela Valentina Marchini / Maestra Normal Nacional, / Profesora Superior de Inglés

El cuento es un género universal. En la escuela se lo comprende y aborda desde perspectivas diferentes. Dado que el cuento es un texto literario es fruto de una invención. Varía su concepto según la corriente que lo defina. La función estética o poética predomina en el discurso literario.

Desde la óptica estructuralista se habla de las relaciones sistemáticas de obras que permiten reconocer series literarias y sociales.

Desde la sociología de la cultura se aborda el concepto de campo literario como sistema de posiciones que ocupa un autor en relación a instituciones, leyes propias y modificadas históricamente. No se puede definir lo literario a partir del soporte textual en el que se halla inscripto, ya que la prensa escrita ha incluido narraciones ficcionales.

Muchas veces son las instituciones quienes tienden a imponer un canon literario. En los fragmentos de Novalis (1772-1801) se encuentra la frase: “Si tuviéramos también una Fantástica, como hay una Lógica, se habría descubierto el arte de inventar.” Allí se define a la Fantástica como el arte de descubrir el movimiento de palabras e imágenes. Este poeta alemán creó el símbolo de la flor azul (Die blaue Blume), que representaba el secreto del arte y el deseo del héroe de hacer del mundo, un lugar de belleza a través del poder de la imaginación creativa.

Siempre hay un niño que pregunta ¿Cómo se inventan las historias? Pregunta que merece una respuesta honesta. Es emocionante convertir un cuento en instrumento para la educación lingüística de los niños. Hay formas de inventar historias para niños y de cómo ayudarles a inventar a ellos. Dice Gianni Rodari : “Es tan enriquecedor el uso del cuento, que una historia puede convertirse en teatro, en boceto para una función de marionetas, desarrollarse en forma de historieta, en un film, ser grabada y enviada a los amigos.

El uso del cuento en la tarea áulica permite evaluar competencias lectoras, tanto lingüísticas como de imágenes; el reconocimiento de subgéneros narrativos, distinguir el narrador del personaje; la reconstrucción en la lectura de un sentido no explícito; la imaginación de un registro léxico y de las diversas entonaciones de la oralidad.

El texto como realización de lenguajes sociales, establece un proceso comunicativo, abre un circuito de comunicación entre el sujeto que participa de la elaboración y el sujeto que lo recepciona.

El cuento amplía el horizonte de intereses del lector y/u oyente y permite desarrollar la sensibilidad y la capacidad de apreciación; favorece la comunicación de las propias vivencias y la socialización, desarrolla la percepción y la profundización de juicios afianzados en la lectura crítica, fomenta hábitos de lectura. En su especificidad contribuye a construir un saber propio e interactuar con otros saberes y con el mundo.

Al observar la importancia del uso del cuento, tanto en Educación Inicial como en E.P.B, se comprende la necesaria inserción de esta tipología textual en la Formación de Docentes, tanto desde su rol de autores, como en el de narradores. Es necesario que el docente conozca su función de mediador con la Literatura y la incidencia de su labor en la formación de los futuros lectores. Que contribuya estando al corriente de las distintas metodologías y principios enfocados a la Literatura como fenómeno estético, generador de mundos imaginarios. Que pueda analizar el espacio de reflexión que genera la práctica de la lectura, que permite abordar críticamente los textos y proceder a su selección. El conocer en profundidad la Literatura oral y escrita tradicional le permitirá también rescatar la memoria comunitaria.

A fin de abordar la producción de un cuento destinado al receptor infantil puede utilizarse el mecanismo basado en la acentuacion del poder de produccion de una frase. Este abordaje puede realizarse también con el grupo de alumnos, quienes serán los productores con el objetivo de que sea leído a sus pares. Así como la palabra llama, se une, se asocia, produce otras palabras; la frase produce a su alrededor otras frases.

La propuesta es que la frase sea colocada en una situación que acentúe su poder de producción; es decir una ubicación en el texto.

Surgen así algunas posibilidades:
• Principio de un texto
• Principio, medio y final de un texto
• Cualquier lugar del texto

También la elección de frases que tengan dentro de sí mismas un impulso que lleve a continuarlas casi de inmediato, es decir aquellas cuyo poder de producción sea muy acentuado.

La potencialidad de la frase debe ser de interés de los niños, aquellas que por su temática permitan inferir el género del texto al que pertenecen. Este género – cuentos maravillosos, relatos de aventuras, etc – se adecuará a las edades y a los gustos del grupo al que van dirigidas. Es ese material difuso pero real el que será reelaborado por su escritura de distintas maneras. El alumno podrá crear mundos imaginarios, que enriquezcan su sensibilidad y creatividad sólo si el docente acepta, colabora y promueve el desafío de la escritura.

Fuente: Revista Digital de Educación y Nuevas Tecnologías, Contexto Educativo.

Literatura en el Nivel Inicial

6 abril 2013

Publicado en la Revista Zona Educativa, Julio 1998 – Ministerio de Cultura y Educación Argentina

En el ámbito de la escuela, el Nivel Inicial es el espacio en el que se genera el primer vínculo entre los niños y la literatura. Por eso, que mejor que los chicos se lleven una buena experiencia de este espacio de iniciación a la lectura y la motivación necesaria para seguir leyendo, lo cual favorecerá la posibilidad de convertirlos en lectores competentes en cualquier área del conocimiento.

Dentro de la variedad de textos de circulación social con los que los niños de Nivel Inicial deben ponerse en contacto con los textos literarios tienen un lugar privilegiado. Cuando en la sala de Nivel Inicial se leen cuentos, poesías, se juega a producir trabalenguas, se inventan historias disparatadas, se está acercando a los niños a una de las formas privilegiadas del lenguaje humano: la literatura. El contacto asiduo con la literatura influye en la formación estética de los niños: les posibilita un contacto lúdico y creativo con la lengua.
El placer que encuentra el niño en la lectura de textos literarios que incluyen aventuras, humor, fantasía, suspenso es para él una motivación importantísima para seguir leyendo, por lo tanto desde lo motivacional se constituye como fundamental en la formación inicial de lectores.
¿Qué literatura?
Aquella manifestación de la lengua como hecho estético, que juega con los múltiples significantes y significados de las palabras, que inventa mundos más allá de lo real, que recrea situaciones y conflictos humanos. Una literatura que entretiene, que conmueve, que moviliza la sensibilidad, que propicia el desarrollo de la imaginación. Definida así, la literatura infantil comparte con “la literatura” en general los mismos principios, sólo que atiende a un público diferente, porque son niños.
Aprender a cepillarse los dientes o a contar hasta diez no es un objetivo del discurso literario. La literatura, como fenómeno artístico diferenciado de la didáctica o de la psicología evolutiva, es el espacio privilegiado del placer, de la imaginación, de la fantasía, del disparate, del juego sonoro y la melodía. La actividad de leer “buena” literatura adecuada al nivel, es una actividad que encuentra la finalidad en sí misma.
Literatura oral
En el Nivel Inicial se promueve la escucha atenta de textos del folklore local, regional, nacional y latinoamericano y la iniciación en la identif8icación de distintos tipos de textos de la literatura oral: copias, canciones de cuna, rondas, canciones, leyendas, crónicas familiares y del lugar; fábulas, sucedidos, adivinanzas, trabalenguas, dichos, refranes. Es bueno tomar conciencia de que todos estos textos orales están presentes en el imaginario de la comunidad y resultan materiales sumamente significativos para ser recuperados por la escuela. El trabajo con estos textos permite recuperar los conocimientos que los niños traen de su casa, de su comunidad, permite un espacio de recuperación y valoración de la cultura familiar, local, regional.
El trabajo con la literatura oral en la escuela tiene que favorecer la participación de todos los niños averiguando en sus casas, reproduciendo, re-narrando en la escuela aquello que saben, que le han contado sus mayores, explorando en la producción de las diversas formas de organización de los distintos géneros.
El contacto frecuente con la literatura desarrolla y amplía el capital simbólico del niño, lo acerca al patrimonio cultural oral de su país, de su comunidad.
¿Narrar o leer?
Narrar y leer. Estrategias diferentes para que el acercamiento del niño a la literatura sea placentero. Entre el vínculo del niño pequeño y el texto literario hay siempre un adulto mediador y en las buenas experiencias de iniciación a la lectura hay siempre registrada una matriz de afecto. De ahí la importancia de los espacios de lectura placentera que construya la escuela.
Un maestro que narra, que “dramatiza” los rasgos más notables de un personaje, que representa un conflicto, propicia la escucha atenta, la identificación. Un maestro que lee se muestra como modelo lector fluido, expresivo, que disfruta al compartir con otros las lecturas que prefieren. Enfatiza los conceptos claves del texto para facilitar la comprensión. La lectura cotidiana por parte del docente de textos de literatura escrita, cuentos, poesías, leyendas, pone en contacto a los niños con modelos de lengua escrita.
Selección de textos
El criterio estético; es necesario que los criterios de selección del corpus de libros de literatura infantil atiendan fundamentalmente a los valores estéticos, ficcionales y culturales tanto de la comunidad, del país, como universales. Se prestará atención no sólo a la calidad del código lingüístico sino también a la de las ilustraciones, que son para los chicos un atractivo en sí mismo.
La identificación: además de ser bellos, los textos seleccionados para los niños atenderán a sus mundos, sus fantasías, sus preferencias. Personajes, problemas y soluciones con los cuales puedan identificarse.
Una visión del mundo: ¿es lo mismo la justicia que la injusticia? ¿La cooperación y la solidaridad que el individualismo? Nadie se atrevería a decir que sí. Lejos de los estereotipos a los que gran parte de la llamada “literatura infantil” ha recurrido durante mucho tiempo, cabe reflexionar acerca de que existe una responsabilidad adulta frente a la infancia y que con cada texto seleccionado se está ofreciendo también una visión del mundo. Seleccionar es valorar.
La biblioteca: tocar, hojear, mirar dibujos, intentar lecturas, compartir libros de la biblioteca es requisito de la formación de los pequeños lectores en el ámbito de la escuela.
Establecer criterios de ordenación de los libros de la sala, por colección, por género, por tipos de personajes, por tipos de temas, requiere de una tarea sostenida de trabajo en el aula que organiza las lecturas, que ejercita en la distinción entre real e imaginario, que pone en contacto a los niños con distintos portadores de textos, que promueve e instala, desde el comienzo de la escolaridad, hábitos de lectura y modelos de comportamiento lecto

Contribuyendo con el Plan Lector

26 junio 2009

A pesar de las directivas proporcionadas por el Ministerio de Educación los maestros demandan escritos, notas, experiencias que les permita motivarlos en su afán innovador en el campo de la lectura.

En este espíritu deseo alcanzar en sucesivas entregas el material necesario que les permita reflexionar, que les permita contar con ideas, experiencias e iniciativas para elaborar sus unidades de aprendizaje. No es un material de mi autoría, pero sí de especialistas y de docentes que han reflexionado, escrito y desarrollado experiencias.

Las lecturas que comparto quieren tener el propósito de apoyarlos en esta tarea tan silenciosa, tan poco valorada, pero muy importante para los niños que conforman el aula que se les ha asignado en la escuela.

En esta entrega el énfasis se pone en lo que sería el por qué de la lectura, su importancia y por qué leer es más que decir palabras.

Espero que este material sirva a los docentes que con esfuerzo vienen desarrollando el Plan Lector. Periódicamente compartiré lo que voy encontrando sobre el tema y aquello que otros maestros publican.

Luis Miguel Saravia C.
Educador
Lima – Perú
Literatura infantil: Hábito de lectura, libros para niños
(Publicada en la página web: http://www.educacioninfantil.com/displayarticle110.html)

Es en la infancia preescolar cuando se forman las actitudes fundamentales ante el libro

De la lectura proviene algo sobre lo cual no consigo tener ningún poder. Podría decir que ese es el límite que el más omnipresente de los vigilantes no consigue en absoluto traspasar. Podemos impedir que se lea: pero en el decreto mismo que prohibe la lectura, es posible leer algo de esa verdad que quisiéramos no fuese jamás leída… (Sí un viajero en una noche de invierno – Italo Calvino. Río de Janeiro, Nova Fronteira, 1982).

La lectura del mundo precede a la lectura de la palabra (…). La vieja casa, sus cuartos, su corredor, su sótano, su terraza, el sitio de la huerta materna, el amplio patio en el que se encontraba, todo eso fue mi primer mundo. En él comencé a gatear, a balbucear, aprendí a ponerme de pie, a caminar, a hablar. En verdad, aquel mundo especial se daba a mí como el mundo de mi actividad perceptiva, por eso mismo como el mundo de mis primeras lecturas. Los textos, las palabras, las letras de aquel contexto… Se encarnaban en una serie de cosas, de objetos, de señales, cuya comprensión iba aprendiendo en mi trato con ellas, en mis relaciones con mis hermanos mayores y con mis padres. (…). El desciframiento de la palabra fluía naturalmente de la lectura del mundo particular (…).

Fui alfabetizado en el suelo del patio de mi casa, a la sombra de los árboles de mango, con palabras de mi mundo y no del mundo adulto de mis padres. El suelo fue mi primer tablero; y pedacitos de madera mi primera tiza.

Paulo Freire, La importancia del acto de leer.

Como dice magistralmente Paulo Freire, la lectura del mundo precede a la lectura de la palabra. De ahí, incluso su gran descubrimiento de hace más de 20 años -el famoso método de alfabetización- que partía del mundo real del alfabetizando (de la investigación del universo vocabular hasta la formación de las palabras-clave: ladrillo, pared). De la realidad cotidiana del dicente nacía, naturalmente, el conocimiento del mundo de las palabras y de las frases escritas: el conocimiento del código. Otras experiencias fueron realizándose en Brasil y en el mundo, y merece citarse en especial el de María Favela de Antonio Leal, libro nacido de la experiencia de alfabetización en las chavolas Rocinha, en Río de Janeiro.

En la revista: Lectura, teoría y práctica. No. O, Moacir Gadotti, en su artículo titulado:
¿Qué es leer? busca definiciones elementales sacadas de buenos diccionarios.

Leer es ver lo que está escrito, interpretar por medio de la lectura, descifrar, comprender lo que está escondido en una señal exterior, descubrir, tomar conocimiento del contenido de un texto por la lectura.

Y continúa: todas esas definiciones, finalmente, implican la existencia de un lector, de un código y de un autor. Por medio del código linguístico, el autor se comunica, en cualquier tiempo y espacio (inclusive vía traductor, decimos nosotros), con el lector. Ese código es normalmente representado por el texto. Por eso, para saber lo que es leer, tengo que saber, antes que todo, lo que es un texto y lo que es comprender un texto.

También nosotros fuimos a consultar un buen diccionario. Texto viene del latín textus que significa tejido, trama, encadenamiento de una narración, etc. De Tejer, textere. Un texto es por tanto algo acabado, una obra tejida, un complejo armonioso. Esa es la primera connotación de lo que es texto, que implica… su autonomía.

En la misma publicación, Olga Molina, en su artículo Lectura: será posible (y necesaria) una definición?, Nos dice que la lectura puede ser mejor categorizada como compuesta de un número de dominios de comportamiento diferentes pero relacionados, que varían desde aquellos que son prontamente observables (atención, fijación de los ojos) a aquellos que no son observables, y, por tanto necesariamente inferidos. Incluidas entre las últimas se encuentran actividades como la traducción de símbolos expresados en representaciones cognitivas, comprensión y habilidades de inferencia.

En relación con el material de lectura, deben considerarse algunos aspectos básicos, cuando se intenta explicar la lectura. Como resultado de una interacción lector-texto. Entre los aspectos señalados por Olga Molina, están la legibilidad del material y la inteligibilidad del texto.

Ezequiel T. da Silva, en su libro El acto de leer, fundamentos sicólogos para una nueva pedagogía de la lectura, señala nueve componentes para la comprensión: 1) conocimiento de las palabras; 2) raciocinio en la lectura (inclusive capacidad para inferir significados y para relacionar varias proposiciones); 3 capacidad para focalizar la atención en proposiciones explícitas del autor; 4) capacidad para identificar la intención del autor, sus propósitos y sus puntos de vista; S) capacidad para derivar significados nuevos a partir del contexto; 6) capacidad para: identificar proposiciones detalladas en un párrafo; 7) capacidad para seguir la organización de un trozo e identificar los antecedentes que se refieran a él; 8) conocimiento específico de los recursos literarios; 9) capacidad para seleccionar la idea principal de un trozo.

Muy bien. Todo eso es leer. Pero ¿qué es hábito? Fuimos. Nuevamente al diccionario, para anotar que hábito es disposición duradera, adquirida por la repetición frecuente de un acto uso, costumbre: sólo la educación puede formar buenos hábitos. Dos palabras saltan inmediatamente a la vista: duradera y adquirida. No se puede, por lo tanto, llamar hábito de lectura a un ligero coqueteo con éste o aquel libro. De la misma forma, se puede concluir que no se nace con un gene de la lectura.

Se puede, incluso, hacer un paralelo entre dos hábitos fundamentales: el hábito alimenticio y el hábito de lectura. F niño comerá lo que su familia o su grupo social. Esto es verdad incluso en nuestro permanentemente mal nutrido tercer mundo. Un niño con hambre llega a rechazar un alimento que no hace parte de su hábito.

El hábito se forma temprano, muy temprano. Y el examen del contexto familiar común muestra que es muy difícil la formación del hábito de leer.

La lectura es un dato cultural: el hombre podría vivir sin ella y, durante siglos fue eso lo que aconteció. Sin duda, después de que los sonidos fueron transformados en signos gráficos, la humanidad se enriqueció. Surgió la posibilidad de guardar el conocimiento adquirido y de transmitirlo a las nuevas generaciones. Así, se hizo cada vez más importante para el hombre saber leer. No solamente descifrar un código escrito, sino, a partir de él, discutiéndolo, rechazándolo o aceptándolo, construir un pensamiento propio.

Por eso decimos que leer, en el sentido profundo del término es el resultado de una tensión entre el lector y texto, esto es, un esfuerzo de comunicación entre el escritor que elaboró, escribió y publicó su pensamiento y el lector que se interesó, compró o ganó, hojeó o leyó el texto. Por ello, también la lectura es una actividad individual y solo la lectura directa, sin intermediarios, es lectura verdadera: la lectura silenciosa, que moviliza toda la capacidad de una persona, es una actividad casi tan creadora como la de escribir.

Como no se trata de un acto instintivo, sino por el contrario, de un hábito, que debe ser gradualmente adquirido, es preciso que desde el comienzo se dé al aprendiz de la lectura el objeto para leer (libro, revista o periódico), respetando su nivel de aprendizaje. De ahí la división que se acostumbra en franjas de interés o de edad, pero que es nada más una indicación para esas diferentes etapas de la lenta marcha hasta el dominio total de la lectura.

Por todo eso, existe una producción específica destinada a niños y jóvenes, que lleva el nombre de literatura infantil y juvenil.

Podría ahora surgir la pregunta: ¿por qué literatura? ¿Por qué al pensar en lectura hablamos de libros de ficción, esto es libros que cuentan historias, y no de cartillas o de manuales? Creemos que la lectura de ficción, que supone el uso anterior de la cartilla, es la indicada cuando se trata de la creación del hábito de lectura, debido al interés inmediato que suscita.

Hablando directamente a la imaginación y a la sensibilidad, el texto literario, sin compromiso con la realidad, pero refiriéndose continuamente a ella, puede por su fuerza creadora, llevar a la comunicación lector-texto que caracteriza el acto de leer.

En el mundo maravilloso de la ficción, el niño encuentra, además de diversión, algunos de los problemas sicológicos que lo afligen resueltos satisfactoriamente, percibe en cada narración formas de comportamiento social que puede aprender y usar en el proceso de crecimiento en que se encuentra, informaciones sobre la vida de las personas en lugares distantes, descubriendo que existen formas de vivir diferentes de la suya.

Existen investigaciones para demostrar que las historias favoritas de los niños de diferentes edades reflejan sus conflictos emocionales y fantasías particulares, experimentados en diversos momentos de sus vidas. Leyendo, los niños se identifican con éste o aquel personaje en una situación semejante a alguna ya vivida y eso puede ayudarles a resolver sus problemas.

La literatura da una visión de conjunto. Ella satisface la curiosidad infantil en diversos campos, y, de esta manera puede reunir muchas de las disciplinas que constituyen el campo de aprendizaje. La obra literaria no tiene que ser obligatoriamente didáctica, pero el trabajo escolar puede y debe utilizar los libros de ficción para complementar, introducir o profundizar conceptos de lenguaje, estudios sociales, ciencias y matemática.

Si la lectura debe llegar a ser un hábito, debería ser también fuente de placer y nunca una actividad obligatoria, cercada de amenazas y castigos y enfrentada como una imposición del mundo adulto. Para llegar a ser lector es preciso gustar de leer, gustar la lectura.

Si ha de ser un hábito, la lectura debe comenzar a ser sugerida lo más pronto posible en el proceso de formación del individuo. Por ello, en casa, en la familia, los padres son los primeros motivadores del niño: el adulto que carga a un niño y lo arrulla con aquellas canciones tradicionales, que juega con el bebé utilizando las historias, adivinanzas, rimas y expresiones de nuestro folclore, que hojea una revista o un libro buscando las figuras conocidas y pregunta el nombre de ellas, está colaborando, -y mucho!- a la formación de una actividad positiva ante la lectura.

Los padres que leen, aquellos que ya tienen ellos mismos el hábito de la lectura desarrollado, pueden estar tranquilos en cuanto al hecho de que sus hijos serán también buenos lectores. Sabemos, sin embargo, que en nuestro país ellos son minoría. Por motivos diversos, principalmente de orden económico-social, la mayoría de nuestra población no lee. Así, la escuela se convierte en el lugar posible, aunque no el ideal, dado su carácter obligatorio, donde puede inculcarse al niño o al joven el hábito de leer.

La mejor manera en que los padres pueden ayudar a sus niños a ser buenos lectores, es que los padres les lean a sus niños, aunque ellos sean muy pequeños. Cuando los adultos leen en voz alta, los niños aprenden rápidamente que un libro es una maravilla.

Los padres pueden empezar a leerle a su niños inmediatamente después de que nazcan. Aunque los niños no entenderán completamente una historia o un poema, ellos disfrutarán simplemente escuchando la voz de sus padres.

Los padres desearán darle a sus niños pequeños libros ilustrados, libros con rimas y palabras simples. Los niños de edad preescolar disfrutan libros que contienen historias cortas, al mismo tiempo que contienen información sobre el mundo que les rodea.

Leer es más que decir palabras. Es una actividad compartida entre niños y adultos dedicados. Los niños pueden aprender muchísimo sobre el lenguaje al escuchar a sus padres y abuelos, por eso es importante la lectura en voz alta. Los niños se benefician más cuando sus padres hacen lo siguiente:

Demuestran entusiasmo al leerles.
Dan la oportunidad de ver las fotos o figuras y animan a buscar algunos objetos que están dentro de ellas.
Discuten las historias con los niños.
Ayudan a los niños a identificar letras y palabras.
Usan el dedo índice debajo de las palabras para que los niños puedan seguir la historia al mismo tiempo. hablan acerca de los significados de las palabras.
Contestan preguntas que los niños hacen en los momentos de la lectura.
Vuelven a leer los libros favoritos en otras oportunidades.
Comparan experiencias ilustradas en los libros con experiencias reales de los niños.
Hacen preguntas a los niños, relacionadas con el libro después que se ha leído.
Fomentan que los niños inventen sus propias historias. Los padres pueden escribir lo que los niños dicen y luego les leen lo que ellos dijeron.

Ayude a los niños a crear sus propios libros, usando sus propias historias, cortando fotos de revistas, fotos de la familia, o simplemente los mismos trabajos de arte que ellos hacen.

Es importante que los padres mantengan libros en la casa para que los niños puedan elegir sus libros favoritos. Los padres deben fijar una hora para leer antes de ir a la cama.

Los niños también tomarán una imagen positiva si ven que sus padres están leyendo, o haciendo lo mismo, con mucho entusiasmo. Cuando los padres llevan libros de la librería para ellos y sus niños, es una muestra de que la lectura es muy importante.

PLAN LECTOR y “YOLEO” Cuidado con las adaptaciones

21 marzo 2009

Con el respeto que todo esfuerzo y trabajo signifique aportar para que la lectura se reinserte en nuestra vida cotidiana desde la infancia hasta la vida adulta, quisiera hacer algunas remembranzas y precisiones ahora que se ha publicado la promocionada colección de cuentos que bajo el título YO LEO, edición publicada por Editorial Septiembre SAC 2009 y el Grupo La República, como una contribución al Plan Lector. Son 12 libros de reconocidos autores, con ilustraciones, y como dice la crónica “fáciles de leer y llenos de aventuras”. Sin duda no deja de tener razón, pero más allá de esa “buena voluntad” aplaudida por el propio Ministro de Educación y su viceministro y otras autoridades (LA REPÚBLICA, 03 y 15 de marzo 2009), no debe descuidarse la parte pedagógica y “caer en el juego”. Lamentablemente es lo que se acostumbra, “batir palmas” por una buena idea, pero sin tener la responsabilidad de enjuiciar si lo que se ofrece responde a un rigor pedagógico, de aprendizaje, de aporte al conocimiento.

Considero que la intención de elaborar la colección es buena, sin embargo es necesario precisar algunas cosas. En primer lugar la frase “Este es un libro adaptado para hacerlo accesible a quienes se inician en la lectura. La adaptación ha consistido en actualizar palabras que en algunos casos han caído en desuso por el paso del tiempo….” Segundo, ¿qué significa adaptar un texto? ¿dónde está el límite entre el original y la adaptación? Creo que el respeto que nos merece un cuento de Abraham Valdelomar, no requiere ese tratamiento de sustituir, con falta de concordancia, su elegante prosa. En la literatura de Valdelomar se destaca el detalle para describir situaciones, cosas simples del hogar de una familia rural, su día a día, sus fiestas, sus alegrías y tristezas.

Por ejemplo en el original de El Caballero Carmelo dice:

«…cuando el sol empezaba a calentar, vimos aparecer, desde la reja, en el fondo de la plazoleta, un jinete en bellísimo caballo de paso, pañuelo al cuello que agitaba el viento, sampedrano pellón de sedosa cabellera negra, y henchida alforja, que picaba espuelas en dirección a la casa…”

La adaptación expresa:

«…cuando el sol empieza a calentar, vimos aparecer a un jinete en bellísimo caballo de paso, con un pañuelo en el cuello que agitaba el viento. Su silla de motar descansaba sobre una piel de sedosa cabellera negra y las alforjas que colgaban a ambos lados del lomo de su caballo parecían reventar de todas las cosas que seguramente traían dentro…”

En aras de la adaptación y actualización no puede suprimirse por ejemplo sobre todo la frase «sampedrano pellón de sedosa cabellera negra» por «una piel de sedosa cabellera negra». Esto es imperdonable. Es perder, además de la musicalidad del estilo, y dejar pasar la oportunidad de averiguar sobre el pellón sampedrano del que, seguramente, muy pocos sabrán. Una amiga al leer este texto “actualizado de la Colección promocionada me decía “Razón tienes en indignarte, «El caballero..» fue uno de los cuentos más querido por mí, que no sabía ni siquiera lo que era el pellón ni menos por qué sampedrano, pero eso no impidió que gozara, y sufriera, con el cuento. Recuerdo que lloré y lloré incontenible al final cuando muere el gallo”.

Y en el otro cuento El vuelo de los cóndores:

-Aquél es el domador. Y señalaban a sujeto hosco, de cónica patilla, con gorrita, polainas, fuete y cierto desenfado en el andar. Le acompañaba una bella mujer con flotante velo lila en el sombrero; llevaba un perrillo atado a una cadena y una maleta.

Adaptado de la siguiente manera:

-Aquel es el domador. Y señalaban a un sujeto hosco, de patillas, con gorrita, un latiguillo en la mano y cierto desenfado al andar. Le acompañaba una bella mujer con flotante velo lila en el sombrero, llevaba un perrito atado a una cadena y una maleta.

¿Por qué quitarle al lector la oportunidad de aprender nuevas palabras y el uso del diccionario si no las sabe? ¿Por qué no dejarle admirar al lector el texto original que Valdelomar escribió? El director de la colección asume, que bajo el pretexto de actualizar esta pieza emblemática de nuestra literatura, la mejora; pero no, la mutila. ¿Es posible que nadie haya salido a criticar esta manera grosera de tratar a nuestro querido Valdelomar? Existen muchos silencios cómplices. Es más, pareciera obvio que todo eso está en manos de quienes no gustan ni sienten ni gozan de cuentos como El Caballero Carmelo y las obras que vendrán. De ninguna manera el costo (3.50 soles o un dólar) puede ni debe explicar el maltrato del texto, si fuera el caso. Es la común, lamentablemente, ignorancia que nos gobierna.

¿Así queremos avanzar en la calidad de la educación en comunicación? Las palabras en el acto del lanzamiento de la colección tanto del Director de La República como del Ministro de Educación no tienen vuelta como dice el dicho… Ustedes juzguen: “En los 27 años de vida de La República, la creación literaria siempre ha tenido un trato preferencial, en especial la que ha surgido del talento de los escritores de nuestra patria (…)” (El Director de La República. Lima, .03.03.09). Agradeciendo este aporte, el Ministro de Educación expresó “…Son doce libros muy interesantes para desarrollar y motivar la lectura. Creo que este esfuerzo que nace de una institución periodística tan importante deber ser replicado, espero, por toda institución que tenga interés y responsabilidad social con la educación”. Asimismo indicó que al abrir un libro uno se inicia en una nueva aventura, pues hace que la imaginación vuele y que los niños desarrollen su creatividad hacia nuevos mundos y territorios.”(Ibidem) Y finalmente el editor del proyecto indicó que seguramente “con la venta de estos libros ganarán los canillitas, pero quienes más ganan seremos todos pues tendremos una sociedad mejor”. Además agregó que las entregas están diseñadas para los niños que se inician en la lectura, no con la meta de que lean un libro al mes sino a fin de que comprendan lo que leen y tengan la opción de ser ciudadanos brillantes.”Esa es una verdadera revolución. Vigilemos que lean” (Ibidem). º

Sin duda en nuestro país las edición de libros sobre literatura infantil siempre fue difícil por falta de recursos, por falta de auspicios y porque el Estado nunca, excepto en una época, se interesó por el apoyo a los autores nacionales. Existen en la historia del libro peruano muchas colecciones para niños compiladas por especialistas y docentes que sentían la literatura nacional. Por ejemplo Mitos, Leyendas y Cuentos Peruanos, selección y notas de José María Arguedas y Francisco Izquierdo Ríos, editado por la Casa de la Cultura; Cuentos y Leyendas Infantiles – antología Universal, cuya selección y notas fueron de Javier Sologuren, editado por la Casa de la Cultura, la Colección Populibros, que propició Scorza, con sus 6 series y 30 libros, que se podían adquirir muy fácilmente y sobre todo el contenido no era adaptado, sino respetado del original. O los Munilibros proyecto editorial de la Municipalidad de Lima Metropolitana – Secretaría de Cultura, con la finalidad de estimular el hábito de leer en la comunidad y contribuir a la formación de bibliotecas comunales y escolares. Sin duda un interesante proyecto. Otros esfuerzos personales de educadores, también existen, pero no tienen acogida.
Un texto literario presentado para apoyar un proceso de lectura debe concebirse en el contexto de estrategias de lectura para la comprensión de textos escritos: el pensamiento reflexivo y no lineal en alumnos. Además debe procurarse no “adaptarlo” para “enganchar” al lector como expresa el editor de la colección (LA REPÚBLICA. Revista Domingo.08.03.09) cuando dice “La historia de “El Caballero Carmelo” es el caso de “Rocky V”, un gallo viejo que ha peleado y ganado muchas batallas pero de pronto es nuevamente invitado a una pelea porque a su dueño le porfiaban de que no era de buena sangre, entonces acepta. El gallo ya está viejo y va a pelear con un jovencito para reivindicarse, ¡es Rocky V!”. Sin duda “licencias” que se toman quienes promocionan la colección, pero que no puede hacerse con el propio texto eso entiendo es maltratar, sin mucho esfuerzo la memoria histórica de Valdelomar y su obra. ¿Con eso contribuimos a fomentar la identidad, a valorar a nuestros escritores y sus escritos? Una pena que la primera autoridad de educación haya avalado con su presencia el lanzamiento de la colección.
Consideramos que la psicología cognitiva nos ha enseñado que la inteligencia es una capacidad fundamentalmente dinámica y flexible, es sobre todo una capacidad para pensar y aprender y opera a través de una serie de habilidades. Por ello es importante cuidar de todos los elementos que concurren a la enseñanza y aprendizaje de los educandos.
Hasta en los detalles que la euforia opaca en educación deben ser auscultados, pues no se les puede dar a los educandos textos adaptados como si ellos no tuvieran la capacidad para poder valorar lo que leen. Esto se logra no poniendo énfasis que debe leerse un libro por mes sino dejando que se saboree el contenido consultando con el diccionario o con personas cercanas, cuando no se entiende una palabra, motivando la conversación sobre el tema de la lectura, sobre el autor y relacionando ese tema no sólo con comunicación sino con todo lo que es adquisición de nuevos conocimientos.
Queremos formar estudiantes y futuros ciudadanos creativos y con capacidad para resolver problemas, entonces desarrollemos estrategias que aborden los temas y sus entramados, teniendo como objetivo el aprendizaje. Y esto es válido para sacar provecho de la lectura, para leer obras clásicas y modernas, nacionales y extranjeras. Esto permitirá ayudar a pensar y hacerlo con un fin determinado.
Gardner nos habla de las inteligencias múltiples, insatisfecho por las investigaciones sobre las inteligencias basadas exclusivamente en tests y sus correlaciones, observó de manera especial en los niños lo que se sabe sobre el desarrollo de su capacidad para utilizar símbolos en tanto en niños dotados, normales y poco dotados. De esta manera, pudo formular su teoría de las inteligencias múltiples, proponiendo siete áreas, en principio, y ahora más, relativamente autónomas de cognición humana o inteligencias: lingüística, lógico-matemática, musical, espacial, corporal-cinestésica, interpersonal e intrapersonal; separando últimamente de la uni¬dad lógico-matemática la inteligencia naturalista (1996). Sólo a través de la combinación de estas inteligencias, podre¬mos explicar una serie relativamente completa de capacidades y estados extremos que figuran en todas las culturas humanas.

La inteligencia, la define Gardner como capacidad o conjunto de capacidades que permite al indivi¬duo solucionar problemas y elaborar productos que son importantes en uno o más con¬textos cul¬tu¬rales, entendiéndola como potencial, cuya presencia permite el acceso individual a for¬mas de pensamiento adecuadas a tipos de contenido específico. Las diferentes culturas ponen el acento en diferentes inteligencias y com¬¬bi¬¬naciones de inteligencias, destacando comúnmente entre ellas el lenguaje y la relación interpersonal. (GARDNER, H. (1993): Inteligencias múltiples: La teoría en la práctica. Barcelona: Paidós)

Por ello algunos investigadores opinan que se deberías tratar ya de superar la hegemonía exclusivamente lingüística y ló¬gi¬co-matemática típica de la educación tradicional, utilizando como palanca de pensamiento y aprendizaje en cada estudiante su/s inteligencia/s más sobresaliente/s; para que, apoyados en ella/s, podamos ir organizando y desarrollando las demás. Por otra parte, habrá que superar los plan¬teamientos academicistas tradicionales con¬tex¬tualizando el pensamiento y los aprendizajes en su propio ambiente, en la vida real. Una escue¬la descontextualizada hace que sus materias sean poco interesantes o no tengan valor para la mayoría de sus alumnos y los métodos con que se enseñan esas materias también lo son. (Gardner, H. (1999): La mente no escolarizada: Cómo piensan los niños y cómo debería enseñar la es¬cue¬la. Madrid: Paidós).

Sin duda, encomiable el esfuerzo de publicar textos literarios, pero la pedagogía nos exige un mínimo a tener en cuenta cuando de textos literarios se trata: el entretenimiento, el desarrollo de la imaginación y la creatividad, que guardan relación con el sentimiento y la emoción, por ello el contacto con textos (no adaptados) de este tipo deberá producir el desarrollo de un habito voluntario, buscado y reconocido como placentero. Entendida la lectura desde este enfoque, resultara sin duda un aprendizaje significativo ya que el nivel de apropiación tendrá relación directa con las experiencias y conocimientos previos, el contexto de lectura y los propósitos de la lectura logrando el desarrollo de estructuras de significado y una lectura autónoma. Por ello el docente deberá tomar la lectura como un contenido de enseñanza y convertirlo en un procedimiento de trabajo, desarrollando las competencias específicas para que el alumno de hoy se convierta en un lector con posibilidades de operar a través de los conocimientos, relacionando, comparando, sacando conclusiones es decir ser capaz de introducirse en el texto convirtiéndose en un interlocutor de él. Y para eso nos hubiera gustado que en lugar de la adaptación se hubiese publicado una versión abreviada de los textos seleccionados.

(21.03.09)