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EL MENSAJE Y LA REALIDAD -que no le cuenten Presidente-

3 agosto 2013

1. La previa. Como dicen los comentaristas y “vendedores” del fútbol es necesario “ambientar” el espectáculo, es decir en este caso el discurso referido a lo que dirá el Presidente en especial sobre la educación nacional. Hemos tenido anuncios, publicaciones, cuñas publicitarias y demás divulgación, como si quisiera posicionarse un producto.

¿Es que el discurso oficial debe arroparse de las mismas reglas del mercantilismo para ser aceptado y defendido por la comunidad? Es bastante torpe recurrir a esta estratagema cuando sabemos que ese camino conduce a devaluar el discurso del desarrollo con perspectiva humana, a vulnerar nuestra democracia que ya es de baja intensidad. Tantas cosas se han dicho en su nombre que la han debilitado.

En el escenario queda la sensación de que los ciudadanos no estamos conformes con tanto irrespeto a la transparencia, a la manera de hacer “juegos políticos” de espaldas a una coyuntura que evidencia trampas, para hacerse del poder, de la demostración de que se pueden jugar con fichas de acuerdo a los intereses no sólo partidarios sino particulares.

El quehacer político que tanto se ha criticado y en su nombre se rebelaron e hicieron propuestas diferentes, hoy cae en los mismos procedimientos, en los mismos cubileteos del antiguo “conversar no es pactar” que hemos visto en qué consistió. Todo ello en nombre de los intereses más mezquinos, de espaldas a lo que el pueblo reclama.

Es el escenario a grandes rasgos donde el Presidente leerá el discurso central por el día de la Patria y ante el Congreso de la República.

2. Discurso que tiene la misma letra pero no la música. Escuchar leer un discurso es aburrido y más cuando la cartilla da la sensación que se sabe de memoria, pero ésta no responde a lo que los ciudadanos esperan escuchar porque la letra puede ser la misma, pero la música que se escucha es otra, dependiendo de quien se trate. Los empresarios pueden estar de plácemes, los sindicalistas desconcertados, los maestros cariacontecidos, los pequeños empresarios un tanto desengañados. El pueblo en general desilusionado.

Para la CONFIEP el mensaje fue “sobrio y maduro”, por eso lo saluda. Pero la verdad me quedo con la frase de Lourdes Flores Nano que expresó que el Presidente “ desaprovechó la oportunidad de asumir el liderazgo” (La República, 28.07.13)

Pero más que eso en educación no le puso las ganas y utilizó conceptos mercantilistas para referirse a ella. La educación no es un servicio como dijo el Presidente en el discurso, la educación es un derecho. Y eso ningún “analista” lo ha resaltado. Todos están embarcados en la nave neoliberal y sus recetas que hace perder el sentido de lo que es un derecho. Nadie concibe la educación como un servicio. ¿O es que sin querer queriendo entramos a hacerle el juego a la ola privatizadora? No perder de vista esta afirmación del mensaje “El principal, el más importante servicio que un Estado puede ofrecer a sus ciudadanos es también la educación de calidad.” ¿Qué es calidad de la educación para el actual gobierno?

Qué quiso decir con “Nada tendría sentido si no enfrentamos la problemática de la educación y hacemos de ella una vía para la inclusión y una palanca hacia el desarrollo, la democratización de la sociedad y el bienestar.” La complejidad del tema educativo debe asumirse con convicción y no dejarlo que siga con “piloto automático”, pues muchas cosas están pendientes y que no encuentran respuesta. Los anuncios realizados y de los que nos enteramos cotidianamente por la prensa escrita tienen cuestionamientos, pues nadie garantiza que aquellos becarios retornen y se integren a los procesos que vive el país. ¿No se estará siendo proveedores de profesionales calificados que se irán a las empresas privadas? ¿Y el Estado les garantiza un puesto de trabajo con un sueldo a nivel de lo que su calificación demanda? ¿Quién garantiza?

Los maestros fueron los ausentes en el informe al Congreso. Por qué sólo se resaltó “…la incorporación de 248,000docentes bajo un régimen de formación continua y con mejores remuneraciones. Existen demandas que están esperando y que no son atendidas. Para una reforma educativa se requiere una estructura del sector renovada, pues existen vicios y maneras de trabajo que retardan los cambios y mejoras. ¿Qué ha pasado con la LOF? ¿Por qué no se debate? Si se ponen nuevas formas de gestionar la educación no se puede seguir con la misma estructura. Se ha creado una nueva Dirección General de de Desarrollo Docente y nos parece idónea, pero ¿ella asume también la formación docente? ¿Qué ocurre con la actual Dirección General de Educación Superior y Técnico-Profesional? De otro lado hablar de un “régimen de formación continua” es ir contra la ley de educación que en su Art. 60º se refiere a un Programa de Formación y Capacitación Permanente. ¿En qué quedó el sistema de formación continua que se iba a desarrollar? ¿Y los Institutos Superiores Pedagógicos?

Muy pobre el mensaje en el tema educativo, pues tampoco se dijo nada sobre la aplicación del Proyecto Educativo Nacional. Beca 18 y Beca Presidente de la República no son todo el sistema educativo en su conjunto. Si la educación es una de las prioridades del gobierno, por qué se le omite en el mensaje y se le reduce a “querer cambiarle la vida a las personas…”

Un discurso monocorde, chato, que no merece ser recordado en cuanto al tema educativo. Creo que el Perú merece una propuesta coherente sobre lo que se viene realizando en el sector educación. La suma de los anuncios que aparecen en los diarios no representa la política educativa que el país requiere. Lo poco que se ha hecho merece ser mencionado y levantado, pues existe entrega y apasionamiento por la educación. Pero los silencios no ayudan, no comprometen, no alientan. Y eso es lo que sienten los docentes del Perú.
Quien ha escuchado el mensaje en un paraje del interior del país y rodeado de maestros no puede dejar de transmitir el mensaje de ellos, su reacción al escuchar al Presidente “¿Eso nomás? Nosotros que nos deslomamos en el día a día, que dejamos familia para salir a atender estas escuelas lejanas ¿no merecemos ni una palabra de reconocimiento ya que no hay dinero? ¿Quién destruye nuestra autoestima? “ (Maestros jóvenes de un villorrio del sur chico)Y se van a jugar el partido de fútbol pactado en el pueblo. Una manera de festejar el 28, lejos de fanfarrias, lejos de circos, lejos de ilusiones pasajeras. ¿Cuántos habrán hecho lo mismo?

3. Para que no se repita. Las palabras se las lleva el viento. Lo afirmado en el mensaje dejará de ser noticia en los días venideros. Las realizaciones en lo educativo deben responder a una política macro que indique el objetivo a alcanzar.

Se inicia el tercer año y se arrastran problemas del pasado que requieren solución rápida. ¿Será posible alcanzar las metas en los 24 meses y medio que quedan por delante? ¿Cómo hacer para que el objetivo sea sostenible en el tiempo?

Requerimos liderazgo y jugarse por las políticas sociales y menos pragmatismo como opina el economista Ugarteche (La Primera, 30.07.13) Y añade en otra respuesta “El ideologismo y la ignorancia de este gobierno tecnocrático es triste y lo mismo es verdad para los áulicos de la derecha.

La inclusión social mostrada como la “varita mágica” que todo lo puede, no será la panacea para las brechas que tenemos en la formación ciudadana, el respeto a la democracia, la observancia de valores. Necesitamos voluntad política para que la inclusión social sea realidad. No bastan anuncios, discursos en su nombre. Es necesario escuchar a quienes sienten la inequidad, a quienes viven las brechas de la desigualdad, y actuar en caliente en la solución de los problemas. No dejarlos fermentar al punto que crean las confrontaciones, los desencuentros. No necesitamos que nos hablen de cifras, y más cifras si ellas sirven para los informes y para contar lo que se realiza, sin verificarlo. Que no le cuenten presidente que todo está bien y en camino de cumplir las metas. Que se muestren los resultados, que éstos sean auténticos y que se les contraste con lo que los propios actores opinan.

Hubiéramos querido que el Mensaje por fiestas patrias sea menos pragmático y más acogedor, más inclusivo con la verdad y no con las frías palabras alejadas de la realidad. Para otra vez será, pero esa otra vez que sea para presentar resultados a una población auténtica que sintoniza con el mensaje y no las “portátiles” que se congregan y parapetan para contentar a quien tiene el poder.

La educación no puede ser postergada. El maestro no puede ser ignorado en sus demandas y llevarlo al extremo de interrumpir las clases para dejarse escuchar. No puede seguirse con la política de comprometerse y luego olvidarse. Se hace daño al gobierno y hacen daño a la comunidad, a la sociedad. Eso no lo merecemos (31.07.13)

Dirigir bien para comunicar mejor

11 julio 2013

«Saber mandar es saber respetar».
«Es más sencillo disminuir el impacto de nuestros defectos que ampliar el espacio de nuestras virtudes».

SABER MANDAR
Algunas personas tienen serios problemas para mandar. Mandar con naturalidad es algo que sólo algunas personas muy seguras de sí mismas realizan sin problemas. En general, es una habilidad que se adquiere con el ejercicio de la acción directiva, pero no sin dificultades.

Uno de los aspectos que distingue un directivo con experiencia de otro sin ella es la capacidad de adaptar el estilo de orden al ambiente general de la empresa. El directivo sin experiencia suele utilizar casi siempre SUGERENCIAS en lugar de ÓRDENES. Las sugerencias funcionan bien en ambientes de camaradería, pero su utilización indiscriminada suele originar diálogos como el siguiente:

Directivo: Juan por favor estaría bien que cambiáramos la impresora
Juan: Sí, pero no me lo pidas a mí…estoy muy ocupado.
Directivo: Miguel, por favor, hay que cambiar la impresora.
Miguel: Eso es cosa de Juan.

Las órdenes son mensaje claramente coactivos destinados a provocar una conducta, emitidos por quien tiene autoridad para hacerlo. Según el grado de coacción podemos distinguir diferentes formulaciones:

• SUGERENCIA: Se indica la acción sin responsabilizar directamente a un subalterno. «Alguien debería hacer tal cosa».

• ORDEN JUSTIFICADA: Se indica a un subalterno una conducta a hacer, indicándole el porqué de dicha acción. «Juan, por favor, es necesario hacer tal cosa porque mañana vendrán a recoger el pedido».

• ORDEN NO JUSTIFICADA: Se indica a un subalterno la conducta a hacer. «Juan prepara el pedido ZX para mañana».

• ORDEN CON EMPLAZAMIENTO: La orden incluye un término temporal o de otro tipo que debe ser cumplido. «Juan, este pedido tiene que estar listo para las ocho en punto».

• ORDEN CON SANCIÓN PROGRAMADA: Se anuncia a un subalterno una sanción positiva o negativa ligada a la acción ordenada. «Juan, si el pedido no está para las 8 en punto olvídate del día de fiesta que te prometí». «Si acabáis este trabajo antes del mediodía podréis cogeros el puente del Pilar».

Sugerencias del tipo:
«Estaría muy bien lograr/hacer tal cosa»
«Sería estupendo si hicieras/hiciéramos tal cosa»
… son correctas en ambientes donde las diferencias jerárquicas son escasas y predomina la camaradería. Curiosamente también funcionan muy bien cuando la autoridad del jefe es tan indiscutida y patente que basta con insinuar una acción para que surjan varios voluntarios para ejecutarla. En estos casos, la utilización del plural atenúa el efecto coactivo y aumenta el compromiso del jefe en la acción.

Utilizar exclusivamente sugerencias y órdenes justificadas limita el margen de maniobra del directivo, como también ordenar en un tono de voz tenso u hostil. El directivo tiene que saber mandar sin justificaciones, pero con afabilidad.

Las órdenes con emplazamiento deben ser utilizadas de manera juiciosa por la tensión que introducen en las relaciones jefe-subordinado. Quien emplaza tiene que saber manejar esta tensión, por ejemplo utilizando formulaciones en plural del tipo:

«Debemos actuar de tal manera. Ello supone que para tal fecha tenemos que tener acabado este trabajo».

Los directivos que trabajan con equipos de profesionales deben apurar estas fórmulas intermedias, porque las personas inteligentes deben notar el beneficio de la confianza.

Errores por parte de los jefes al aplicar presión sobre una orden:

• JEFES QUE QUIEREN SER INTERPRETADOS. Hay personas que no saben ordenar con claridad. Se basan en sugerencias remotas, a veces como si fueran comentarios dejados por aquí y por allá, pero en su imaginación les parece estar ordenando con claridad. Cuando se percatan de que nadie les ha hecho caso se enfadan. Es decir, no ordenan directamente, pero exigen a sus subordinados que interpreten sus sugerencias como si fueran órdenes.

• JEFES QUE AGUANTAN HASTA EXPLOTAR. Otros directivos saben sugerir y ordenar, pero no saben ejercer un tercer paso coercitivo: sentarse con el subalterno y poner las cartas boca arriba. Esperan y esperan un cambio espontáneo que no llega, hasta que las emociones les traicionan y explotan de mala manera.

• JEFES QUE TEMEN LA DESOBEDIENCIA y en todo momento tensan la cuerda al máximo. No confían en sus subalternos. Para ellos, ser desobedecidos es cuestionarles ya no como jefes, sino como personas. Cada orden es una prueba para la que se emplean a fondo.

EMPLAZAR AL QUE MANDA
Algunos subalternos desobedecen nuestras órdenes de manera reiterada y aparente. Ser desobediente no supone ser también gandul. Los gandules son únicamente una categoría dentro de los desobedientes.

Veamos las diversas tipologías:
• Personalidad inmadura: adolescentes tardíos que necesitan afirmarse.
• Errores en la manera de mandar. Falta de adaptación a determinadas características del subalterno.
• Líderes naturales y personas de valía que necesitan crecerse.
• Guasones.
• Personalidad pasivo-agresiva.
• Gandules.

Los que sufren de inmadurez personal necesitan afirmarse mediante la desobediencia. Incluso cumplen con sus responsabilidades, pero fuera de plazo, o de manera que quede patente su independencia ante sus inmediatos jefes, aunque suelen cumplir con sus obligaciones. No caiga en el error de reñir a este perfil de subalterno, y menos reñirle por nimiedades y en público, pues fácilmente podría crearse un enemigo. La mejor estrategia es reforzar los aspectos positivos de su trabajo, hacerle entender que no somos ogros, sino personas que podemos apreciar sus éxitos, y no darnos por enterados cuando trate de generar un enfrentamiento buscando el «cuerpo a cuerpo».

En cuanto a los errores en la manera de mandar, hemos de decir que de manera no infrecuente es el propio directivo quien se ha labrado su amargo destino, por ejemplo tratando de manera desconsiderada a sus subordinados.

Algunos errores frecuentes en la manera de ordenar:
• Falta de atención a las objeciones, muchas veces razonables de los subalternos.
• Estilo petulante o engreído. Utilización innecesaria de órdenes directas cuando la gente trabajaría más a gusto con sugerencias.
• Falta de seguridad. Necesidad de justificarse constantemente. Ordenar casi como si pidiera disculpas por el hecho de mandar.
• Nunca se hacen las cosas a su gusto. Los subalternos no se esfuerzan en hacer las cosas bien porque saben que nunca recibirán una palabra de apoyo.
• No ajustar nuestro estilo a características del subalterno.

Algunos subalternos están dotados de una capacidad de liderazgo que – por su puesto de trabajo – no pueden desarrollar. Ven a su directivo como una persona de menor valía que ellos mismos, y eso les disgusta. Se ven impulsados a criticar de manera aguda las iniciativas que se toman y si – además – no se aceptan sus propuestas, fácilmente caen en franco negativismo.

El líder natural necesita espacio para crecerse. Hay que darle responsabilidades sin socavar nuestro propio papel. Si resulta del todo imposible dar responsabilidades a esta persona no dudaremos en recomendarla para otros Departamentos, y mientras tanto dejarle claro que apreciamos su valía, pero que cada uno tiene que cumplir con las responsabilidades que tiene.

Otro caso bien distinto es el Guasón. ¿Cuáles son los beneficios secretos del guasón?:

• El placer de notarse temido por superiores, subalternos e iguales. Su lengua afilada puede arruinar una carrera profesional o crear estados de opinión en torno a personas o temas.

• El guasón tiene una buena salida como bufón de la Corte. Algunas veces es captado directamente por un jefe para llenar este vacío, pasando de soldado raso a sargento sencillamente por ser gracioso a costa de otras personas. Un aliado de este tipo puede potenciar la tendencia sádica de un jefe inmaduro.

• Cuando el guasón afila la lengua contra su propio Jefe puede hacerlo sencillamente para pasar un buen rato o – lo cual es más frecuente – conseguir beneficios extra: ganarse reputación de intocable o ser expulsado de determinadas obligaciones.

Una primera posibilidad que siempre tiene que considerar: ¿Es usted una persona excesivamente sensible a las críticas o burlas de los demás? Si así fuera tal vez estemos hablando más de una debilidad suya que de una fortaleza del guasón. Y por consiguiente la acción correcta es actuar sobre su debilidad: ignore las risitas a sus espaldas y se habrá acabado el problema.

Ante un guasón podemos ignorar o podemos contraatacar, todo dependerá de nuestros intereses y capacidades. Simplemente mostrarse indiferente ya es una manera de contrarrestarlo. Otra manera efectiva de tratar al guasón es interrumpirle cuando va a hablar sobre todo si adivinamos que va a decir una de sus gracias. La tercera táctica es castigarle de manera indirecta.

Cada vez que hace guasa, se le encarga alguna tarea extra. Pronto establece una relación causa-efecto y aprende el precio de sus bromas.

Otro perfil que debemos identificar con rapidez es el del pasivo-agresivo.

Los sujetos con personalidad pasivo-agresiva son personas que aceptan mal ser mandadas con órdenes directas. Desde pequeños se han acostumbrado a llevar la contraria. Tienen una agresividad contenida que les lleva a explosiones de ira cuando están «cargados», pero en el proceso de irse cargando pueden aparentar mucha calma.

Estos sujetos requieren un trato afable pero a la vez firme.

Algunas características de los pasivo-agresivos:

• Actúan buscando el enfrentamiento con el jefe.
• Desobedecen sin enfrentarse al Jefe.
• Desobedecen sobre todo para fastidiar al Jefe, sin tener en cuenta la importancia de la tarea ni las consecuencias globales de la desobediencia.
• Se buscan razones para justificar el enfrentamiento. Son artistas del rencor: donde no lo hay, lo crean.
• Las desobediencias les crean más problemas que beneficios, incluso a veces se arriesgan a ser despedidos, pero se sienten atraídos hacia los conflictos de autoridad.
• Manifiestan a otras personas un grado inusitado de hostilidad en contra del Jefe, que en absoluto lo aparenta en su relación directa con él.
• Sólo ocasionalmente esta hostilidad se manifiesta abiertamente como agresividad. Es más propio venganzas soterradas o traicioneras: anónimos, boicoteos, etc.

A los pasivo-agresivos hay que darles la vuelta. En lugar de entrar en la espiral de tensión que ellos mismos provocan, hemos de desmarcarnos y lanzarles un mensaje de que los consideramos personas amigas.
Vamos a ver un ejemplo:

«Anselmo estaba al cargo de una Unidad de Mantenimiento. Uno de los trabajadores, Eduardo, parecía como si expresamente se esforzara en hacer las cosas mal, sobre todo cuando recibía órdenes directas. Un par de veces cayó en la trampa de amonestarlo, lo cual sólo hacía que empeorar la situación. Asesorado por el responsable de Recursos Humanos, Anselmo cambió de estrategia. Cuando detectó que Eduardo no había cambiado un depósito, a pesar de habérselo ordenado, le dijo: «Eduardo, hiciste muy bien tal trabajo. Por cierto, vamos a cambiar el depósito. Ven, ayúdame.» Empezaron a cambiar el depósito pero una vez iniciado el trabajo Anselmo le dio diversas instrucciones y le dejó para atender otros asuntos, todo en un clima de cordialidad: «Si necesitas ayuda, avísame o llama a Fernández», le dijo. Esta táctica la repitió tantas veces como le desobedecía: primero una alabanza y luego iniciar conjuntamente la orden, procurando en todo momento darle el mismo trato que al resto de la plantilla.»

Antes de colgar la etiqueta de gandul a una persona debemos analizar varias posibilidades que suelen confundirse:

• Algunas personas con problemas psicológicos o psiquiátricos pueden pasar por fases de muy bajo rendimiento laboral para, una vez recuperados del trance, volver a sus niveles de actividad anteriores.

• No confunda tampoco gandulería con inconstancia. Algunas personas necesitan un trabajo estimulante y jamás se adaptarán a faenas rutinarias.

• Algunas personas se vengan de la empresa con un bajo rendimiento. Sospeche en tal caso una personalidad pasivo-agresiva.

Bien, ya hemos descartado los falsos perezosos…estamos frente a un verdadero gandul…¿cómo podemos explicarnos el fenómeno del perezoso?

Podemos distinguir entre el perezoso activo y el pasivo. El activo por lo general es una persona que no ha adquirido el hábito de trabajar. En estos sujetos aprender a trabajar está íntimamente unido a saber concentrarse en una tarea durante un período de tiempo suficiente. En otras palabras: saberse concentrar y motivar.

Los perezosos pasivos son sujetos especialmente proclives para la hibernación. Carecen de brío. Pueden pasarse horas haciendo una tarea mínima, como si su ritmo de trabajo fuese a cámara lenta. Usted, en tanto que responsable, puede coger un ataque de nervios mientras les observa y sin embargo ellos apenas se inmutan. La amonestación y la sanción no parecen ser la receta ideal. Otras medidas posibles y tal vez más prácticas son:

• Estudiar el perfil del trabajador y ajustar su puesto de trabajo.
• Cambiar al trabajador de Departamento. Algunas veces con otro directivo las cosas mejoran substancialmente, sólo por el hecho de iniciar otra dinámica.

• Tener paciencia y esperar una lenta adaptación a su puesto de trabajo. En ciertos casos podemos trasladar a gandules pasivos a sitios donde van a ser los propios compañeros quienes le exigirán un rendimiento mínimo.

• Otra posibilidad es planear un modelado de conducta.

• Finalmente, hay que considerar separarlo del Departamento. Aunque pueda ser doloroso no podemos tolerar que contagie al resto del equipo con sus hábitos.

DESARROLLO PERSONAL DEL DIRECTIVO
La tarea de dirigir supone ponernos a riesgo y equilibrar lo que se espera de nosotros con lo que verdaderamente somos y podemos dar. El directivo trabaja constantemente comunicando, pero comunica a partir de su personalidad, y sólo progresa con firmeza cuando trabaja su personalidad.

Sólo el directivo que tiene una visión global de su vida, de sus relaciones laborales, familiares y personales, estará plenamente capacitado para afrontar los duros reveses de la profesión.

Entendemos por crecimiento personal del directivo:
• La adaptación de sus principios éticos a las diferentes situaciones que debe afrontar. Adaptación no quiere decir traición. Es más: debe mantener una línea coherente. Cada directivo debe decidir cuál es esta meta: el logro personal, el bienestar de su familia, el beneficio social, etc…Y debe irse descubriendo en las acciones que emprende o a las que es invitado, ejerciendo voluntad de coherencia, siendo capaz de rechazar propuestas que a la larga van a perjudicarle en un sentido moral, no sólo en su proyección social o interés económico.
• El perfeccionamiento de sus virtudes y la atenuación de sus defectos.
• La capacidad de comprender cada vez con mayor profundidad a las personas como componentes de una organización. Esto supone practicar la escucha solidaria con el subalterno que acude a nosotros pero también con el que no acude ni tiene posibilidad de hacerlo.
• Y finalmente, ser la misma persona en los diferentes ambientes de nuestra vida: en la familia como en el trabajo, con los amigos o en las reuniones de etiqueta. Sería el principio de integridad.
Algunos principios prácticos para el desarrollo personal del directivo:

RELATIVO A LAS EMOCIONES
1. Luchar contra la pereza, practicar la generosidad.
2. Modular las emociones negativas, sobre todo la hostilidad.

RELATIVO A NUESTRA CAPACIDAD DE ENJUICIAR
3. Preservar nuestro juicio (cuando nos influyan que sea siempre porque nos convenzan) y percibir nuestros grados de libertad (no confundirnos cuando creemos actuar libremente y en realidad somos reos de la voluntad de otra persona o institución).

4. Analizar cada situación concreta, permitiéndonos ser diferentes.
Arriesgarnos a nuevas conductas coherentes con nuestra ética, sin dogmas que nos sirvan de excusa para no pensar.

RELATIVO A NUESTRA INTEGRIDAD
5. Autentificar nuestras decisiones a partir de nuestros sentimientos más profundos (valores). No dejarnos arrastrar porque otros lo hacen.

RELATIVO A NUESTRAS FUENTES DE ENRIQUECIMIENTO PERSONAL
6. Diversificar contextos y procurarnos relaciones interpersonales enriquecedoras fuera del ámbito laboral. Este es el mejor seguro para los momentos de verdadera crisis (por ejemplo para cuando le despidan, se jubile…)

RELATIVO A NUESTRA IMAGEN Y AUTOESTIMA
7. Aceptarnos como somos, valorarnos como somos y no aceptar las expectativas irreales que los demás proyectan sobre nosotros, ni en más ni en menos.

8. Realizar cosas por las que nos sentiremos orgullosos, adaptados y coherentes en cada etapa vital.

RELATIVO A LAS METAS QUE NOS TRAZAMOS
9. Planificar con igual ahínco tanto nuestro desarrollo personal como el propiamente profesional, y tener como fuentes de placer no sólo las realizaciones profesionales, sino también las familiares, personales y sociales.

Bibliografía consultada:
M. Couto, «Como hablar bien en público», Ed. Gestión 2000
Solomon M., «Que decir cuando…», Editorial Pirámide»
F. Borrell, «Comunicar bien para dirigir mejor», Ed. Gestión 2000
F. Borrell, «Como trabajar en equipo», Ed. Gestión
Eiser, «Psicología Social. Actitudes, cognición y conducta social», Ed. Pirámide
R. L. Genua, «Cuidado con lo que dice…», Ed. Gestión 2000
D. Robinson, «Cómo potenciar su imagen», Ed. Gestión 2000
Breakwell, «Como realizar entrevistas con éxito», Ed. Gestión 2000
Bion, «Experiencias en grupo», Ed. Paidos
Langdon, «Como ser el mejor lider», Ed. Gestión 2000

LO PROFESIONAL Y LABORAL II

10 septiembre 2012

1. Necesidad de conocer sin intermediarios. A veces el mensaje que no es leído, sino escuchado, llega distorsionado y transmite no lo auténtico sino aquello que el mensajero quiere que se conozca. Y eso pareciera que viene ocurriendo al escuchar las intervenciones de docentes en sus preguntas a los representantes del Ministerio de Educación.

Pocos conocen lo que la Ministra respondió en la interpelación y menos lo han leído. Por ello intercalamos en este artículo lo dicho por la Ministra en la interpelación, pues es necesario saber de primera mano.

No está demás recordar que vivimos en un período de cambios a nivel mundial. Cambian las demandas de la sociedad y de los individuos, se modifican los roles de las instituciones y de los funcionarios, además surgen nuevos actores sociales. Dentro del sistema educativo se inician procesos de reformas y transformaciones, pues el modelo tradicional se ha debilitado y no responde a las demandas de los niños y jóvenes y por ello no ha conciliado el crecimiento cuantitativo con niveles satisfactorios de calidad y equidad, ni de satisfacción de las nuevas demandas sociales. Y en eso nos encontramos. Y en eso están los responsables de la conducción de la educación del país hoy y no en continuar por continuar, como si fueran intocables decisiones que se dieron en el pasado y que cumplieron un rol en su momento. Responder con injurias o medias verdades a quienes pasaron muchos años burlándose de los docentes con promesas y dádivas que sabían eran insostenibles, es perder tiempo. No todo tiempo pasado fue mejor.

¿Cómo hacer para que se entienda que para lograr un cambio en los docentes es necesario darles la oportunidad para transformarse accediendo a nuevos conocimientos y por ello recibir una remuneración digna? ¿Cómo contribuir a un cambio en la manera de pensar y de interactuar? Consideramos que cuando se les da esta oportunidad, los docentes desarrollan una capacidad perdurable de cambio, en mejora de la educación, de las instituciones educativas. ¿Quién no recuerda su maestro de la escuela pública que hacía malabares para recursearse materiales didácticos, que aprende a tocar guitarra para acompañar a sus alumnos en las actuaciones, que pide al municipio que pongan a disposición los libros de la biblioteca y tantas otras cosas que se requieren para desarrollar una educación buena de cara a la realidad en que se vive?

Se le achaca a la Ministra que no existe una gestión en el Ministerio de Educación, que eso es la causa de los malestares que se viven y se cuidan mucho de no rozar con el tema laboral y menos pecuniario. Políticos, antes que preocupados por la educación nacional. Hace mucho tiempo que no se hablaba de gestión. Menos se conoce que esta actividad está separada en funciones distintas: planificación y administración. El modelo heredado separa la acción de diseño y la acción de ejecución que son realizadas en espacios y por personas distintas. Dicha división, hoy no tiene validez conceptual. Ahora se integran ambos procesos en la noción de gestión, actualmente se habla de gestión integral porque, considera todas las actividades implicadas en la marcha cotidiana de la institución educativa y articula todos los proyectos de innovación que se desarrollan en torno al aprendizaje de los estudiantes.

Esta situación de cambio se da por las modificaciones en la sociedad actual y por las innovaciones pedagógicas, incidiendo en una transformación de los roles del docente. De esta forma, los maestros podrán desarrollar su identidad profesional en concordancia con las actuales experiencias educativas.

2. Tratando de ser racionales y sin maniobras. Lo expresado anteriormente nos lleva a recordar lo que se dijo la Ministra Salas en la interpelación, relacionado con la forma como se trata el tema de los niveles que propone la LRM. Actualmente, con cinco niveles, tenemos que en el quinto nivel se está duplicando, es decir, se está llegando al 100% de lo que sería la remuneración del primer nivel. En la propuesta que estamos presentando ello llegaría en el octavo nivel al 160% del sueldo que tiene un docente en el primer nivel.

Otra modificación que estamos proponiendo, que nos parece relevante, es que hacemos la carrera más ancha, en la carrera pública son tres las áreas de desempeño de los docentes: la docencia en el aula, la administración y la investigación. Conservamos por supuesto la docencia en el aula, al tema de la administración le incluimos lo que es desarrollo institucional, al tema de investigación le agregamos la innovación, que es lo que más frecuentemente nuestros docentes van haciendo en las aulas; y agregamos además el tema de la posibilidad de que nuestros docentes puedan ser capacitadores o acompañantes pedagógicos.

El enfoque de la LRM trata de incidir en lo que debe ser el rol del docente en esta perspectiva. Se trata de darle contenido a lo que es la identidad profesional del docente. Es fácil llamarse profesional de la educación, pero qué difícil es darle contenido a la frase. Décadas de haber reivindicado la profesión pero sin darle el contenido que debería tener. Años de distracción en reivindicaciones poco claras que al final de la docencia se convertían en unos centavos más.

Perdimos el interés por renovarnos una vez concluidos los estudios iniciales. Nos resistimos a la evaluación, pues era sinónimo de examen, de represión. No pensamos que la profesión docente requiere para superarse de un cotejo de nuestros conocimientos disciplinares y nuestro desempeño en el aula. Es lo que todo profesional hace una vez en ejercicio. La responsabilidad de ejercer una profesión demanda una actualización permanente, un perfeccionamiento de acuerdo a los avances de la ciencia y la tecnología. Todo ello debe tener un reconocimiento y esto debe ser regulado entre quienes se esfuerzan y se desarrollan profesionalmente. Por ello se promueve en la LRM una incorporación automática del conjunto de los docentes a la carrera pública y que sean parte de un esquema meritocrático en donde la evaluación sea la forma de ascender o lograr aumentos.

También lo que se quiere es ayudar a solucionar con esta propuesta de ley, el desorden que existe en la estructura del salario de los docentes de la Ley del Profesorado.

Un resumen del conjunto de conceptos que están componiendo lo que gana un profesor de la Ley del Profesorado al mes, va entre 50 y 79 soles, que es la base de cálculo para varios beneficios contemplados en otros componentes del salario.
Hay bonificaciones que ya ni siquiera se pueden aplicar. Dice la Ministra al respecto que es una falta de respeto poner el salario de un docente: se trabaja con bonificaciones y que además no son pensionables. Se adiciona un conjunto de asignaciones y bonificaciones especiales, que son las bonificaciones ocasionales, gratificaciones, escolaridad y estos rubros.

Así tenemos que para administrar el salario del docente, en el ministerio se cuenta con una base de datos que tiene 117 columnas. Este desorden hace que el manejo de las planillas sea complejo y que se preste a la falta de transparencia o a errores frecuentes.

3. La oferta. La propuesta de LRM quiere reordenar el salario en su conjunto reconociendo una remuneración mensual completa, que tiene que ver con el total de lo que cada docente va a ganar cada mes. Luego, algunas asignaciones fijas que tienen que ver con características adicionales al trabajo docente, es decir, si están en áreas rurales o urbanas, si las escuelas son multigrado o si son polidocentes completos o si los docentes tienen cargos directivos; y, por supuesto, algunas asignaciones ocasionales. La remuneración íntegra mensual incluye diversos conceptos que tienen que ver con la planificación y la preparación de clases, con el desarrollo de las clases propiamente dicho, con la evaluación de los aprendizajes, con las actividades extracurriculares que deben hacerse en la escuela y también por supuesto con la coordinación de padres y la comunidad. Se evitan muchos conceptos pequeños, que son más o menos improvisados y que buscaban poner un bono o una bonificación extra para mejorar el salario ausente.

Finalmente, este proyecto de ley tiene un conjunto de elementos dedicados a los derechos y deberes y también a los estímulos y sanciones con que ordenan la vida laboral de los docentes en este caso.

Hablar directo y transparente, es un lenguaje que no se ha acostumbrado en el trato con los docentes. Su gremio fue “mecido” y creyó en la buena voluntad y el esfuerzo que hacía el Estado. Hoy estamos en otro tiempo, con otros conceptos, con decisiones profesionales, sin anatematizar a nadie. Si ello no se comprende, consideramos que existen otros intereses extra educativos que motivan campañas de medias verdades. Eso no lo podemos seguir permitiendo los docentes hoy.

4. Velando las armas. El SUTEP viene desde el 5 del presente llevando a cabo una huelga general indefinida. Dos sindicatos disidentes de la Región Puno y Junín rechazan la medida de fuerza. Pero no es por aceptación de la LRM, sino porque existen otros intereses de carácter orgánico y por la lucha por la dirección del movimiento magisterial.

El gran paraguas es la plataforma de lucha que como otros años y con ligeras variantes contiene los mismos deseos, las mismas palabras, sin la menor intención de recordarlas cuando terminen las tensiones y se haya “negociado” la culminación de la medida de fuerza. Eso ocurre cuando se confunden planos, cuando no se tiene un seguimiento de los sucesos y aconteceres del conocimiento. Cuando se dice que se identifican con la educación y no se replantean las formas de lucha.
En la Ley del profesorado se hicieron concesiones insostenibles y hubo espejismos en las bonificaciones planteadas y aceptadas por el gobierno aprista que estaba llegando al final de su mandato y consecuencia de ello es el reclamo por el pago del 30% por preparación de clases (Art. 210 Reglamento Ley del profesorado Nº 24029 y su modificatoria Ley Nº 25212). Problemas, dilemas y dislates. Poco aporte a la educación nacional y menos a la consolidación profesional del docente. También en el gremio necesitamos una renovación de cuadros y planteamientos para estar a la altura que la política educativa nacional lo demande y no la que los políticos deseen imponer en salvaguarda de sus interes

ENTRE LA LLUVIA Y EL VIENTO

12 mayo 2012

1. Entre la lluvia y el viento / tuve el primer pensamiento/ y como miré a la izquierda alguien me tiró una piedra/ ay, ay, ay. El mes de abril que acaba de concluir nos ha mantenido como dice la canción “Entre la lluvia y el viento”. Lluvia de noticias y viento de palabras de quienes deberían “hablar” con hechos concretos, siendo consecuentes con lo que prometieron y no quedándose en recodos del camino que marcan quienes sienten que el país podría cambiar, pero no les conviene. Muy mala señal.

Hubo “lluvia” de palabras de todo jaez, de quienes tienen el poder, de quienes quieren jaquearlo y de quienes no se acostumbran a que exista un cambio generacional en el país. Que el Perú no es el mismo de los 70, de los 80, que en los 90 hubo una nefasta intervención del gobierno amparándose en una “interpretación auténtica” de lo que para ellos era la democracia. Y así fueron debilitándose y cayendo instituciones, programas, personas y maneras de analizar y ver al país. De otro lado “vientos” de los que todo lo solucionan desde un micrófono o un diario, sin conocer la realidad en que vivimos.

¿Se puede construir algo cuando los cimientos son de arena? ¿Se puede consolidar ideas cuando las promesas se esfuman en las calderas del poder? ¿De qué valores hablamos cuando se dice que nos falta educación en valores si no sabernos precisarlos y menos enumerarlos? ¿Podemos pedir resultados en ciudadanía cuando se hace caso omiso de derechos y obligaciones de la persona? ¿De qué democracia hablamos cuando los líderes se expresan en nombre de ella atropellando su esencia? ¿De qué crítica constructiva se puede hablar si cuando se hace, de inmediato salen a los medios personajes y personajillos que sin ningún desparpajo defienden lo indefendible? Los hechos de estos días (el retorno de un suboficial de la policía herido, la muerte de otro, a quien ninguna patrulla militar de búsqueda pudo encontrar, pero sí los nativos de la zona; el tema de ejecuciones extrajudiciales en el caso de Chavín de Huantar; las declaraciones de un genocida como el Capitán Telmo Hurtado causante de la masacre de Acomarca, que expresa en el juicio “Un subteniente o un oficial en los primeros años de su carrera solo se limita a cumplir órdenes. El escalón superior es el responsable por impartirlas”; el caso del nombramiento de los representantes de la elección de tres directores del Banco Central de Reserva: la crítica de manera desorbitada al Presidente del Poder Judicial por su decisión de realizar una campaña contra la corrupción en dicho poder; etc.) no pueden distraer el sentido de lo que viene ocurriendo en el país.

En una clase de educación cívica dejar de tratar estos temas con la verdad y claridad del análisis no puede obviar escenarios, instituciones y actores. Dejar de hacerlo es caer en la inopia y anomia. Eso en educación es ir contra los principios básicos de la pedagogía y la ética profesional. La generación de alumnos de hoy no permite obviar hechos y situaciones en donde por una u otra razón están involucradas familias, comunidades, gobierno e instituciones.

No se trata de anatematizar a quien piense diferente, sino todo lo contrario, es necesario tender puentes desde la equidad y buen trato entre futuros ciudadanos en torno a la verdad. Esto no es forzar la función de la educación y menos los lineamientos curriculares. Todo lo contrario. Debe tenerse el suficiente equilibrio emocional, la información pertinente y la capacidad de análisis de los hechos y actores. ¿Están nuestros docentes formados para esta tarea?

2. “No le tengo miedo a nada, si puedo verle la cara pero hay quien se me disfraza y con palabras se ensaña” El mensaje cifrado, el mensaje sólo comprensible para los citadinos y no para los ciudadanos del interior del país, hacen que la inequidad sea una brecha enorme aún, que la corrupción se disfrace de mil maneras tratando de sacar provecho de la ignorancia o de la viveza de pocos en contra de muchos. Se hace alarde de comunicación satelital, de teléfonos satelitales y es imposible tener un GPS para no andar perdido en los andes, o en la selva.

Es inconcebible que le hablemos a nuestros alumnos de equidad y constaten saliendo de la escuela que en su pueblo, en su comunidad no existen servicios básicos de salud y educación; que no existen instituciones que debieran estar presentes; que quienes deben protegerlos se aprovechan de su poder para ponerle precio a sus servicios que son una obligación.

Es duro reconocer que el discurso del currículo que se concreta en el día a día en el aula, ponga en evidencia las carencias y precariedades de un Estado que se dice y aspira a ser desarrollado y sin embargo no tiene lo mínimo para poder servir a sus ciudadanos. Tenemos a una firma de restaurantes de Lima entre los 50 mejores del mundo y el rancho de nuestros soldados está vencido en el tiempo; existen comedores populares que no pueden utilizar provisiones de sus almacenes pues la fecha de utilización ha caducado; que tengamos un Instituto del Niño y no pueda ser utilizado por deficiencias administrativas y presupuestales. Y la lista es interminable.

Quien denuncie estas inequidades corre el riesgo de ser notificado y si es empleado o trabajador del estado ser separado de su puesto de trabajo y sometido a investigación y hasta despedido. Así estamos en el país y muchos diarios lo muestran en sus titulares expuestos en los kioscos. ¿Quién puede decodificar las noticias sin dejar de abordar el contexto político en que se sucede?. Y como dice la canción “ … hay quien se me disfraza y con palabras se ensaña”.

3. “Miedo me dan las palabras, de todo aquel que no duda y me asombra la firmeza con que habla el que no escucha”. Eso a tono con lo que hemos oído en la semana y la desconfianza que cunde entre quienes las leen y las escuchan. Los niños y jóvenes ya no jugarán a ladrones y celadores sino a otra cosa, utilizando su imaginación y recurriendo a las últimas tecnologías –quién sabe- pero allá en los pueblos remotos de la selva donde llega la radio y la TV, los niños juegan todavía con llantas inservibles de los carros y camiones, con pelotas sin marca y juguetes de plástico parecidos a las que utilizan para el combate los soldados que aparecen en el pueblo con su caras pintadas y con armas reales. Aún no sintonizamos con la realidad. Hablamos de mejorar la educación, pero de espaldas a esta realidad rural (nueva ruralidad le llaman) que es la de siempre a pesar de los años, ignorada, desconocida, estudiada, pero no puesta en las prioridades estatales.

Empezamos el año con Conga va, y aún no empieza; luego tolerancia cero (para los otros y no para quienes tienen el poder), operaciones impecables como el rescate de mineros y de los secuestrados en el VRAE. El silencio y una ausencia que hace dudar de cierto protagonismo respaldado por las encuestas: el Presidente. ¿Dónde está? ¿Qué piensa? ¿Es un político de coyuntura o tradicional?

Esto me recuerda a un texto de Abelardo Gamarra “El Tunante”que leí en secundaria, llamado “QUIENES SON LOS DE LA CAPITAL. Don Jeremías Vademecum es un descarnador de todo lujo. Ha sido representante desde que lo parió su madre: tiene un modito tal de matar pulgas, que no hay candidato a la Presidencia de la República con el que no esté bien: huele a los candidatos desde cuatro períodos antes de que ellos mismos se lo sueñen, y se viene enfilando tan insensiblemente con todos, que el día en que las cuestiones políticas se definen, es aquel en que está bajo el ala del que debe atrapar la polla. Es un candidato fantasma, porque nadie lo siente, ninguno se apercibe de su candidatura: cuando la provincia y el futuro Excelencia vienen a darse cuenta de que Vademecum pretende ser representante, es cuando ya lo tienen encima, encaramado, con toda la devoción de un felino sobre su presa. Tan agarrado, tan clavado, tan adherido, que, aunque quisieran sacudirse de él, primero ser iría a pique la pretensión presidencial y se hundiría la República que aflojar medio pelo don Jeremías.” (http://sisbib.unmsm.edu.pe)

Esa sensación he tenido sobre los políticos que se presentan en estos días a analizar la coyuntura y sobre quienes tienen un cargo en el ejecutivo que se escudan en palabras. ¿Será que don Jeremías sigue vivo? Pero este mal lo arrastramos de antaño y pareciera ser el prototipo que los políticos deben seguir sin pensar que para serlo se requiere además de experiencia, mucha ciencia. No quisiéramos que se nos moteje de excluyentes, pero es que cada promoción de políticos que nos gobiernan en los quinquenios, es más de lo mismo, su modernización es material, pero no mental. Igual en las instituciones tutelares de la Patria que piden presupuesto para mejorar el armamento y nada para revisar su formación, su currículo de estudios. ¿Por qué? ¿Autonomía universitaria?

Así hemos pasado el mes de abril 2012 entre la lluvia y el viento. Esperemos que la tempestad amaine y que nuevos rostros, nuevos mensajes con contenidos concretos hagan posible que las brechas se acorten y que la equidad llegue a todas las áreas sin preferencias coloniales ni emancipadoras. Como en el teatro no esperemos la tercera llamada para ponernos a trabajar profesionalmente en lo que es menester para conseguir una sociedad más justa y solidaria. En el sector educación se ha empezado a caminar con otro espíritu, a pesar de los problemas. ¿Es difícil seguir los buenos ejemplos? (04.05.12)