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ELECCIONES PRESIDENCIALES: PROPUESTAS EN EDUCACIÓN

19 febrero 2011

Desde la tercera semana de enero se fueron dando a conocer las propuestas educativas de los partidos políticos en competencia en el proceso electoral presidencial para el período 2011-2016. Once son las agrupaciones entre Alianzas y Partidos Políticos que han presentado sus Planes de Gobierno, entre ellos el correspondiente a Educación.

Las propuestas se podría decir que responden a una misma plantilla, al tratar lo educativo con categorías económicas que reducen todo a mitigar carencias, reducir brechas. ¿Cuántos quinquenios hemos escuchado y leído este mensaje?, ¿cuáles son los resultados?, ¿fallaron los maestros, las prioridades, los alumnos, la comunidad? ¿Y la política educativa? Ahí está, por la sombra y “silbando bajito” para que no se note su “presenausencia”. Nadie habla de ella sino de demostrar resultados que sabemos son volátiles en un país donde existen diferencias y diversidades que requieren planteamientos consistentes, innovadores, osados, que convoquen a una concertación de todos por la educación. ¿Se ha puesto de moda la educación? ¿Qué tanto se ha asumido como una convicción y compromiso? ¿Qué grado de profundidad tiene la educación en la clase política y en la comunidad?

¿Puede tratarse lo educativo como una “lista de mercado”? ¿La suma de todo lo que se propone será suficiente para llegar a la aspirada calidad educativa? El amigo – asesor del candidato Toledo –el Dr. Carnoy al preguntársele “¿Cuánto tiempo tomaría mejorar significativamente el nivel de la Educación peruana? respondió: “Tomaría unos cinco años”. ((LA PRIMERA. 01.02.11). Sin duda el Dr.Carnoy es un buen catedrático y mejor consultor, pero decir lo que afirma, es desconocer la realidad educativa del país. ¿Le habló el candidato Toledo del Proyecto Educativo Nacional? ¿Sabe el candidato Toledo qué ha sucedido en este quinquenio con el PEN? ¿Sabe qué sucedió con el Proyecto Huascarán? ¿Conoce el proyecto Una Laptop un niño? No se trata de duplicar el sueldo a los docentes para mejorar en la calidad educativa. El problema es mayor. El sistema presenta espejismos que desvirtúan la realidad. Y eso no se aborda. Todo lo contrario, ponen distractores que hacen olvidar los problemas centrales y así una vez en el gobierno lo que fue programa, se convierte en plan recortado por las urgencias económicas y otras prioridades de otra índole que no fueron evidenciadas en el calor de la campaña.

Lo “novedoso” de algunas propuestas es lo que algunas alianzas y partidos llaman “la Revolución Educativa”. Novedad “novedosa” para incautos y personas inescrupulosas que tratan de distraer a la comunidad con propuestas que tienen una cuna conocida, hijas de un sistema que se readecúa cual camaleón, a la realidad y circunstancia que le toque vivir.

Se ha escrito desde siempre que no es fácil encontrar el origen de los fenómenos sociales, pero a pesar de ello como el eco los repetimos confluyendo en el modelo económico y de sociedad que se aspira.: ¿Después de la reforma viene la revolución? Al parecer por quienes suscriben la Revolución Educativa –que son el 36.36% de los partidos políticos en pugna electoral- muchos no saben de qué se trata y menos que la educación es un proceso y no la suma de fórmulas matemáticas que dan un producto.

Es sencillo plantear lo educativo en trance electoral, pero complicado fundamentarlo como política educativa a desarrollar en el país, en la escuela, en el aula. No se quiere entender que la educación es un proceso de aprendizaje y formación de la persona, que los materiales e infraestructura son complementarios y que la gestión debe ser enmarcada en principios éticos y de eficiencia. ¿Pero se podrá hacerlo en un ambiente de diversidad, de inequidad? Las fórmulas que se aplican y nos muestran resultados inmediatos, serán “flor de un día” si no se prevé el proceso en toda su comprensión temporal y económica. Hablar por ello de Revolución Educativa suena bien para los oídos, pero ella no es sinónimo de aprendizaje, conocimiento, de formación de ciudadanía, de recuperación de valores, en la perspectiva de forjar una sociedad más justa, más equitativa y solidaria. Todo lo contrario. Suena bien hablar de mejores aprendizajes, alcanzar la máxima cobertura y una infraestructura “sismo-resistente” e inclusiva, pero si ello no va acompañado de una voluntad política que no se quiebre a la menor presión de intereses –como siempre ocurre- y mejor nos olvidamos de las promesas.

Plantear una revisión del actual sistema educativo nacional es casi una urgencia y obligación si queremos que dé iguales oportunidades a todos en la perspectiva de construir un futuro mejor. Recurrir al facilismo de la frase “Revolución Educativa” es quedarse en el cliché y no adentrarse en el cambio que verdaderamente requiere el sistema tanto en la concepción de educación que el país necesita y el diseño de la institución que debe liderarla. Contamos ya con una Ley de Educación, un Consejo Educativo Nacional, un Plan Educativo Nacional (al que muchos partidos ignoran olímpicamente), de Planes Regionales de Educación, pero carecemos de un Ministerio de Educación adecuado a las nuevas demandas de los niños y jóvenes, no del bicentenario solamente, sino de hoy y también para el futuro del país.

¿Cuál es la fundamentación filosófica y pedagógica, en suma ideológica, de estas propuestas echadas al viento a los electores? No se trata de explotar en términos políticos y a corto plazo, las grandes promesas que se hacen, si el modelo “for export” es otro. Hemos recibido muchas palabras nuevas en esta temporada: educar para la competitividad, educación y tecnología, educar para el desarrollo. ¿Qué significa todo esto sino responder a las consignas “disfrazadas de sociales” que el neoliberalismo trata de “vendernos” para obtener sus fines y objetivos?

Carlos Iván Degregori, antropólogo e investigador del Instituto de Estudios Peruanos (IEP) en una entrevista en esta semana, expresa ante la pregunta “-¿Se ha impuesto en el país un discurso único que pone al modelo neoliberal como alternativa excluyente? ¿Cómo influirá eso en las elecciones? -El Perú es un caso extremo. Aquí el triunfo del neoliberalismo duro, tipo Consenso de Washington, que ya está obsoleto, ha sido muy fuerte. No es lo mismo en otros países de la región. En eso ha jugado un papel importante el gobierno de García. Esto ocurre porque en el Perú la izquierda se destruyó, se suicidó, antes de que venga el modelo neoliberal. Los poderes fácticos, como los empresarios, buena parte de los medios de comunicación, ciertos sectores de la Iglesia tipo Cipriani, han jugado muy bien para imponer el modelo neoliberal, mientras que muchas veces los que no estamos a favor de este modelo nos hemos enredado en peleas menores. Pero la gente cada vez quiere más una relación diferente entre Estado, sociedad civil y mercado. Algo de eso hemos atisbado en las elecciones municipales de Lima con el triunfo de Susana Villarán”. (LA PRIMERA. 31.01.11).

¿Pero qué ocurre en el país, que somos tan amigos de etiquetar las cosas? Educación, si no va con un adjetivo calificativo, no es educación, no es valorada. Si el mercado no la promueve, pareciera que tiene poco valor. ¿Por qué? Es preocupante cómo quienes deberían ser objetivos y honestos en el debate, recurran a argumentos alambicados para sustentar su posición, la misma que en las décadas de los 70 y 80 del siglo pasado no se hubieran atrevido. La siguiente respuesta de Degregori resume de manera precisa lo que nos viene ocurriendo en el país a nivel de debate ideológico. “-¿Hay responsabilidad de los intelectuales en esta crisis política? -También hay una crisis de los intelectuales. Hay un desencanto de la mayoría de intelectuales con la política. Ahora no se encuentran intelectuales orgánicos. Este repliegue de los intelectuales ahonda la crisis política del país. Se ha acentuado demasiado el lado tecnocrático y se ha perdido la visión más integral del país que aportaban los intelectuales. Eso es responsabilidad de los intelectuales. (LA PRIMERA. 31.01.11). A buen entendedor, pocas palabras.

La penetración del pensamiento neoliberal ha ido haciéndose parte del discurrir de nuestra vida en estos años. Aceptamos el mercado, aceptamos sus reglas, aceptamos sus consignas que nos quieren hacer creer que vamos hacia la “sociedad del bienestar” y por lo tanto se adscriben propuestas que impactan y se piensa en la novedad, antes que en el contenido. En el continente, antes que en el contenido.

El discurso neoliberal que nos venden, con insistencia está llegando a crear una especie de “efecto de verdad”. Se juega hoy, por ejemplo, con información y cifras, con datos parciales, presentados de manera aseverativa. Se presentan como nuevas propuestas que ya han sido aplicadas en otros países sin decir que no han dado resultados. El uso de palabras como participación, autonomía, calidad y otras están al punto de desgastar su significado. Deberíamos ver, por ejemplo, lo que viene ocurriendo con la participación de los padres de familia en la asunción de responsabilidades que el Estado descuida.

Últimamente se nos “bombardea” con el mensaje que debe educarse para ser competitivo. Pero ¿qué significa ser competitivo aquí, hoy? Respuestas tendremos según sea el interlocutor. Unos que dicen saberlo todo y mangonean desde el poder, desde los ministerios (educación, producción, comercio exterior y otros) dicen que es saberse desempeñar en un mundo cambiante; otros que los estudiantes, futuros profesionales o trabajadores, no pueden quedarse sólo en las tecnologías y las transformaciones en la gestión de las empresas, por el contrario deben ser más osados, deben caminar a la par con ellas.

Quienes formulan en sus propuestas de gobierno la Revolución Educativa como “tabla de salvación”, no hablan de la escuela pública como protagónica de los cambios. ¿Será que se está preparando de esta manera las condiciones para una real privatización de la educación? ¿Quién asumirá los costos de mantenimiento y servicios, por ejemplo de los colegios emblemáticos? ¿El Estado? Acaso no se insinúa que la comunidad sea quien vele por este servicio. O también como se ha lanzado, si no se cuenta con los medios se podría hacer una alianza público-privada, para que el servicio se mantenga y mejore.

¿Por qué ignorar el Proyecto Educativo Nacional? En este gobierno no fue asumido como una propuesta nacional a pesar de estar refrendado por una Resolución Suprema firmada por el actual presidente del Perú. ¿Este PEN afecta el modelo económico? ¿Por qué en los Planes de Gobierno presentados se hace una “lluvia de ofertas” sin un eje principal que las ordene, priorice? ¿Qué expertos ha redactado la parte correspondiente a educación? Sabemos quién determina la estructuración del presupuesto que responde a un modelo en donde la persona ha sido olvidada, para priorizar la producción.

La “Revolución Educativa” que pareciera haber cautivado a muchos candidatos porque sería la “llave maestra” para solucionar los problemas educativos, sería una falacia más que crea ilusiones en la comunidad, sabiendo que en experiencias cercanas no ha dado los resultados esperados.

Tres presidentes latinoamericanos proclamaron la Revolución Educativa en sus países –Colombia, Chile y México- y pueden averiguarse los resultados de la inversión.

En Colombia, lo que el presidente Uribe llamó perspectivas innovadoras y trascendentes que se sintetizaron en tres puntos: cobertura educativa ampliada; calidad de la educación mejorada y eficiencia mejorada en el sector educativo. Esto debería conllevar una fuerte inversión; pero se planteó recortar las transferencias para atender a salud y educación en las regiones. Compartimos el análisis que hace Carolina Moreno Cruz, profesora colombiana en su artículo titulado La “Revolución educativa” masifica pobre enseñanza. (Revista Florecer Nº 19 –mayo-junio, 2008. Unión Nacional de Trabajadores de las Flores). Explica que lo aplicado en estos tres ejes, se ajusta luego a una coyuntura que establece otras prioridades. Así se tiene que en cobertura en lugar de tener el profesor 20 alumnos por aula, hoy tiene de 40 a 50 estudiantes. También manifiesta que se les está entregando instituciones públicas al sector privado en la modalidad de concesión, donde el Estado paga un subsidio a los colegios privados para que atiendan a escolares excedentes de instituciones públicas. De otro lado, la calidad está desmejorada. Se ha disminuido o eliminado del currículo la intensidad horaria en actividades para el desarrollo del pensamiento científico, crítico y creativo. En su reemplazo se enfatiza la educación en competencias básicas, ciudadanas y laborales. Son los empresarios los que le dictan a la educación el perfil que esperan de los futuros egresados. Esta evidencia no es aceptada por quienes aplican el modelo. .Es el dogma a seguir, quienes plantean lo alternativo son unos soñadores. Así en lo que se refiere a eficiencia, debe hacerse más con menos. En suma, debe mostrarse cifras que indiquen el crecimiento de la cobertura, pero no se dice nada sobre la calidad y las alternativas privatizadoras que se han venido dando. Se ha llegado al extremo de decirle a los docentes que “creen sus propios colegios con financiación estatal para los pobres, también firmar convenios de desempeño con las universidades oficiales para erradicar y evitar la politiquería y el desgreño y conectar la educación con el empleo” (Un análisis de la Revolución Educativa. Abel Rodríguez C.) Más claro ni el agua.

De Chile nos llegó en noviembre de 2010 esta nota “Mientras, el jefe de Estado asegura que se tratará de una gran revolución en la educación chilena que requerirá del «liderazgo, unidad, esfuerzo y coraje» del Gobierno, parlamentarios, alcaldes, profesores y alumnos; parlamentarios de la Concertación hicieron hincapié en que “las reformas sociales exitosas se construyen sobre la base del diálogo y los acuerdos y no son simples operaciones publicitarias o de marketing.” (EL MOSTRADOR. 22.11.10). Aquí se puede ver cómo se quiere de manera vertical imponer la “revolución educativa”. El presidente Piñeira expresó que “los objetivos de la reforma, la cual busca aumentar la calidad educativa en todo el territorio nacional, y enfocarse, en primera instancia, en la formación de los maestros y la captación de un mayor número de estudiantes de pedagogía.” (http://spanish.news.cn/iberoamerica/2010-11/23/c_13617711.htm). Añadió que “…apuntará «al corazón del problema» que es la calidad de la educación recibida por los alumnos”. Dijo también que «Estamos introduciendo cambios a los contenidos curriculares, incorporando métodos mucho más eficaces, mucho más productivos»(Ibídem) El Colegio de Profesores de Chile por intermedio de su presidente expresó “Esto no es una revolución educacional. Es una reforma falsa, mediática y de marketing. Todo esto se ha hecho disfrazado, para privatizar la educación» (Ibídem) La presidenta del Partido por la Democracia expresó: “La revolución que Chile requiere en materia educacional (es) de grandes acuerdos y de todos los actores haciendo su aporte; y aquí, una vez más, se optó por el camino de sólo consultar a los cercanos al gobierno»» (Ibídem). Cualquier parecido con la realidad, es pura coincidencia.

En México el año 2008, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, expresó que “es necesario impulsar una revolución educativa mediante acuerdos, compromisos y acciones compartidas entre los gobiernos federal y estatales, los maestros y la sociedad,” (El Universal 17.03.08). También expresó que “El magisterio está convencido,…, de que la enseñanza pública debe generar en los niños y jóvenes del país los conocimientos, habilidades y competencias que demandan la sociedad y la economía global. Para fortalecer la escuela pública es necesario que las escuelas cuenten con infraestructura y equipo, se requiere incorporar nuevas tecnologías; contar con comunidades educativas integralmente seguras, con autonomía de gestión y vincular los planteles con la sociedad. Insistió en la necesidad de tener escuelas de tiempo completo; modernizar la capacitación, actualización y superación del magisterio; modificar el concepto de carrera magisterial y fortalecer las acciones de salud para los estudiantes de educación básica. (Ibídem)

La mano invisible del neoliberalismo está penetrando a las profundidades de la educación y va poniendo las condiciones para que el modelo obligue a adecuarse más allá de los principios humanistas. Y el discurso se perfila adecuado en medio de la pobreza de la mayoría y sus aspiraciones. El proceso educativo será de calidad y excelente si coincide con la dinámica del mercado, nos dicen y lo aceptamos calladamente.

La propuesta que hacen algunos candidatos en este evento electoral de realizar una “revolución educativa” es ambigua. Si se leen los ofrecimientos es indudable que le falta no sólo el sustento pedagógico coherente sino su articulación con las actividades que viene realizando el sistema educativo actual. Por ello consideramos que hablar en este tiempo de “revolución educativa” en el país, es una falacia populista; es responder a los vientos neoliberales que soplan cada vez con más fuerza por el continente. Pero por sus textos se les puede identificar y dicen que se inspiran urgidos por un cambio sin discusión, sin consenso, a partir de las reales necesidades de los educandos y las transformaciones que debe hacerse en el sistema educativo nacional. ¿Pero qué cambios? No lo dicen.

No se trata de declarar que nuestro sistema educativo es diverso y que atiende a toda la población nacional. Sabemos que no es cierto. Se dejan de lado los habitantes de los pueblos más alejados, en lo que se ha llamado “el Perú profundo”. ¿Por qué seguir anteponiendo la educación urbana a la educación rural? ¿Tenemos acaso dos tipos de ciudadanos: los rurales y los urbanos? ¿Acaso ambos no son personas con iguales derechos y obligaciones? Nuestro sistema educativo debería ser intercultural para evitar discriminaciones odiosas y perturbadoras como las que se puede constatar. Y ser auténticamente equitativo, solidario, inclusivo.

Las veleidades de la propuesta de una “revolución educativa” pueden llevar a lo que un presidente de un país expresó que se debería «involucrar a los empresarios como «guías de lo que el mercado requiere», para generar la oferta laboral que se demanda» (Cambio de Michoacán. Revolución Educativa. Apuntes en Blanco y Negro. Emiliano Valdés González. Morelia, febrero 2008). Es decir entregarse con todo al sistema, no vale la historia, los principios, los valores. Tienen la palabra los equipos técnicos de los candidatos. O se emancipan e innovan o siguen dominados por las reglas del mercado y del sistema neoliberal. La educación peruana no soporta una aventura ilusa nuevamente. No sigamos viviendo en un mundo de apariencias ni simulaciones. El momento demanda hablar claro y no comulgar con rueda de molinos. Por ello rescatemos lo que Paulo Freire decía “La neutralidad frente al mundo, frente a lo histórico, frente a los valores, refleja simplemente el miedo que tiene uno de revelar su compromiso. Este miedo, casi siempre, resulta del hecho de que los que se dicen neutros están “comprometidos” contra los hombres, contra su humanización” (Freire, Paulo, «Educación y Cambio», Ediciones Búsqueda, Buenos Aires.).(05.02.11)

UNA AGENDA PENDIENTE EN EDUCACIÓN: ¿Qué hemos avanzado?

2 abril 2010

Queremos traer a reflexión y recordar en esta oportunidad que la primera década del 2000 ha estado signada en educación por documentos de la UNESCO /OREALC que están allí en armarios, bibliotecas, centros de documentación y son unos referentes más, no asumidos sino como remedo de lo que es nuestra política educativa nacional. En la región se ha producido conocimiento educativo que debería servir como marco para el diseño de políticas educativas en nuestro país. Pero como expertos en descubrir el agua tibia dejamos de lado experiencias y nos aislamos de manera autista frente a algunos logros alcanzados.

Hemos sido más complacientes y acogedores a temáticas de coyuntura, aparejadas de unas cartas de intención conocidas por unos cuantos y sigilosamente firmadas. Estas cartas promovían un modelo económico que a su vez daba el marco de las políticas sociales sin reparar en la realidad y lo que se venía avanzando.

No es el momento de recordar los cambios educativos que fueron dándose desde la mitad del siglo pasado hasta nuestros días. Sin embargo tenemos dos hitos de los cuales nos podemos enorgullecer y presentar algunos resultados: la Reforma Educativa de 1970 (a pesar de ser promovida por un gobierno militar, pero pensada, debatida y diseñada por un equipo de profesionales ilustres que dieron ejemplo de lo que es trabajar interdisciplinariamente teniendo como objetivo la educación nacional) y el Proyecto Educativo Nacional (promovido, diseñado y en desarrollo con mucho esfuerzo por la sociedad civil y sus instituciones).

Al término del primer decenio del siglo XXI y casi ad portas de nuevas elecciones presidenciales es bueno que remontemos la coyuntura y pensemos lo educativo como una nueva utopía pedagógica que permita dar el salto a una sociedad realmente participativa, democrática (en el justo sentido de la palabra), inclusiva, descentralizada que valore su identidad. Esto permitirá –consideramos- que se haga realidad una nueva generación de sujetos, ciudadanos, que sean fruto de la educación recibida.

Los tiempos demandan valorar lo realizado y no caer sólo en lo homogéneo propio de la modernidad sino abrirse y recuperar y valorar lo diverso que está más en sintonía con el ser peruano.

Todo ello invita a revisar los documentos elaborados, recomendaciones alcanzadas en eventos donde el estado peruano se ha comprometido, pero llegado a la realidad fue ganado por la coyuntura y el interés del gobierno de turno, renunciando a los intereses superiores que implica la educación de un país. Pensemos una década atrás y las ofertas educativas de los Planes de Gobierno de los partidos políticos. Hoy no resisten una evaluación profesional seria y menos mostrar resultados que hayan contribuido a una educación de calidad y menos a formar ciudadanos. Todo ha sido llevado a la simpleza de un eslogan, reduciendo el contenido y los valores.

Pensamos que como referencia se podrían revisar las Recomendaciones sobre Políticas Educativas al Inicio del Siglo XXI (PROMEDLAC VII- Cochabamba 5-7 marzo 2,001). Documento que fue denominado Declaración de Cochabamba donde se realiza un balance de los logros obtenidos y los incumplimientos de los objetivos del llamado Proyecto Principal de Educación. A partir de ello se elaboran y aprueban las recomendaciones sobre políticas educativas del inicio del Siglo XXI. Consta de IX ejes que agrupan las 54 Recomendaciones. (El documento completo en:
http://www.ocimed.gob.pe/documentos_obs/compro_marco/cochabamba.pdf)

Tomando como título los ejes del documento haremos una reflexión somera de lo que se ha hecho en el país en torno a este compromiso asumido. Sin duda el espacio es corto, pero debe tomarse como una información síntesis que invite a la reflexión de los docentes, a los funcionarios y a quienes desde la política intenten realizar cambios sustantivos en la maltratada educación nacional.

I. Los nuevos sentidos de la educación en un mundo globalizado y en permanente cambio.
Sin duda la educación peruana no puede estar a espaldas de una realidad en constante cambio y que implica renovación en las formas de diseñar políticas educativas. Pero ello demanda un liderazgo que se ha perdido y que debe ejercerse convocando a toda la comunidad educativa por encima de las banderías políticas. No se trata de qué partido lo hizo posible sino qué ideas y qué decisiones se tomaron para mejorar la educación nacional. La historia de nuestra educación está sembrada de redentores cuya voz se apaga conforme se mimetiza con la política partidaria y no con la política de estado en educación. Por ello es triste ver que el liderazgo en el período actual lo tiene el Presidente de la República antes que el Ministro de Educación. ¿Por qué? Porque estamos uncidos a una manera tradicional de hacer política, en donde valen más los votos y aclamaciones que poner los cimientos de una buena educación para la gran mayoría del país. Basta analizar los últimos discursos presidenciales en inauguraciones que tienen un sonsonte de formar la elite política del país, sin tener claro cuáles son los objetivos que persigue esa formación de líderes. Otras ideas parecidas que podrían hacer ver que estamos “viviendo” en un mundo globalizado y en permanente cambio, pero la realidad es otra cuando la inequidad y la discriminación son el común denominador en el interior del país.

II. Aprendizajes de calidad y atención a la diversidad: ejes prioritarios de las políticas educativas.
Muchas cosas que contiene este parágrafo se han realizado y en ese sentido podría decirse se ha avanzado, en otras se ha retrocedido o simplemente no han sido tomadas en cuenta. Por ejemplo cómo del currículo consensuado elaborado con docentes en el 2005, se pasó a un currículo elaborado sólo por especialistas… ¿Qué sucedió? Nadie lo explica coherentemente. Pero sí se impone el nuevo currículo 2009 sin la capacitación necesaria y si el alcance a todas las instituciones del país. ¿En qué consiste promover aprendizajes de calidad si las autoridades responsables se creen por sí y ante sí dueños de la verdad? ¿Y qué decir del fortalecimiento de la institución escolar? ¿Acaso no se han saltado todas las vallas al sacar de la manga, primero El Colegio Mayor Secundario y después los Colegios Emblemáticos? Se ha instalado oficialmente la exclusión y la discriminación en el sistema educativo por obra y gracia de una persona –el Presidente de la República- que tiene ansiedad por el reconocimiento y la perdurabilidad de su nombre. Si su primer período es recordado por la debacle económica en que dejó al país, ahora será recordado por el cemento y ladrillo para instituciones educativas que requerían mejoras, pero no en el porcentaje que aumenta la discriminación educativa si vemos otros locales a nivel nacional y cerca a pocos kilómetros del centro de Lima, que no tienen servicios higiénicos, que no tienen vidrios en las ventanas, que el eternit del techo (material insalubre) está roto, que las puertas son inseguras, etc. En este sentido ¿cómo se presta especial atención a los aspectos afectivos y emocionales por su influencia en el proceso de aprendizaje a niños y jóvenes en general y sobre todo a los que viven en situaciones extremas? Es necesario apoyar a los estudiantes, valorarlos, creer en ellos y estimular sus capacidades. Estos aspectos redundarán en su motivación y autoestima, y reforzarán positivamente su proceso de aprendizaje. Poco se ha transitado por este camino que es uno de los principales para el desarrollo personal de los que serán los futuros ciudadanos.

III- Fortalecimiento y resignificación del papel de los docentes.
Se muestra con regocijo oficial lo realizado por los docentes. ¿Pero a qué precio? El enfoque de la política para con el magisterio ha sido la denigración de su tendencia política, antípoda de la del partido del gobierno. Esta causa la perdió el partido del gobierno en los años 70 del siglo pasado y desde entonces, por la manera cómo se manipuló a los docentes y en rechazo las prácticas políticas de entonces, el magisterio optó por formar otro tipo de organización, no por niveles educativos sino considerando al magisterio como un solo cuerpo agremiado.

No digamos que la actual agremiación se comporta democráticamente, pero una causa superior como es la educación nacional no puede ser manipulada señalando que el enemigo principal de la educación es el partido político al que pertenece la dirigencia del Sindicato.

Lejos de estos líos políticos de cúpulas y de consignas que pretenden abarcarlo todo con malas artes (festinación de plazas de trabajo, con el aparato burocrático de los llamados concursos; con pruebas diseñadas y aplicadas por instituciones que no conocen la formación, el quehacer y el desempeño docente; la asignación de contratos tardía y lo último el permitir que cualquier profesional puede ser docente y se les libera de estar colegiados, y otras denuncias que nunca son aceptadas y menos respondidas), poco se ha hecho por el fortalecimiento y resignificación del magisterio.

¿Qué estrategia puede mostrar la actual administración? La aplicación de la Carrera Pública Magisterial se ha realizado por presión antes que por convicción. Los problemas señalados por analistas de la educación, no son tomados en cuenta, por el contrario son ignorados.

El Estado sigue en deuda con el magisterio nacional. No habrá reconciliación mientras siga la política altanera del trato diferenciado a los docentes del partido y aquellos que pertenecen al sindicato. Tampoco cuando se dejan de lado promesas e ilusiones que crecieron en los primeros docentes que tuvieron los primeros puestos (se les dio una laptop y se creó con ellos un consejo consultivo sobre educación, pues ellos vivían el día a día de la educación del país). Una foto para el recuerdo, una visita al Presidente, una palmada en el hombro y el olvido.

IV- Los procesos de gestión al servicio de los aprendizajes y de la participación.
.¿Qué podemos mostrar como resultados? Tal vez mucha publicidad sobre lo realizado, pero poco de resultados para replicar. ¿Qué tanto se ha realizado modificaciones en la formación docente? ¿El currículo de formación ha sido enriquecido como los cambios lo demandan y la producción del conocimiento lo exige? ¿Por qué los desfases?

¿Qué se puede mostrar en el campo de evaluación sobre el proceso de descentralización y desconcentración educativa? ¿Cuáles son los avances y las insuficiencias? ¿Tiene el Ministerio una política de gestión de los procesos que tiene que ver con los aprendizajes y la participación? ¿Existe realmente autonomía pedagógica en las instituciones educativas? ¿qué ocurre con las más alejadas y pobres? ¿Se han dado capacitaciones a los directores para ejercer el cargo o simplemente se les envía vía las UGEL las Normas del Año para que las cumplan bajo responsabilidad?

Podríamos seguir preguntando y las respuestas serán insatisfactorias, pues no se ha dado un cambio fundamental en la concepción de la gestión educativa. Todo sigue igual: centralizado. Para dar a conocer una nueva directiva es necesario que los funcionarios responsables viajen a la capital para recibir un discurso y explicación de normas que se han decidido sin consultar a quienes las deben aplicar…

¿Se han trabajado en renovados acuerdos y consensos? Lo dudamos porque algo que ha distinguido a esta gestión es su rechazo a toda medida democrática. ¿Sienten los padres de familia, los docentes, las instituciones de la sociedad que son parte del Foro Ecuación para Todos? ¿Lo conocen? ¿Los proyectos educativos de la institución educativa son renovados y son tenidos en cuenta por docentes y padres de familia? La ley de educación obliga, pero en la práctica es un referente que es olvidado permanentemente porque las propias directivas educativas nacionales ignoran lo que es participación, lo que es consulta, lo que es consenso.

V. Ampliación y diversificación de las oportunidades de aprendizaje a lo largo de toda la vida.
Medidas desarticuladas, de coyuntura, que no responden a un modelo educativo coherente y a decisiones centrales, en un pueblo que demanda más oportunidades de aprendizaje a lo largo de la vida. La escuela pública está ausente en este nivel. Lo que sí han proliferado son instituciones particulares que con certificación oficial ofertan primaria y secundaria en semanas, meses o asistiendo a clases los fines de semana. Si esto ocurre en la capital debemos imaginar lo que ocurre en el interior del país.

La atención a la primera infancia es un campo en el que debe trabajarse más desde la escuela pública incrementando la inversión social en los sectores de la población más vulnerable. Estrategias de política educativa para este segmento de la población es necesario no sólo darlas sino renovarlas acogiendo experiencias de instituciones como las ONGs, gobiernos locales, comunidades e involucrarlas en este proceso educativo fundamental.

La oferta educativa para la juventud debe abrirse para lograr el más amplio acceso a este nivel, y la permanencia a las nuevas demandas de las personas y la sociedad. ¿Qué tenemos en este segmento? Muy poco a pesar de que el discurso oficial se habla de ello, que se hace poco. ¿Pero dónde se hace? ¿Con qué criterios se eligen las instituciones educativas? ¿Por antigüedad? ¿Por ubicación estratégica de su población? ¿Pensando en el rédito político?

VI- Medios y tecnologías para la transformación de la educación.
Sin duda es el campo donde se ha avanzado, pero nadie da razón sobre lo que ocurrió con el proyecto Huascarán, por ejemplo, y los esfuerzos realizados. Una experiencia poco valorada porque fue del gobierno anterior y se reemplazó por la publicitada OLPCE una laptop por niño, tan publicitada. Pero ¿qué se ha realizado de manera coherente tanto en lo técnico como en contenidos? ¿Cuántas laptop se han comprado, repartido y a dónde?

De otro lado se cuenta con un contingente de docentes capacitados que deben concursar para poder ocupar una plaza especializada. Pareciera que en este rubro existe una tendencia al personalismo presidencial de querer poner el sello efímero de su paso por el gobierno antes que por su contribución al mejoramiento de la educación nacional.

Falta mucho por avanzar en este campo. No se trata de comprar y comprar computadoras sin que previamente no se tenga un inventario de las instituciones educativas si todas ellas tienen los requerimientos técnicos necesarios para que se puedan operar las computadoras. Muchas denuncias se han dado, pero nadie las escucha: se han repartido computadoras para instituciones educativas que no contaban con conexión eléctrica y si la tenían no les alcanzaba el presupuesto institucional para el pago correspondiente. En otras zonas muy agrestes de la sierra y selva se ha provisto de paneles pero ¿quién paga el mantenimiento? ¿quién paga el cambio de paneles y el técnico que lo opere? ¿Tienen las Direcciones Regionales los técnicos y el presupuesto necesario?

Tal vez el programa en que se ha insistido mucho ha sido aquel que estimula la lectura, sin embargo sería necesario revisar la dotación de libros y bibliotecas escolar que deben promover la lectura como una estimulación del gusto y el placer por la lectura e incorporar tiempos concretos dentro de la jornada escolar..

En este campo falta mucho por hacer, muchas promesas que cumplir para todo el país y no sólo para Lima. ¿Qué ocurrirá con las escuelas unidocentes?

VII- Financiamiento para lograr aprendizajes de calidad para todos.
En este aspecto hay mucho por hacer. La educación ha sido y es dependiente de los préstamos que vía carta de intención vienen en paquete y se ciñen a las recomendaciones de sus especialistas que cual visitadores coloniales, vienen no a ver resultados sino la aplicación de sus recomendaciones y exigencia. No la adecuación del gasto y menos su impacto. Poca información pública al respecto y muchos silencios. ¿Cuánto cuesta el traslado del Presidente y su séquito para inaugura una institución educativa y repartir útiles, materiales y buzos? ¿No podría acaso hacer la misma entrega quien preside en la Región la Dirección de Educación? ¿Esto no merece una rendición de cuentas?

VIII- Sistemas de información para el mejoramiento de las políticas y prácticas educativas.
Es lamentable la poca dedicación e inversión que se hace desde el Ministerio de Educación sobre el rubro de información, evaluación, innovaciones, estadísticas e indicadores. No se trata de elaborar registros, cuadros sólo para especialistas y entendidos sino difundirlos de manera pedagógica para que la comunidad los pueda entender y comprender.

Elaborar pedagógicamente documentos para la comunidad educativa toda y no sólo para especialistas. Los padres de familia no deben acudir a la institución educativa sólo para recibir los informes del rendimiento de nuestros hijos sino para involucrarnos en el proceso educativo por que la educación es un derecho humano.

¿Por qué no se publica la información recogida en las supervisiones educativas que se ha realizado y es compartida por los docentes y padres de familia? ¿Por qué se deben enterar en discursos oficiales de la realidad? ¿Por qué se maltrata a los docentes del bajo rendimiento de sus alumnos, si la capacitación no se ajusta a la solución de los problemas que ellos enfrentan en su desempeño profesional? Se anuncia que muchos participantes docentes acuden a una capacitación obligatoria y no se escucha sus opiniones y comentarios sobre lo poco idónea que es ¿Por qué? ¿Quién acredita a las Universidades que las proporcionan?

En política educativa en lo que va del actual régimen no se ha expuesto un discurso educativo marco. Tampoco se rinde cuentas, se conoce todo por reuniones muy temprano desde el Palacio de Gobierno. ¿Por qué?. ¿Cómo surge el diseño de la política educativa? ¿De los planes de gobierno de los partidos políticos? Los hechos dicen lo contrario

IX Cooperación internacional.
Es penoso reconocer que a pesar de contar con una Oficina de Cooperación Técnica Internacional, ésta depende de una política educativa demasiado doméstica, sin perspectivas. La Cooperación Internacional no es una “caja chica” del Ministerio de Educación, tiene su propio perfil y objetivos en un marco mayor, sin embargo de un tiempo a esta parte la presencia de la Cooperación Técnica Internacional ha ido disminuyendo ¿por qué? Nadie lo explica de quién fue la decisión.

A manera de conclusión
A muchos les parecerá unos temas, conceptos conocidos, lugares ya orillados. Sin embargo, ¿qué porcentaje de la gran cantidad de docentes nacionales conocen estas recomendaciones resumidas en los ejes enunciados? Algunas las han encontrado en las propuestas del Ministerio de Educación, o en los discursos o conferencias, pero ¿alguien ha tenido la paciencia de invertir un poco de tiempo para explicarlas?

La mirada a una nueva educación implica una permanente interpelación sobre el campo problemático de la educación para poder tomar como modelo algunas experiencias innovadoras. No se trata de ser innovadores siempre, sino valorar qué tanto la innovación profundiza en los problemas y en las respuestas que da a la realidad y los resultados que se pueden evidenciar.

Estudios existen, lo que no existe es una política que piense desde el país y sus demandas lo que debe ser la educación nacional. El aporte de muchos peruanos e instituciones que desarrollan proyectos y recogen experiencias están allí, pero pensar políticamente la educación con mentalidad rentista políticamente no permite convocarlas y menos valorarlas. Se les considera competencia cuando deben ser complemento, enriquecimiento, ejemplo de interacción.

El tiempo es propicio, ahora que se preparan nuevos equipos en los partidos políticos, para que no inventen el agua tibia ni se presenten como renovadores ni creativos. Deben nutrirse de lo ya elaborado en estudios e investigaciones tanto a nivel de región como del propio país. Nadie ha hecho una estadística de las investigaciones educativas realizadas; nadie tiene un registro de experiencias educativas, por región. La historia de la educación peruana está constituida por promesas incumplidas y surge como un reto permanente. Rescatemos a la educación y pensémosla desde el concepto social original y que no se siga atribuyéndole sólo el valor comercial. ¿Será posible? (27.03.1