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OTRAS MEDIACIONES ENTRE EL SUJETO Y EL OBJETO DE CONOCIMIENTO

13 mayo 2013

Martha Vargas de Avella / Coordinadora Regional / Proyecto Materiales Educativos CAB/GTZ
En: MATERIALES EDUCATIVOS CONCEPTOS EN CONSTRUCCIÓN
LOS MATERIALES EDUCATIVOS, HERRAMIENTAS DEL CONOCIMIENTO

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El desarrollo vertiginoso de las comunicaciones y los avances tecnológicos en materia de información, plantean a la escuela la necesidad de profundizar en las múltiples utilizaciones que las denominadas nuevas tecnologías de la comunicación y de la información ofrecen a la educación.
A mediados del siglo XX, los importantes desarrollo en los medios de comunicación, por ejemplo, la televisión, la telefonía inalámbrica, la radio de transistores, las primeras computadoras de uso personal, produjeron un efecto de inquietud entre los educadores, porque aparecieron los primeros programas de educación a distancia en América Latina y con ellos, la pregunta y los debates sobre la imprescindibilidad del educador. ¿Podrán los nuevos medios de comunicación, subsistir la presencia del maestro?
El resultado concreto de las preocupaciones ocasionadas por la irrupción de la televisión, la radio, la telefonía y las computadoras en el ámbito de la educación, fue la alianza de los educadores con los medios modernos en la tarea de educar, superando la descalificación que inicialmente se había hecho de los mismos.
Los países latinoamericanos han ensayado diferentes alternativas para el uso educativo de los medios modernos de comunicación e información. Las primeras aplicaciones de educación a distancia apelaron a la radio, aprovechando el desarrollo de los transistores con lo cual, fueron posibles las emisiones educativas hasta lugares muy apartados de los centros urbanos. También se han efectuado dotaciones masivas de televisores y vídeo . grabadoras a las escuelas y se han desarrollado canales de televisión educativa. Como resultado de la incorporación de materiales audiovisuales, han surgido en las escuelas grupos de recepción activa de programas de televisión y también se ha extendido su utilización a la educación no escolarizada, en programas de jóvenes y adultos.
1) Televisión y educación
Las exigencias que se plantean a la educación desde la perspectiva de las nuevas tecnologías de la comunicación y la información, ponen en evidencia la necesidad de abrir espacios de análisis acerca de la exposición cotidiana de los niños y las niñas a la presencia de la televisión y las computadoras. En un Foro realizado con el propósito de reflexionar en torno a las relaciones entre la educación y las nuevas tecnologías, especialistas de la región, identificaron elementos cruciales que deben tenerse en cuenta para avanzar en los procesos de incorporación éstas, a la vida escolar.
Se identificó, por ejemplo, cómo la práctica educativa continúa centrada en el texto escolar, alejada de un entorno en el cual, la imagen penetra todas las demás actividades humanas. La sacralización del texto escolar como algo presente en la escuela, da al maestro el poder de una lectura unívoca de la cual el alumno es eco. Esta práctica libresca, se opone a la incorporación de la imagen, por cuanto, mientras el texto escrito es legible desde una lectura univoca, ésta no admite la unidad de la lectura. Además de su utilización en la enseñanza, los medios de comunicación le han planteado a la institución escolar, el problema de cómo formar a las niñas y los niños para relacionarse con estos medios, que ocupan una parte muy importante de su tiempo fuera de la escuela, especialmente la televisión.
La aceptación generalizada de que la televisión forma parte de la vida de los escolares, lleva a reconocer que los contenidos y significados culturales que circulan a través de ella, tienen incidencia en el desarrollo de ideas, conocimientos, actitudes y valores que deben ser potenciados por los educadores.
Las discusiones sobre las posibles consecuencias negativas de la televisión en la formación de los niños, niñas y jóvenes fueron agotadas en el siglo anterior y reemplazadas por una genuina intención de sacar el mejor provecho de ella, precisamente para fines formativos. “Todos hemos conocido esa mitología que existía hace unos años sobre la capacidad de la televisión para hipnotizar a los niños y eliminarles toda posibilidad de conectarse de nuevo con la vida, el hogar y la familia. Hoy, después de muchos estudios, se sabe que esa apreciación es lastimosamente equivocada. Los niños saben discriminar y elegir lo que ven. Han desarrollado capacidades de atención que les permiten actividades paralelas como ver televisión y hacer tareas.” 1
El lenguaje audiovisual, especialmente la imagen, activa las estructuras cognitivas de los sujetos, como se pone en evidencia cuando los alumnos expresan la necesidad de interpretar, el interés de anticipar, de hacer predicciones. De igual manera, se activan las emociones y los sentimientos, las actitudes de solidaridad o de rechazo, ante situaciones con las cales el sujeto se identifica o no comparte.
Según Cristina Dupont (1998) la televisión “educa a pesar de sí misma”. Para ilustrar esta afirmación, esta pedagoga de la comunicación, se fundamenta en los estudios realizados en la Argentina con poblaciones escolares, a través de los cuales se ha verificado que el consumo promedio de televisión de un escolar argentino es de cuatro horas y veinte minutos diarios. Los propios escolares manifies5tan que en la televisión se aprenden cosas. Y “dicen que aprenden más de la televisión los que pertenecen a estratos socio económicos más bajos: el 31% de ellos y el 39,2% de nivel medio – bajo, dicen que la televisión les enseña. En los niveles medio – alto y alto es el 26% y el 1 3%, respectivamente”.2
El potencial de la televisión al servicio de la educación y la pedagogía debe considerarse en la escuela, desde la perspectiva de su influencia en los procesos formativos. Los contenidos que circulan a través de ella, no están estructurados en un saber coherente, no son asignaturas ni ofrecen unas secuencias organizadas para el aprendizaje, pero sus formas de presentación llevan consigo modelos de conducta, ideas y conocimientos que ofrecen a los educadores oportunidades para potenciar la recepción, aprovechándolos para establecer hábitos, desarrollar nuevas percepciones y crear situaciones en las cuales los niños y las niñas pueden desarrollar procesos de resignificación.

Es un recurso que como otros medios y materiales educativos, puede ser utilizada como herramienta de aprendizaje, si se orienta por una intencionalidad pedagógica y se articula a una didáctica que establezca formas de interacción, entre las estructuras cognitivas del alumno y las historias, anuncios, noticias que sugieren los propios programas de televisión.
Los avances conceptuales en este campo han llevado a repensar los proceso de construcción del conocimiento y con ello a revisar los procesos de enseñanza y aprendizaje, como procesos insertos en un mundo en el cual, por efecto de la tecnificación, se han borrado las fronteras culturales.
El papel de los medios de comunicación en los procesos formativos de los niños y los jóvenes está presente como propuesta en todos los países de Latinoamérica, planteando la necesidad de investigar y profundizar sobre las posibilidades de los mismos, con el propósito de no reducirlos a una función únicamente instrumental y potenciarlos en cambio, dentro de una visión cultural y socializante que aporte en primer lugar a la formación de los valores ciudadanos y en segundo lugar al fortalecimiento de los saberes y conocimientos.
2. Las computadoras y la educación
La escuela como lugar de formación desempeña un papel importante en el desarrollo de los conocimientos y destrezas que deben poseer los niños y las niñas en las nuevas sociedades de la comunicación y la información como institución en constante actitud de innovación, la escuela debe desarrollar las acciones pedagógicas necesarias que los sujetos en formación, dejen de ser consumidores pasivos de paquetes de información y se conviertan en cambio, en analistas críticos de la misma, con la capacidad de discernir, interpretar y valorar los contenidos y las imágenes que se les presentan.
El uso de las computadoras como herramientas de aprendizaje, plantea a la escuela el reto de discernir sus aplicaciones, no como artefactos mágicos, sino como apoyos eficientes, facilitadores y mediadores de los aprendizajes; sus capacidades de almacenamiento, clasificación, difusión y circulación de la información ofrecen las mayores oportunidades de análisis, interpretación, síntesis y juicios crítico a los alumnos.
En unas cuantas décadas, los materiales de trabajo en las aulas, serán software educativo al alcance de los niños y las niñas. Serán juegos de simulación en los cuales, los alumnos enfrentarán problemas de la vida real, simulados con tal acierto y con tanta información disponible para ser analizados, que los alumnos los pueden enfrentar y tomar las decisiones adecuadas para cada caso. Al hacerlo, pondrán en juego todas sus destrezas cognitivas para crear alternativas, para superar obstáculos y para aplicar soluciones. Estos materiales, que ya existen en muchos centros escolares de Latinoamérica, requieren una escuela renovada y un maestro con las capacidades para utilizarlos.
Las computadoras como herramientas de conocimiento son eficaces cuando los sujetos han desarrollado habilidades y competencias de orden superior; si los niños y las niñas no han logrado, como efecto de su escolaridad, alcanzar el desarrollo de sus estructuras cognitivas, la disponibilidad y utilización de las tecnologías, no suplirá estas carencias. Por ello, la utilización de la televisión, la computadora, los procesadores de información de diferentes tipos, no tienen sentido sino enmarcados en un enfoque intencional de desarrollo de las habilidades de los niños y las niñas, esto es, en un enfoque pedagógico que las articula como mediaciones didácticas.
Es muy importante discernir el papel que cumplen las computadoras en la educación. Como herramientas didácticas, facilitan la recuperación y también la reproducción de conocimiento, fortalecen la capacidad creativa y la calidad del aprendizaje de los alumnos. Como medio interactivo, favorece la intervención conjunta del profesor y del alumno, para enfrentar los problemas relacionados con el análisis y la interpretación de la información, para evaluar conjuntamente los resultados de una actividad y para encontrar entre los dos, las relaciones que se establecen entre los contenidos de diferentes disciplinas.
Esta herramienta, incrementa además, las posibilidades de comunicación e intercambio. Su presencia en las aulas, además de activar las interacciones entre los alumnos en el mismo ambiente de aprendizaje y en torno a los usos de la computadora, permite establecer relaciones con alumnos y profesores de otras escuelas y de ubicaciones geográficas distantes, a través de diferentes estrategias.
Otra utilidad de las nuevas tecnologías de la comunicación y la información es la relacionada con la constitución de Redes, como mecanismo de articulación educativa, que permite tanto a educadores como alumnos, estar en conexión directa con interlocutores y audiencias ubicadas en cualquier parte del planeta.
A manera de ejemplo sobre la presencia de Redes en América Latina, se pueden citar los Programas Red Enlaces – Chile y Red Conexiones – Colombia y la Red RECADI – Convenio Andrés Bello. Enlaces y conexiones, en los dos países, son redes que promueven la incorporación progresiva de la informática educativa y las telecomunicaciones en los establecimientos educativos, acompañando este proceso con investigación permanente sobre sus avances y resultados. La red RECADI por su parte, sirve como mecanismo de intercomunicación entre maestros y maestras que realizan investigación de aula y comunidad y funciona también como instrumento de difusión y generación de comunidades de saber pedagógico.
Estas redes tienen como objetivo crear ambientes de aprendizaje, utilizando infraestructuras tecnológicas que integran instituciones nacionales y de otros países, para que los maestros y los alumnos puedan compartir conocimientos, experiencias y recursos, utilizando componentes como las telecomunicaciones, software educativo, hipermedios y sistemas tutoriales.
Los materiales educativos, especialmente los textos impresos y otros materiales organizados en torno a ellos, se articulan como elementos de gran valor pedagógico, a las posibilidades que ofrecen las computadoras y los sistemas en red.
El desafío para los educadores consiste en dar valor pedagógico al sinnúmero de recursos que disponen, para que éstos cumplan una función real en los aprendizajes de los alumnos y en los procesos de transformación de las escuelas.
El trabajo, con materiales educativos en el contexto del Proyecto CAB-GTZ, se convirtió en un trabajo de reflexión y modificación permanente de la práctica de los profesores. Cumplió con el propósito de plantear desafíos a los educadores de las escuelas piloto, quienes fueron conquistando una a una metas propuestas, evaluándolas y, a la vez, identificando nuevos retos para mejorar los aprendizaje de los alumnos, las relaciones de la escuela con la comunidad y sus condiciones personales y profesionales como docentes.

1. FUENZALIDA, Valerio en “Consumo de TV y socialización juvenil” en el Valor de la Audiencia: Dos experiencias para el debate” de la Colección Televisión y Educación. Comisión Nacional de Televisión de Colombia. CONVENIO ANDRÉS BELLO, Bogotá1998.
2. DUPOMNT, Cristina. “La experiencia de FUND TV” En el documento citado FUND TV. Es un premio creado en la Argentina para galardonar a los programas de televisión que realizan un aporte educativo.

LOS MATERIALES EDUCATIVOS, HERRAMIENTAS DEL CONOCIMIENTO

24 abril 2013

Martha Vargas de Avella
Coordinadora Regional
Proyecto Materiales Educativos CAB/GTZ

MATERIALES EDUCATIVOS, MATERIALES PEDAGÓGICOS, MATERIALES DIDÁCTICOS.
Para esclarecer las diferentes denominaciones que reciben los materiales en sus aplicaciones a las actividades del aula de clase, es necesario precisar el alcance de los conceptos educación, pedagogía y didáctica.

La educación como actividad social, es el proceso mediante el cual la sociedad de manera intencional o no, promueve el desarrollo de sus asociados. La educación, desde esta perspectiva, es un hecho cultural, que se adecúa a las condiciones históricas de un momento dado, para transmitir y preservar los intereses y valores que la sociedad se propone.

En los diferentes momentos de la historia, las comunidades humanas se han propuesto modelos de hombre y de sociedad para los cuales adaptan sistemas de educación, encargados de transmitir la información y desarrollar las habilidades y destrezas necesarias para cumplir con esos ideales de hombre y de sociedad propuestos.

La educación es una acción continua, consciente o inconsciente, muchas veces intuitiva, de la cual es responsable la sociedad en su conjunto. Ella, es competencia de la familia, de la iglesia, de los medios de comunicación, los grupos y organizaciones y todas las manifestaciones sociales presentes en la vida de los pueblos.

Esta práctica social, se sistematiza y ordena en un espacio creado por las sociedades, para que los sujetos, durante una etapa de su vida, de manera específica e intencional, adquieran los saberes necesarios para integrarse posteriormente, en su vida adulta, como miembros eficientes de la sociedad. Ese espacio es la escuela.

La escuela al ser responsable de esta función educativa en un espacio y tiempo determinados, debe precisar su visión sobre la educación del sujeto y responsabilizarse de sus resultados. Es decir, debe reflexionar sobre su horizonte de sentido y sobre su misión.

Esta reflexión sobre el sentido de la educación, constituye la pedagogía, considerada hoy como una disciplina científica, que es a la vez teórica y práctica.

La pedagogía exige una conciencia reflexiva, que implica el dominio de un saber sistematizado, para comprender la naturaleza del quehacer educativo, su historia y evolución, sus relaciones con otros campos y otras disciplinas. La pedagogía siempre es consciente y su objetivo es la formación del ser humano.

En cuanto práctica pedagógica, ésta no puede ser intuitiva, a diferencia de la práctica educativa, que muchas veces lo es. Para formar a los seres humanos, es necesario tematizar el saber que permite dilucidar el por qué formar a los sujetos, el cómo formarlos, qué métodos y procedimientos se deben utilizar, hacia dónde conducirlos y cómo dar cuenta de esa labor formativa.

La pedagogía es la forma consciente de educar para unos fines y se materializa a través de la práctica de los educadores en las actividades de enseñanza, cuya orientación y sentido están mediados por la reflexión pedagógica. Esto marca la diferencia entre cualquier práctica intuitiva y la práctica pedagógica.

La didáctica, por su parte, es el saber que orienta los métodos, las estrategias y las formas de trabajo. Está ligada a la naturaleza y estructura de las disciplinas objeto de la enseñanza. La reflexión pedagógica sobre lo que se ha de emprender para formar a los alumnos en los diferentes saberes aceptados y organizados por la educación, implica el dominio de ese saber que se va a enseñar, para decidir qué es lo es enseñable de ese saber, es decir su enseñabilidad. Por ello, la didáctica se especializa como didáctica de las disciplinas y saberes formativos.

Hay una didáctica de las matemáticas una de las ciencias de la naturaleza y de cada una de las disciplinas. Existen tantas didácticas como saberes pueden ser enseñados.

Mientras la ciencia pedagógica es la reflexión metódica y fundamentada de la práctica educativa, la didáctica es la materialización de esa reflexión en los métodos y procedimientos que constituyen la enseñanza. La didáctica está al servicio de la pedagogía y no puede reemplazarla. En muchos casos, los educadores centran toda su atención en las “formas didácticas”, desplazando la reflexión sobre el para qué formar al sujeto, debido a una visión reduccionista que limita la práctica sólo a la utilización de los instrumentos. Este es el riesgo más alto que se debe evitar en el empleo de los materiales educativos. Ellos, son potentes instrumentos didácticos, si están al servicio de la pedagogía.