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PARA AFUERA FLORES, PARA ADENTRO TEMBLORES

25 julio 2011

Faltan cinco días para el cambio de gobierno, se va García con su egolatría a cuestas y entra Ollanta Humala con la incertidumbre como bandera y la suspicacia como tarjeta de presentación. ¿Signo de los tiempos? No, signo de ausencia de una clase política que no tiene representación, que se extinguió no en contiendas de debate, ni en posiciones extremas o conservadoras, sino en el ostracismo. Fruto de la cosecha sembrada por Fujimori que anatematizó a los partidos políticos y de los propios partidos que por intereses hipotecados, consumieron sus reservas de planteamientos, de militancia.

Una realidad incierta que nos brinda un escenario inmediato lleno de expectativas y gestos para el exterior y de incertidumbres para el interior. Señales, guiños al gran capital para decirles que todo sigue igual (¿también las preferencias e intransigencias del gran capital?), que todo se hace dentro de los marcos legales, respetando la Constitución y al final sin hacerse ajustes en los contratos, se negociará, se trabajará en torno a buscar consensos. Es decir, puente de plata y alfombra de flores.

La ciudadanía se informa por los medios de un Plan para los 100 días, pero nadie lo conoce. No ha sido publicado. ¿Cómo se puede afirmar y demandar credibilidad si no se dan signos apertura para una participación consciente y aceptación de lo que se tiene programado? ¿Cómo pretender que exista aceptación si las señales siguen siendo interferidas por declaraciones y desmentidos?

En el sector educación se ha promovido como posible ministro de educación, durante el presente mes al vice ministro de gestión pedagógica a través de los medios y se le ha visto muy solícito en entrevistas en radio y TV. ¿Se ha evaluado realmente su gestión? ¿Qué dicen los docentes de aula del pais? ¿Qué dicen los directores de las instituciones educativas del país? Una persona que ha estado 11 años en el cargo ¿es la indónea para impulsar la llamada “revolución educativa”? ¿Qué de la llamada reforma educativa impulsada en su gestión, o de la emergencia educativa de hace tiempo? ¿Puede presentar como resultados? ¿Acaso hemos podido remontar los bajos índices de aprendizaje en comunicación y matemáticas? ¿Es el perfil que tiene el actual gobierno para un ministro de educación? La suma de años no necesariamente indica idoneidad para el cargo. No siempre antigüedad es clase.

Este viernes que pasó nos enteramos que ha sido aprobada la norma mediante la cual los directores regionales y de la unidad de gestión educativa (UGEL) serán incorporados a la Carrera Pública Magisterial (EL PERUANO 22.07.11). Nos preguntamos si esta norma se podrá aplicar y qué implicará en todo este proceso? ¿No hubo tiempo en estos meses para haberse planteado este añadido?

Otra nota nos informa que el Ministro de Educación reaccionando sobre el informe de la comisión de transferencia. Ha dicho que se entrega “un sistema educativo largamente superior al recibido” ¿Se evaluó la gestión anterior acaso? También ha dicho que existe una lectura poco técnica de las cifras entregadas; también que el docente que ingresó a la CPM se ha revalorado en su condición profesional, su autoestima y el reconocimiento de saberse valorado como el mejor (EL PERUANO 22.07.11). Otras aclaraciones que son reiteraciones sobre el mismo tema que nos hubiera gustado sean planteadas hace tiempo y cara a cara con los docentes y sus dirigentes. Pero lamentablemente en la gestión opaca del Ministro Chang fue imposible el diálogo y evidente que se antepuso el debate antagónico partidario, antes que el técnico.

Hoy es tarde para informar y cuando hubo tiempo, no se hizo. Hubo espacios y se prefirieron otros de complacencia en donde el docente no era invitado. Si la comisión de transferencia recogió en su informe lo expuesto que ha causado esa reacción ¿dónde estuvieron el Ministro y sus viceministro para decir cómo era la situación? ¿Los delegados oficiales designados no fueron acaso responsables de sus palabras y sus datas? Quisiéramos saber si les han pedido cuentas.

Otros personajes voceados como postulantes a ministros de educación, no han hecho presencia en medios, no han sido promovidos de manera sostenida. ¿Es que un cargo de esta responsabilidad y naturaleza no requiere un perfil que el nuevo gobierno debería tener? ¿Nunca se vió a un personaje aspirante al cargo promoverse como lo hemos vistos estos días? ¿Quién lo auspicia? Muchos maestros y maestras han preguntado sino existe la vergüenza ajena, pues eso han tenido, al ver esta postulación desde el desempeño de un cargo público.

¿Es que se nos quiere decir y hacer sentir que cualquiera puede ser Ministro de Educación? ¿Qué concepto de la educación tiene el gobierno entrante? ¿No existen en el país profesionales de la educación capaces de poder tener un desempeño profesional a cargo de un Ministerio que requiere de voluntad de conocimiento y empatía con la educación y sus actores, antes que el pago de cuotas políticas?

Sin duda estos días y horas habrá muchas elucubraciones. Muchas propuestas, muchos postulantes, también muchos esclarecimientos y disconformidades. Pero debemos pensar que esta es otra oportunidad que se le presenta a nuestra patria para salir adelante con la promoción de la equidad, de la inclusión, tan olvidadas en décadas.

Esperemos que la designación esperada guarde concordancia con lo que ha sido el discurso político. Esperemos que el discurso presidencial ponga el marco e indique el rumbo por el cual debe transitar la sociedad, las instituciones, los movimientos sociales, los gremios en la perspectiva del desarrollo y la equidad.

En cuanto a la aludida “revolución educativa” esperemos de más precisiones. Muchos son los abrojos que hay que sacar y quemar. La estructura estatal del sector requiere una reingeniería. En cuatro meses (agosto-noviembre) se puede hacer un redimensionamiento de lo que debe ser el aparato estatal que debe ser el soporte de dicha revolución.

Esta “revolución educativa” debería precisar qué proyecto de sociedad se quiere construir a futuro. Esto debería influir en los aspectos políticos, económicos, sociales, culturales y tendrá que ver con la democracia, la libertad, la equidad, la inclusión, la solidaridad de todos los peruanos. Por ello debería quedar claro sobre qué bases conceptuales se sustentará la “revolución educativa”. No se trata sólo de más cemento, fierro y ladrillo; de equipamiento moderno y tecnología. Pero ¿se habrá pensado cómo sería “la revolución educativa” para responder a las demandas de nuestra diversidad? ¿Se habrá pensado que el nuevo sistema educativo fruto de la propuesta de revolución debería preparar para comprender y proyectar la sociedad moderna?

Es muy cómodo nombrar que en educación se hará una revolución, pero llevarla a cabo requiere equipo y especialistas, maestros bien formados, actualizados, remunerados. ¿Alguien ha venido pensando esto desde el futuro gobierno o primero se ha sumido en recibir la transferencia para ponderar después qué se puede hacer?

Imagino que debe existir cierta confusión al pensar seriamente en promover una “revolución educativa”. Sin duda es una tarea importante, tanta como cuidar el diseño macroeconómico y sus variables. Quienes estamos en esta lucha por una educación auténtica debemos recordar que existe un continuum en la reflexión educativa que empieza con el texto de Edgard Faure (Aprender a ser. La educación del futuro) y le sigue el de Jaquecs Delors (La educación encierra un tesoro), textos que no han sido muy conocidos y menos leídos e inspiradores del diseño de política educativas para enfrentar las demandas del desarrollo sostenible del país.

Todo este marco debe concertarse con los que el Proyecto Educativo Nacional (PEN) plantea y demanda. Sin duda habrá que hacerle algunos ajustes. En estos años desde su presentación ocurrieron muchas cosas, promesas y cambios que recomendarían una puesta al día.

Existe sí un conocimiento de la Ley General de Educación que establece que cada región tenga sus PER y que esperan una aprobación para ser asumidos y desarrollados. No soñar con una nueva ley de educación, pues ese rollo es perder tiempo para no hacer nada.

Esta podría ser la base que haga percutar la revolución educativa pero con una política educativa coherente y con actores que denoten creatividad, interés y que no se adapten a determinadas tendencias que distorsionen el desarrollo de los procesos educativos.

Pero para ello se requeriría una institución de primer nivel como debe ser el Ministerio de Educación que debería redireccionar su función hacia el de diseño de la política educativa nacional, supervisarla, monitorearla, evaluarla y analizar los resultados. De otro lado promover el desarrollo de capacidades del personal de las Direcciones Regionales de Educación para que asuman de manera competente y profesional sus funciones.

La tutoría del Ministerio de Educación para el desarrollo de los procesos educativos, debería dar paso a esa promoción del desarrollo de las capacidades profesionales, para alcanzar una competitividad en el cumplimiento de funciones y metas locales, regionales.

Se trata de una modernización de la gestión educativa que genera la burocratización, la morosidad y mediocridad en el cumplimiento de las funciones.
Realizar una revolución educativa implica una gran exigencia y responsabilidad del gobierno y de la comunidad educativa y de la sociedad toda, con sus respectivas instituciones. ¿Estamos preparados? ¿Existe la voluntad política para ello? Debería demostrarse desde el primer momento.

Se percibe y siente que en el campo de lo social, no se responde con la precisión que se hace ante la demanda de la economía. Rápido se ha respondido ante las sugerencias de los grupos de poder ¿Por qué? Aquí se ajusta bien los versos que cantaba Mari Trini: “ “Entre la lluvia y el viento, / Tuve el primer pensamiento, / Y como miré a la izquierda / Alguien me tiró una piedra. Ayayay” .

¿Será que esa “piedra” hace pensar dos veces en la decisión? Al parecer existe cierta coincidencia, sino no se explica la falta de comunicación. ¿Tendrán tiempo el elegido para ser Ministro de formar equipo técnico acorde con lo que la revolución educativa requiere?

No se trata de corregir omisiones, interpretaciones, tendencias sino decisiones, concepciones y formas de desempeñarse en el ejercicio de funciones que por lo general son de servicio y no sólo de autoridad. La Ley General de Educación en su art. 79º y 80º prescribe lo que es el Ministerio de Educación, su finalidad y las funciones que debe desarrollar. ¿Cuánto de ello deberá revisarse? ¿Cuánto de ello deberá reformarse? ¿Cuánto de ello deberá actualizarse?

Que la euforia de la designación y juramentación de estos días patrios no permita relegar lo sustantivo del mandato y las acciones a dirigir con liderazgo y no desde el anonimato; desde el protagonismo y no desde la normatividad. ¿Habrá llegado la hora de afrontar las crisis educativa en consonancia con los objetivos nacionales? Los días, semanas y meses de lo que queda del año no irán dando la pauta. Veamos primero si el designado tiene la talla que se requiere. (23.07.11)

“Colegio Mayor Secundario Presidente del Perú” Góngora en Lima

1 noviembre 2009

Ante el discurso presidencial anunciando la creación de la Institución Educativa Pública “Colegio Mayor Secundario Presidente del Perú” y la dación de la Resolución Nº034-2009-ED, se suscribió y se difundió la noticia en los medios radiales y televisivos. Un mes después se vuelve a la carga. Esta vez el director general de Tecnologías Educativas del Ministerio de Educación, diciendo que el Colegio atenderá a 900 alumnos de tercero a quinto de secundaria. Los estudiantes provendrán de los centros educativos de todo el país. Además expresó que las vacantes se distribuirán en función de la población escolar de cada región.

Abundando más sobre el tema, expresó, los postulantes podrán ser (así en futuro) alumnos de segundo de secundario que ocupen los dos primeros puestos en relación al año culminado, y también los alumnos que hayan ganado concursos nacionales del Ministerio de Educación. (¿?). Además por “razones evidentes” (¿cuáles?) también postularán los chicos de tercero y cuarto de media. (El Comercio.12.10.09)

Se ha presentado aparentemente la creación de un colegio que no se ajusta a lo que estipula la Ley General de Educación y sus reglamentos. Este “sacar de la manga” un distractor para decir que se viene trabajando por mejorar la calidad de la educación y creando un espacio especial para “genios”, nos parece de mal gusto por decir lo menos.

¿Qué opina el Consejo Nacional de Educación? Nos gustaría saber su opinión ante esta decisión que parece poco seria y que le hace mucho daño a la educación nacional. No existe, que se sepa, ningún documento oficial que presente esta novedad, salvo los boletines de prensa y la información más completa del diario mencionado.

¿Acaso en la historia de la educación peruana muchas iniciativas interesantes no fueron boicoteadas hasta desaparecerlas? Por ejemplo, la selección que se hacía poder cursar estudios superiores en el Instituto Pedagógico Nacional de Varones, para lo cual se seleccionaba previo concurso a los mejores alumnos a nivel nacional. La exigencia de contar con más maestros titulados llevó al presidente Belaunde, en su primer gobierno a crear una Normal en cada provincia, sin estudios demográficos, sin estudios de factibilidad y sin proyectarse más allá del quinquenio gubernamental. Resultado, no había profesores para dichas normales y se tuvo que nombrar a profesores de educación secundaria para que fungiesen de formadores. Posteriormente por razones de presupuesto y por la pérdida del “padrino” congresista, en algunas provincias, se fueron fusionando las Normales, o “concentrarlas” estratégicamente o desaparecerlas en unos casos. ¿Qué sucedió con los Colegios Regionales creados por Luis Alberto Sánchez? ¿Se acuerda alguien de ellos? ¿Por qué no funcionaron? ¿Y la actual situación de las Instituciones de Formación Docente, que con la valla de la famosa nota 14 para sus ingresantes están extinguiéndose nuevamente, dejando eso sí la intervención de la inversión privada en la creación de nuevas instituciones educativas, al punto que este año se ha llegado a formar una franquicia de una institución educativa que tiene no sólo locales en Lima y distritos sino que ahora la franquicia se ¿vende? para desarrollarla en otras regiones. Igual viene sucediendo con las universidades particulares, algunas que formando un consorcio fundan locales en el norte y en la capital y avanzan a las regiones. ¿Y la Asamblea Nacional de Rectores? Sigue reeligiendo a su presidente y el mal se extiende, a pesar de las protestas. ¿Y la Ley de Educación Superior?

¿Cree el gobierno, que con ello el “Perú avanza”? ¿Hacia dónde? La premura de tener para el 2010 funcionando el Colegio Mayor sería indicador de otras intenciones que no se presentan claras. Todo lo contrario algo se oculta cuando no se tiene el coraje de poner las cartas sobre la mesa de manera transparente.

Muchos especialistas están de acuerdo con el anuncio, sin embargo no dicen nada del proyecto en sí, de su difusión para discutirlo, debatirlo, enriquecerlo. Todo lo contrario, se vuelve a repetir que requerimos instituciones de vanguardia que formen la elite generacional de cada especialidad. ¿Con la creación de nuevas instituciones mejorará el sistema educativo? ¿Acaso no existen hoy proyectos y programas de instituciones en donde se forja la clase dirigencial? ¿Qué hace el Ministerio para replicar dichos modelos?

¿Se requiere un Colegio de esta naturaleza para poder formar a la clase dirigente del país o la elite dirigencial del país? ¿Y dónde queda la equidad, dónde la inclusión? Pintadas en la pared y repicando en los discursos de las plazuelas y en las entrevistas de los medios.

Respetando el tiempo y la historia el gobierno no tiene la capacidad ni la voluntad sincera de poder replicar lo que fue el Real Convictorio de San Carlos, si pensaron en aquel modelo. Entonces no hay que levantar falsas expectativas en los padres de familia y en la sociedad.

Sobre los plazos para los estudiantes de 2º grado de secundaria ¿se ha puesto a pensar por un momento que no estamos en un año normal sino que fue interrumpido por la epidemia gripal y que por lo tanto el calendario escolar está muy ajustado? ¿Por obra de birlibirloque se realizará el proceso de admisión? ¿Quién se responsabilizará de conducir el proceso? ¿No se sabe acaso que las direcciones de los colegios y que las UGEL estarán abocadas a cerrar el año escolar? ¿Se quiere por Decreto de Urgencia contratar personal para que realice el trabajo? No nos extrañaría. Ya existen antecedentes de esta situación cuando en otra gestión aprista al final del período se “abrieron las compuertas” del Ministerio de Educación para “asegurar” al personal del partido, no importaba si tuviera o no la calificación, y así nos dimos con tres porteros para un local de escuela primaria que tenía una sola puerta de ingreso; personal secretarial para una escuela unitaria y en el Ministerio, sería bueno que algún cronista se de una vuelta para entrevistar a los empleados antiguos. El cronograma busca en 20 días tener los 500 postulantes calificados para la etapa final en orden de méritos ¿Quién garantiza la transparencia del proceso? Lamentablemente la credibilidad del gobierno sobre todo en el sector educación está tan devaluada que la población, y no sólo los maestros ponen en duda los resultados que se obtengan. Siguen aún esperando respuesta muchas preguntas sobre resoluciones de la gestión actual del Ministro Chang, que cualquier propuesta que haga tiene que aparecer resguardada por el Presidente de la República. Nunca hemos visto una dependencia tan perniciosa que se vuelve sospechosa. Pero sigue ahí, como si las cosas que realiza fueran lo que el país requiere.
En el mes de febrero de 2010, dice el cronograma que en 14 días se realizarán las entrevistas personales y la sustentación del Proyecto de Desarrollo Social. ¿De qué proyecto se trata? ¿Puede un alumno de segundo de secundaria sustentar un proyecto de esta naturaleza?

Para los estudiantes de 3º y 4º grado de secundaria, se supone de acuerdo a la información periodística, que en este mes que termina, octubre del 2009, debe hacerse la publicación de los postulantes a cargo d la dirección del colegio y la UGEL correspondiente; la inscripción; la publicación de los postulantes; la reconsideración y los resultados de la reconsideración; en noviembre se ha previsto el 14 para la prueba de suficiencia sobre comprensión lectora y razonamiento matemático. ¿Quién hará las pruebas? ¿Se tercerizarán? ¿Quién garantiza la calidad de las mismas? Para el 19 se publica el listado de los 500 postulantes calificados para la etapa final por orden de mérito; el 26 de noviembre se designarán los jurados. En diciembre del 1 al 19 serán las entrevistas personal y la sustentación del proyecto de desarrollo social. El 28 se publicarán los resultados. En el mes de febrero del 2010 el 28 serán incorporados los postulantes designados. El 1 de Marzo empezarán las clases.

Sobre los Miembros del Claustro. Aquí nos encontramos con otra sorpresa. Se cambia la denominación y nomenclatura de todo el personal: No habrá Director, sino Rector, que presidirá la institución. ¿Se le designará? ¿Se concursará? Luego vienen los Mentores, a los que se define como “personajes públicos reconocidos con capacidad de movilizar recursos y voluntad para apoyar a 20 estudiantes durante tres años (seis alumnos por cada año). El apoyo consiste en evaluar periódicamente el trabajo de sus pupilos y estar disponibles como último recurso cuando requieran apoyo especial. También se designan Preceptores, que son miembros a tiempo completo que asesoran individualmente a 25 alumnos para ayudarlos a definir su plan de estudios y en la gestión de su Proyecto de Desarrollo Social. Deberán dar “buen ejemplo” ; tener el grado de maestría; reconocidos en su disciplina y aprobados en el programa de inducción. A continuación vienen los Especialistas, que son investigadores apasionados por su campo. Deben tener el grado de doctor o maestría con doctorado en proceso en su especialidad. Ofrecerán seminarios en el área d su competencia; asimismo tendrán cátedra asignada (mínimo un día a la semana). Luego en el rango están los Maestros: preceptores responsables por un grupo de 50 miembros de una clase. Aseguran la formación integral según los propósitos del programa educativo. En seguida están los Consejeros, que son los acompañantes individuales de cada aprendíz. Tendrán sesiones semanales (mínimo una). Se encargan de solucionar conflictos intra e interpersonales. Los Asistentes de Cátedra: profesores jóvenes de cada una de las cátedras. Trabajarán en grupos pequeños sobre los temas de los seminarios.

Los Honorarios, serán designados por el Consejo Superior por su destacada contribución al progreso de la humanidad y su voluntad de contribuir con el proyecto institucional. ¿Estarán presupuestados o se recurrirá a la “varita mágica” de Proyectos de urgencia”?

Voluntarios: ¿cuál es su rol? ¿quién los propuso? Están, según el informe periodístico: Stone Wiske (Hardvard); David Cavallo (MIT), Pierre Lena (Academia Francesa), Antonio Bator (Academia Pontifica de Ciencias) y Nicholas Negroponte (MIT). ¿Alguien los conoce? Bueno aquí una breve referencia: StoneWiske, es profesora del programa de Tecnología, Innovación y Educación de la Escuela de Graduados de Educación de la Universidad de Harvard; David Cavallo, es vicepresidente de One Laptop Per Child para Sudamérica; Pierre Lena, astrofísico y co – creador del programa La main a la páte (manos en la masa); Antonio Bratto, médico argentino, que estudió con Piaget y que estuvo en Lima en el contexto del proyecto de las computadoras; Nicholas Negroponte, ingeniero informático estadounidense, pionero en el desarrollo de los modernos sistemas informáticos. ¿Por qué no se informó sobre el proyecto y lo que han opinado estos distinguidos señores? ¿Y la transparencia?

Los Tutores: serán estudiantes destacados de las principales universidades del país que ayudan voluntariamente a un aprendiz durante un año. ¿Quién los seleccionará? ¿Qué requisitos deben tener?

Los Especialistas de Medios Educativos: Especialistas en Informática y tecnología educativa. Sostienen la infraestructura TIC del colegio. (El Comercio, 12.10.09).¿No cuenta el Ministerio con personal especializado que tiene que contratar a otros?

Esta información no se ha dado oficialmente por el Ministerio. Sin embargo a título de qué y de quién el funcionario Oscar Becerra concedió la entrevista a El Comercio. Parece que estamos ante un nuevo PRONAMA. Si vemos a quienes son los voluntarios del Colegio Mayor, es fácil deducir que no sólo las Laptop de US 100 fueron un buen negocio, sino que este viene con yapa. Si se gastan tantas horas Vice ministros promoviendo el lavado de manos preventivo de la gripe A1 N1, anunciando simulacros y visitas in situ, ¿no podrán gastarse unos minutos en explicar qué modelo de Colegio Mayor nos quieren “vender”? El silencio no es la mejor manera de hacer que el pueblo se apropie de un proyecto, sino todo lo contrario.

Preocupa este proyecto tan publicitado a toda página en el diario El Comercio, pero hay muchos vacíos. ¿Quién elaboró el diseño de la propuesta? ¿Cuánto cuesta? No nos gusta nada ver entre los voluntarios al señor Negroponte. Es el de las laptop de US 100 y a quien en la Universidad San Martín de Porres –de la cual fue Rector el Ministro de Educación- le dio el Honoris Causa En marzo de 2008, Nicolas Negroponte abandona el OLPC, dejando las computadoras de 100 dólares con un futuro incierto. Recordemos que la OLPC fue presentada por su cofundador Nicholas Negroponte en enero de 2006 en el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza. Este hecho motivó a muchos detractores del proyecto a señalar que se trata más de un proyecto personal y beneficioso para sus creadores que un proyecto humanitario. ¿Por qué en la lista de “voluntarios” no existe ningún peruano? ¿Acaso no tenemos profesionales y educadores de calidad y competentes? ¿Cuál es el proyecto pedagógico que tiene este colegio? ¿Formar yupies?

¿Por qué en lugar de “ensayar” un proyecto “pomposo” como el Colegio Mayor Presidente de la República, no se otorgan esos recursos para hacer posible de una buena vez el Proyecto Educativo Nacional? ¿Por qué escribir otros proyectos si existen 143 páginas del PEN que requieren de recursos y respaldo político para hacerlas realidad? El complejo de Adán, ha sido el sello del partido gobernante antes y ahora. Por ello tenemos tantas sinrazones y torpezas.
Cuidado con la euforia que causa estar saliendo de la crisis con las cifras que ha dado Naciones Unidas sobre la pobreza. Pero no es así. Si bien están las cifras, pero como dice H. Béjar coordinador en el Perú del Llamado Mundial a la Acción contra la Pobreza, el gobierno “va a cumplir : los ODM al 2015, pero sólo estadísticamente, porque estas metas establecidas por los países fueron conservadoras desde un inicio y miden la calidad de los avances.” De otro lado recordó que ni se había convocado a las organizaciones sociales para validar los resultados del informe oficial del Perú. (IPS. Lima, 20.10.09). El Informe paralelo que el Llamado Mundial elaboró, si bien reconoce que llegará el Perú a reducir a la mitad el porcentaje de indigentes como establece el primer objetivo, advierte también que en la población en general hay más hambrientos que dos años atrás y que en las zonas rurales este escenario se compara incluso con el de 2004.
De otro lado ¿no estará influyendo aquello que dijo en una entrevista el Ministro de Economía? “Quiero hacer un cambio genético en el Perú. Nos estamos fijando qué hace el número uno del Doing Business (El proyecto Doing Business proporciona una medición objetiva de las regulaciones para hacer negocios y su aplicación en 183 países. El equipo trabaja de manera cercana con miles de profesionales alrededor del mundo). Ese es nuestro patrón.” (Entrevista en AMÉRICA ECONOMÍA. 21.10.09). Refiriéndose a educación expresó el Ministro: “Por ello debemos trabajar desde ahora con la educación y la reforma importante que se está emprendiendo en ese sentido va a rendir sus frutos en 15 o 20 años más” El periodista le replica que.”… la palabra reforma ya suena a chiste en el Perú. Cada gobierno en campaña habla de reforma tributaria, educativa, judicial, laboral, del Estado, pero lo real es que solo se hacen algunos cambios y no reformas como tales.” Pero el Ministro insiste y cita: “El cambio en la Ley de Carrera Magisterial es pieza fundamental en el cambio del sector educativo del país. Todo el esfuerzo que se ha hecho en mejorar la estructura, en dotar a alumnos de laboratorios de química, física y computación a la mayor cantidad de centros educativos del país apunta a tener cada vez mejores maestros, mejores colegios y por ende mejores alumnos. Con estas medidas concretas se están emprendiendo realmente el cambio en todo nuestro sistema educativo. Es cierto la palabra «reforma» suena un poco pomposa, pero son acciones concretas que te llevan a cambios cualitativos” (Entrevista en AMÉRICA ECONOMÍA).Y no citamos la intervención del embajador Belevan delegado permanente y presidente de la Delegación del Perú a la 35ª Conferencia General de la UNESCO el 7 de octubre, pues sería incurrir en una tautología.
La Magdalena no está pues para tafetanes para lanzarnos a año y medio de terminar el régimen a una nueva ilusión educativa. Pareciera que Góngora pasó por Lima y nos dejó el célebre verso:

Ándeme yo caliente
Y ríase la gente.
Traten otros del gobierno
Del mundo y sus monarquías,
Mientras gobiernan mis días
Mantequillas y pan tierno,
Y las mañanas de invierno
Naranjada y aguardiente,
Y ríase la gente.

Es la sensación. Así estamos. No sabemos que nos deparará en educación el día siguiente y hasta cuando se seguirá marginando a los docentes por los mercaderes que están instalados en el sector. Y ríase la gente (24.10.09)

Ley 29394: ¿falta de visión o qué?

29 agosto 2009

Apareció en el portal del Ministerio, uno de estos días. Era difícil contar con una copia sino se es suscriptor del diario oficial. ¿Por qué tanto misterio, tanto sigilo? Pareciera que en el sector educación se tiene miedo a las reacciones que pueda producir todo lo que se refiera a una nueva ley. Pero quien no la debe no la teme. Sin embargo qué se puede esperar de quienes toman la democracia como un pretexto para ponerse a salvo y poder dar (encasquetados en el orden y seguridad) cualquier medida bajo el manto de velar por la calidad de la educación nacional.

El misterio se devela cuando se tiene el texto a la mano. Resulta que ahora se da una ley que trata sobre institutos y escuelas de educación superior. Y que fue observada por la Presidencia de la República y que el Congreso de la República aceptó las observaciones formuladas, y de conformidad con el art. 108 de la Constitución Política del Perú, se ordena se publique y se cumpla. Firma el flamante Presidente del Congreso Luis Alva Castro, a los días y horas de haber juramentado.

¿Podríamos saber en qué consisten las observaciones del Presidente de la República? Nunca se sabrán, pues todo lo que se hace en educación, es top secret, como si se tuviese la fórmula filosofal. Pero ya sabemos a qué atenernos. No es buena señal cuando de manera poco transparente se legisla sobre educación en el país. La Ley consta de 60 artículos, tres disposiciones complementarias, una disposición transitoria y tres disposiciones finales.

Esperábamos una Ley de Educación Superior, tantas veces prometida y tantas veces postergada. Pero los sabios del sector decidieron por sí y ante sí que no es necesario, ignorando la historia de la educación peruana.

No trataremos de hacer un estudio de cada artículo, sí trataremos de exponer una opinión crítica en aquello que encontremos poca claridad. No se trata de aceptar este “regalo” ministerial, sobre el cual ninguna autoridad del ministro para abajo ha dicho nada y menos los diarios y radios. La cultura educativa no distingue entre el tema central de aquello que se reviste de escándalo y denuncia.

En el Art. 1º se dice que “Esta Ley regula la creación y el funcionamiento de institutos y escuelas de educación superior públicos o privados…” La palabra regular tiene una connotación de normar, reglamentar, uniformar, legalizar institutos y escuelas que ya están normados y cuentan con sus respectivas leyes. Si se quiere regular ¿por qué antes no se deroga el Decreto Legislativo Nº 882 Ley de promoción de la inversión en educación que ha sido la causante del desborde institucional para formación docente y otras especialidades, sin poder garantizar la calidad de la formación que se otorga?

El Art.2º nos evidencia la trama de oferta que existe y que bien se organiza en 5 grupos de instituciones que ofertan la formación de profesionales y técnica en diversas especialidades. Este registro es un indicador de cómo se han creado a diestra y siniestra y con ayuda de “padrinos” instituciones y ofertas de carreras de calidad observable y con poca consistencia profesional. ¿Por qué no se ha trabajado en una propuesta para diseñar a partir de ésta una oferta más coherente y que responda a las aspiraciones de la juventud y a la demanda del desarrollo del país? La frase que encontramos en muchas partes de la ley es una muletilla que se repite para estar acorde con los tiempos pero ¿qué significa desarrollo para el país y las regiones? ¿Lo que se piensa en Lima es igual para Puno, Cuzco, Cajamarca que para Loreto o Madre de Dios?

Esta debilidad de la Ley es un indicador de que podría ser más de lo mismo. Una reflexión más profesional y no sólo política demandaba un estudio realizado no por consultores solamente, sino por las universidades más acreditadas. Además, demandaba una visión clara y de nivel de política educativa para la educación superior. La improvisación o la premura por querer “impactar” y decir que se hacen las cosas y se cumplen suscitan grandes chascos y grandes desilusiones por no decir fraudes para la educación que deben recibir los jóvenes que aspiran formarse como profesionales en el país. Ya sucedió esto anteriormente y no se lamenten después quienes tratarán de dar disculpas ante tanta incompetencia.

Más adelante esta ley habla de Institutos y Escuelas de educación superior, pero no los define. De allí que la generalidad del Art. 3 Definición, deje en Babia a quien lo lea. No define nada. “Los institutos y escuelas de educación superior, en adelante Institutos y Escuelas, forman de manera integral profesionales especializados, profesionales técnicos y técnicos en todos los campos del saber, el arte, la cultura, la ciencia y la tecnología. Producen conocimiento, investigación y desarrollan la creatividad y la innovación” (Cap.II, DE LOS INSTITUTOS Y ESCUELAS DE EDUCACIÓN SUPERIOR, DEFINICIÓN, PRINCIPIOS, FINES Y OBJETIVOS (Art.3 Definición). ¿Quiere decir que todos hacen todo? ¿Qué diferencia a los Institutos de las Escuelas de Educación Superior?

¿No hubiese sido pertinente dejar sentado de una vez lo que es una Escuela Superior y lo que es Instituto Superior? ¿Por qué esa verborrea que no dice nada? La evasión de la definición corrobora la ausencia de una reflexión previa a lo que se va a legislar; es más, deja de lado el marco mayor de referencia en donde se debió plantear el tipo de desarrollo que se asume, las posibilidades de atender a una basta población juvenil con ofertas de capacitación y profesionalización, que no sean las de moda y tradicionales que tanto daño han hecho y hacen a quienes las siguen y no aportan al desarrollo, la productividad y competitividad del país. Además perfilar el tipo de institución que se requiere y no justificar el derecho adquirido cuando la realidad nos dice que muchas de ellas están obsoletas, no sólo por el diseño, sino por la carencia de calidad en la oferta y la intrascendencia para el desarrollo de las capacidades de los jóvenes.

Pero no. Se ha optado por respetar lo estatuido así esté mal, en lugar de hacer “alta cirugía” como dicen los expertos para realizar un cambio profundo y real en las instituciones de formación superior en el país. ¿Se cuidan de no interferir con intereses particulares por un lado y con las demandas de representantes que no comprenden que la educación es un derecho y no una “asistencia” que se da al pueblo? ¿Acaso esa no es la tragedia de las instituciones de formación docente públicas y privadas? Se les evaluó, se les permitió mejorar, pero cuando había que tomar decisiones para con aquellas que no respondían a los estándares de calidad técnico pedagógico ni de infraestructura, se hizo el silencio, se “hicieron de la vista gorda” y ahí están debatiéndose entre el ser y la nada. ¿Qué pasó con la oferta de la reconversión? ¿Qué de la constitución de los Centros Amauta? Oportunidades perdidas en decisiones que se tomaron en estos nueve años de este nuevo siglo. ¿Se quisiera repetir esta “hazaña” porque se vienen las elecciones nacionales y las presiones serán intensas? ¿Y dónde quedó la ética? ¿Dónde las denuncias por interferencias en decisiones de Estado? ¿Dónde las denuncias por intereses particulares? ¿Funcionará el MED – CADER – Sistema de Quejas y Denuncias para estos casos?

Definir estos institutos y escuelas demanda a quienes legislan, esbozar una definición institucional que permita la articulación de un concepto de ecuación al interior de la educación superior. Urge contextualizar el fundamento institucional desde el prisma que permita una lectura de necesidades que deberían manifestarse y ubicarse en la sociedad global en la que vivimos; en la sociedad de la información; desde el eje de la interculturalidad; desde los temas de la pobreza, la problemática medioambiental, desde la educación en definitiva, en la calidad de sus procesos en todos los niveles del sistema educativo, desde las perspectivas de diversos actores y no sólo desde el gobierno, sino convocando a todos quienes tienen algo que decir y ofertar por una educación de calidad para todos.

Desde esta perspectiva enriquecida por otros aportes debe emprenderse el camino de dar respuestas a las tensiones que se dan en la confrontación reflexiva, con experiencias y vivencias de crisis. Nos encontramos en un mundo cambiante y bastante complejo en donde se favorecen los procesos individuales pero también se demanda la promoción de posibilidades innovadoras de transformación individual y social.

¿Por qué no podemos repensar la institucionalidad caótica que tenemos en educación superior y diseñar algo que trascienda los egoísmos mercantilistas, o el control tutor de un estado que ve en ello un capital que produce réditos para intereses personales que generan dependencia, marginación y el respeto de un statu quo de los llamados caciques de las regiones o provincias, que en pleno siglo XXI siguen “vivitos y coleando”?

¿Qué significado y sentido tiene el contenido del Art. 12 Normas de protección a los estudiantes? “Los Institutos y Escuelas se sujetan a lo establecido por las leyes de protección al consumidor y por las disposiciones que garanticen la libre competencia y protección de los usuarios”. La “pepita” inspiradora de la s leyes del mercado se siembra con este artículo “ingenuamente” puesto, como quien no quiere la cosa. Con ello se consagraría el concepto de que la educación pública y privada es una mercancía y que acceden a ella los que tienen los recursos económicos. Cuando uno lee este artículo tiene resabios de la lectura de un texto de la SUNAT (Sistema Único Nacional d Administración Tributaria). Quienes lo redactaron, o no saben que la educación es un derecho de la persona y el Estado tiene la obligación de proporcionarla y velar por su calidad, o simplemente consagran que esta “veta” cual mina es muy beneficiosa para “hacer el negocio” del siglo, como ya lo podemos ver en los consorcios de colegios particulares que venden patentes para que funcionan en los lugares marginales y avanzan hacia las regiones, y universidades particulares unidas bajo un lema educativo, pero que tienen como soporte al gran capital de empresarios. ¿El Estado renuncia a un derecho? ¿Qué dice la Comisión de Educación del Congreso? ¿Qué el Ministro de Educación?

Seguir “revisando” el texto de la Ley 23494 sería en vano si vemos que no existe el propósito de cambiar la educación por algo que valga la pena. El Estado tiene a la mano un presente negado, el Proyecto Educativo Nacional (PEN) que lo ha reconocido, pero que lo ignora al momento de pensar en la educación nacional, y que en su Objetivo Estratégico 5 expresa “EDUCACIÓN SUPERIOR DE CALIDAD SE CONVIERTE EN FACTOR FAVORABLE PARA EL DESARROLLO Y LA COMPETITIVIDAD NACIONAL. Nos proponemos asegurar una educación superior de calidad que brinde aportes efectivos al desarrollo socioeconómico y cultural del país a partir de una adecuada fijación de prioridades y teniendo como horizonte la inserción competitiva del Perú en el mundo.
A manera de recuerdo transcribimos los tres resultados y las políticas a desarrollar para lograrlos
RESULTADO 1: RENOVADO SISTEMA DE EDUCACIÓN SUPERIOR ARTICULADO AL DESARROLLO
Sistema de educación superior universitaria y técnico-profesional que responde a los retos del desarrollo y a las necesidades de las políticas de desarrollo y que hace posible la articulación de sus diversos componentes, un mayor financiamiento público y privado, y la renovación y superior calificación de la carrera docente.
RESULTADO 2: SE PRODUCE CONOCIMIENTOS RELEVANTES PARA EL DESARROLLO Y LA LUCHA CONTRA LA POBREZA
Producción permanente y acumulativa de conocimiento relevante para el desarrollo humano, socioeconómico y cultural que permita igualar el nivel de investigación, innovación y avance tecnológico de los países vecinos.
19. Renovar la estructura del sistema de la educación superior, tanto universitaria cuanto técnico-profesional.
20. Consolidar y dar funcionamiento efectivo al Sistema Nacional de Acreditación y Certificación de la Calidad de la Educación Superior.
21. Incrementar el financiamiento del sistema nacional de educación superior y enfocar los recursos en las prioridades de dicho sistema.
22. Renovar la carrera docente en educación superior sobre la base de méritos académicos.
23. Articulación de la educación superior con la realidad económica y cultural.
23.1. Fomentar la investigación para la innovación y el desarrollo tecnológico en actividades competitivas.
23.2 Vincular las instituciones de educación superior al desarrollo regional.
23.3. Desarrollar el potencial artístico, cultural, deportivo y natural del país.
24. Educación superior ligada a la investigación y a la planificación.
24.1. Hacer de los estudios de postgrado un sistema orientado a la investigación y producción de conocimiento.
24.2. Fomentar la planificación y prospectiva sobre el desarrollo nacional.
RESULTADO 3: CENTROS UNIVERSITARIOS Y TÉCNICOS FORMAN PROFESIONALES ÉTICOS, COMPETENTES Y PRODUCTIVOS
Profesionales desarrollan principios éticos, talentos y vocación personal; son altamente competentes frente a demandas del entorno económico productivo y laboral nacional e internacional, y aprovechan y generan nuevos conocimientos en el marco de un proyecto de desarrollo nacional y regional.
25. Transformación de la calidad de la formación profesional.
25.1. Mejorar la formación de las instituciones de educación superior, universitaria y técnico-profesional.
25.2. Fortalecer la educación técnico-productiva articulada a áreas claves del desarrollo.
25.3. Asegurar oportunidades continuas de actualización profesional de calidad.”

Sería tedioso repetir todo lo que el PEN plantea en su documento sobre este tema. ¿Lo leyeron las autoridades responsables de perpetrar esta Ley? Por si acaso este texto se encuentra entre las páginas 109 a 125 del PEN, que no son sólo 26 págs, como alguna vez adujo el Presidente de la República.

¿Cuesta mucho constituir un grupo de trabajo con funcionarios del Ministerio para poder desarrollar esta ruta trazada por el Consejo Nacional de Educación? organismo reconocido por la Ley General de Educación vigente que dice que “El Consejo Nacional de Educación es un órgano especializado, consultivo y autónomo del Ministerio de Educación…Tiene por finalidad participar en la formulación, concertación, seguimiento y evaluación del proyecto Educativo Nacional, las políticas y planes educativos de mediano y largo plazo y las políticas intersectoriales que contribuyen al desarrollo de la educación…. Opina de oficio en asuntos concernientes al conjunto de la educación peruana…..” (LGE CAP. VI. Art. 81)

¿Se le consultó al CNE? Hubiera ayudado mucho a plantear consideraciones que ayuden a “definir” lo que no define la Ley 23494: la Ley es producto de una ausencia de un espacio que piense el nivel superior de educación, con identidad, necesidades y derechos y obligaciones. A partir de ello plantear la modalidad más adecuada para pensar luego en una transición entre lo que hoy constatamos que no da resultados y lo que consideramos debe ser el nivel. Recién allí hay que “tomar al toro por las astas” y distinguir claramente y reconocer lo que son institutos, escuelas y universidades. La historia de encuentros y desencuentros sin duda ha marcado posiciones políticas diferentes y respondía a proyectos políticos. Pero la educación es un fin supremo y debemos rescatarla y ponerla en el sitial que requiere. No avanzaremos en la construcción de calidad de la educación si dejamos que otros medien en la propuesta. ¿Por qué considerar menos a los institutos y escuelas que a las universidades? ¿No será que siguiendo la verborrea presidencial queremos seguir teniendo instituciones y escuelas de primera, segunda y tercera clase? ¿Es que la larva del Decreto Legislativo Nº 882 “Ley de Promoción de la Inversión en la Educación” (1996), sigue inspirando a nuestros legisladores sin que los responsables del sector hagan nada? Respeto a las leyes del mercado dicen. La identidad de una institución no está sólo en el capital de inversión con que cuenten sino en la calidad de la formación que oferten. En este sentido el Estado debe estar a la vanguardia de la oferta de educación pública y no atento sólo a la inversión privada.

Triste fin de una esperanza. Tendremos un Reglamento cortado a la medida que quiere el amo y no a la altura que quiere el país. La Ley es una muestra de cómo estiman a la educación peruana quienes hoy se regocijan por que sólo 5,316 docentes, que representan el 74.78% de los evaluados y no 97% aprobó, como dice un diario (EL COMERCIO. 21.08. 09) la Evaluación de Idoneidad tomada el domingo último. Pero no dicen que la convocatoria fue a 20 mil y de ellos sólo se presentaron al primer examen 11,200 (56% con relación a los 20 mil de la oferta inicial) al primer examen y de ellos sólo aprobaron 7, 108 (que es el 63% con relación a los 11,200 que se inscribieron y sólo el 26.58% con relación a las 20 mil plazas ofertadas. ¿Cuesta decir la verdad en educación? ¿No se estará cayendo en el juego de las cifras y luego le echan la culpa al organismo especializado? Como siempre, no habrá transparencia ni culto a la verdad.

Una pena haber perdido la oportunidad. Para otra vez será, cuando nos encontremos con los nuevos profesionales manejando camiones por las carreteras interoceánicas, además de taxistas y mototaxistas de nuestras ciudades y seguiremos importando mano de obra calificada y profesionales de los países vecinos por falta de previsión. Una pena. Triste gestión que se conforma con el maquillaje y no por cambiar la estructura de la educación y sintonizarla con los nuevos tiempos y demandas.

(22.08.09)